Mimi Honda —Vamos— respondí con un leve cabeceo, extendiendo mi mano para tomar la de Emily.— Cuanto antes la encontremos antes podremos salir de aquí. Así, iniciamos de nuevo la marcha a través de las húmedas grutas que componía la Calle Victoria. Nuestros pasos vacilantes hacían eco entre las gruesas paredes de piedra. —¡Effy!— llamaba, sin detener mis pasos—. Effy, ¿dónde estás? Emboar caminaba tras nosotras, ofreciéndonos así el cálido consuelo de sus llamas, disipando el frío y la humedad que nos rodeaba. Las llamaradas de su cuerpo dibujaban sombras vacilantes sobre las rocas. —¡Effy! ¡Si te sirve de consuelo yo tampo...!—sacudí la cabeza— ¡ Yo no sé cocinar!
Y al fin pudimos volver a la búsqueda de Effy. Para nuestra suerte, ella también empezó a gritar nuestros nombres y no se le escuchaba muy lejos. Dejándome guiar por mis instintos avanzamos un poco hacia la derecha y... —¡Effy! — grité al distinguir su rubia cabellera — ¡Estás aquí! — y sin pensarlo más me lancé a sus brazos, contenta — Menos mal... Contenido oculto No pues Effy tiene todas las MO que necesitamos, btw [10/20]
Las voces se oían cada vez más cerca… definitivamente tenía que estar acercándome. Y en aquel momento, justo al dar la vuelta a una esquina, unos largos brazos me envolvieron en un abrazo. —¡Effy! ¡Estás aquí! Menos mal… ¿Menos mal qué? ¿Acaso pensó que un monstruo gigante me iba a devorar o algo por el estilo? Pero bueno, así era Emily, supongo… que se le iba a hacer. Hasta daba cierta gracia, creo, pues si alguien podía llegar a pensar algo como eso, definitivamente era Emily. Cuando la joven de cabellera oscura me soltó de su agarre, me vi cara a cara tanto con ella como con Mimi, ambas acompañadas por el serio Luxray de la Honda. Detrás mío venía Vileplume, quien mostraba una sonrisa jovial ante la reunión, y Blastoise, cerrando la marcha. —Creo que… tal vez exageré un poco allí atrás en la ruta… perdón si fue así —dije, apartando la mirada y enfocándola en otra dirección; definitivamente, pedir disculpas no era algo que me saliera con facilidad—. Así que, de cualquier modo, vamos a olvidarlo de una vez y seguir, ¿sí? Ya no falta mucho para llegar a la sede, me parece… [10/20] Contenido oculto Effy es mala para pedir perdón, sorry (?
Poco a poco sentí que mis labios se ensanchaban en una sonrisa alegre. — Está bien, Effy. ¡Todas perdonadas! — exclamé, extremadamente contenta — ¡Sigamos, sigamos! ¡Sí~! — entonces, sin previo aviso, cogí las manos de ambas y emprendimos marcha, seguidos de nuestros pokémon. Estando las tres juntas, ¡todo iba a salir mejor! ¡Me sentía más segura! [11/20]
—Emily… —musité, dejándome arrastrar por la muchacha. Parecía entusiasmada con que sigamos el viaje, a pesar de todo, sin importar nada… realmente no quería pensar en aquello que atormentaba su cabeza, ¿eh? Sí… no se me había olvidado ni por un instante que la principal idea detrás de este viaje juntas era ayudar a Emily a superar su separación de Dante, así como la partida de Alpha, que había destrozado a Mimi. Eso era más importante que cualquier incidente con mi comida, ¿verdad? Aunque sinceramente, en mi opinión, ellas estaban equivocadas. Mi comida era deliciosa. [11/20]
Contenido oculto Bueno, si mal no he contado, a Noir le quedan 3 post por lo de la bici así que... a postear como si no hubiera un mañana, Nami (? Y entonces, mientras iba mirando los alrededores con curiosidad, me paré en seco, obligando a las otras chicas a hacer lo mismo. — Eh... ¿chicas? — señalé hacia delante. En el pasillo por el cual debíamos seguir nuestra travesía, estaba bloqueada por una enorme piedra. No parecía especialmente resistente, pero no íbamos a poder escalarla a pie. Si pensábamos en volver... no sabía si volveríamos donde antes o nos perderíamos más. >> ¿Alguna idea de que hacer? [12/20] Contenido oculto Yo no usé como se supone que debamos usar fuerza así que pongo algo random (?
