Lumi. Ella al principio me miró confundida, no parecía recordar que estábamos en la misma casa y menos mi nombre, por lo que cuando se lo dije me sonrió. "Encantada, Lumi... ¡Yo soy Emma!" Me respondió con mucho gusto. Ella tenía un lindo nombre y ella era linda. Cuando le sugerí mover la mano con delicadeza me miró emocionada y recobrando el ánimo. "Gracias por tus consejos, Lumi. Voy a intentarlo..." La oí inspirar al mismo tiempo que movía la muñeca con delicadeza tal como le sugerí. "Wingardium Leviosa". La vi agitar su varita, pero la pluma ni siquiera se movió. ¿Acaso cada quién tiene su propio estilo? Sí, eso debía de ser. La observé intentarlo dos veces mas y la pluma seguía sin inmutarse. Me preocupé por su situación, la clase casi acababa y ella no lo lograba, ¿no había una manera de ayudarla? Me deprimí un poco al ver que mi consejo no había funcionado. La miré detenidamente, sus ojos comenzaron a cristalizarse y algunas lágrimas amenazaban por salir; por un momento entré en pánico, ¿qué pasaría si se ponía a llorar? Me ensimisme conmigo misma pensando en la situación de Emma hasta que su voz me trajo a la realidad. "Venga... Sigamos intentando". La vi alzar la varita y abrió sus ojos, los cuales había cerrado para conce traerse en sus pensamientos. "Wingardium Leviosa". Su pluma se movió un poco, casi como cuando me paré de mi asiento. —Yo sé que tú puedes lograrlo. —Le aseguré de forma entusiasta—, la perseverancia es importante... ¡ánimo! Le di un pequeño toque en su hombro con mi mano y le sonreí.
Contenido oculto Kyou-chaaaaan ;_; Gracias <333 Ya no creo que lo logre, pero merci ;u; <3 Emma Tyler~ Oh... ¡Oh, oh! ¡Se movió! ¡Conseguí hacer que la pluma se moviera de nuevo! Realmente me emocioné ante eso, aún podía hacerlo... "Yo sé que tú puedes lograrlo. La perseverancia es importante... ¡ánimo!" Lumi de verdad era una niña encantadora. Sentí que me dio un pequeño toque en el hombro, y sonreí. —Gracias por tu apoyo, Lumi... ¡Bien, perseverancia ante todo! Wingardium Leviosa.
Adam Tayler —Gracias, Addie. Sé que tú también puedes, ¡suerte!— me respondió mi hermana, mientras yo empuñaba la varita. ¡Wingardium Leviosa! Y entonces... ¡Wow! ¡La pluma se elevó, alto, altísimo... hasta casi tocar el techo! Exclamé con sorpresa, sin apartar mis ojos brillantes de la pluma, que parecía haber recuperado su afán de volar. ¡Jamás creí que lo lograría a la primera! ¡Increíble! Lo había dicho con seguridad y confianza... ¿Acaso era esa la clave de todo? La mayoría de los alumnos ya lo habían logrado también. —¡Mira Em!— exclamé sonriente, señalándola con la varita—. ¡He conseguido que levite, y a la primera! ¿No es alucinante? ¡Soy un mago, soy un mago! Mi hermana me felicitió y me abrazó en respuesta, abrazo que yo correspondí. Estaba emocionado, exultante de alegría. Cuando nos separamos, le ofrecí una sonrisa cálida y apremiante. Ahora era su turno, y yo sabía que ella podía hacerlo. Sólo debía confiar en que podía. Creer que podía. Mas... cuando volvió a intentarlo... no ocurrió nada. ¿Eh? Oh, vaya... Me había alejado para comentar con algunos compañeros los resultados, pero cuando me volví para mirar a Emma, allí en su mesa... aún no había logrado dominar el hechizo. Que extraño... ¿Qué estaba ocurriendo? Me despedí de los chicos para acercarme hasta la mesa, donde también se había acercado una chica de nuestra casa. Los ojos de Em se veían decididos, pero aguados... ¿Acaso... iba a llorar? Si había algo que Adam Tyler no soportaba esa era ver a su hermana triste. Yo era el mayor, y por eso debía protegerla. No permitiría que nadie la dañase o pusiese en jaque su autoestima. Molesto, apoyé las palmas de mis manos sobre su mesa. —¡Vamos, pluma!— exclamé—. ¡Deja de burlarte de mi hermana, si sigues así no te lo perdonaré!— clavé mis ojos verdes en Emma— ¡Ánimo Em, yo sé que puedes hacerlo! ¡Has hecho cosas mucho más díficiles antes! ¿Recuerdas cuando el gallo de los McGlarren se empeñaba en picarte cada vez que te veía? ¡Tú no te rendiste en lograr su amistad hasta que lo lograste! ¡Nadie es más perseverante y tozuda que Emma Tyler!
