Cazadores Cazadores. Un mundo perdido

—Y siguen ocultándonos información...—gruñó Steve mientras fruncía el ceño, odiaba que no le dijeran la verdad, según lo que dijeron esos sujetos, al parecer había muerto una.

—¿Y quien era Rosie? ¿La dama de compañía de Carpazo?— dijo mientras se movilizaba dentro de la sala con un leve cojeo.

 

El australiano ingresó en la sala de estar bastante atónito; nuevamente la información se escapaba de sus saberes y algo comenzaba a no gustarle en aquella isla. ¿A qué se había referido Vince con que "se la han llevado"? Jeyce observó a través de los grandes ventanales el jeep estacionado y como la hierba era sacudida por el viento que comenzaba a acrecentarse. -Esto no me gusta. -dijo más para si mismo que para el resto, con la mirada pérdida en el exterior.
Fue Johnstone quien se adelantó al afroamericano. -Rosie Castro, la especialista en genética; estuvo en el comedor durante las presentaciones. -también observó los ventanales. -¿Hay alguien más en la isla aparte de nosotros? El tal Reynolds dijo algo como... "Se la llevaron, salieron de la nada"... ¿se habrá referido a los animales?. -volteó el rostro y observó como Vasco ayudaba a los heridos a ingresar en la enfermería; la mayoría tenían pequeñas magulladuras de los golpes pero aparte de ello estaban bien, con un poco de descanso estarían como nuevos.

 

La batalla había sido dada por terminada justo en el momento en el que recobraba la consciencia, llena de aquel lodo pestilente, frunció el seño suspirando mientras iba poniéndose de pie, sus costillas estaban tan resentidas con ella que el simple intento de respirar era un agónico placer que le impidió moverse durante unos segundos. Posando su mirada en Rosendo asintió, disculpándose por su fracaso antes de empezar a caminar en dirección a la sala de estar quedando detrás de Johnstone mientras escuchaba lo que sucedía.

Las cosas no andaban bien, algo estaba cocinándose en esa isla y lo que sea que fuere-Es un enemigo...-musito con dolor, llevando su mano derecha hacia su costilla izquierda, guiñando un ojo mientras sentía como un hilillo de sangre rodaba desde su frente hacia su mejilla.

 

Me encamino a mí habitación sin mí blusa, esa se había quedado en algún lugar dentro del lodo. Con pasó firme pero una mente algo desorientada por lo que pasa puedo escuchar el intercambio de palabras entre varios otros más sin embargo mí objetivo es uno sólo: el baño.

 

-¿Qué tipo de enemigo? -preguntó el gigante africano, Vasco, volviendo de la enfermería con unas vendas en su rostro que lo hacían ver gracioso. -Yo no veo más enemigos que los animales y estos están encerrados en sus cotos de contención, no veo de qué preocuparnos... quizá el blanco miedoso habrá visto alguna sombra entre la jungla; esta es traicionera y habrá colisionado contra algún árbol y olvidó a la muchacha en el camino. -caminó hasta los sillones y se sentó en uno, cansado. -Pero como siempre, no sabremos nada.

-Idiota. -gruñó de pronto Telius, quien se encontraba en un rincón, alejado del grupo. Su mirada estaba clavada en uno de los ventanales, observando como el exterior se abatía por el fuerte viento de la inminente tormenta. -Aquél sujeto parecía aterrado, como si hubiera visto realmente algo más que una sombra. -El afroamericano se movió inquieto en su lugar -¡Ven y dímelo en la cara, enano! -gritó Vasco y se levantó de su asiento pero el australiano y Johnstone lo tranquilizaron. Telius, quién hizo caso omiso al pequeño conflicto, siguió con la mirada en el exterior y con su perlado rostro se pudo notar una cantidad exuberante de sudor.

