“Mi gran amor… Es mi perdición”

Capitulo 4


“Recuerdos pasados”


Yura salto desde del árbol con su espada para interceptar a los jóvenes la cual se acerco al joven peli-platinado luchando con sus espadas.


— ¡Hmp! Vaya sí que eres fuerte — dijo la joven admirando la forma con que baldío su espada contra ella y lo miraba de reojo — ¡Por dios! si eres guapísimo—dijo con ojos soñadores mientras daba un salto hacia tras para alejarse y mirarlo mejor — Y tienes unas hermosas orejitas plateadas… Lastima que deba acecinarte —dijo dando saltos y haciendo pucheros, mientras los demás tenían una gota en su frente.


— ¿Pero que demonios le pasa? —pregunto el peli-plateado.


—Parece que se volvió loca— respondió la joven de mirada fría frunciendo el seño.


—Señorita Yura debemos matarlos inmediatamente no se olvide de su misión— contesto uno de los host.


—Tienes razón bien… Host prepárense —dijo mientras les lanzaba una especie de fragmento de cristal a cada uno. Estos se lo introducían en la frente y sus cuerpos brillaban con un aura demoniaca.


— ¿Que les sucede a esos host?... Esta aura no me da buena espina— dijo el chico de ojos azules.


—No lo se pero tienen una mirada extraña ya no son los mismos— contesto la princesa conmocionada.


—Pues si tienes razón ahora son mucho más fuerte… Ataquen —ordeno con autoridad mientras los mencionados se dirigían a su objetivo— Yo me quedare con el perrito lindo jajaja—contesto son determinación mientras se reía emocionada y se dirigía hacia él.


— ¿Que demonios es esto por que no puedo volverlo cenizas?—pregunto Kagome a los demás mientras luchaba con un host licántropo que recibía las llamas que le lanzaba sin ser destruidos solo se quemaban sus ropas y partes de su cuerpo mas este se movía como si no estuviera herido.


—Se los dije ahora son muchos mas fuertes que antes —dijo Yura mientras sonreía y luchaba con las espadas con Inuyasha —No podrás destruirlos tan rápidamente princesita —informo mientras esquivaba un golpe que iba directo hacia su rostro.


—Pero que... ¡Haaa! —dijo cuando el host le proporciono un golpe en el estomago y salía volando hasta impactar contra el suelo —Haaa “es mas fuerte de lo que pensé” —pensó mientras se quejaba del dolor recibido.


—Ahora te destruiré— dijo el host mientras que su mano derecha se formaba una especie de espada.


— ¡Kagome! Cuidado… —dijo desesperado mientras esquivaba a Yura.


—No te preocupes por ella sino por ti mismo…—amenazo la líder de los host acercándose con decisión al hibrido para clavarle la espada en el pecho mas este lo esquivo rápidamente.


—Haa… Dijo mientras cerraba los ojos esperando el golpe mas este no llego— ya que una sombra apareció de la nada apartando de una patada al host que quería dañarla.


— ¡Yahoo! Nunca tendrás el privilegio de dañar a mi querida Kagome—anuncio un joven licántropo de traje negro pegado a su escultural cuerpo con una chaqueta del mismo color rasgada en los bordes dándole un toque salvaje a tan inquieto joven, su poder natural es el viento —¿Estas bien Kagome? —pregunto mientras se le acercaba y le estiraba su mano para que se levantara.


— ¡Si! Koga muchas gracias — contesto la princesa amablemente y regalándole una gran sonrisa mientras se levantaba.

— ¡Oye inútil! ¿No se supone que eres su perro guardián? Ponte al pendiente mas de ella— pregunto a Inuyasha mientras agarraba las manos de Kagome con devoción.


—Cállate animal esta ves te daré las gracias solo por que la has salvado— contesto indignado y rabioso.


— Menos mal que yo… El líder del clan de los licántropos del oeste, llego antes de cualquier tragedia le pueda suceder a mi gran bella princesa — informo mientras se le iba acercando a la joven.


— Deja de ser vanidoso Koga — comento una loba de mirada jade y cabellera rojiza, iba vestida de un top azul oscuro y una licra negra, que se ajustaba a su cuerpo perfectamente, con una chaqueta de color negro en una especie de top, unos guantes largos, perfectos para la lucha y unas botas cortas de tacón, su poder natural es la tierra. Y le propinaba un golpe en la cabeza al joven lobo.


