(Steve) --Un par de saltos más y llegaremos --le dije sonriente a Blaziken mientras miraba hacia arriba, esperando a Ian.
—Sigue, sigue, no te preocupes por mí, puedo llegar solo —dije al ver que Steve se paraba esperándome.
Al fin llegué al techo de la Torre, apreciando unas escaleras que me permitían bajar por ahí. --Muy bien, sigamos.
—Lapras, detente aquí.—Mi pokemon obedeció y permitió que pueda dar un salto a una de las piedras. Un enorme y tétrico camino me esperaba.—Qué mala onda... yo que amo tanto la oscuridad—dije con sarcasmo, no había de otra, regresé a Lapras y en un lapsus de idiotez me lancé como si nada al profundo agujero.
Gritos y gritos de mi parte. ¿¡Por qué demonios había saltado!? —¡Auxilio!—era inútil, si no buscaba la forma de frenar mi caída moriría aplastado.—¡Natu este momento es perfecto para que vueles! El pajarito disfrutaba de una siesta, pegado a mi cabeza. En la desesperación tomé una pokeball de esta salió Venasaur. ¿Qué era peor que un muchacho cayendo? ... ¡Un muchacho y su enorme pokémon cayendo! Venasaur al sentir el peligro se arrimó a un filo del lúgubre agujero, y con sus fuertes patas se apegó para frenar. Con ayuda de sus látigos me rescató de una muerte segura.
—Gracias amigo, ahora bajemos poco a poco...—dije hacia Venasaur, quien con todo su peso empezó a saltar contra las rocas de las paredes una por una.
Entre a una pequeña cueva maritima junto con Flygon y Pikachu en mi Hombro para iluminar con sus mejillas.
Sabia en mi inconsiente que habia que bajar por ese camino oscuro, pero poco me tenia con el pendiente, yo no era asustadizo. --Bien Flygon... Despacio hacia abajo amigo, tenemos que llegar hasta el fondo-- le dije a mi pokemon y este bajo tranquilamente.
(@Campeón Rojo, @Ashareen) Como iba la primera en Samurott, pude lograr ver a lo lejos una cueva submarina, y le pedí a este que nos acercara allá. Al llegar, bajé de Samurott para tocar de nuevo tierra y miré el lugar. Estaba demasiado oscuro. Saqué a Braxien para que con su anforcha iluminara el camino y a Heatmor igual. —Mirad que agujero mas profundo. Va a ver que bajar con mucho cuidado. —les dije observando dicho agujero con un poco de miedo.
—Santo cielo—susurré al ver el enorme agujero que se extendía delante de nosotros. Miré a mis compañeros, ellos parecían estar listos, pero yo aún estaba dubitativa. ¿Qué hacer? Tenía miedo, lo aceptaba, pero debía ayudar a los demás. Suspiré pesadamente y dije:—¿Vamos?
Puse una mano en el hombro de Pauline y sonreí. —Yo también tengo miedo, pero si estamos juntos en esto se nos pasará en seguida. —la animé amistosamente. —Así que vamos. Tras decirle aquello a mi amiga, me giré, di uno, dos, tres pasos, y salté al vacio, pero, al calcularlo bien, caí en un saliente, aunque había saltado un buen trecho.
Cerré los ojos y tomé velocidad; salté rápidamente, haciendo equilibrio con mis brazos. Aterricé en una pequeña saliente, tambaleandome. —Chicos, ¿estan bien?—Pregunté a mis compañeros.
—¡Yo perfectamente! —grité emocionada mientras saltaba de saliente en saliente con energía. —¡Es como saltar entre los árboles! ¡Wujuu! —exclamé mientras mis pokémon me seguian por detras.