¿AMIGOS O ALGO MÁS? (Gaamatsu, Shikatema, Nejiten y más)

¡Hola a todos!
Aquí traje la conti de este fic, perdón por la tardanza, muchas gracias por todos sus comentarios, no sabía que iban a haber más que los de siempre, mucha pero muchas gracias, estoy de muy buen humor ahora jeje, bueno he aquí la conti, hice lo mejor que pude así que espero que les guste:

Capítulo 7: Podría ser amor

El fin de semana había pasado rápido, casi no se sintió. Y era lunes en la mañana, empezaba otro día de escuela en el instituto de Konoha.

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Un rubio de ojos azules se encontraba desayunando en el comedor de su casa, tenía que llegar a tiempo a la escuela, había estado pensando mucho en lo que ocurrió el sábado, ¿sería posible que su mejor amigo estuviera saliendo con Sakura? ¿Y si era así que iba a pasar con el favor que le pidió a Hinata?

—Naruto, hijo ya es hora de que te vayas, se te hará tarde—le aconsejó su madre, recogiendo el plato limpio del rubio de la mesa.

—Sí, ya me voy mamá, pero antes, ¿puedo hablar contigo? —le preguntó el ojiazul sonrojado, no estaba acostumbrado a tener charlas serias madre e hijo, pero ¿Quién mejor para aconsejarlo que su mamá?, que siempre estaba ahí para escucharlo.

—Claro, ¿qué ocurre?— le preguntó comprensiva Kushina. Seguro su hijo había llegado a la edad de tener problemas con chicas, le pareció tan tierno.

—Bueno, hay una chica … —no pudo continuar, ya que su madre se lanzó a abrazarlo gritando antes de poder terminar de hablar.

— ¡Lo sabía! ¡Mi pequeño bebé está enamorado! — levantó la voz emocionada apretando a su hijo con todas sus fuerzas, al punto de no dejarlo respirar casi nada.

—Mamá …no respiro …— se quejó el rubio con una voz débil debido a la falta de aire.

—Lo siento hijo, creo que aún te considero un niño— se disculpó ella soltándolo muy apenada.

—Sí, bueno, me voy, adiós mami —se despidió el ojiazul abriendo la puerta principal para salir después de darle un beso en la mejilla a la joven mujer.

— ¡Hijo! ¡¿No me ibas a contar algo?! — le recordó Kushina tratando de detenerlo, pero fue inútil.

— ¡Oh! Ya no importa — respondió el rubio apresurando el paso. Si su madre había reaccionado así como se pondría si se enteraba de lo demás. Le quería comentar que le gustaba Sakura, o algo así, pero ella amaba a otra persona, no sabía si rendirse o seguir intentando llamar su atención. Por otro lado desde una semana, sentía algo extraño cuando, ….pues sólo cuando estaba con ¿Hinata?, ver su dulce mirada y su perfecta forma de ser, sus rosados y finos labios lo confundían por completo, ¿qué estaba sucediendo? ¡Eso no le pasaba ni con Sakura por más linda que fuese! Seguro que no era nada importante.

Siguió caminando, no se había alejado mucho de su hogar, así que por “accidente” pudo observar por una ventana una escena un tanto “escandalosa” para él. Tuvo que aguantarse la risa.

—Te ves muy linda hoy amor — le dijo un hombre rubio para después besarla, era muy bien parecido, era casi igual a Naruto, también tenía ojos azules y usaba un terno negro muy elegante. Estaba listo para ir a trabajar. Pero ese tierno beso tuvo que acabar por falta de oxígeno.

—Gracias cariño, tú también te ves muy guapo Minato —dijo la pelirroja abrazándolo.

—Te amo Kushina.

—Yo también te …—fue interrumpida por su hijo, quien había estado escuchando toda la conversación amorosa tras la ventana y estuvo tratando de aguantarse las ganas de reír, pero ya no podía más.

—También te amo pastelito jajajajajaja —estalló en carcajadas el rubio menor, interrumpiendo el momento y logrando que a sus padres se les marcara una venita en la frente— ¡Enserio! ¡Busquen un hotel!—le encantaba molestarlos de vez en cuando.

— ¡NARUTO UZUMAKI!!! — gritaron ambos adultos enfadados, siempre les pasaba lo mismo.

— ¡Adiosito! ¡Los quiero!—se despidió el nombrado con un tono burlón, para después seguir su camino.

— ¡Ay! ¡Ese chico! Ya verá cuando llegue a casa— dijo enojado Minato, pero al ver la dulce sonrisa de su esposa se le pasó el mal humor que Naruto le había provocado.

— Ya cálmate cariño, ¿ya te vas al trabajo?—le preguntó Kushina algo sonrojada. Aunque ya se hubiera casado con ese hombre que amaba de verdad, aún lograba ponerla nerviosa de vez en cuando.

—Sí, querida— le contestó él algo triste, odiaba tener que irse cuando lo que más quería era permanecer todo el tiempo al lado de la mujer más importante en su vida.

—Adiós, te amo—se despidió Kushina.

—Adiós cielo, también yo a ti— respondió alegre el rubio mayor para después besarla —.Pero no creas que me olvidaré en dónde nos quedamos—le advirtió con un tono seductor al separase de ella, lo que sacó otro notable sonrojo en la joven y hermosa mujer.