Emma Tyler~ Volví a hacer que levitase igual que antes. No fue una mejora, pero al menos lo hacía. Dejé momentáneamente la varita en la mesa, y en ese preciso momento sentí que unas manos se apoyaban del otro lado de mi mesa. "¿Adam...?" "¡Vamos, pluma! ¡Deja de burlarte de mi hermana, si sigues así no te lo perdonaré! " ¡Adam...! ¿Me has estado observando, entonces? Sus brillantes ojos se posaron en los míos, con determinación. "¡Ánimo Em, yo sé que puedes hacerlo! ¡Has hecho cosas mucho más difíciles antes! ¿Recuerdas cuando el gallo de los McGlarren se empeñaba en picarte cada vez que te veía?" Oh... cierto. Reí ante el recuerdo, hubo una vez que llegué a casa con todo un brazo picoteado. "¡Tú no te rendiste en lograr su amistad hasta que lo lograste! ¡Nadie es más perseverante y tozuda que Emma Tyler!" Me emocioné ante tales palabras. Adam de verdad... de verdad, siempre está ahí para ayudarme, ¿cierto? Él siempre me ayuda en todo lo que puede... Y no siento que alguna vez se lo haya agradecido apropiadamente... Posé mis manos encima de las suyas, y me acerqué tanto como pude, juntando nuestras frentes. —Adam...—Sonreí feliz, cerrando mis ojos.—Este lugar es asombroso, ¿verdad? Prometo esforzarme. Aunque no lo consiga, me sentiré bien sabiendo que lo intenté, ¿tú no crees lo mismo? Abrí los ojos y lo miré fijamente. Me vi reflejada en ellos, y asentí suavemente. Me separé, acariciando antes una de sus manos en un gesto de agradecimiento y volví a coger la varita. "Bueno... ¡hay que ser perseverante! Al menos hasta que se acabe la clase..." Me reí. —Lalala~—Tarareé feliz.—Pequeña plumita, ¿y si vuelves a volar? Venga~ ¡Wingardium Leviosa!
Airin Scott. Tomé mi varita algo cansada de que no me saliera el hechizo, tomé aire para después soltarlo poco a poco para intentar concentrarme. —Wigardium Leviosa—Fue lo único que dije.
Airin Scott. La pluma no se movió para nada por lo que suspire. —Oh, venga ya ¿En serio me está costando tanto?—Me preguntaba cansada—Wigardium Leviosa—Añadí.
Airin Scott. —¿¡Pero qué tienes contra mi maldita pluma!?—Exclamé cansada—Wigardium Leviosa, Wigardium Leviosa Wigardium Leviosa—Repetía cansada mientras agitaba mi varita.
Emma Tyler~ Sentí que estar feliz era cosa tonta. Incluso mi plumita volvió a no querer volar. Me senté algo animada, pensando si acaso era mi plumita la que quería la cita con Adam... ¡No, Emma, deja esa bobada! Hinché mis mejillas y fruncí el ceño. Empecé a caminar por todas las mesas, hasta encontrar una en la que había una pluma abandonada a su suerte. "Nadie me dijo que debía de usar precisamente la pluma que había sobre la mesa en la que me senté, ¿verdad?" —Bien, pequeña... Comprobemos si son realmente problemas míos o de una pluma sentimentalmente defectuosa...—Miré alrededor comprobando que realmente nadie me reclamaba que era su mesa.—Wingardium Leviosa~
Airin Scott. Cuando me di cuenta ví que a las segundas palabras que había pronunciado, la pluma al fin levitó por lo que una gran sonrisa se formó en mis labios. —¡Al fin!—Exclamé felizmente para después soltar un suspiro aliviada, la primera clase y ya me estaba agobiando tanto....espero que las demás no cuesten tanto. Miré a mi alrededor y ví como a la mayoría de la clase ya le había salido mucho antes que a mi, pero bueno, eso ya no me importaba, el caso es que por fin había logrado hacer levitar a la pluma, y espero ya no verla hasta mucho tiempo.