 

Lamento diferir con su opinion señor Vasco pero...un depredador...si estuviera atacando...no solo atacaría a una víctima...y peor aun secuestrarla...eso es solo posible a través de un plan elaborado o una inteligencia...que al comprar fuerzas con nosotros sabe que no es prudente atacarnos en masa mientras estamos armados-susurro bajo evitando apoyarse o sentarse para no ensuciar las cosas con el lodo, sin embargo, se sentía mareada por la inconsciencia que había atacado su cerebro momentos atrás, obligándola a apoyarse contra una de las paredes, cerrando sus ojos antes de romper un pedazo limpio de su ajustada blusa, dejando expuesto su vientre plano y doradl, adornado por un pequeño ombligo mientras limpiaba la herida de su frente.

 

Jonhstone

-¿Estas bien? -preguntó y tomó por el brazo delicadamente a la francesa cuando vio que podría desfallecer en el suelo. -Ve a la enfermería, luego puedes darte una ducha y descansar... algo me dice que nos tendrán aquí un buen rato. -le sonrió para intentar tranquilizarla, pero lo cierto era que Jonhstone en cuestión estaba pensando que algo malo sucedería y pronto.

 

Ysgramor

–Yo también creo que fueron los animales; como he dicho, estos animales han sido maltratados, se ve que no confían en absoluto de las personas; atacan a primera vista, no escapan de nosotros o se esconden– Miró por las ventanas –Si todos los que dirigen este lugar en verdad creen que nosotros somos los cazadores se equivocan; somos minoría y somo la presa– Se quedó en silencio por un momento –Y ella fue quien los creó, no dudo que los animales la recuerden por su aroma; experimentar con seres vivos eventualmente se paga...–

 

Georgia salió de la enfermería bastante mareada y se sostuvo en un sillón con uno de sus brazos. -No creo que hayan sido los animales, deberían haberse devorado al otro sujeto... -cerró sus ojos fuertemente, estaba muy fuera de si. -Iré a bañarme... -caminó hasta el pasillo que daba a las habitaciones y desapareció de la vista de todos.
Jeyce la observó preocupado. -Estará bien, la ducha la dejara como nueva. -sonrió y observó al Ysgramor, el gigante. -Bueno, si de verdad los animales la tienen... ya es historia. -se miró las manos que estaban sucias de barro. -Pero, yo me pregunto... ¿como es que los atacaron? Es decir, ¿entraron en alguno en alguno de los perímetros de los animales? Después de todo son cotos cerrados, como Vasco dijo...

-Una pérdida de tiempo preocuparse. Ya debe estar muerta. -dijo Telius nuevamente desde la lejanía. Estaba cruzado de brazos. -Podemos llegar a ser la presa pero aún contamos con la tecnología; nada que este lugar no pueda controlar. Si deciden acabar con todas aquellas bestias solo deberían activar las torretas de cada sector y asunto arreglado.

 

–Pero la muerte de aquel otro chico... ¿no se suponía que estábamos completamente protegidos? Por qué murió si se suponía que se activaban esas torretas que están por todos lados; algo está mal aquí dentro– Preguntó mientras se dejaba caer cansado al suelo

 

Después de salir de una merecía ducha salgo bien vestida y me siento en un costado escuchando mil conclusiones.

 

Todos permanecieron en silencio ante lo dicho por Ysgramor; solo Telius se movió inquieto en su lugar y caminó hacia las habitaciones. Vasco lo observó con furia. -Aquel enano no me agrada en lo más mínimo, muy misterioso para lo que concierne aquí. -volteó y encaró a Solberg. -Entonces si fueron los animales, estos escaparon... -observó las ventanas. -Creo que todo se les fue de las manos.

Jeyce tomó el control remoto del televisor y lo encendió; quería aliviar tensiones y nada mejor que un buen programa de fútbol o de mujeres luchando en el barro, pero solo encontró estática en todos los canales. -Qué raro, no hay cable. -dejó caer el control remoto en el sillón y caminó en círculos con las manos en la espalda. -¿Por qué no nos dirán nada?

 

Estaba con los ojos cerrados por lo que la repentina caricia le hizo abrir los ojos de par en par, fijando unas dilatadas orbes esmeraldas sobre el hombre con el tatuaje en la cabeza por unos segundos antes de reconocer de quien se trataba, dedicándole una cálida sonrisa mientras negaba lentamente con la cabeza-solo...una ducha y estaré bien...no estoy tan débil-Susurro sonríendo, alejando el pedazo de paño de su frente para poder erguirse con cuidado y caminar a paso lento hacia la habitación y poder darse un baño que sin lugar a dudas, mejoró su aspecto y sus energías.