Finalmente salió de su casa camino a la compañía en la que trabajaba “Konoha-Suna International Corporation”, la que dirigían dos familias muy poderosas en la ciudad, los Hyûga, que eran los principales y los Sabaku No, que no eran menos importantes. Ambas familias tenían un contrato de repartir entre equitativamente los bienes que ganaban, era un gran negocio. Competían contra empresas poderosas como la de los Uchiha, entre otras.Minato Namizake era un trabajador ordinario al igual que muchos, pero eso cambiaría pronto, ya tenían otros planes para él.

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En la habitación de Sasuke, la luz seguía apagada y él aún dormía, hasta que un fuerte grito lo despertó de pronto.

— ¡Sasuke! ¡Mocoso malcriado baja enseguida! —se holló una voz varonil y con un tono cargado de furia, venía de la sala en el primer piso.

El joven supo de quien se trataba, hizo una mueca de fastidio, se duchó, se vistió con su mismo uniforme escolar de siempre y bajó las escaleras.

—Ya me voy—anunció Sasuke abriendo la puerta principal. Ni siquiera se preocupó en despedirse de nadie ni de desayunar. Pero fue tomado del brazo con rudeza.

— ¡¿Dónde está tu educación?! ¡Ya me tienes harto!— le reclamó frustrado un hombre, de cabello negro, tez morena y ojos negros, usaba una camisa elegante y un pantalón negro muy formal al igual que los zapatos.

— ¡Lárgate y déjame en paz! —fue lo último que dijo el pelinegro, para después soltarse bruscamente de ese agarre y azotar la puerta una vez que estuvo fuera del domicilio.

— ¡Ese mocoso! ¡Ya no lo soporto!—gritó amargado el hombre.

—Ya basta Fugaku, otra vez se ponen a pelear ustedes dos, ¿ya le dijiste?—le preguntó una bella y joven saliendo de la cocina, de tez blanca, sus ojos eran de color negro al igual que su largo cabello.

—Aún no Mikoto, no se puede hablar con Sasuke, es un insolente, no se parece en nada a ….— fue interrumpido.

—No quiero que lo compares con su hermano mayor de nuevo, no en mi presencia, yo amo a mis dos hijos por igual y tú deberías hacer lo mismo. Ya es muy tarde para decirle, se va a enterar por sí mismo en la escuela —dijo Mikoto decepcionada del comportamiento de su esposo.

—Conociendo a ese rebelde, no lo va a tomar nada bien—contestó Fugaku antes de dirigirse a su despacho, en el patio trasero.

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De una lujosa limosina estacionada frente a un pequeño edificio, bajó una pequeña niña ojiperla, de cabello castaño y traía un vestido con un símbolo de Konoha.

—Hanabi, vete ya, no tenemos tu paciencia—ordenó serio un joven pelinegro desde adentro del vehículo.

—Sí, lo siento Neji, me voy—refunfuñó la niña apresurando el paso.

—Adiós Ha …Hanabi-chan—se despidió su hermana mayor también desde el interior del vehículo.

—Adiós Hinata—respondió amablemente la pequeña castaña comenzando a correr hacia una puerta de madera que decía “5º de primaria”, fue observada por ambos jóvenes hasta entrar a su salón.

—Ya podemos irnos Hiroki—dijo de forma autoritaria el pelinegro.

—Claro joven —aceptó el chofer de la limosina pisando el acelerador de esta para dirigirse a la secundaria de Konoha.

—Neji-san, ¿te o …ocu-ocurre algo? —le preguntó preocupada la ojiperla mayor. Su primo había estado muy serio y hasta grosero desde el domingo.

—No, sólo guarda silencio— respondió de una forma pedante el muchacho. Su enojo no era sólo hacia su prima, lo que también le sucedía era que aún recordaba lo que había hablado con Hanabi un día después de la fiesta en la discoteca.

FLASH BACK

Ese domingo en la tarde, Neji había estado jugando fútbol toda la mañana como solía hacer siempre, estaba agotado y necesitaba un descanso, pero antes recordó que tenía algo que hacer, estaba desesperado y debía saberlo.

—Oye niña, el otro día te dije que hablaras con Hinata, ¿qué le pasa ahora?—preguntó casi inexpresivo el Hyûga, haciendo que la niña dejara de jugar con sus muñecas.

—No sé si deba decirte, si no lo sabes hasta ahora, tal vez es porque mi hermana no quiere que te enteres—le respondió la pequeña de diez años, sacándole la lengua, lo cual enfadó al adolescente ¿cómo se atrevía esa chiquita presumida a faltarle el respeto?

—Escúchame bien niñita, sólo quiero ayudar a Hinata, así que si no me lo dices, no sobrevivirás un día más ¿entiendes?—la amenazó furioso el ojiperla tomándola de los hombros, lo que logró intimidarla.

—Está …bien …me lastimas, suéltame, no seas malo—se quejó la pequeña castaña al borde del llanto.

—Ni se te ocurra llorar, empieza a hablar …lo siento— se disculpó apenado el pelinegro, soltándola al fin, se sintió culpable. La quería mucho y era como su hermanita pero a veces podía sacarlo de quicio cuando se lo proponía.

—Bien, pues ella me dijo que Naruto le confesó en su cita que está enamorado de una tal Sakura y que le pidió que lo ayude a conquistarla, todos los día la oigo decir desde su cuarto que le manda a hacer tontas tareas— terminó de narrar Hanabi con lujo de detalles, sin percatarse de que un aura asesina aparecía alrededor de su primo— ¿Crees que le guste ese chico?

—Me voy a mi habitación—dijo el joven muy serio, más de lo normal, ahora lo comprendía. El bobo de Naruto la estaba lastimando demasiado y ni siquiera se daba cuenta. Sentía deseos de hacerle daño, pero sabía que si lo hacía terminaría delatando a su prima, y eso era lo que menos quería. Era irritante conocer la triste verdad y no poder hacer nada para mejorar las cosas.

—Pero, ¿no me darás las gracias?—reclamó la ojiperla menor con su orgullosa actitud de siempre.

—Hmp—fue todo lo que dijo el Hyûga para después dirigirse a su alcoba y poder pensar mejor las cosas.

FIN DEL FLASH BACK

Después de ese recuerdo todo el resto del camino se mantuvo callado. Tenía que decirle a su prima que ya se había enterado de todo, no podía creer que no se lo había contado antes, tuvo que enterarse recién con Hanabi, sino aún no sabría nada.

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En el campus de la secundaria ya se hacían presentes los Sabaku No. Una chica castaña y de ojos verdes se le acercó al menor de ellos y lo besó en los labios. Temari los observaba con fastidio, en eso vio a su amiga Matsuri, estaba sentada en una banca un poco lejos de ella y miraba con tristeza la escenita de su hermano y su tonta novia.

—Bien Gaara, yo y Kankuro nos vamos, te vemos luego—le dijo la rubia interrumpiendo el momento.

—Sólo lárguense—contestó pedante y grosero como de costumbre, tomando a Sari de la mano para dirigirse al salón de clases.

— ¡Si sigue así de verdad lo mataré!— se alteró la mayor Sabaku No—.Pero cambiando de tema, no me agrada esa chica y sé que a él tampoco.

— ¿Y por qué tenemos que interesarnos en sus problemas?—Preguntó Kankuro confundido, sabía muy bien que a su hermanito menor no le gustaba para nada que ellos dos estuvieran de metiches en sus asuntos.

—Pues porque quiero hacerle un favor. ¿Recuerdas el problema que tuvimos con Matsuri? — le preguntó la chica recordando con nostalgia a su mejor amiga, la extrañaba y quería amistarse con ella.

—Tuvimos es mucha gente, fueron tú y Gaara, además yo no sé cúal fue el problema, nadie me contó nada—respondió el castaño con una gotita en la frente.

— ¡Mejor cállate! Eres un lento— le reprochó su hermana haciendo un puchero, su hermano tenía desgraciadamente la
razón—. Te lo resumiré, ambos se gustan, pero no lo aceptan. Gaara fue grosero con Matsuri para alejarla de él y se consiguió otra chica. Trata de huir de sus sentimientos, pero tú me ayudarás a unirlos.

— ¿Cómo?—preguntó Kankuro interesado. Le agradaba la idea de convertirse en Cupido, en especial con su torpe hermanito menor.

—Primero responde, ¿crees que Sari es bonita?—le interrogó de pronto la rubia sonriéndole con picardía.

— ¿Eh? —el castaño se quedó muy intrigado, ¿qué cosa se proponía Temari que hiciera?

Se pasaron todo el rato hablando sobre lo que iban a hacer, sólo esperaban a que el descanso llegara para poner en marcha su plan. Kankuro no estaba muy convencido al principio, pero si era por Gaara, haría lo que fuera necesario.

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Sonó la campana y todos entraron a los salones. En el cuarto y penúltimo año sección A, había un gran alboroto por la demora del profesor de matemáticas, Kakashi-sensei.

Sakura era hostigada por Ino, quien no paraba de hacerle preguntas como loca, todo era sobre la fiesta del sábado y al final quedó muy enojada.

— ¿¡Nada más pasó?!— se quejó la rubia sacudiendo a la pelirrosa. Ella esperaba mucho más de ellos dos, no sé, tal vez….que ¡estuvieran juntos!

—Ino, no grites, algo es algo—se defendió la ojijade, pero sin conseguir nada. Su amiga la soltó de pronto haciéndola perder el equilibrio y caer para atrás, pero antes de sentir el duro y frío suelo en la cara fue sostenida por una persona muy especial para ella.

—Sasuke-kun, arigato—dijo sonrojada. Sin darse cuenta de que seguía en los brazos del muchacho.

—Hmp, ten más cuidado—respondió inexpresivo el azabache. Pero se percató de que se encontraba muy cerca del rostro de la pelirrosa. Sentía un extraño deseo de besarla, de probar esos tentadores y rojos labios que la joven poseía. La distancia entre sus rostros era cada vez más pequeña. Pero el momento fue interrumpido por la llegada del maestro de matemáticas. Se separaron muy avergonzados y sonrojados, pero el Uchiha logró disimularlo.

—Gomen, voy a mi sitio—dijo cortante el pelinegro para luego caminar hacia su lugar.

Lo mismo hizo Sakura decepcionada, Kakashi-sensei se retrasaba todas las clases y cuando estaba a punto de besar al chico que amaba desde siempre se le ocurría aparecer, que inoportuno era.

— ¿Qué fue eso? Casi lo lograbas—le susurró Ino, que se sentaba a su lado, había visto todo y estaba de acuerdo con su amiga, el profesor era muy inoportuno.

—Lo sé …..—se desanimó la ojijade y se dispuso a prestar atención a la clase. El profesor era un hombre que llevaba un extraño peinado, su cabello era plateado, una máscara le cubría la boca, tenía los ojos color miel y era de tez blanca. Era además muy atractivo, joven y sacaba algunos suspiros en varias de las chicas.

—Buenos días, lamento la demora, me extravié por los confusos caminos de la vida ….—fue interrumpido por sus alumnos.

— ¡Es mentira!—gritaron todos al unísono mientras que le aparecía una gotita en la frente y ponía cara de “ya nadie me respeta”.

—Jeje, bueno, antes de empezar quiero presentarles a sus dos nuevas compañeras, ellas son Umiko Nakamura y Sasame Takahashi— dijo el peliplateado con entusiasmo. Dos chicas entraron por la puerta y varios jóvenes se quedaron embobados. La primera chica tenía el cabello color púrpura, ojos rojizos, era de tez pálida y fue reconocida de inmediato por dos personas. La segunda joven tenía el cabello color naranja, hermosos ojos pardos y era de tez blanca.

—Es ella …—pensó Sakura al ver a la primera joven—. Es la chica de la discoteca, la que trató de acercarse a Sasuke.

—No puede ser, lo que me faltaba —pensó el Uchiha menor al ver a Umiko, sabía que un gran problema se avecinaba.

—Te dije que las cosas no se iban a quedar así —pensó la chica de pelo morado notando la presencia de cierta pelirrosa y lanzándole una mirada malévola.

Las recién llegadas se sentaron en unos asientos vacíos al fondo del salón. El resto del primer período fue muy aburrido, pero por suerte llegó el descanso y todos se dirigieron al patio a relajarse un poco.

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Neji se disponía a ir a sus dos amigos, pero fue detenido por su prima, quien lo miraba preocupada.

—Etto …Neji-san, ¿es …estás enojado con …conmigo?—preguntó la peliazul de forma casi inaudible, pero fue claramente escuchada por el Hyûga.

—Hmp, ahora responde ¿por qué no me lo dijiste?—exigió saber el pelinegro indignado.

— ¿Qué co …cosa?—preguntó la ojiperla, según ella, su primo siempre estaba pendiente de todo lo que hacía, necesitaba privacidad.

—Naruto te pidió que lo ayudaras con Sakura ¿verdad?—soltó Neji como si no fuera nada—. Ese torpe aún no sabe que te gusta.

— ¿Ha-Hanabi te lo di …dijo?—intuyó la peliazul, su hermanita era la única que sabía además de ella y Naruto, no había cambiado nada.

—Sí, yo la obligué, veo que no soy lo suficientemente confiable como para decírmelo—dijo el joven algo ofendido, era verdad que cuando era un niño odiaba a Hinata, a su tío Hiashi lo consideraban el más importante de la familia, incluso más que su padre, ahora pensaba que él y su prima se llevaban mejor y que podían contarse lo que sea, pero al parecer no era así—. Me decepcionas …inepta.

—Neji …san—pronunció con tristeza la ojiperla, no era que no quiso contarle, pero su primo debía entender que tenía el derecho de guardarse las cosas que consideraba privadas, no era necesario ponerse así. Pero lo que más le dolió fue que la llamara de esa manera, no le había dicho inepta desde que eran niños, en esa época en la que se creía superior a ella y en la que nunca paraban de pelear, ¿todo iba a volver a ser así?

Sólo lo vio alejarse, tal vez debía disculparse con él y aclarar todo.

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Ino acompañaba a Sakura, pero esta última lucía algo rara, estaba seria ycallada.

—……..Y por eso no acepté salir con él, fue lo mejor que he hecho, ¿verdad?—preguntó la rubia después de haber hablado sin parar como por veinte minutos, pero no obtuvo respuesta alguna por parte de su amiga, que se encontraba perdida en sus pensamientos y no le prestó nada de atención.

—Ella no va a impedir que esté con Sasuke—pensó intranquila la pelirrosa—. Me esforcé mucho para acercarme a él, no puedo permitir que ella lo arruine todo.

— ¡Sakura!—gritó Ino por tercera vez obteniendo al fin la atención de la Haruno— ¿Escuchaste lo que dije?

—Ajá, claro, tengo que hablar con alguien, ¡te veo luego!— respondió nerviosa la ojijade antes de salir corriendo.

—A veces es muy rara—pensó la rubia confundida por la actitud de Sakura —. Pero ahora que me acuerdo mañana tengo examen, iré al salón por mi libro—recordó para luego encaminarse a su aula.

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Los hermanos Sabaku No, al menos los dos mayores y amables, aún discutían su plan y era tiempo de empezar.

—Listo, ahí está esa chica—dijo Temari señalando a la castaña de pelo largo y ojos verdes claros, que estaba saliendo de su salón— ¡Ve con ella Romeo!

—No lo sé, ahora que lo pienso, ¿qué de bueno ha hecho Gaara por mí? —Preguntó pensativo el castaño—. No me gusta, que se quede con mi hermanito.

— ¡¿Qué?! ¿Ahora eres gay o algo por el estilo?—contestó burlona la rubia haciendo enfadar a su hermano.

— ¡Claro que no! ¡Si me vuelves a molestar le diré a todos que tú y el vago de Shikamaru son novios!—gritó Kankuro enojado sacando un sonrojo en su hermana.

— ¡No lo somos! o al menos no hasta que él me lo pida —respondió avergonzada la rubia bajando la voz al mencionar la última frase—. Bien, me callaré, ahora anda con ella y para empezar trata de hacerte su amigo.