—¡Bien, hecho, señorita Scott! ¡10 bien merecidos puntos para Ravenclaw! —exclamó el profesor Flitwick al ver a la alumna realizar el conjuro. En ese momento, sonó una campana que se oyó por todo el castillo; era la campana de la Torre del Reloj, la cual anunciaba que la primera hora de clase había terminado. Los alumnos comenzaron a guardar sus cosas en sus mochilas al darse cuenta que la clase había llegado a su final. —Bien, bien, hemos llegado al final de la clase… como tarea, quiero que escriban un resumen de los tres primeros capitulos de sus libros de texto, el Libro Reglamentario de Hechizos 1, por Miranda Goshark —el maestro tenía que gritar para que su voz chillona se oyera sobre el ruido que hacían los estudiantes, pero al menos a la mayoría la orden de tarea les llegó bien clara—. ¡Ah! Y no olviden practicar el encantamiento en su tiempo libre… la práctica hace al maestro… ¡hasta la próxima clase! Y cuando terminó de hablar, los alumnos pudieron partir. Algunos de ellos ya estaban en la puerta, y al oír a Flitwick terminar de hablar pudieron irse. El pasillo estaba lleno de otros alumnos que salían de sus respectivas clases. —Veamos… —Raven Clearwater sacó su horario; estaba optimista, a pesar de no haber logrado hacer bien el hechizo ni una vez, porque al menos había visto que no había sido la única—. Hm, ahora tenemos Defensa Contra las Artes Oscuras. Antes era en este mismo piso, pero ahora movieron la clase a un aula del segundo piso porque el corredor del tercer piso está prohibido… ¡que incómodo! Espero poder encontrar el aula sin perderme… Contenido oculto Clase finalizada :3 Aquellos que no lograron dominar el hechizo aún, ¡no desesperéis! Habrá una oportunidad más adelante para poder conseguirlo, pero deberéis estar atentos ;) Nos veremos en la siguiente clase, a la cual ya pueden ir yendo, por cierto.
Evelyn Holder —Holaaa, ¿hay alguien por aquí? —abrí la puerta de golpe y porrazo, creo que con demasiada emoción, y asomé la cabeza por el aula preparada para cualquier regañina inminente. No había nadie a simple vista, quizás me había salvado de molestar a alguien con mi entrada. Pasé dentro a curiosear, tratando de pensar en cómo seria el procedimiento de dicha clase. @Nami Roronoa
Daniel Brown Ingresé al aula con algo de retraso, pero no importaba, al menos había llegado. Evelyn había llegado igualmente, pero Victoria no, ¿habría tenido tantos problemas como yo con las escaleras? O quizás era cosa mía, que había corrido demasiado... ¿Pero por qué lo pensaba tanto? ¡Ni que me importase! Saludé a Evelyn tímidamente y me senté a su lado, pero guardando la distancia de una mesa, no me gustaba estar demasiado cerca de la gente.
Victoria Stone Toqué la puerta con delicadeza antes de asomar la cabeza por una pequeña rendija cuando abrí la entrada. — Buenos días, ¿se puede? — cuestioné con cierta timidez antes de entrar al descubrir la figura de Evelyn ya dentro — ¡Oh! ¡Eve! Qué rápida — dije con una leve sonrisa. Cuando me quise sentar a su lado también noté a Daniel por lo que lo saludé aun con esa característica sonrisa.