— ¡Hay Ayame eso duele! —dijo quejándose y tocando su adolorida cabeza.


—Genial mas payazos han llegado— bufo Yura indignada.


—Haa ¿Estas cosas no tienen fin? —pregunto Kikio cansada de luchar con el host vampírico. Que comenzaba a duplicarse cada ves que esta lo partía en dos con sus poderes.


—Sera muy fácil que los host los destruyan… Ya no es necesario estar aquí… Adiós cielito —comento mientras se apartaba del peli-plateado. Lanzaba un beso volado y prendía rumbo su marcha.


—Espera no te dejare ir… —anuncio la princesa mientras la seguía en la oscuridad del bosque.


—Kagome no seas imprudente no la sigas…— dijo el oji-dorado mientras luchaba con los 8 host que se duplicaban rápidamente.


— ¡Haaa! —grito la joven de larga cabellera que le habían golpeado fuertemente y yacía en el piso y escupía sangre.


— ¡Kikio! —grito el joven mientras veía que a la joven un host le iba a clavar una espada en el pecho. Y el luchaba con todas sus fuerzas tratando de ayudar a la joven.


—No te lo permitiré…—se oyó una voz de una joven mientras que salía un gran bumerán de la nada, impactando en el pecho del host, destruyendo de inmediato.


— ¿Que? — dijeron todos a la ves.


—Deben de darle en sus pechos par exterminarlos— comento una joven de cabellera larga amarrada en una coleta alta, iba vestida un pantalón ajustados y un top con mangas que llegaba hasta su ombligo, ambos de color negro y unos botines cortos.


— ¿Quien eres tu? —pregunto el joven de la coleta y mirada azulosa.


—No hay tiempo para preguntas solo háganlo— anuncio mientras recogía su bumerán y lo lanzaba a su enemigo.


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En otro lugar en lo profundo del bosque estaba una joven corriendo mientras era perseguida.


— ¿Esta princesita no se cansa? —comento mientras se dirigía a una gran cascada y se subía de un salto a la copa de un árbol de la sima y esperaba a su victima.


—Yura te destruiré… Pero antes ¿dime para quien trabajas? —Pregunto Kagome mientras se quedaba al pie de la cascada—“Maldición es agua” —pensó nerviosa al ver la causa de su destrucción.


— ¡Como si quisiera decírtelo!... Además el maestro me dio algo para enfrentarte—anuncio mientras sacaba un cuarzo rosado y lo colocaba en su frente.


— ¿Por que haces esto acaso no eres un vampiro como nosotros? —pregunto insegura.


— ¡Que no ves que soy igual a ellos!— dijo refiriéndose a los host.


—Pero tú eres…—dudo sabiendo lo que era.


— ¿Que un sirviente?... Pues déjame decirte que prefiero ser considerada un host, que un miserable sirviente, no sabes lo duro que es ser considerado peor que una escoria, por eso no soporto el hecho de obedecerles a ustedes los puros… ¡Los odio con toda mi alma!— grito en rabiada mientras lanzaba un ataque de viento directo hacia la peli-negra.


—Haaa…—grito mientras trataba de no ser arrastrada con tan fuerte poder—No hagas esto por ese simple hecho.


— ¿Crees que es así de simple olvidar? Todos ustedes arruinaron mi vida—dijo enrabiada mientras se hacia mas fuerte su ráfaga.


—Yura eso que tienes te esta absorbiendo tus poderes quítatelo—dijo mientras era poco a poca arrastrada por la ventisca. Dándose cuenta que el fragmento de cuarzo absorbía la vida de la joven.


— ¡Todo el tiempo manchándome las manos para que ustedes sigan limpios de condenas me canse de ser solo un simple trapo!...


—Te entiendo perfectamente pero destruye ese objeto antes que te destruya a ti…


— ¡Tu que vas a saber naciste en cuna de oro no sabes lo que es sufrir!


— ¡Yura basta vas a ser consumida! —grito mientras veía el aura de Yura siendo totalmente consumido.


— ¿Que es lo que pasa?... ¿Amo que es esto? —pregunto a la nada sintiendo como la fuerza y sus poderes la abandonaban.