Contenido oculto Osea, podría ir a mi ficha y enseñarle la MO Fuerza a Blastoise, eliminando Protección, y luego de este post ir al Tutor de movimientos y eliminar Fuerza para que vuelva a aprender Protección sin cargo… pero para ahorrarme tanto post, simplemente podemos hacer de cuenta que hice eso ya, ¿no? A que ni notáis la diferencia (? XD Emily se detuvo en seco, forzándonos a Mimi y a mi a frenarnos en el acto. Liberándome de la mano de la joven de cabello negro, miré a los tres pokémon que nos acompañaban. Raiden, Vileplume y Blastoise parecían tan sorprendidos por la gigantesca piedra como nosotras… —¿Alguna idea de que hacer? —Por supuesto, simplemente sacarla del camino —declaré, chasqueando los dedos—. Blastoise, encárgate tú. ¡Usa Fuerza! Blastoise dio un paso al frente, pasando por frente a Emily, y encaró a la piedra. Utilizando sus firmes y poderosas manos, fue capaz de levantar la pesada roca como si estuviese hecha de papel, y lanzarla varios metros hacia atrás. La roca impactó contra una pared y estalló en varios pedazos, dejando la vía libre para que avanzáramos. —¡Bien hecho, Blastoise! —exclamé. —¡Vile plume! —añadió Vileplume, dando un saltito de felicidad. [12/20]
Contenido oculto Por mi perfecto, no es como que GL quiera retrasarnos más so xD Y también está Emboar con nosotras ¿eh? (? — Wooo — dije con asombro al ver como el inicial de Effy movía la roca con tanta facilidad. Miré a las chicas nuevamente con una leve sonrisa y levanté el puño, como animándolas. >> Genial, ya podemos seguir~ — y con eso, volvía dirigir la marcha entre las tres. Sin embargo, a cada segundo comprobé que estaban cerca y seguíamos juntas. [13/20] Contenido oculto No ando creativa, so sorry (? Fuerza Golpe Roca Surf Cascada
Mimi Honda No pude evitar lanzar una exclamación ahogada cuando el Blastoise de Effy hizo estallar aquella enorme piedra que obstruía nuestro camino contra las rocas. La tomó entre sus manazas como si fuese una pluma y la arrojó con la energía con la que lanzaría la pelota un jugador de baseball. ¡Pero esa cosa debía pesar media tonelada! Sentí admiración y una envidia ligera a partes iguales. Los pokémon de Effy eran tan fuertes... No tenía idea de como pensaba vencerla así... ¡pero no podía quedarme atrás de ninguna manera! —Ra...—musité, estática—. ¡R-Raiden también podría haber hecho eso! Dije una vez logré escapar de mi asombro, mejillas enrojecidas. Y sonó terriblemente infantil. Eso había sido increíble. Nunca había visto el movimiento "Fuerza" usado fuera del campo de batalla. Y por si fuese poco, ese Blastoise ni siquiera parecía orgulloso de su hazaña.... ¿eso era siquiera normal? Cuando hablé, Raiden me dirigió una mirada de circunstancias, porque era obvio que no podría tomar una piedra y arrojarla así. Ni siquiera poseía manos. ¡Tenía garras! ¡Garras sin pulgares! ¿Por qué el orgullo me hacía decir tales estupideces siempre? Aparté la mirada ante la expresión reprobatoria de mi pokémon. Eso me hacía perder fe en mi meta de vencer a Effy. Y encima tenía a ese Steelix súper resistente que había sacado de Arceus sabría donde... —Ugh... C-como sea...—continué, apurando el paso— ¡S-sólo sigamos de una vez! Contenido oculto Como odio mi internet ultimamente. Está horrible xD Y mi creatividad murió también (? En el próximo post pongo a Bisharp <3