Pronto, salió de su habitación, con su cabello suelto, cayendo perfectamente detrás de su espalda, cubierta por una blusa sin mangas y un pequeño short negro sin bolsillos y unas botas que le cubrían hasta las pantorrillas de estilo militar negro-Bien...en que estábamos?-Preguntó ya recuperada, colocándose junto a Johnstone y el resto.

 

Georgia

Salió al encuentro del grupo con solo un brasier cubriendo sus pequeños pechos y dejando a la vista su tonificado abdomen y brazos; llevaba un pantalón camuflado y andaba descalza pero lo que más llamó la atención es que en sus manos traía una laptop, de aquellas que les dieron para comunicarse con los empresarios que velaban por ellos. -Chicos... esto no tiene corriente. -mostró la laptop completamente en negro y por más que intentaba encenderla no había caso, era como si la placa madre se hubiera estropeado.

Contenido oculto

Los dados que hay aca abajo no le hagan caso :3

 

Telius había ingresado a la habitación que compartía con Johnstone y abrió el pequeño cofre que estaba al pie de su cama. La llave le colgaba del cuello como un colgante; al abrirlo sacó una pistola Beretta totalmente cargada, revisó la cámara y vio la pequeña bala en el cañón. Se puso de pie y corrió hacia el baño y desarmó con fuerza la parte superior de la cañería y sacó unas llaves que estaban en una pequeña bolsa hermética; las guardó en el bolsillo y abrió la puerta que daba al pasillo, desde allí podía escuchar las voces desde la sala de estar. Respiró profundamente y revisó por segunda vez la pistola; estaba nervioso y un hombre como él no era nada bueno. Sabía que podía fracasar pero debía hacerlo, solo así se iría de esa maldita isla y cobraría el dinero de una vez.
Entonces fue cuando vio a una de las participantes, ¿cómo era que se llamaba? ¿Lendar? Algo así, la verdad que no le había prestado atención... se acercó a la chica con el arma detrás de su espalda y cuando estuvo cerca de ella la tomó por el cuello con violencia y depositó la Beretta en su cien. -Comienza a gritar. -susurró en el oído y pronto los gritos de la mujer se hicieron presentes.

Los gritos alteraron a los hombres de la sala de estar, todos se levantaron y cuando estuvieron por entrar en el pasillo de las habitaciones ya Telius salía y traía encañonada a Lendar que gemía y se sujetaba del antebrazo del sujeto con fuerza; estaba aterrada. -Atrás todo el mundo o le vuelo los sesos. -la firmeza de su voz era tal que todos se mantuvieron expectantes al mínimo descuido para atacarlo por la espalda, pero tampoco era seguro. ¿Qué se podría hacer? Y cuando sintieron que la situación se estaba yendo realmente de las manos, sintieron unos pasos bajando la escalera del segundo piso...

-¿Qué demonios es todo esto? -gritó Adrian Caparzo al encontrarse con la escena, detrás de él venía Vince Reynolds que no hizo más que esconderse detrás de la enorme espalda del guardaparque. -¿De dónde diablos sacaste la pistola? -siguió gritando el guardaparque mientras que Telius se acercaba a la puerta de salida y cuando Adrian intentó sacar la pistola que colgaba de su cintura, Telius le apuntó. -Ni siquiera lo intentes. -gruñó mientras de un codazo rompía el cristal de la puerta y salía, aun sujetando a Lendar del cuello; la muchacha forcejeaba pero no resultaba nada, era inútil. Telius sacó entonces la llave de su bolsillo y se metió al jeep, golpeó con la culata de la Beretta a Lendar y desmayó a la chica en el asiento del acompañante. Encendió el motor con aquella llave misteriosa y escapó mientras que Adrian salía tras él y disparaba sin efecto. Rápidamente volvió a entrar. -Hay otro vehículo en el garaje. -anunció y corrió, dejando a Vince con ustedes en la sala de estar

Caparzo estaba más preocupado de que haría Telius con Lendar de lo extraña que estaba la situación; no quería que algo malo ocurriese, en aquellos momentos de adrenalina no se preguntó de donde podría haber sacado la pistola, quizá la había robado de la tienda. Llegó al garaje y se apresuró por llegar al jeep. Tuvo suerte, pensaba, de haber tenido la previsión de poner el lanzador en el vehículo, podía salir de inmediato y estar ahí afuera en..