—Está bien, pero no creo que resulte, se ve que ama a nuestro hermanito y las chicas dicen que yo no soy tan “lindo” como él—dijo resentido el joven castaño haciendo comillas con sus dedos al pronunciar esa palabra, por la que tenía un bajo autoestima a veces—. Me voy, si tengo suerte caerá rendida a mis pies en un semana.

— ¡Sólo procura no enamorarte!—gritó alegre la mayor Sabaku No.

— ¡Qué graciosa! ¡Eso no pasará nunca, te lo aseguro!—respondió animado el castaño antes de caminar hacia Sari.

Kankuro llegó al lado de la castaña, ya tenía claro lo que tenía que hacer, sólo esperaba que su hermanito no modificara su cara por robarse a su “novia” a la que “tanto quiere”.

—Hola, tú debes Sari, la novia de mi hermanito—la saludó el castaño amigablemente.

—Hola, sí y tú eres Kankuro ¿verdad?—preguntó alegre la chica—. Eres el hermano mayor de Gaara, me ha hablado de ti.

—Ese soy yo y ¿enserio? ¿Qué dijo?—le preguntó el joven muy entusiasmado.

—Pues la única vez que me habló de ti, dijo que eras un idiota—le dijo la chica de lo más tranquila, dejando al castaño sorprendido y serio, pero tuvo que disimular que estaba bien, sino temari lo mataría por echar a perder el plan.

— ¿Así que eso te dijo? Sí, ese es el Gaara que conozco, pero no le hagas caso, igual puedo decir que eres muy linda—la alagó el joven castaño lo que la hizo sonrojarse levemente, era lindo que le dijeran eso, Gaara nunca la había llamado así, sólo la besaba y la abrazaba a veces, pero nunca le decía algo bonito o que la amaba, ella sí lo hacía y casi siempre.

—Oh gracias—dijo la joven algo nerviosa—. Yo tengo que buscar a mi novio, fue un placer conocerte, y no creo que seas un idiota para nada, adiós.

—Espera, ¿te gustaría ir conmigo a tomar algo después de clases?—preguntó indeciso Kankuro, si quería conquistar a Sari, tenía que ser rápido. Pero tenía un extraño presentimiento, sentía que algo inesperado y que no iba de acuerdo al plan iba a pasar.

—Gracias, pero no creo que a tu hermano le agrade esa idea—dijo la castaña, estaba segura de que Gaara la amaba tanto como ella a él, aunque no lo demostrara mucho. ¿Qué iba a pensar si salía con su hermano mayor?

— ¡Ay! Por favor, anímate, no le diremos nada a mi hermanito, además sólo como amigos claro—insistió el Sabaku No, convenciendo a la joven.

—Bien, pero sólo un momento, no quiero que Gaara se enoje—accedió al fin la chica, Kankuro asintió con la cabeza —. Te veo a la salida entonces.

—Adiós—se despidió él al verla alejarse—. Esto será fácil, aunque si lo pienso bien, ella es bonita, divertida, graciosa, me gusta ….¡Esperen! ¡¿Qué estupidez acabo de decir?! Debo estar loco. Seguro me agrada su personalidad y nada más.

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En una banca en el patio de la secundaria, estaba sentada una castaña de pelo corto y ojos negros, estaba leyendo una novela que adoraba, coleccionaba como seis tomos del mismo tema. Pero fue interrumpida por la persona que menos quería ver en el planeta.

—Oye Matsuri—la llamó un joven pelirrojo que la miraba fijamente, pero al ver el libro que sostenía sonrió de manera burlona, cosa rara en él—. No sabía que leyeras basura.

—Y yo no sabía que la basura hablara—lo insultó la castaña de forma desafiante, con lo cual logró que una venita se marcara en la frente del chico.

—No me hace gracia, como sea niña fea, la otra vez olvidaste tu billetera en la enfermería, aquí la tienes—dijo enojado el menor Sabaku No entregándole un pequeño estuche color rosa con corazones rojos, aún tenía gustos infantiles. Gaara en ese momento volvió a sentir lo que la hizo alejarse de ella, era algo muy cálido, un sentimiento de seguridad y confianza, de no querer separarse de ella, ¿qué le pasaba? no estaba enfermo, lo único que podía ser era….pues ya le había explicado cómo se sentía, pero él nunca lo había experimentado, eso que sentía encajaba perfectamente con la descripción que le dio su tío Yashamaru cuando era un niño.

— ¡No puede ser!—gritó indignado el pelirrojo sin darse cuenta de que llamó la atención de los alumnos que estaban cerca de él, uno de ellos era su hermana, quien lo andaba buscando, todos voltearon a verlo al igual que la castaña, quien lo miraba asustada.

— ¿Qué demonios te pasa ahora?—le preguntó Matsuri de mala gana. Siempre tenía que sucederle algo raro cuando estaba con él. Lo odiaba, no lo soportaba por haber sido un miserable que la trató mal sin ningún motivo. Esa mirada penetrante, esa voz varonil y seductora, todo de él la ponía nerviosa y cuando reaccionó se descubrió pensando en Gaara, algo malo le estaba pasando, pero era lo mismo que sentía cuando aún eran amigos. Debía estar loca o enferma, si seguía así iba a buscar un psiquiatra, no tenía idea de lo que pasaba, estaba segura de detestarlo ¿o no?

—Nada, ¡toma tu estúpida billetera!—levantó la voz el joven de ojos aguamarina de forma grosera entregándole o mejor dicho arrojándole el objeto para después alejarse furioso.