— ¡Yura! —Trato de acercársele dando un salto hacia donde se encontraba, pero ya era tarde para salvar a la vampira, ya que hubo una gran explosión destruyendo en cenizas a la criatura y desapareciendo el trozo de cristal — ¡Haaa! — Grito siendo arrastrada y cayendo en lo más profundo de la cascada. —“Que alguien me ayude por favor” —pensó perdiendo el conocimiento mientras su llama interior se apagaba.


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En el gran bosque se podía observar una silueta que llevaba algo en su espalda. Eran dos personas, una inconsciente en la espalda del otro. Una joven es la que era llevada inconsciente y la que la cargaba, solo se podía ver era su contorno, ya que era cubierta por una larga capa negra, la cual tenia una capucha ocultando su rostro.


— “¿En donde estoy?... — pensó la joven recobrando un poco la conciencia— ¿En la espalda de alguien?... ¡¿Este olor…?!”


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Una niña de aproximadamente 7 años, estaba jugando en el bosque recogiendo algunas flores, cuando de repente apareció un hermoso conejo blanco, captando la atención de la pequeña.


—Espere señor conejo no se valla…—dijo mientras se alejaba del jardín de su catillo y entraba en lo oscuro del bosque siguiendo al animalillo llego a un riachuelo no muy profundo pero para una pequeña era lo suficiente como para hundirse.


—Que hermoso —dijo mientras admiraba el hermoso paisaje y detenía su vista en un gran manzano que en su copa, estaba una hermosa manzana roja —Mama siempre decía que las manzanas rojas eran el pecado de los humanos y que por eso sufrimos en este mundo ¿será verdad?—dijo recordando melancólicamente su madre relatándose en cuentos los relatos de la biblia. — ¡Mmm lo averiguaré!—anuncio mientras trepaba en el árbol estaba a pocos centímetros de la fruta — ¡solo un poco mas!... ¡Haa!— grito asustada, cuando la rama que la sostenía no soporto el peso quebrajándose ocasionando que la niña se callera en el riachuelo. — ¡Que alguien me ayude por favor! —grito mientras era arrastrada por la corriente.


—Sostente de mi mano—dijo un pequeño niño de 7 años aproximadamente de mirada fría y de ojos de un dorado hermoso. Mientras estiro su mano hacia la pequeña y esta la tomaba y salía del agua.


— Gracias por salvarme—dijo muy agradecida mientras trataba de levantarse sin éxito alguno.


—Que te ocurre —pregunto desconcertado el pequeño.


—No lo se me siento mal— anuncio mientras agarraba su pequeña cabecita con sus manos.
Sube dijo mientras le daba su espalda para cargarla.


— No es necesario — comento sonrojada ya que era la primera vez que hablaba con un niño desconocido de su edad que no sea Inuyasha.


—Anda sube… ¿No tengo mucha paciencia sabes? — Informo indignado ante su rechazo.


—Esta bien— comentó mientras subía a su espalda y el se levantaba con ella y caminaba rumbo al castillo.


— ¿Oye sabes donde vivo?


— Algo así… ¿Tú eres un vampiro de naturaleza fuego verdad?


— ¡He! ¿Que es eso? —pregunto no sabiendo a lo que se refería.


— Vaya… ¿Aun viviendo en estas tierras no sabes nada de tu naturaleza?... Yo lo se por que estudio sobre ustedes.


— ¿Si... Y que eres tú?


—Soy un licántropo— comento orgulloso de su naturaleza.


— ¡Ohhh vaya es la primera ves que conozco uno—dijo asombrada y curiosa por lo que es el joven.


— Hmp que simple eres… ¿Como te llamas? —pregunto curioso.


— ¡Kagome! —dijo sonriendo tiernamente.


— Muy bien Kagme… Ya llegamos — anuncio bajándola de su espalda y colocándola en el suelo— me tengo que ir…


— Mmm que triste —dijo haciendo pucheros.


— No te preocupes nos volveremos a ver algún día…


— ¿Y tu como te llamas? —pregunto curiosa.


— Mi nombre es…


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— ¿En donde estoy? — dijo saliendo de sus recuerdos la joven pelinegra recobrando la conciencia totalmente.


— Vaya al fin despiertas… Parece que nos volvemos a ver...