Contenido oculto …. no, no me había olvidado de que Emboar estaba fuera de su pokebola, para nada (?) Seguimos caminando un buen tramo tras superar a aquella gigantesca roca. Emily lideraba la marcha, tan alegre que parecía que avanzaba dando saltitos… si esto fuese una película de Disney, seguro iría cantando también. Cada tanto, la chica miraba de reojo hacia atrás, para comprobar que seguíamos juntas. Emboar iba primero junto a su entrenadora, utilizando su fuego para proveer mayor iluminación en el camino. Yo venía en segundo lugar, caminando tranquilamente junto a mi Blastoise. Vileplume había sido regresado a su pokebola para que descansara, y detrás nuestro venían Mimi y su Luxray. La Honda hizo un comentario cuando Blastoise apartó la roca que no llegué a oír, pero su Luxray le dirigió una mirada de circunstancias que causó que la muchacha dijera que sólo sigamos de una vez y ya. Pero en ese momento, nuestro camino se vio frenado por varias piedras más pequeñas que las anteriores, pero también grandes y que igualmente dificultaban el paso por el lugar. Blastoise dio un paso hacia delante, pero alcé una mano y lo detuve. —No llegaremos a ningún lado así, apartándolas con Fuerza una por una… —dije, sosteniendo una pokebola con la mano que había levantado. Apreté el botón del centro para hacerla más grande, hasta que ocupara toda mi mano, y la lancé hacia delante—. ¡Marowak, yo te elijo! ¡Ayúdanos con Golpe Roca! El pokémon tipo tierra emergió de su esférico y de inmediato se lanzó a la acción, golpeando a las rocas que obstruían nuestro camino con el ataque Golpe Roca, el cual destruía las piedras reduciéndolas a añicos. Así, Marowak pasó a liderar la marcha, y las tres seguimos al pokémon mientras éste iba despejando el camino para nosotras. [13/20] Contenido oculto Fuerza Golpe Roca Surf Cascada
Mimi Honda Esta vez fue el turno de Marowak. El tipo tierra hizo añicos las piedras siguientes que obstaculizaban nuestro avance y que, aunque eran considerablemebte mas pequeñas que la anterior, seguian viéndose igual de robustas y pesadas. Me mantuve callada esta vez, sin hacer ningún tipo comentario al respecto, aunque en el fondo sentí la necesidad de decir algo... cualquier cosa. No en referente a la hazaña de Marowak y su fuerza como con Blastoise... sino... algo en general. Quizás quería decirle a Effy que me alegraba tenerla de nuevo con nosotras, pues con el afecto de Emily mis labios habían quedado sellados en ese momento. Siempre me había sorprendido la forma tan simple y sincera que tenía la entrenadora para expresar sus sentimientos. Le daba igual si los demás podían considerar sus acciones excesivas, inapropiadas o vergonzosas. Yo, siendo como era, no podía entenderlo. Pero no estábamos hablando de eso ahora. Quizás... quería disculparme con Effy por lo que dije de su comida... Aunque a mi juicio, no había sido tan brusca como podría haber sido. ¡Podría haber sido mucho peor si sus sentimientos me importasen un cuerno de Tauros! Pero no era así. Nunca lo había sido. —Diablos...