[Capitulo Trece]: Las cosas pasan sin darnos cuenta

Habría lentamente mis ojos y bostece. –Con esta lluvia ni dan ganas de salir pero...Tengo que levantarme tarde o temprano.– murmure y me senté en mi cama para estirar mis brazos y bostesar.– Aww... que flojera.– murmure y me levante de mi cama para después buscar mi ropa y ir al baño a duchar,– Esta fría.– dije en un murmullo mientras entraba a la regadera, entre a la regadera para lavarme, la cabeza y el cuerpo. una vez termine, salí y me vestí. Me puse unas botas para la lluvia, mi falda y blusa y una chaqueta con una estrella.– Listo.– estaba apunto de irme asta que escuche un maullido y vote a ver hacia abajo.–Luzy?– Murmure y la cargue. –vale, solo por hoy...– suspiré y fui a mi clossett por un sueter chico, para luzy y se lo puse, para después tomarla en mis manos y meterla a mi bolsa.– te sacaré cuando estemos afuera.– susurre y salí de la habitación para ir a fuera, una vez afuera saque a mi gatita y empecé a caminar, ignorando la lluvia,"que día mas triste..." pensé y sin darme cuenta choque con alguien. – Losiento, no me fije.– me disculpe con...

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Hay quien quiera unirse?.

 

— Pero sabe... —comenté con una sonrisa— me es curioso como al final nosotros formamos este grupo —moví la cabeza— Tenchou-san y Akaito-san ya casi no nos hablan —empecé a freír algunos bocadillos para los futuros clientes— en parte los extraño, pero sólo sufriría si ustedes me dejaran de hablar —reí con inocencia— ¿Quiere probar estos bocadillos?

 

Una chica me había chocado por lo cual casi me caigo. Su pelo era hermoso, sedoso y pues.. Rosa. Nunca la había conocido pero como veía parecía que fuera vieja aquí.

—Lo siento mucho. —me disculpé mientras la saludaba. —Ah, gusto conocerla, mi nombre es Hibiki Lui.

 

—En parte eso también fue gracias a Mikuo —suspiré—. Ese chico hizo más cosas de las que cree, en lo de Tenchou y Akaito...creo que el amor los tiene cegados ja —recordé que el día anterior Tenchou había dicho algo de una cita con..¿Defoko? Recordaba más el dolor de cabeza por la cerveza que la mayoría de nuestra conversación— ¡Claro! Tu comida siempre me hace sonreír Len— Y era cierto, el traje dejaba de incomodarme poco a poco.

 

Vi a... la chica?... y le sonreí.– Mucho gusto Hibiki -san, mi nombre es Ia.– Me presente y le estiré mi mano en modo de saludo.– Etto... eres nueva?.– Le pregunte, ya que no la había visto en mi vida.

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"vieja", pero Ia tiene apenas 16 años?. =￣ω￣=

 

Sonreí mientras le servía a Gakupo-san una ración con un poco de aderezo, y la serví en la pequeña mesa de la cocina.
— Pues supongo que Mikuo a su modo... ¿Nos ha unido? —pregunté mientras comía un pequeño plátano— aunque me pregunto cuál será la enfermedad de su madre —dije comiendo un bocadillo del sartén— y lamento que si no llegan clientes, realmente voy a engordar —conté aquel chiste— estoy pensando que deberías empezar a traer juegos de mesa en lo que llegan clientes ¿No?

 

—Pues... Sí...

 

Miré el plato, incluso se veía como si hubiera sido preparado por un profesional. Había un gran talento en un cuerpo muy pequeño.
—No lo sé, cuando tenga más confianza no los dirá, ¿no crees? —comí un poco del platillo y ahogué un gemido. Seguí comiendo—. Oye esa era mi idea, si sigo aquí contigo...seré gordo muy pronto —reí en voz alta y pensé en lo que había dicho— ¿Juegos de mesa? ¿Cómo cuáles te interesan?

 

Vi a la chica con una sonrisa, mientras mi gatita saltaba a mis brazos.– por cierto ella es Luzy.– La presenté y la gatita maullo.

 

Miraba la ensalada de entrada para los clientes.
— No lo sé —dije con cierta alegría— quizá ajedrez, domino, serpientes y escaleras, uno o maratón ¿Cuál te gusta más? —comenté con animo— lo bueno es que engordaremos de buena forma, pero te repito que no creo muchos vengan con el parque de diversiones abierto, aparte parece que ha dejado de llover —miraba la ventana— por fin el cielo ha dejado de llorar ¿No?

 

—Gusto conocerte Luzy. —acaricié su cabeza. —Bueno... —me sonrojé un poco. —N-Nece... ¡NECESITO COMPAÑEROS O COMPAÑERAS! —respiré ondo. —Podrías ser tú mi primera compañera..?

 

Me sorprendí por lo que dijo la chica pero sonrei.– Claro.– dije feliz.–seria un honor ser tu compañera.

 

—E-Enserio...? —me sonrojé un poco.

 

—Sinceramente...no sé jugar ninguno de ello, más que el UNO que me enseñaste la última vez, ¿recuerdas? —dije mientras metía un bocado más a mi boca—. Será tu culpa si engordo —reí y miré a la puerta de entrada— No creo, pero me beneficia ya que no me verán con este...¿vestido? Como sea creo que el día puede al menos mejorar, ¿dónde se abra metido Mikuo?

 

Vi que la chica se sonrojo y sonrei.–Claro. Además, eres muy mona. –reí y la vi tiernamente.

 

Reí un poco junto a ella, hasta que me di cuenta que me llamó "mona". Mi cara empezó a ponerse roja y estuve apunto de explotar.

—En-Enserio soy mona? —traté de sonar lo más dulce posible para que no se diera cuenta.

 

— Suponía que por lo menos sabía jugar ajedrez —comenté con cierta inocencia— pero bueno... supongo que puedo enseñarle —comenté con alegría— aún así... —me puse algo preocupado cuando preguntó por Mikuo— no sé donde este, me arriesgaría a decir que deberíamos buscarlo, mas el trabajo no lo permite —baje la mirada mientras volvía a agarrar un plátano para comerlo.

 

Vi a la chica y asenti.– sí.– dije con una sonrisa.-– y unica.– volvi a decir.

 

Suspiré MUY hondo y luego de cuantos segundos se me fue el enojo.

—Tú... ¡Te ves tierna, dulce y muy linda! —la abrazé.

 

—De verdad que a Mikuo le gusta preocuparnos...si no es una cosa es otra —contesté con cierto enfado, aunque la verdad era que me preocupaba demasiado, más cuando se encontraba mal por lo de su familia—. Si al menos se dignara a venir con nosotros y compartir su pena, dicen que las penas con pan son menos y tu comida Len creo que refuerza ese dicho —le sonreí para que se sintiera menos tenso ya que estaba comiendo un plátano de nuevo.