— ¿tu eres? —Pregunto recordando—


“Mi nombre es Sesshomaru”




Continuara…

hola de nuevo contii espero que sea de su agrado:D;)
se despide satoru-chan:cool:

 

Capitulo 5
“Sentimientos ocultos”


En un gran Palacio para ser exactos en el “Di Montecitorio”, que en un tiempo era bello y luminoso, ahora es pura ruinas y oscuridad en el cual tenia puesto un gran portal de protección para no ser ubicado. Se encontraba una figura que sonreía macabramente sentado en el centro de una mesa gigante en donde se hacen las negociaciones del palacio…

—Vaya así que Yura no resistió la carga de su propia energía, no me sirvió de nada… Jajá bueno por lo menos tengo su poder en mis manos— dijo con una gran sonrisa enseñando sus enormes colmillos y mostrando un pequeño cuarzo que estaba en sus manos — Hmp esto no reemplaza a la original… Tendré que hacer más de estas cosas… Ya se cuales son las desventajas— comento mientras se ponía de pie y paseaba por el pasillo — Tengo que conseguir la perla a como de lugar…



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En el bosque unas sombras corrían rápidamente quien los viera pensarían que son seres con grandiosos poderes sobrenaturales…


— ¿Demonios hacia donde se fue Kagome? —pregunto un peli-plateado enojado y preocupado por su amiga.


—Inuyasha no desesperes estoy segura que Kag esta bien —dijo una joven peli-negra saltando de en árbol en árbol.


—Estoy de acuerdo con Kikio, además la señorita Kagome es fuerte…—dijo un joven de ojos azulados.
—Eso es cierto… Los sangre pura son así…—contesto una joven con un gran bumerán colgando en su espalda.


— ¡Hey! ¿Se puede saber por que nos estas siguiendo? — Pregunto exaltado el joven peli-plateado —Entiendo que nos hayas ayudado al igual que los lobos esos, pero ellos ya se fueron tu deberías hacer lo mismo ¿no? —dijo enojado por ser perseguido por alguien desconocido.


— ¿Que te molesta mi presencia? — dijo indignada a chica con el seño fruncido.


— ¡Claro! ya que ni siquiera se ¿quien eres?


—No necesitas saberlo eso… Solo se lo diré al señor Onigumo —dijo muy segura de si misma—Además yo no te conozco estamos a mano ¿no? —anunció mientras aceleraba el paso.


—Grrs… Esta humana… — comento enrabiado el joven mientras serraba su puño con ganas de golpear a alguien.


—Tranquilo amigo es solo una linda chica— anuncio el joven Miroku.


—Así ¿donde tiene lo linda?


—Pues…—tratando de decir mientras señalaba el trasero de la joven que estaba adelante.


— ¡No me contestes... Se lo que vas a decir!


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En el bosque cerca de un riachuelo, estaban dos personas una cargando a la otra estaban caminando hasta que….


—Haa… ¿tú eres ese niño? El que me salvo— pregunto impresionada la joven que estaba siendo cargada.


— ¿he? Digamos que para ese entonces yo era muy infantil… hmp “¿Y siempre me he preguntado el por que te salve ese día?”— contesto y pensó el joven dándose cuenta de que se acercaba unas presencias y agudizó su olfato y presencio el olor a vampiro.


— ¿Que sucede? — Pregunto al ver que se quedo en silencio.


— Hmp tal parece que te vienen a buscar —contesto mientras se agachaba y dejaba a la joven recostada en un gran árbol lleno de flores de sakuras, el viento soplo y esparció las flores dando un aspecto conmovedor el sentado de rodillas mirando fijamente a la joven recostada como si quisiera fundirse en sus ojos— “¿por que tú olor es distinto al de los otros vampiros? ¿Por que no me produces asco?... ¡Si yo los odio con todo mi ser!” —dijo frunciendo un poco el seño sintiendo una rabia interior.

— ¿Que te pasa? —pregunto hipnotizada pero reaccionando cuando él expreso su molestia.


—No es nada… adiós— se despidió marchándose en un remolino de aire con rayos alrededor.


—Sesshomaru…—susurro débilmente ya que se estaba agotada.


— ¡Kagome! — grito desesperado Inuyasha al verla recostada en el árbol — ¿Estas bien que te paso? —pregunto preocupado llegando a su lado.


—Me caí en el riachuelo cuando Yura se desvaneció— contesto débilmente.


