Bosque Pincel

Por muy dificil que pareciera, le entendí. Tras todas las cosas que me contó sobre la infancia de Ukita, que estuvo con Dante, cuidándolo y perdiendose así su infancia según me dijo él, entendía su postura.

—Supongo que te entiendo...pero...tampoco es para llegar al punto de dejar de verlo...¿no crees?

 

— Creo que es lo mejor para él... tanto tiempo pegado a mi que... si se llega a quedar solo no sabrá que hacer...

 

—Supongo que sabes lo que haces...—le respondí finalmente mientras depositaba a Mawile delicadamente junto a Dante y me dirigí con mis pokémon un segundo.

Samurott me estaba llamando desde hacía un rato por un pequeño poblema que había en el grupo, y les amenacé con portarse bien o volverian a sus pokeballs. Dicho esto todos asintieron sin más remedio y algunos se juntaron con los pokémon de Dante mientras otros se recostaban cerca del lugar para descansar.

 

— Eso supongo.. pero no le quiero dar mas cargas estando conmigo, me sorprende que no le hubiera dado un ataque de nervios gracias a mi persona — dije acariciando a Mawile para despues dejarla con los demás y ahogando una pequeña risa al escuchar la amenaza de Liza ante sus pokemon

— Es muy diferente acampar con alguien después de hace mucho ¿sabes?

 

Suspiré tras volver de nuevo donde Dante y respondí antes de entrar a por algo a mi tienda.

—Lo mismo digo, yo tampoco lo hacía desde hace mucho. —le respondí con una cálida sonrisa y entré a la tienda de nuevo en busca de mi mochila y de su contenido.

 

— A mi... siempre me ha gustado ver las estrellas antes de dormir, no un techo.. eso es aburrido...

 

Una vez encontré los bocadillos y un par de bolsas con comida pokémon salí de la tienda y les coloqué la comida para los pokémon-mios o de Dante- que quisiesen comerla. Me senté con éste y le ofrecí uno de los tres bocadillos que tenía y que compré hace unas horas.

—Yo ya me cansé de las habitaciones del Centro Pokémon así que...me intentaré a acostumbrar a dormir más al aire libre.

 

— No creo que te cueste trabajo... es como volver a los viejos tiempos, ¿no?, antes siempre dormíamos en tiendas y demás... era algo muy divertido

 

—Claro que no me va a costar, pero sola es algo aburrido, por eso en las noches voy al C.P. Por cierto, ¿quieres? —le ofrecí con una sonrisa de los bocadillos que tenía, pues ya era algo tarde y la verdad me entró el hambre.

 

— Nunca estas sola... ¿recuerdas?, tienes a tus pokemon a tu lado, y a la noche... lo digo porque yo he acampado solo e incluso la compañía de tus pokemon es bastante buena — dije haciendole una seña para que siguiera ella comiendo, yo no tenía apetito

 

Me encogí de hombros y guardé el resto en la mochila de nuevo mientras acababa mi bocadillo.

—Sí, eso es verdad...supongo que tienes razón. —asentí.

 

— Bueno... creo que ya es muy tarde, deberíamos de descansar... quien sabe que pase mañana...— dije levantándome y mirando el cielo nocturno con una leve sonrisa

 

—¿Ya tienes sueño? —le pregunté sonriente mientras me levantaba y me estiraba. —Yo aún tengo muchas energías...—pero un bostezo me descubrió y no pude evitar reír levemente. —O no tantas.

 

Reí un poco al escuchar lo dicho que fue acompañado de un bostezo — No, pero... tampoco voy a negarle a mi cuerpo un descanso, lo tiene bien merecido

 

—Pues sí. —asentí mientras daba un rápido vistazo a todos, para ver que la gran mayoría se encontraban ya durmiendo.

Bueno, la verdad es que ya era tarde y no había mucho que hacer ahora, por lo que tuve que aguantarme y me dirigí a paso perezoso y lento hacia mi tienda.

—Buenas noches Dante. —le sonreí y me resfregué los ojos para entrar dentro de la tienda.

 

— Buenas noches liza...— dije caminando a mi tienda y recargando mi cabeza en la almohada improvisada que era mi almohada para intentar descansar de una buena vez

 

Saqué una pequeña manta que sirmpre llevaba en mi mochila para las noches que hiciera algo de frío y me tapé para acurrucarme mejor. Cerré los ojos lentamente y finalmente me dormí.

 

LLegué al bosque, ya se había hecho muy tarde, estaba cansado, asi que tenía que "acampar" aquí esta noche. Junté unas cuantas ramas secas, le pedí a mi torchic que hiciera una fogata y me recosté en un arbol que estaba cerca, Fosforito se acurrucó en mi regazo.

— ¿Quieres comer? —le pregunté acariciandole la cabeza. El pokémon de fuego respondió con un gesto afirmativo y saqué su comida de mi mochila.
— Oye, he estado pensando... que sería una buena idea tener un compañero de viaje, ¿Que piensas? —miré a Fosforito, que al mismo tiempo me miraba pensativo mientras masticaba su comida.

 

— Creo que sería una buena idea, mientras más seamos, hay más diversión. —sonreí. Al torchic pareció gustarle la idea, ya que se mostro muy contento. Acto seguido siguió degustando su comida. De tanto verlo a mi tambien me dió hambre, así que saqué una pequeña caja de comida que compré antes de salir de Témpera. — Buen provecho.

 

Un Cottonee salavaje fué atraido por el olor de la comida y se acercó a nosotros. Fosforito le lanzó una mirada enojada, no quería ceder su comida.

— Vaya, no seas tan malo. —metí mi mano en la mochila, a lo que Cottonee se alejo un poco asustado. Luego saqué otra porción de comida y estiré mi mano hacia él... o ella. — No tengas miedo, tóma un poco si quieres. —le dije, entonces se acercó un poco más confiado y empezó a comer. Tal vez pensó que sacaría una pokebola, pero la verdad no es mi tipo de pokémon.