—musité, en un tono tan bajo que no pasó de un susurro, y que por consiguiente no pudo oírse. Fue en ese entonces que escuché un sonido extraño a nuestra espalda... allí donde las llamas de Emboar no llegaban y la oscuridad lo engullía todo como un enorme pozo sin fondo, mis oídos precibieron un extraño eco metálico. Eran como pasos... pasos apresurados. Pero parecían como si el dueño de los mismos portara sobre sí una pesada armadura... ¿Ah? Me volví ligeramente, tensa y en estado de alerta. ¿Qué demonios había sido eso? No podía ver nada en la oscuridad... No me gustaba en lo absoluto ser la última y tener a mi espalda toda esa fría negrura. Miré de soslayo al tipo eléctrico que me acompañaba. Los brillantes ojos de Raiden estaban escudriñando la oscuridad... hasta que, en determinado momento, su pelaje se erizó, gruñó amenazadoramente y su postura se tornó defensiva... ¿Qué demonios? En el momento en que volví la vista a la fuente del sonido, apenas tuve tiempo de percibir el destello de una cuchilla de acero, y como una extraña silueta humanoide se cernía sobre mí con sus brazos extendidos... Mi grito resonó por toda La Calle Victoria. Contenido oculto Mimi puede añadir "Intentar ser asesinada por un pokémon" a su lista de cosas que solo le pasan a Mimi (? No tenía idea de como meter a Bisharp xD #SorryNotSorry (?
Contenido oculto No pasa nada, nadie lo notó (?? Entonces, fue el Marowak de Effy el que nos ayudó a seguir nuestra travesía al destruir las pequeñas rocas que se interponían en nuestro avance. ¡Que emoción! Y casi podía sentir la Sede cerca, y con ello, algo de combate... necesitaba despejar mi mente de esa forma: entrenando y combatiendo. Hum... después de aquello podría ir a ver a Ethan al final. Tras mirar a Emboar de reojo, tuve la sensación de escuchar un murmullo de agua. — ¡Effy! — llamé a la que estaba más cerca de mi posición — ¿Escuchas el agua? ¡Estamos cer...! — sin embargo, mi oración no acabó, pues el grito de Mimi se interpuso en ella. No tardamos ni un segundo en acercarnos, queriendo saber que había pasado. [14/20] Contenido oculto Como no sé como quieres capturarlo, Noir, lo dejo así. Y así hago más post (?
—¡Bien hecho, Marowak! —exclamé, mientras el pokémon se deshacía de cada piedra en el camino. —¡Maro wak! —respondió el pokémon tipo tierra, agitando su hueso. Blastoise se frenó entonces, como si escuchara algo en la distancia que captaba su atención. Me concentré y yo también lo oí; el sonido del agua, fluyendo suavemente… ¿habría un lago interno en esta cueva? ¿Y qué era eso que se oía más lejos todavía, apenas audible a la distancia, traído hacia nuestros oídos por el eco de la cueva? Sonaba como… ¿una cascada? —¡Effy! ¿Escuchas el agua? ¡Estamos cer…! Las palabras de Emily fueron silenciadas por un grito a nuestras espaldas. Nos volvimos súbitamente, buscando frenéticamente a la otra joven entrenadora pokémon con la mirada. —¡Mimi! [14/20]
Por muro milagro, Mimi logró retroceder a tiempo para evitar que aquella cuchilla le rebanase el cuello. Pero la impresión le hizo no calcular bien sus movimientos, y calló sentada sobre el suelo de piedra. Effy y Emily parecían estar ya muy lejos... Entre la penumbra, los ojos de Honda, algo más acostumbrados a la oscuridad vislumbraron una silueta menuda. Debía medir poco más de un metro. Tenía forma casi humana y un cuerpo compuesto por lo que parecía ser metal. Poseía una especie de casco medieval en la cabeza, o de motorista... (o así Mimi lo definió) y afiladas cuchillas en torno a lo que podía ser su torso. Las tenía también en los brazos, y en ese extraño casco que tenía por cabeza. Aunque esta era más grande que el resto. Filosa y brillante. Casi parecía recien pulida. Su mirada, ceñuda y de ojos pequeños, inspiraban hostilidad y rencor. ¿Qué clase de pokémon era ese? Una gota de sudor frío recorrió el pálido rostro de Mimi. Tragó saliva con difucultad. —¡A-aléjate de mí, criatura horrible!