—Ah por dios Kagome si que eres imprudente—reprendio cargándola en modo nupcial con delicadeza— Resiste ya vamos a casa.


— ¿La señorita Kagome esta bien Inuyasha? — pregunto un Miroku cansado ya que su amigo corrió como un demonio enloquecido, cuando pudo reconocer el olor de su ama.


—Kagome estas…— quiso preguntar Kikio pero retrocedió y quedo en silencio al observar la escena ya que ambos jóvenes se veían con mucho cariño mientras la chica lo convencía de que estaba bien y que no era necesario el cargarla.— “Inuyasha” —pensó mientras cerraba sus manos en un puño y se retiraba sin avisar de ese lugar.


— ¡Bueno pero que les pasa no puedo correr tan rápido! —se quejo la joven humana agotada ya que la dejaron atrás.


— ¡he! ¿Quien eres tú y Kikio?— pregunto desconcertada Kag mientras miraba hacia los lados aun en los brazos del joven.


—Ya nos alcanzará así que vámonos—comento feliz el joven pi-plateado al tener en brazos a su ama.


—Pero… Kikio—pensó mientras los demás caminaban hacia el castillo.


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En la oscuridad de una playa, se podía ver a una joven en lo alto de un faro observando la luna reflejada en el mar…


— ¿Cuando fue que me enamore así de el? —suspiro mientras recordaba su infancia…


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En un hermoso y gran cuarto estaba una pequeña jovencita de apariencia de 7 años, jugando con las ropas de su amiga ya que ellas se declararon las mejores amigas al conocerse y no como lo que en realidad eran “ama y sirviente”…


—Kag tiene cosas muy bonitas jeje me pregunto como me veré con estas ropas— se dijo mientras se ponía un bello vestido de color azul cielo digno de una pequeña princesa— Jeje me queda bien… Mmm quisiera ser como Kag —se quejo mientras trataba de ponerse su flequillo como el de su amiga —he me parezco a Kag jeje—dijo sonriéndose así misma en el espejo. Pero se asusto cuando entro alguien por la puerta pensando que la regañarían se dio la vuelta dando la espalda a la puerta.


—Kag yo te quería decir que yo…— dijo nervioso un chiquillo con ropas holgadas una camisa de algodón de color roja y unos pantaloncillos negros.


—“Inuyasha… ¿que habrá venido hacer aquí?” — pensó la pequeña dándose cuenta que su otro amigo y compañero de juegos, estaba en el cuarto tratando de decirle algo a su amiga la intriga le gano así que se quedo como estaba para que él terminara decir.


—Kag yo… ¡Me gustas mucho!— le aseguro el pequeño sonrojado a la niña, está estaba mas que sorprendida— Y quiero darte esto — anuncio mientras la volteaba y la sorprendía aun más al robarle su primer beso. Este era dulce he inocente que solo duro un segundo.


—Inu… ya…sha—dijo conmocionada la jovenzuela al separarse del pequeño.


—Ki ¿Kikio? —Dándose cuenta de quien era realmente a la que beso — Ahh discúlpame…— se disculpo arrepentido mientras salía despavorido por la puerta.


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—Inuyasha…— dijo la joven al salir de sus recuerdos mientras miraba el cielo y gritaba — ¡Eres un idiota!...



— ¡Ahhchuu! —estornudo el joven peli-plateado.


— ¿Que te ocurre amigo? —pregunto el moreno.


— Creo que me voy a resfriar— dijo sonándose la nariz.


— Hay… Eres un idiota Inuyasha—anuncio la joven princesa ya caminando por si sola.


Continuara…


Otro capi de mi fic;)


Espero que sea de su agrado:oops:


Nos leemos pronto bey…;)

 

Capitulo 6


“Presentaciones y declaración de guerra”


En el palacio “Doria-Pamphili” se encontraban los sirvientes ordenando todo para la celebración que se iba a dar en el mismo, mientras el señor amo de los licántropos esperaba la llegada del joven príncipe su hijo heredero de todos sus pertenecías y sirvientes…


— ¿Me pregunto como estará mi otro hijo?… — susurró al vacio mirando así el cielo nocturno y pronunciaba— Izayoi


—Lord Inutaisho— hiso presencia un pequeño y viejo sirviente encargado de el entrenamiento del joven príncipe llamado Yaken —Informó que el amo Sesshomaru se acerca al palacio.