La puerta del aula se encontraba abierta de par en par, pero de repente se cerró firmemente. Cuando Daniel, Victoria y Evelyn fueron a intentar abrirla para que corriera aire, descubrieron que la puerta estaba cerrada con llave, y era imposible salir; alguien los había encerrado dentro. —Jejeje, esto les enseñará a los nuevos mocosos una lección —se escuchó la voz de Peeves del otro lado, y el poltergeist se alejó flotando a toda velocidad; sus carcajadas hicieron eco por los pasillos hasta perderse. Ahora, los tres estudiantes estaban encerrados en el aula de encantamientos… ¿cómo lograrían salir? Contenido oculto @Liza White @Lucas Diamond @Amane En el pizarrón del aula, estará escrita la siguiente información, para que les sirva para sus roleos: Contenido oculto: Datos del encantamiento ALOHOMORA Clase de conjuro: Especial Uso en el rol: El personaje podrá abrir puertas y cerraduras bajo llave. Uso en combates: Ninguno. Cómo dominarlo: El rolero debe lanzar 3 dados de 30 caras. Los números que saquen en esos tres dados deben ser números pares; si sacan todos pares, habrán dominado el Alohomora. Si al menos uno en impar, deberán intentar de nuevo. Por otro lado, no podrán salir del aula hasta que al menos uno de ustedes domine el encantamiento, obviamente. Cuando uno lo domine, la puerta se abrirá; el resto, si quiere seguir practicando, puede rolear que vuelven a cerrar la puerta e intentan abrirla ustedes esta vez. Buena suerte :3
Daniel Brown Estábamos sentados esperando al profesor cuando Peeves nos encerró. ¡Dichoso... "ser"! ¿¡Cómo podía ser tan detestable!? Ya le habíamos vencido una vez, no tenía miedo de él, pero aún así este continuaba haciendo de sus travesuras. —Argh, ¿y ahora qué hacemos? ¿Pruebo a explotar la cerradura? —comenté sin ideas cuando me fijé en el mensaje que había en la pizarra. Se trataba de la información de un conjuro, que permitía abrir cerraduras—. ¡Ey chicas, mirad allí! Venga, vamos a probar ese hechizo. ¡Alohomora!
Victoria Stone Mientras esperábamos a algún profesor o más alumnos, un ruido se escuchó. Los tres giramos la cabeza para comprobar que la puerta de entrada se había cerrado repentinamente. Nos levantamos para intentar abrirla pero estaba bloqueada. Fue la risa estridente de Peeves lo que nos hizo saber que había pasado. — ¡Oh! — exclamé al girarme sobre mis talones para descubrir el hechizo que había escrito en la pizarra. Que oportuno... >> Alohomora — murmuré alejándome levemente para señalar mejor a la cerradura.
Evelyn Holder Victoria y Daniel no tardaron en venir, al parecer los tres seríamos los únicos alumnos en esta clase. Espera, ¿y Kara? ¡Oh, no me había despedido de ella ni nada, jo! Iba a ir a ver si podría avisarla de alguna manera (no sabía nada de requisitos de esta clase), pero antes de levantarme e ir hacia la puerta, esta se cerró con fuerza. ¿Qué había sido eso? Miré a ambos con extrañez, pero una voz me hizo girar de nuevo. "Jejeje, esto les enseñará a los nuevos mocosos una lección" —¡Peevees, sácanos de aquí! —corrí hacia la puerta y la golpeé un par de veces, pero nada. Aquel graciosillo no nos iba a dejar salir. ¿Lo bueno? ¡Teníamos un conjuro útil en la pizarra! —Bien, veamos si funciona: ¡Alohomora (?!
Daniel Brown No pareció funcionar el truco a la primera, aunque le candado vibró. Quizás este hechizo era más complicado de lo que parecía. —¡Venga, a qué esperáis, tenemos que salir de aquí! Dadle caña Victoria por su parte empezó a probar. El candado estuvo a punto de ceder, pero no se abrió. ¡Rayos, faltó tan poco! Ahora era mi turno de nuevo.
Victoria Stone La cerradura hizo un ruido chirriante. Pero no. No se abrió. Debíamos volver a intentarlo, con que alguno lo dominase serviría... — Alohomora
Daniel Brown Todos estábamos muy centrados en dominar el hechizo, tanto que ni nos dirigíamos la palabra. De entre todos, yo era el que peor lo hacía, ¿pero qué más daba? Iba a dominar ese conjuro sí o sí. —¡Vamos, Alohomora!