— ¡El estúpido eres tú! ¡¿Cuál es tu problema?! — le gritó la joven de ojos negros al verlo marcharse.

— ¡Tú eres el problema! Sólo mantente alejada de mí—le respondió cortante el pelirrojo, dicho esto siguió caminando sin decir nada más, por fin lo entendía, debía hablar con alguien que lo ayudara, pero ¿con quién?

— ¡Tú te acercaste a mí! ¡Baka!—exclamó la castaña ofendida y enojada, no pudo evitarlo, cristalinas lágrimas empezaron a rodar por sus rosadas mejillas, esta vez ni siquiera le había hablado y venía y le gritaba sin ninguna razón, como lo hizo la otra vez.

— ¡Matsuri!—la llamó Temari corriendo hacia ella, después de todo había escuchado la “conversación” que tuvo con su hermanito, tenía que hablar con él. Al llegar al lado de la chica la abrazó sin dudarlo dos veces.

—Temari, yo no sé qué pasó—dijo aún llorosa la castaña, estaba demasiado deprimida como para separarse de ella, necesitaba una amiga que la apoyara en ese momento.

—Lo siento amiga, perdónalo, es un idiota—la animó la rubia—. Pero creo que ya sé por qué se portó así.

— ¿Qué?—exigió saber Matsuri confundida, ¿ella sabía por qué Gaara estaba tan raro?

—No es nada, iré a hablar con él, ahora vuelvo, no estés triste por favor—le dijo Temari separándose de ella para después salir en busca de su hermano.

—Y otra vez se repite lo mismo …Gaara, yo creí que íbamos a ser amigos—pensó cabizbaja la castaña apoyando su cabeza en sus rodillas. Sólo quería averiguar qué era lo que sentía y por qué el pelirrojo la había tratado tan mal ¿acaso la odiaba?

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Sasuke y Neji estaban hablando, bueno a lo que ellos llamaban hablar, porque casi no decían nada en todos los descansos, sólo faltaba Gaara, no lo habían visto en todo el día.

— ¿En dónde se habrá metido Gaara?—preguntó Sasuke sin interés pero al no obtener respuesta del Hyûga quiso averiguar que le sucedía — ¿Y a ti qué te pasa?

— ¿Eh? Ah, nada—respondió el pelinegro que acababa de reaccionar, ya que había estado demasiado pensativo por lo de su prima—. Me tengo que ir, adiós.

—Bueno, adiós—se despidió cortante el azabache, su amigo se comportaba muy extraño desde esa mañana.

— ¡Sasuke-kun!—se escuchó una voz femenina y conocida.

— ¿Qué?—contestó serio el pelinegro, no le agradaba que lo llamaran “Sasuke-kun” sólo ella y Hinata le decían así.

— ¿Qué? Te diré qué, ¡Umiko está en nuestro salón!— le contestó alterada la pelirrosa, no podía entenderlo, esa desagradable chica estaba en la misma habitación que ellos dos y ¿a él no le importaba?—. Intentará sobrepasarse contigo.

— ¿Acaso estás celosa?—preguntó Sasuke con un tono burlón, ella se veía muy tierna cuando se ponía así, no tenía idea de por qué siempre tenía esos pensamientos innecesarios cada vez que la veía, era algo extraño.

—¿Yo? …claro que no—respondió nerviosa la ojijade. Era verdad que sí lo estaba, pero no podía dejar que el Uchiha lo supiera.

— ¿Y por qué tanto interés entonces?— volvióa preguntar el azabache acercándose cada vez más a la joven.

—Sasuke ….—pronunció la pelirrosa casi inaudible. Pero se sorprendió demasiado cuando volteó y pudo divisar a una persona que no veía hace años, era unos de sus grandes amigos y los observaba a ambos con una sonrisa pícara en el rostro.

—Lo siento …..¿qué sucede?—se disculpó Sasuke al ver lo que estaba a punto de hacer de nuevo, era la tercera vez que casi la besaba, ya le estaba preocupando. Pero al ver la cara de asombro de la chica, desvió la mirada y se llevó una horrible sorpresa, la ira se apoderó de su cuerpo y agarró de la camiseta a aquel joven.

— ¡TÚ! ¡¿QUÉ HACES AQUÍ?!—gritó con todas sus fuerzas soltándolo para después darle un brusco empujón.

—Volví de la gira, ¿así es cómo me recibes hermanito?—preguntó resentido el muchacho, tenía 18 años, era de tez morena, tenía los ojos negros al igual que su largo cabello recogido en una coleta.

—Itachi …kun—pronunció débilmente la ojijade.

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Ino salía del salón de clases llevando un libro de química, iba distraída mirando por todos lados sin darse cuenta de que alguien estaba en su camino, cuando menos lo esperó ya estaba mancha de pintura y su uniforme escolar parecía un arcoíris. Al levantar la mirada dispuesta a gritarle al idiota con el que se había tropezado se quedó helada, no podía creerle a sus propios ojos, era un chico de lo más guapo, tenía el cabello corto y negro al igual que sus ojos y era de tez pálida. La miraba animado, aunque su sonrisa no parecía muy sincera.

—Ten más cuidado, eres una chica torpe—comentó el chico de lo más calmado, como si nada hubiera pasado para después agacharse a recoger los pinceles y los pomos casi vacíos de pintura que habían caído al suelo a causa del choque.