—Muy bien tengan los preparativos para la presentación de esta noche y infórmale a mi hijo que valla a mi despacho— anunció mientras dejaba el recinto con elegancia.


—si mi lord —dijo el pequeño reverenciándolo. Luego de unos minutos hiso presencia una persona llegando al frente del sirviente en una gran ráfaga de aire eléctrico.


— Yaken… ¿En donde esta mi padre? —preguntó el joven príncipe.


— ¡Amo bonito! Su padre lo espera en su despacho— informó con ojos de gran admiración hacia su amo.


—Hmp— contestó con monosílabos mientras se retiraba. Hacia el despacho ya hay entro con suma elegancia a ver a su padre que hace años que no lo veía debido a su entrenamiento fuera del palacio.


— ¡Padre! — llamó y se acerco a su padre el cual estaba observando a hacia la ventana y se giraba al ser llamado mientras miraba a su hijo con nostalgia.


—Valla cuanto has crecido Sesshomaru—dijo al momento que se cercaba a su hijo y lo recibía con un fuerte abrazo — Parece que no te había visto en siglos… ¿como estas?


—Muy bien padre. ¿Ahora quiero saber el por que me mandaste a entrenar fuera del palacio? — preguntó con frialdad.


—Eres tan directo como siempre… El motivo es muy simple planeo destruir al rey de los vampiros, quiero ejercer el poder que me pertenece y sobretodo destruir las estúpidas reglas dadas por mis antepasados y para conseguirlo te necesito hijo.


— ¿Planeas declarar la guerra a los fríos? No entiendo tu motivo ya que ahora esta la invasión de los host lo cual nos hace aliados para encontrar el líder de estos…


— ¡Sesshomru! ¿Acaso ya olvidaste lo que nos hicieron esos demonios?... ¿Ya olvidaste lo que le hicieron a tu madre? —anunció enojado por la duda de su hijo.


— ¡No padre! pero no puedes declarar la guerra sin estar preparados nos acabarían sin pensar que…—dijo enrabiado al creer que su padre dudara de el.


—No te preocupes por eso no planeo matar a sus guerreros ya que nos servirán en su tiempo… Solo matare al desgraciado de Onigumo y a sus seres más preciados, hare que sufra así como lo hice yo...


— ¿Y que lo que planeas? —preguntó curioso.


—Esta noche en tu presentación. Él vendrá, buscaremos su punto débil y atacaremos hasta acabarlos sin un sucesor en su trono los vampiros estarán acabos y se unirán a nosotros comandados por mi y mi heredero… ¿No es emocionante hijo? —Contestó sonriéndole a su hijo mientras le daba una palmada en su hombro— Al fin podremos vengarnos de ese mal nacido.


— Como digas… Padre.


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En castillo de los vampiros estaban dos personas en un despacho una de ellas se le observaba exaltada mientras la otra la observaba con tranquilidad y decisión…


— ¿Qué vas hacer que? —preguntó exaltada dándole un fuerte golpe al escritorio mientras trataba de no estallar.


—Lo que oíste hija… Voy a dar el anuncio de que serás desposada antes de la ceremonia de la luna plateada.


— ¿¡Pero por que!?... ¡Yo no quiero casarme!... —dijo enojada por ser obligada a casarse.


—Sabes que lo estoy haciendo esto por ti… Ya que nuestra raza no consideramos esa posibilidad, solo tomamos lo que queremos cuando se nos plazca, pero lo hago con la consideración a tu antigua raza, ya que no quiero obligarte a nada, por eso quiero que te desposen antes, para que no te entregues al primero que veas en la ceremonia de la luna plateada, sino solo a tu esposo. ¿No consideras a tu viejo padre? —dijo indignado.


—Si pero…—dijo dudando de su futuro ya que la posibilidad de entregarse a un hombre no es una posibilidad ¡es un hecho!


—Sin peros ya esta decidido ya veré quien será el elegido para ti, por ahora vístete para la presentación del heredero de los lobos. Puedes retirarte.


—Huy… ¡no puedo creerlo! —comento la joven princesa enojada saliendo de el despacho de su padre y dirigiéndose hacia su habitación. Pero fue acorralada antes de entrar en ella quedando en frete de unos intensos ojos azules.