¡No estaba!

-¿Qué demonios? -Caparzo quedó con la mirada fija en el sitio vacío del estacionamiento, atónito. El jeep no estaba.

¿Qué diablos estaba ocurriendo?

Contenido oculto

Los etiqueto nuevamente!!!! asi no se olvidan del rol :p y quiero decirles que tome el personaje de Luce porque me dijo que no iba a estar disponible :3
@Amelie @Ana inukk @Bruno EVF @EN Auditore @Zeek @Cassandra

 

Finalmente se sentía por completo recuperada, debía agradecer a los medicamentos por haberla curado con tanta eficiencia, ahora, se sentía vlml nueva, aunque moralmente estaba desgastada por las derrotas, estaba dispuesta a salir victoriosa en el próximo encuentro.

Manteniendo sus ojos cerrados se permitió descansar por unos instantes hasta que escucho el barullo en el pasillo de las habitaciones, sin pensarlo dos veces corrió detras del grupo de hombres para encontrarse con un nervioso Telius y una aterrada Lendar que parecía rezar internamente por su vida. Abriendo sus ojos de par en par por unos segundos, fue dando unos pasos hacia atrás para poder alejarse del equipo y escabullirse en el único vehiculo que había justo en el momento en el que Telius trepaba a Lendar a el para huir, aprovechando su pequeña figura, se mantuvo escondida en el vehículo, asiendo con fuerza su Horton y el cuchillo que tenía escondido en su bota militar.

 

No se realmente que acaba de pasar pero no puedo evitar pensar en una palabra: rebeldes. Alguien quiere arruinar está isla al igual que algunos quieren destruir las grandes compañías y sería eso o una fuerte competencia.

Esto ha sido planeado hace mucho así que loúnico que puedo hacer es correr a mi habitación en busca del chaleco mientras lo demás se agrupan. Al finalizar me dirijo a los que me pueden dar la información que necesito.

--Empiezen a hablar, iré a cazar a ese idiota pero no nunca voy a ciegas.

 

Telius

El jeep se movía peligrosamente por el camino de tierra y por la escasa iluminación, pronto toda la luz de la isla se apagaría por completo, debía de llegar a unos de los puestos de almacén antes que eso ocurra. El hombre que conducía temerosamente no se dio que en la parte trasera del vehículo se escondía Cassandra.

 

Vince Reynolds

Miró nerviosamente a todos por turnos mientras se acariciaba las manos constantemente; un signo inequivoco de lo nervioso que estaba. Observó a AnaBelt y le asintió. -Justamente veníamos a hablarles sobre que tenemos un pequeño problema, pero ahora... -miró la puerta de vidrio destrozada. -Tenemos dos más... -empalideció. -Deberíamos... deberíamos esperar a que Adrian vuelva... él tiene los... planos de la isla... sabrá que hacer... -parecía que pronto desfallecería.

 

Parecía que su temerario anfitrión no se había dado cuenta de su pequeño juego, con cuidado, extendió una de sus piernas hacia delante, acercándose al espalda del asiento del conductor mientras lentamente iba sacando el cuchillo de su bota, silenciosa y sigilosa como un felino, afilando sus ojos esmeralda sobre su víctima; con cuidado de ser vista, paso sus brazos alrededor del asiento del conductor, encajando con fuerza su cuchillo contra la delgada piel que protegía la yugular del hombre.

-Esta es...nuestra parada señor conductor-Susurro sensual y asesina con aquel femenino tono frances cerca del oido del hombre, aplicando un poco mas de presión contra su piel haciéndolo sangrar mientras iba asomando lentamente sus ojos por el espejo retrovisor, dedicándole una mirada macabra y peligrosa.