— ¡Qué has dicho! ¡Eres un idiota! ¡Estabas en mi camino!—le gritó la rubia alterándose por la paciencia de ese muchacho, ¿acaso no la veía toda cubierta de pintura?

—Sólo fíjate y no te quejes, adiós—contestó el pelinegro sin inmutarse, dicho esto se dio vuelta y se alejó de la joven dejándola sorprendida y con las palabras de la boca.

— ¡Espera! ¿Quién diablos eres tú?—le gritó Ino al verlo irse.

—Mi nombre es Sai, de la clase de al lado—se presentó el de tez pálida volteando hacia la rubia y regalándole otra de sus
falsas sonrisas.

—Soy Ino Yamanaka, si me vuelves a manchar con tus pinturas la pagarás bien caro ¿oíste?—le advirtió la ojiceleste cruzándose de brazos un poco más clamada.

—Como digas, hasta luego ….preciosa—dijo de pronto el pelinegro de lo más normal, como si lo que dijo no hubiese sido nada, pero no notó el gran sonrojo que se formó en el rostro de la rubia, había logrado ponerla nerviosa tan solo con su forma de ser.

— ¿Por qué me pongo así de repente? Él es diferente….—pensó la Yamanaka al perderlo de vista, sintió como su corazón latía muy rápido, se había acelerado y todo su cuerpo estaba tenso. Sai no era igual a todos los chicos que le hablaban, era demasiado, cómo decirlo, era muy …Sai.

Cuando Ino recuperó su estado normal, recogió su libro de química, que también había caído al suelo y se dirigió al baño de chicas para limpiarse.

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Cuando Temari llegó al lado de su hermano, lo encontró sentado en una banca, tenía la cabeza apoyada en sus manos, parecía confundido y era un momento en el cual la necesitaba.

—Gaara, ¿qué te ocurrió? ¡La hiciste llorar de nuevo!—le reprochó la rubia sentándose a su lado.

—No te importa, déjame en paz, estoy bien—le contestó con su típica actitud grosera de siempre, pero sin conseguir
nada.

— ¡No me hables así! Yo sólo quiero ayudar, ¿por qué quieres alejarte de Matsuri?— le preguntó calmada la Sabaku No, que no entendía por qué su hermanito hacía tanto drama para admitir que estaba enamorado.

—No sé, me siento raro cuando ella está a mi lado, siento algo cálido en mi interior, es como si no me quisiera separar de ella, ¿qué rayos me sucede con esa chica?—le contestó serio el pelirrojo, pero se notaba que tomaba enserio cada palabra que pronunciaba, esta vez era muy diferente para él.

—Gaara, yo creo saber lo que te pasa—mencionó Temari llamando la atención del joven. En ese momento parecía un niño que tenía curiosidad por conocer algo nuevo en su vida—. Tú estás enamorado de Matsuri.

—Ya, de verdad Temari, esto es lo malo de hablar contigo, siempre dices tonterías—bufó el muchacho, no quería creerlo, no podía ser verdad, ¿él enamorado de alguien que apenas conoce? Si claro, que ridiculez.

—No es ninguna tontería, sabes que es verdad hermano, ¿no es lo que te dijo mi tío Yashamaru antes de ….? Ya sabes—le insistió la rubia, estaba segura de que su hermanito le tenía un cierto “temor” a ese hermoso y muy tierno sentimiento, debía encontrarle el lado bueno—. Vamos Gaara, admite que es verdad, ya no lo niegues más.

—No puede pasarme esto a mí, pero lo que dijo mi tío Yashamaru es exactamente lo que siento, yo no puedo creer que diga esto, pero ……Matsuri me gusta de verdad—confesó por fin el chico de ojos aguamarina, era la verdad, estaba enamorado, era algo nuevo para él y no podía negarlo más.

— ¿Y qué vas a hacer?—preguntó interesada Temari abrazando a su hermano, el cual no tuvo más opción que aceptarlo, por más que odiara esas demostraciones de cariño.

—No lo sé, ¿qué le digo a Sari?—cuestionó Gaara fastidiado al terminar el abrazo, esa chica era demasiado melosa para su gusto y no la quería de verdad. Pero ella iba a ser un problema, estaba enamorada de él y pues parecía que no lo iba a dejar libre tan fácilmente.

— ¿Vas a romper con ella?—volvió a preguntar la rubia.

—Creo que sí, pero, ella si me quiere, yo ya no puedo seguir así, haciéndole creer que me gusta—dijo el pelirrojo decidido. Quería decirle lo que sentía a Matsuri y por lo menos ser su amigo de nuevo.

—No te preocupes por eso, yo ya me encargué, jeje—rió nerviosa Temari, haciendo que su hermano levantara una ceja en señal de confusión.

— ¿Qué? ¿Cómo que te encargaste de eso? Tú y Kankuro se metieron en mis asuntos de nuevo ¿verdad?—preguntó irónico el pelirrojo— ¿Cual es su tonto plan esta vez? ¿Hacer que Kankuro conquiste a Sari?

—Claro que no …espera, ¿cómo supiste?—se sorprendió la Sabaku No, a veces su hermanito daba miedo.

—Ustedes dos son tan predecibles, bueno ¿tú crees que deba decirle a Matsuri lo que me pasa?—preguntó serio el pelirrojo, tenía un problema para hablar de sentimientos y ya que era la primera vez que lo hacía, no lo podía expresar tan abiertamente.

— ¡Claro que debes decirle!—gritó emocionada la de ojos verdes tomando de los hombros a su hermanito, el cual se soltó rápidamente.