—Te dije que algún día serás mía Kagome— dijo el hombre que la acorralaba acercándose así al cuello de la princesa lamiéndolo lentamente, dándole repugnancia a la aludida. Produciendo que esta expulsara su poder por todo su cuerpo, creando una barrera de fuego haciendo que este se separara rápidamente de ella.


—Aléjate de mi Bankotsu— dijo enrabiada con todo su cuerpo cubierto de llamas de un rojo intenso.


—Oh la princesita se enojo… De todas maneras…—dijo mientras agarraba un mechón de cabello que ardía en llamas quemando poco a poco sus dedos pero este lo soportaba— ¡Dije que serias mía y lo serás! hare todo lo posible para ser yo el que te desposé, me encantara tenerte la noche de luna plateada… Para entonces espera con ansias cariño— dijo marchándose en un torbellino de arenas.


—Nunca me oíste Bankotsu… Nunca seré tuya…—grito a la nada mientras se retiraba hacia su habitación cerrando de un portazo.


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En el palacio estaba todo listo para la presentación del joven príncipe ya todos reunidos él amo del palacio se dirigió a sus invitados estos eran tanto licántropos como vampiros y humanos exterminadores de host. Desde lo alto de un balcón estaba listo para dar acabo la ceremonia.


—Mis queridos invitados desde hoy será anunciado mi sucesor, hijo, y próximo rey de los licántropos desde ahora les presento a mi heredero el príncipe Sesshomaru…—anuncio mientras el aludido hace presencia al lado de su padre con un gran porte y ropas dignas de un rey. Vestía una elegante capa dorada en su espalda con un traje negro de cuero, pantalones pegados a su figura al igual que su camisa larga, que en el cuello se encontraba amarrada y entre cursada, con un cinturón dorado y cortas botas negras. Los invitados aplaudían o aullaban en el caso de los lobos orgullosos de su nuevo amo.


—Bueno ya que este evento es de presentaciones, les presento a la futura reina de los vampiros —interrumpió el Lord de los fríos apareciendo en el balcón, orgulloso de causar u desagrado en el rostro de Inutaisho ante su osadía— les presento con gran orgullo a mi hermosa hija la princesa Kagome. —anunció apareciendo la aludida al lado de su padre con expresión confusa. Esta vestía un hermoso vestido largo de color rosa tipo top con volados en la falda y un cinturón del mismo color con una pequeña hebilla dorada. Mientras que los vampiros aplaudía y gritaban orgullos por su princesa.


—Vaya Excelencia Onigumo no sabia que tenias otra hija— informó Inutaisho con el rostro impasible, mientras pensaba y sonreía maliciosamente—“Ya se tu punto débil maldito”


—Le puedo asegurar que no sabe muchas cosas sobre mí, Lord Inutaisho—informó mirándolo con soberbia.


—Tal parece que ya tenemos sucesores a nuestro trono no es así —comentó con educación, quien los observaba dirían que se llevaban de maravilla pero la realidad es otra. Esto era solo apariencia cuando por fuera de ese círculo de hipocresía existía un gran rencor por ambos reyes.


—Usted lo ha dicho—confirmo Onigumo. Mientras los sucesores al trono se observaban impresionados pero sus rostros se encontraban sin expresión. Estos no se imaginaban que ambos eran de la realeza.


—Espero que tengan una agradable velada con su permiso nos retiramos —informo retirándose del balcón con elegancia junto a su hijo.


— ¿Él es el príncipe de los licántropos? —pensó la joven princesa observando conmocionada como se retiraba el joven Sesshomaru. Mientras que su padre se acercaba hacia ella y le susurraba a su oído.


—Observa bien a ese hombre Kagome. ¡El gran señor de los licántropos fue el quien acecinó a tu madre! —dijo suavemente para que solo ella lo supiera, dejando a la joven en estado de shop.


— ¿Qué? —Susurro mientras observaba a Inutaisho —“Si es así yo jure vengarme… Y eso es lo que hare”—pensó mientras cerraba sus manos en un puño de pura impotencia de saber quien es el asesino de su madre y ella sin poder hacer nada.



Continuara…


Hola… conti conti jeje espero que sea de su agrado;):D
El próximo capi se llamara
“Enemigos inmortales”:oops::p
Gracias por sus comentarios... Nos vemos…;):cool: