[capitulo quince]: un líder en camino.

Me quedé pensando— Pero aquí el protagonista termina atrapado en un libro inocente —era el libro clásico de "Alicia en el país de las maravillas"— y no parece las vaya a tener fácil —reí— ¿No preferirías un libro más placentero?

 

—Hmm...— Se vuelve a encoger de hombros. —No estoy seguro de a qué te refieras,— señala la pantalla. —pero, si me dijeras que si prefiero un libo que no sea ese, por supuesto que sí.— Frunce levemente el ceño. —Me frustraría tener que pasar por tantas locuras que al final sean un sueño.— Miró a Mikuo con curiosidad. —¿Y en tu caso?

 

— Un libro del Marqués de Sade, quizás... —comenté como chiste para soltar una carcajada— en realidad me gustan mucho los libros de misterior y detectives, seguro terminaría en Sherlock Holmes —suspiré relajado— ¡Ese sería mi libro ideal!

 

Se hubiese reído del chiste si lo hubiera entendido. De momento sonrió. —No, yo en ese aspecto soy un completo ñoño: La fantasía, lo sobrenatural cómico y la tragedia es lo que más me gusta en los libros.

 

Miré a Luki, intentando hacerle una maldad— Entonces debes leer al Márques de Sade, seguro te gustará —sonreí en modo sarcástico mientras íbamos viendo el juego— ¿Cuál es el objetivo del juego? ¿Qué debemos reunir para salir del libro? —no acaba de comprender y por ello le preguntaba a Luki.

 

Tenía el presentimiento de que se le olvidaría, pero de no ser así, lo buscaría al menos. —Amm... ¿seguir la historia? Tú eres el que esta controlándolo después de todo.— Rió. —Además, ¿qué puede ser más complicado de la historia sino seguir la misma? ¿Atrapar al conejo, ya que la protagonista del cuento original no pudo hacer?

 

Arqué una ceja para hacerme un lado— ¡Tú turno de jugar! —comenté con un tono un poco risueño y a la ves molesto— veamos de que madera estás hecho Luki para atrapar a un conejo —reí— ¡Quiero observarte!

 

Lo miró incrédulo y confuso. —No he puesto la suficiente atención.— Era un pésimo jugador por naturaleza, pero le gustaba más serlo a solas que con gente que pudiera burlarse de él por batallar con las cosas más simples. —¿Cómo m muevo? ¿A dónde voy?

 

Suspiré, por lo menos explicar un juego sería más simple que explicarle a Gakupo como cocinar— Pues te mueves con las flechas —le indiqué en el teclado— ¿Lo ves? —sonreí, un poco encimado de él— para interactuar con las cosas aprietas "z" y para abrir el menú es "x", aquí puedes ver tus objetos o incluso guardar el juego —le sonreí mientras le mostraba como hacerlo— ¿Lo ves?

 

Asintió con la cabeza ante las indicaciones de Mikuo y empezó a moverse por el juego. Interactuó varias veces con los mismos personajes y objetos, sin estar del todo seguro qué debía hacer a continuación. Por un momento se le olvidó que Mikuo estaba a su lado, asi que no se sentía del todo estresado hasta que pasó cierto rato. —Soy... un inútil— dijo sonriendo de manera nerviosa mientras volvía a oprimir "z" frente a una de las flores que hablaba.

 

Me reí levemente— ¿Es normal que actúes tan "lindo" cuando te estancas en algo? —me encime un poco sobre él para poder tocar las teclas— veamos, ¿Ya exploraste todo el lugar? —comenté, no era muy obvio pero atrás de un árbol había un pequeño hueco negro— ¡Mira! El agujero de la liebre —sonreí.

 

Curiosamente, estaba más enfadado consigo mismo que avergonzado como para sonrojarse. Puso atención a lo que Mikuo hacía y ladeó la cabeza, incrédulo. —¿Agujero? ¿No la liebre tenía su casa, frente a la cuál tenía una mesa terriblemente larga para el té?— Rió y vio como al entrar al agujero sólo se veía oscura la pantalla durante un rato, aunque de algún modo se oía que seguía avanzado. —¿Y ahora?

 

Saque la lengua— Ya te saqué de aquí, tú continua... —dije para guardar silencio y ver a Luki jugar— la pregunta es a donde nos llevará el agujero —comenté para mí con una ligera risa.

 

Hubo un punto en el que finalmente se terminó el túnel y el otro extremo del agujero dio con otro jardín. Se podía ver humo en el ambiente. Después de moverse entre hongos, Luki terminó enfrente de una oruga que fumaba. —Amm...— La oruga hacía muchas preguntas que, aunque supieras la respuesta, no te dejaba contestar o te preguntaba de nuevo.

 

— Esa oruga me recuerda a Gakupo —comenté para reír— seguro si Gakupo fuera un personaje de ese libro sería la oruga —miré a Luki— ¿Por qué? Porque siempre cuestiona demasiadas cosas, aparte de que a veces toma ese aire de ser más maduro que los demás —dije con una sonrisa.

 

Iba a contradecirle, pero no encontró cómo. —¿Cómo discutir esa lógica cuando es el personaje más serio?— Lo pensó un momento. —Len sería... ¿el conejo?— dijo con una pequeña risita. —Y tú tendrías que ser el gato Chesire.

 

— ¿Cómo supiste que pensaba que Len sería el conejo? —reí— Len es tan nervioso como ese conejo, cuerdo pero llorón y sumiso, sí, tiene que ser el conejo —miré a Luki— aunque te soy honesto, siempre me he visto como la reina de corazones, claro que yo sería un rey de corazones —comenté— y Luki... ¿La liebre de marzo, el lirón? —me quedé pensando— tu personaje debería ser uno de esos dos.

 

Se llevó una mano a los labios conteniendo la risa de imaginarse por un momento a Mikuo vestido como Reina de Corazones, demandando que le cortaran la cabeza a alguien. —¿Y por qué uno de esos dos?— De hecho no se le ocurrían muchos más que no fueran los naipes, las flores, los gemelos, la puerta y otros personajes mucho más tontos. De todos modos, quería saber por qué Mikuo pensó en esos dos específicamente.

 

Me quedé pensando unos minutos— El lirón era muy dormilón, y como siempre llegas tarde a clase o no llegas por dormir (enfermarte) te imagino como un pequeño lirón dormido en su taza de té —esa idea me hizo dar una ligera risita— pero a la vez puedes ser alocado cuando le sigues la corriente a otros, como la liebre de marzo con el sombrerero, ella apoya a su amigo en sus locuras y puede ser si lo desea igual de animada, con quizás, un poco más de cordura que el sombrerero, ¿No?

 

Ríe un poco negando con la cabeza ante las cosas que dice Mikuo. —Entonces el sombrerero loco es otro buen papel para ti...— dice con una pequeña sonrisa y suspirando por nada. Volvió su mirada al juego y se dio cuenta de que la oruga le dio algo. —"Alicia", ¿no te enseñaron tus padres a no aceptar drogas de extraños?

//Buenas noches~