Luego un Combee se acercó tambien, esto se volvía un poco molesto. Fosforito me miró y yo hice una sonrisa forzada, bueno, no es como si se fuese a acabar la comida, traje mucha. —¿Tú tambien? Okey. —el Combee se acerco zumbando y se unió al Cottonee.
Al cabo de un rato, los dos pokémon salvaje terminaron de comer, me hicieron un gesto de agradecimiento ( Al menos eso entendi yo ) y se fueron por donde vinieron. Fosforito se había quedado dormido, asi que me puse los auriculares, puse mis manos atras de mi cabeza y me acomodé en el tronco del arbol. — Que descanses, amigo.
Desperté cuando entró la luz del sol por la tienda, bostecé y salí de esta para poder estirarme un poco, mis pokemon seguían dormidos así que no los desperté, guardé mi tienda y esperé sentado en un tronco cercano mientras comia un par de aperitivos
Un repentino golpe me despertó y me hizo caer de cabeza unos metros de donde estaba. Todavía aturdido y sorprendido por el ataque, me reincorporo como puedo y veo algo que me sorprende aún más. — ¿¡Fosforito!? —pregunté con los ojos abiertos como platos. — ¡COMBUSKEN! —bramó el nuevo pokémon. — ¡Evolucionaste! —grité emocionado y corri junto a él.
Me desperté perezosamente al notar algo de ruido no muy lejos de donde estaba, pude ver que se trataba de Dante recogiendo su tienda pero me limité a cerrar la tienda de nuevo y volví a acostarme. Se estaba tan bien ahí...
Después de un buen rato mirando a Combusken, decidí que era hora de seguir con el viaje. Estaba ansioso por ver pelear a Fosforito... bueno, ya no era pequeño. — Bien. —dije poniendome de pie. — Tal parece que ya no podrás subir a mi cabeza, puedes caminar por tu cuenta. —le dije. Más no parecio escucharme, porque trato de subir a mi cabeza, saltando hacia mi cara. — ¡Combusken!
Con Fósvoro caminando a mi lado, convencido que los días de sentarse en mi cabeza se terminaron, nos adentramos al bosque en busca de algún pokémon interesante. La verdad no tengo uno en mente y los tipo bicho no son lo mio.
De reojo veía que Fósvoro se miraba las garras y el cuerpo constantemente, era gracioso, todavía no se acostumbraba a su evolución. Seguíamos caminando, no se veía a ningun pokémon salvaje. — Tal vez si usaramos esto... —dije pensando en voz alta.
Mientras iba evaluando la idea en mi mente, encontramos tiendas de campaña, alguién debió acampar aqui anoche. — ¿Hola? —llamé a quien sea el dueño, o los dueños de las tiendas. Fósforo se escabulló a una de las tiendas antes que pudiera decirle nada. — ¡Oye, no entres ahí! —le susurre .
Solté un pequeño bostezo cuando de repente sentí un leve golpe por parte de Floatzel que apuntaba a la tienda de Liza, un pokemon que no había logrado reconocer por lo rápido que se escabulló dentro de la tienda de liza había aparecido junto a su entrenador — No creo que pase nada... ¿verdad?
Sentí que alguien se colaba en mi sagrada tiendecita y en un movimiento inconsciente para tratar de seguir durmiendo en paz, pegué una patada al aire y eché a fuera al Combusquen sin enterarme de nada, para murmurar no se qué cosas y darme la vuelta para seguir durmiendo.
Había ido rapido tras mi pokémon, el cual tome entre brazos, creí haber visto a alguien durmiendo dentro, pero de repente fui sorprendido por una patada, que me hizo volar fuera de la tienda. — Ah, auch...
Reí levemente al ver al chico salir disparado de la tienda — Te dije que no pasaría nada Floatzel — dije a mi pokemon que solo infló su pecho con algo de enojo — ¿Estas bien?
¿Qué onda con esta persona? Le había llamado justamente para no tomar a nadie por sorpresa. Un chico se acercó a mi desde la otra tienda, no lo habia visto ya que el curioso de Fósvoro se habia robado toda mi atencion. — Sí... eso creo. —dije un poco adolorido, para luego ponerme de pie. — ¿Qué acaso hay un pokémon salvaje dentro de aquella tienda? —me quejé
— No es un pokemon, eso te lo puedo asegurar pero tal vez si tenga algo de salvaje cuando se lo propone...— dije levantándome del tronco y acariciando levemente la cabeza de mi floatzel — Te pido una disculpas por parte de mi amiga de la tienda, espero que no te haya roto algo
— Está bien, fué mi culpa... —dije mirando a Fósvoro, quien noto la indirecta y se volteo para otro lado simulando no darse cuenta. — Además soy un poco más resistente a los golpes que los demás. —sonreí al decir eso. Con el accidente de mi bici, los picotazos de torchic, la patada de combusken y ahora la de esta chica, ya iban 4 veces desde que llegué a Galeia. — Me llamo Chad, un gusto. —le dije tendiendole la mano.
— Prueba decir eso cuando te arrojan squirtle y después wartortle a la cara como si fuera un juego — dije riendo un poco estrechando su mano, pero quien sabe, tal vez su Combusquen hiciera mas cosas para que él pudiera decir eso — Soy Dante... y la "salvaje" de la tienda se llama Liza, cuando despierte tal vez pueda presentarse...
— ¿Un Combusken que te salta a la cara cuenta? —bromeé. — Genial, ¿Te gustan los tipo agua? —le pregunté interesado.
— Tal vez cuente un poco... — dije mirando de reojo a Floatzel y Starmie — Sí, me gustan.. pero mis favoritos siguen siendo los de fuego
— ¿En serio? A mi me encantan los tipo fuego. Tu Floatzel se ve muy fuerte. —dije mirando al tipo agua. Entre los pokémon de agua que me fascinan estaba Buizel. — ¿Qué pokémon de fuego tienes?