—amenazó— ¡O vas a lamentarlo toda tu vida! Aquella cosa ni se inmutó. Si no la hubiese tomado tan de sorpresa, Mimi probablemente se hubiese defendido de patadas... pero no se había esperado para nada semejante asalto. La sorpresa fue tal y el miedo la paralizaba de tal forma que ni siquiera podía moverse... Aunque hacía todo lo posible por no darlo a entrever. —¡Lux! Raiden saltó, interponiéndose entre el agresor y su entrenadora. Con los ojos brillantes y llenos de coraje, los dos pokémon cruzaron una mirada desafiante. Ni Raiden iba a permitir más agresiones, ni ese pokémon iba a permitir intrusos en su territorio. El aire se tornó cargado. La tensión podría haberse cortado con un cuchillo... Silencio. Pero lo que Mimi no notó hasta quizás algo tarde, fue que aquel pokémon se veía agotado y lleno de magulladuras. Caminaba algo encorvado y respiraba con dificultad, como si le costase un esfuerzo inmenso hacerlo. Parecía como si ya habiese pasado por un combate antes, del que, a juzgar por las evidencias... no había salido muy bien parado. Pero, ¿por qué la había atacado entonces? ¿Qué pretendía con eso? ¿Era sólo territorialidad o algo más? Parecía resentido... Como si buscara venganza. —¡Mimi! Honda apartó un momento la mirada del combate que estaba por llevarse a cabo, sólo para encontrarse con ambas entrenadoras justo a su espalda. Sus rostros lucían preocupados. Probablemente habían regresado al oír sus gritos. Sintió algo cálido en el pecho al verlas de nuevo. Su expresión se iluminó. —¡Chicas!— exclamó aliviada. Y se incorporó como pudo del suelo—. ¡Esa cosa ha estado a punto de matarme!
Tanto Emily como yo suspiramos aliviadas al comprobar que Mimi se encontraba a salvo. Sin embargo, aquel pokémon salvaje claramente la estaba amenazando; Raiden había saltado delante de su entrenadora a cortarle el paso, y ahora ambos pokémon se encontraban enfrentados, esperando a ver quien se atrevería a hacer el primer movimiento. Marowak, Emboar y Blastoise se prepararon para salir a apoyar a Raiden en la batalla, pero se contuvieron; de momento, parecía que el Luxray estaba manteniendo a raya al pokémon salvaje. —Es un Bisharp —comenté, sacando mi pokedex para apuntar al pokémon. "Bisharp, el pokémon filo. Un pokémon temible que suele liderar grupos de Pawniards, y luego atacan a su presa en grupo. Lucha continuamente para mantener su posición como líder, y es expulsado si pierde en combate." [15/20]
No pude evitar soltar todo le aire que había estado aguantando de golpe, comprobando que Mimi no había sido herida a simple vista. Miré al pokémon que había atacado con la cabeza ladeada. Hum... parecía herido, como recién salido de combate. Raiden se interpuso ante el tipo acero y los pokémon que estaban fuera de su pokéball también se pusieron en posición de ataque, por si acaso. Hasta noté como las llamas de Emboar iluminaban más debido a dicha posición. — ¿Por qué no lo atrapas, Mimi? — dije al rato, con una sonrisa de comprensión — Puede ser un buen pokémon... creo que lo agradecería — opiné finalmente, llevando mis manos a la espalda. [15/20]
