Alberca

Mientras que le pedia disculpas por confudirle por un hombre-lo siento-apareció alguien diciendo mucho gusto tony y le dije-mucho gusto, como te llamas?-mientras sonreía por como nix lo habia llamado.

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Levanté levemente la vista, al parecer perdí, no le di importancia y saqué un cuadernillo de mi sombrero anotando algunas cosas.
-- Felicidades Evangelin--. Sonrei de lado pensando en una actitud arrogante, me fije nuevamebte en el cuaderno que tenía en la mano y continué anotando algunas cosas.

 

Me levante de mi lugar y me diriji ala biblioteca.

 

Al ver que no podia entrar a la cocina, decidí ir a la alberca. Al llegar me dí cuenta que no había nadie y me sentí cansado, en eso decidí ir a mi habitaciones a descansar.

 

LLegue a la alberca y me sumergi en un chapuzon con mi trajebaño de dos partes, deseaba mantener mi mente ocupada pero a la vez necesitaba pensar, más de 50 veces recorri la piscina de un lado a otro hasta que me canse y apenas pude arrastrarme hasta la zona verde cuando cai rendida en sueño.

 

Decidi seguir hacia la cocina luego de despertar.

 

Entre a la alberca y me acosté en la zona verde cayendo rendida en los brazos de morfeo.

 

Bah, entré en la alberca y me tiré al suelo del sueño que tenía, ni siquiera dormir en la habitación me ayudó

 

Entré a la alberca tras haberme pasado un momento a por mi blog de dibujo y me tumbé en el césped para dibujar un rato y que mi imaginación hablara por mi.

 

Tras dormir por un buen rato, me levanté a caminar, y lo primero que divisé fué a una chica dibujando, me acerqué para saludar

-Hola -saludé amablemente-

 

Levanté la cabeza ya que me encontraba tumbada y vi a un chico desconocido para mi hablarme.

—Oh, hola. —le correspondí el saludo con una pequeña sonrisa y volví a mirar el papel.

 

Era una chica pelirroja, guarda un parecido con mi difunta madre, más bien, era casi igual a ella

-¿Como te llamas? -pregunté con curiosidad-

 

—Soy Evangelin. —le respondí a su pregunta y le miré de arriba a abajo. —¿Y tú eres...? —no me sonaba para nada aquel chico, quizás acababa de llegar.

 

-Michael, soy el último alumno inscrito -le respondí a Evangelin-

 

Aquello hizo sorprenderme y me senté en el suelo.

—Encantada Michael. —sonreí. —¿Entonces eres el alumno 17?

 

-El mismo -dije-
Saqué de mi mochila un pequeño cuaderno e hize un retrato de Evangelin, soy muy buen dibujante, pero mi verdadero talento son las computadoras

 

Miré con sorpresa aquello y dejé de dibujar un segundo.

—No me digas que tu talento es el arte. —le dije admirando su retrato pero pude notar bastantes fallos de principiante, por lo que supe que ese no era su campo.

 

-Bueno, no soy un artista de la pintura, pero si un artista de la informática -le dije a Evangelin-

 

—Informática eh...—murmuré y algo se me vino a la cabeza.

¿Ese no era el campo de Brooke? Que extraño...

 

Saqué de mi mochila un pequeño robot que yo mismo creé, y se movió
-Ahí lo ves -le dije a Evangelin-