[capitulo quince]: un líder en camino.

Lo pensó un largo rato. —Me gustaría decir que podría tratar de tranquilizar a Gakupo, pero realmente no sabría cómo... Y después de lo de las duchas no te mandaría a ti a hacerte cargo de él.— Miró a Mikuo desde donde seguían de pie. —Tal vez podemos convencer a Mikuo de ir a algún lugar "seguro" de la Academia, explicarle por qué se ha pasado esta vez y cómo podría resultar todo... y tratar de arreglarlo.— Ciertamente no tenía todas las piezas del plan en su lugar, pero por lo menos se le ocurrió algo. —Podríamos ir a done estaba la cabina de grabación.

 

Miré a Luki-san.
— Bueno, yo debo pagar esto —suspiré— aunque la cabina de grabación se me hace un lugar cerrado y aún así tendremos que ir a clases, podemos pensarlo después —sonreí de forma pobre— por ahora tú deberías empezar a hablar con Mikuo mientras pago esto —la fila no era particularmente larga, pero había mínimo unas 5 personas por lo que tardaría un rato en poder llegar a la caja.

 

—Bueno, si, las clases... ¿Y si Gakupo irrumpiera en el salón de clases a por Mikuo?— Le era difícil no imaginarse los peores escenarios posibles porque le preocupaba mucho la posibilidad de que fueran expulsados. Miró a Len con incredulidad. —¿Yo hablar con Mikuo? Pero...— Simplemente cerró la boca en cuanto Le se dirigió a la fila para pagar.

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Debo retirarme un rato. Bye .w./

 

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Al rato te vemos Ru-chan

Empecé a formarme pensando en un plan para darle tiempo a Luki-san y Mikuo, si algo me había enseñado la psicología inversa era como engañar a la gente, mientras esperaba mi turno tome el celular y envié un pequeño mensaje al celular nuevo de Gakupo:
"Mikuo no está en los patios de baloncesto, ¡No vengas! Es en serio, él no está aquí con nosotros"
Fue todo lo que escribí, suspiré esperando que funcionará.

 

Cuando llegué al café, estaba todo a oscuras... incluso la puerta tenía los candados, no había posibilidad alguna de que estuviera ahí. La Academia era enorme, ¿dónde podría haber ido? Golpeé mi cabeza en las puerta para encontrar una respuesta... Recordar las sabanas pegadas a mi espalda y piernas me creaba gran frustración. Lancé un golpeé con la espada a uno de los arbusto cercanos y este se partió a la mitad.... Tendría que ir a un lugar conocido.
—¡Mikuo! —dije un "poco" más calmado. Pensé, si no estaba en las duchas, ni en el café, ni en los salones... ¿podría estar en la cafetería o en el estudio de música? Sonreí, el estudio de música quedaba más cerca....

 

Miré el reloj mientras terminaba de comer— Quizá ya sea hora de irme —dije mientras sorbía lentamente mi té— me pregunto si Gakupo se habrá enfurecido —sonreí— bueno, él debería saber a estas alturas que ese pegamento se disolvía con agua —reí por lo bajo— y dudo vaya a salir de los dormitorios sin bañarse —comenté para mí mientras me relajaba en el asiento.

 

Luki miraba nervioso a Len aún haciendo fila pero se decidió ir a sentarse junto a Mikuo (aunque ya tenía la mitad de su plato vacío). —Bueno días, Mikuo...— dijo sin saber muy bien qué expresión poner. —Perdona pero, ¿quieres decirme qué le has hecho a Gakupo esta vez?— Decidió ir directo al grano. —Estaba hecho una furia hace rato en las duchas, gritando tu nombre con su katana en mano.

 

Miré a Luki un poco sorprendido, ¿Cuándo había sido la última vez que lo había visto?— Vaya, que milagro verte Luki —sonreí levemente— no te veía desde el viernes —posteriormente puse mi mano en mi nuca mientras reía levemente— pues es la broma del día de ayer que apenas surte efecto hoy, es un pegamento que dejé en sus sábanas que se supone se quita con el agua —comenté— si Gakupo se moja, las sábanas se despegarán —comí un poco más para seguir hablando— aunque esta vez tiene que ver con que Gakupo no se fijo en sus sábanas antes de dormir, supongo que tendré que afrontar las consecuencias y permitir que corte mi cabeza —tranquilamente bebí el resto de mi té.

 

Ríe casi habiendo olvidado que había estado desaparecido. —Si... estuve bastante enfermo, pero ya estoy mejor.— Se le quedó mirado mientras explicaba su broma. —Sabía que no por nada estaba envuelto en ellas cuando casi ataca a Len.— Volvió a reír. —Supongo que a Gakupo no se le ocurrió meterse a duchar con las sábanas encima.— Miró a Mikuo con un poco de preocupación. —Realmente estaba enojado. Sería peligroso que ustedes dos armaran un escándalo en frente de cieras personas ¿no? Podrían meterse en problemas.

 

Suspiré pesadamente— Bueno, hablando de mí no me preocupa mucho, ya que al final dejaré la escuela; pero si hablamos de Gakupo —guardé silencio un par de segundos— supongo que hay que dejar que se tranquilice —seguí comiendo— eso u obligarlo a ducharse para quitarse esas sábanas, si es que aún las tiene pegadas —miré a Luki con una sonrisa— ¿Qué opinas? —le dí un ligero golpe en la frente mientras le metía una cucharada de mi sopa.

 

Antes de decir cualquier cosa, tragó la sopa con algo de disgusto pero luego miró el plato con curiosidad por un segundo. —¿De qué es?— Se dio cuenta de que se distrajo y sacudió la cabeza volviendo a mirar a Mikuo. —Lo dices... Lo dices como si fuera definitivo que vas a irte...— Por un momento olvidó el problema inicial del que estaban hablando.

 

Reí— Es una sopa de puerros —continué comiendo cuando Luki menciono algo serio lo de irme— bueno... —suspiré— la otra vez, ayer, le comenté a Gakupo que era muy probable que me fuera y nunca vuelva —una sonrisa leve se forma en mi rostro— por eso ya he estado viendo las escuelas de allá, te sorprendería la gran variedad de ellas —reí nuevamente— creo hay una o dos que me interesan —nuevamente mi mirada se posa en Luki.

 

Suspiré, no se encontraba en ninguna parte.
Malditas sabanas, me estaban comenzando a dar calor... ¿Y si las cortaba con la Katana? Estar por toda la escuela con esto me hacía sentir incómodo.
—Esto no se va a quedar así Mikuo —dije frunciendo el ceño para después dirigirme a la habitación y buscar mis ropas. Con sabanas o sin ellas, no podría andar desnudo y mucho menos sucio. Metí la katana en su funda y la lleve conmigo a las duchas. Mi sangre estaba en el suelo y recordé el corte en mi pierna, incluso me había lastimado. Golpeé la pared, lo bueno es que no había nadie, y comencé a cortar las sabanas antes de meterme a la regadera.

 

—No sabe nada mal...— No le gustaba escuchar pesadez en a voz de Mikuo. Sabía que probablemente no le encantaba hablar del tema, pero aparentemente se había perdido de algo en lo que estuvo enfermo. No dio nada: No pudo. Quería decir algo como "Me alegro que tengas opciones", "Espero sigamos en contacto" o algo por el estilo. Pero le entristecía. Mantuvo la mirada en su omelette a medio comer.

 

Terminé de comer y a sí mismo me levanté de mi asiento— Bueno, por ahora creo que me iré —comenté mientras sacudía el pelo de aquel chico rosado— pero aún estaré unos días y bueno, Gakupo insistía en que no debía irme —me quedé mirando al vacío— quizá después de esto se enoje tanto conmigo que ya no insista —una sonrisa cerrada se formo en mi cara mientras me reía.

 

Levantó la mirada después de que le sacudiera el cabello. Mikuo no decía eso en serio, ¿o si? Gakupo de todos modos o extrañaría, ¿o no? Todos lo harían, ¿o no? No estaba seguro de por qué pero le molestara que Mikuo se riera de todo aquello: No quería que estuviera triste pero ¿cuál era la necesidad d ocultarlo? Al menos por parte de Luki, de cualquier forma era algo incómodo. —¿Has hablado con Len bien de esto?

 

Tan pronto corté el sobrante de las sabanas, me metí a la regadera. El agua fría estaba haciendo que me tranquilizara, recargué mi cuerpo en la pared y deje que cayera, cuando comencé a sentir como resbalaban los pedazos de tela que habían quedado... Así que el pegamento se quitaba con agua, ¿cómo no lo pensé antes? Suspiré y seguí con mi baño.
—Estúpido Mikuo —murmuré. Una vez terminé, salí y vestí Sequé mi cabello, lo até en su coleta habitual y coloqué la katana en mi cintura...Esto me traía algunos recuerdos.
Sin pensar en nada más me dirigí a los comedores con el ceño fruncido...

 

—Len... ¡Es verdad! No he hablado con él —miré la ventana del comedor— pero sabe que me iré y es probable que no regrese, sólo que no sabe que realmente considero no volver —observe a Luki— ¿Qué pasa si nos volamos la clase hoy? —sonreí mientras acercaba mi rostro alegre a Luki— no tengo ganas aún de morir a manos de Gakupo y sería aburrido andar por ahí solo.

 

—Ammm...— Retrocedió un poco nervioso y conteniendo el sonrojo. —Eh... pues... Debo decirle a Len. Está pagando nuestro almuerzo y no puedo dejarlo solo.— Igual la idea de saltar las clases no le simpatizaba: Había faltado ya dos días. Aunque estaba justificado y podía fingir seguir enfermo, seguía pensando que vagar por ahí no era la mejor idea. Sin embargo, aún con la idea de que Mikuo tal vez, y sólo tal vez (decidió pensarlo así), dejaría la Academia, le gustaba más la idea de aprovechar el tiempo con él.

 

Suspiré— Bueno, ya entendí Luki —sonreí mientras abría la ventana para irme por ella— así por lo menos Gakupo no me encontrará, bueno Luki si no vienes ya me voy —reí mientras ponía un pie fuera del edificio.