Mimi Honda Escuché atentamente la descripción que dio la pokedex de Effy. Aquel pokémon se llamaba "Bisharp". ¿Bisharp? ¿Qué clase de nombre era ese? Probablemente, a juzgar por la descripción de su especie, este Bisharp se encontraba en un estado tan lamentable porque había sido expulsado de su grupo. Seguro que toda su agresión se debía al resentimiento; al hecho de sentirse humillado por su derrota. Quizás solo quería fortalecerse para reclamar de nuevo su lugar, aunque fuese de un modo tan rastrero. Sentí mi rostro ensombrecerse. Eso... me recordaba a mí en cierto modo. No era como si yo fuese atacando a la gente con mis pokémon cada que perdía, por supuesto... pero sí deseaba fortalecerme. Echar a Matt de una patada de mi vida y reclamar el lugar que me pertencía por derecho de nacimiento en Sinnoh; aunque no era esa mi única meta, sí que comprendía su modo de actuar. Que extraño... Sentirse identificado con un pokémon. —¡Raiden, déjalo!— ordené entonces—. ¡No vale la pena, ese pokémon ni siquiera puede mantenerse en pie! Como si atendiese a mis palabras, el Bisharp rival cayó pesadamente sobre una de sus piernas. Parecía agotado, anque en sus ojos había una sombra de desafío y desprecio. Mi Luxray me miró de soslayo. Sentí que dudaba si desirtir o no, aunque su expresión impasible no varió un ápice. Contempló en silencio las heridas del rival, deliberando sí aún podría atacar a pesar de ellas. No quería dejarle ir sin tener la certeza de que no nos dañaría. El Bisharp le dirigió una mirada llena de odio que Raiden devolvió... pero mi agresor no podía siquiera levantarse. ¿Qué sentido tenía enfrentarse entonces? ¿Acabar con un pokémon salvaje que no podía seguir luchando? ¡Esto no era un combate con otro entrenador, no se trataba de ganar o perder! Finalmente, mi pokémon se retiró. Fue justo entonces que, mientras buscaba en mi bolso la pokéball de Haru para sanar sus heridas, Emily me cuestionó si no lo atraparía. ¿Atraparlo? ¡Ni se me había pasado por la cabeza! Una parte de mí se negaba a dejar a aquel pokémon a su suerte en ese estado, por eso me decidí por ser magnánima y dejarle marchar, ignorando que había estado a punto de guillotinarme. Pero, ¿unirlo a mi equipo? ¿No era eso un poco excesivo? —¿Ah?— le pregunté a la entrenadora, dándome media vuelta para cruzarme con sus ojos—. ¿Tu crees? ¡He estado a punto de pasar a mejor vida gracias a él! Contenido oculto ¡Es súper difícil rolear desde el móvil! Menos mal que ya tenía el post empezado xD
Mimi se quedó un tiempo viendo al pokémon salvaje, admirando como se mantenía en pie a pesar de sus heridas. El Bisharp cayó sobre una de sus piernas y Luxray se retiró, tras una órden de Mimi. Emily sugerió que lo capturase, cosa que no era mala idea, pero Mimi no parecía convencida con la idea. —En la Torre Espejismo, Hubert y yo enfrentamos a dos miembros del Equipo Gamma que tenían dos Bisharps… —recordé entonces; había olvidado el enfrentamiento contra Delta y Sigma hasta ahora—. Puedo confirmar que es un pokémon sumamente fuerte, sería una gran adición a tu equipo… >> Y bueno, tal vez estuvo cerca de cortarte el cuello, pero… no creo que vuelva a intentarlo si lo atrapas y lo entrenas bien, ¿no crees? [16/20]
Mimi Honda — Supongo... ¡pero no es como si creyera que es un pokémon malo!— repliqué ante las palabras de Effy como si tratara de disculparme—. ¡Es... es sólo que...! No quería tener en mi equipo un pokémon que no sólo había atentado contra mi integredidad física, sino que probablemente ni siquiera quería ser capturado. O estar conmigo. Y además, aquella mirada suya estaba llena de rencor y desafío... ¿cómo iba a entrenar yo un pokémon así? ¡Tan obstinado! ''Puedo confirmar que es un pokémon sumamente fuerte, sería una gran adición a tu equipo…'' ''Puede ser un buen pokémon... creo que lo agradecería'' Mi pecho se vio estremecido por un profundo suspiro. Si iba a ser una adición tan buena como decían Effy y Emily al menos debía intentarlo. Siempre terminaba dejándome influir por el resto, debía cambiar eso como fuese. Así que alcancé una de las últimas pokéballs que me restaban vacías y me acerqué al tipo siniestro con confianza. Raiden me dirigió una mirada ligeramente confusa y Haru, que se había detenido a un lado, una benevolente sonrisa. Ni siquiera pensé antes de hablar. —¡Oye tú!— le llamé. El Bisharp alzó la cabeza para mirarme. Sentí la necesidad de retrocer, un choque a mi determinación repentino, pero sin embargo no me moví—. Sé perfectamente como te sientes. Resentido y humillado, ¿qué sensación mas horrible, verdad? Yo... me he sentido así mucho tiempo. Mi hermanastro y su madre se apropiaron de todo lo que alguna vez creí mío. Aparecieron de la noche a la mañana y se robaron el cariño y la atención de mi padre. ¡De mi padre! ¿puedes creerlo? ¿Quién demonios se creen que son? ¡Malditos parásitos usurpadores! >> Es... una absoluta basura ser reemplazado, ¿no?— musité, forzando una sonrisa. Me detuve unos segundos, pensativa, pero sacudí la cabeza finalmente—. Has estado a punto de matarme, y sin embargo lo que quiero ofrecerte es mi ayuda. Puedes venir conmigo si quieres. Si accedes, te prometo que te entrenaré, y cuando seas lo bastante fuerte te liberaré aquí de nuevo para que puedas recuperar tu lugar entre los Pawniards, sea el que sea ese. No suelo hacer esto muy a menudo, así que deberías agradecerme ¿entiendes? Finalicé, abriendo la pokéball y entendiéndola solemnemente en dirección al pokémon. La verdad, no tenía muy claro qué estaba haciendo ni por qué me había decidido a contar aquello precisamente ahora, en un momento que seguramente ni siquiera era el apropiado para ello. Si Emily o Efy iban a cuestionar sobre mi historia, no tenía ganas de responder más preguntas. Simplemente lo dejaría estar y no lo mencionaría de nuevo. Ahora que la decisión era de Bisharp, me parecío entrever un brillo casi esperanzado en su mirada. Pero duró tan poco que creí imaginarlo. Lo único que hizo el pokémon en respuesta fue cruzarse de brazos y apartar obstinadamente la mirada. Como solía hacer yo cuando me mostraba orgullosa y fastidiada. Muy bien, la decisión estaba tomada. Aquel pokémon no quería saber nada de mí, ni de pokéballs, ni de entrenadores ni historias dramáticas de mi vida. No dije absolutamente nada al respecto, pero cuando estaba a punto de cerrar la mano y guardar el esférico vacío, Bisharp hizo un movimiento rapídisimo y me la quitó de las manos. Tardé un segundo eterno en entender que acababa de pasar. —¡Oye!— le espeté pues, ceño fruncido—. ¿Qué demonios te pasa? ¡Decídete de una vez!
Observé con serenidad toda la escena que estaba sucediendo. Serenidad que se rompió cuando vi la reacción de Bisharp, pues no pude evitar soltar carcajadas de diversión. Sin embargo, intenté que no se escucharán demasiado. — Parece que Mimi ha encontrado a su alma gemela pokémon — comenté en voz baja, sonando divertida. Poco después me giré sobre mis talones, mirando al camino que estábamos haciendo. Sí, estaba ya completamente segura que no nos quedaba mucho para avanzar, así que... >> Bueno, ¿continuamos entonces? [16/20]