—Pero no creo que sienta lo mismo después de lo grosero que fui con ella—dijo cortante el pelirrojo, estaba convencido de que ella lo odiaba con todo su ser, era imposible que le correspondiera.

—Pero, tiene que saber, o ¿quieres que ella te considere un cretino sin motivo para serlo?— le preguntó enojada la rubia, tenía razón, Matsuri lo creía un miserable y sin ninguna razón para serlo.

—Bien, se lo diré, pero ¿cuándo?—dijo el pelirrojo.

—Pues ahorita mismo, ¡ve con ella!—exclamó feliz la rubia empujando a su hermano para que buscara a Matsuri.

—Temari …..gracias, voy a hablar con ella, pero si le dices a alguien de esta conversación lo negaré—aclaró el pelirrojo para después ir en busca de la castaña, dejando a su hermana con una sonrisa en el rostro.

—De nada, y está bien, no le diré a nadie—respondió alegre la rubia mientras lo vía alejarse.

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Matsuri aún seguía llorosa y deprimida sentada en la banca, el descanso aún no terminaba. Para ella todo la confundía, el chico que la había tratado como lo peor del mundo le empezaba a gustar, de eso no estaba tan segura, pero después de todo lo que había sentido al estar a su lado, no había otra explicación, pero no tenía ni la más mínima esperanza de estar con él, ese chico la odiaba, ella nunca se podría comparar con Sari. Además estar atrás de él como un perrito sería estar rebajándose, después de cómo la trató ya no quería ni verlo en pintura. Sabaku No Gaara había muerto para ella. Estaba dispuesta a olvidarlo, ni siquiera quería ser su amiga de nuevo, pero aún no podía parar de llorar, nadie dijo que iba a ser fácil.

—Oye, ¿estás bien?—escuchó una voz varonil que no pudo reconocer. Al levantar su triste mirada se quedó paralizada, tenía a un chico guapo y famoso ahí frente a ella.

—Sí gracias, ……..no puede ser, tú eres Itachi Uchiha, el guitarrista de mi banda favorita, los Akatsuki—dijo la castaña nerviosa reconociéndolo por las numerosas veces que lo había visto en la televisión junto con los demás integrantes del grupo.

—Sí, ese soy yo, tal vez conozcas a mi hermanito—contestó el azabache mayor sentándose a su lado.

—Tú eres el hermano mayor de Sasuke—dijo la ojinegra sorprendida, era increíble que no lo hubiera notado antes, ambos se apellidaban Uchiha y se parecían mucho.

—Sí y ¿cuál es tu nombre?— preguntó amablemente el pelinegro. Lo que había sucedido era que la “linda bienvenida” que le dio Sasuke sólo se debía a una cosa, sus padres no le habían contado nada. Después de la pequeña pelea con su hermano y su agradable encuentro con Sakura quiso recorrer la escuela en compañía de sus amigos e integrantes de su banda, que también iban a estudiar ahí, pero al ver a esa chica llorando sentada en esa banca quiso ir a animarla y se separó del grupo. Esa era la notoria diferencia entre él y Sasuke, Itachi era mucho más amable y sociable.

—Mi nombre es Matsuri—se presentó se presentó la castaña un poco más calmada.

—Tienes un lindo nombre, mucho gusto Matsuri—le dijo el Uchiha mayor sonriendo—. Y dime ¿por qué llorabas?

—No es nada, sólo era por un idiota, ¿sabes? Antes creía que me gustaba pero ahora lo detesto, es un completo miserable y no quiero volver a ser su amiga nunca jamás, esta no se la voy a perdonar …..—dijo débilmente la castaña sorprendiendo a Itachi, el cual simplemente la abrazó al verla derramar un par de lágrimas.

Todo iba a volver a ser como antes, pero lo que no habían notado es que alguien los escuchaba detrás de una pared que
estaba junto a ellos.

—Matsuri …..—pronunció casi inaudible un joven pelirrojo que lo había escuchado todo, eso era lo que él temía, no ser correspondido, era como él suponía, enamorarse era una estupidez y no servía para nada, sólo traía dolor y sufrimiento. Eso que ella había dicho lo había lastimado mucho, y decidió rendirse. No podía terminar con Sari aún, todo seguiría igual.

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Inner: ¡¿Eso es todo?! ¿Qué pasó? ¡conti! ¡conti! *se pone a llorar*

Yo: Cálmate, lo voy a continuar pronto.

Inner: ¿Enserio? *deja de llorar* de todas maneras no me caes bien.

Yo: No me interesa, además Gaara me invitó a salir mañana ¡jaja!

Inner: ¡Noooooo! *se desmaya*

Yo:*le roba su billetera de ositos y se va*

Bueno hasta aquí el séptimo capi, espero que haya sido de su agrado y para aclarar todavía no ha terminado la escena de Gaara, Itachi y Matsuri, sigue en el próximo capi.Y perdonen las fans de Shikatema y Nejiten, voy a tratar de poner más de esas dos parejas en el próximo capi ¿si? No me maten. Gracias por leer, dejen sus comentarios y críticas, y respondan las preguntas por favor. Próximo capi, mi cita con Gaara, jaja, nooo, xD. Hasta la conti! Byee!

¿Qué les pareció el capi? ¿Parte favorita?
¿Les pareció bien que Neji se pusiera así por lo de su prima? ¿Se reconciliarán?
¿Sasuke besará a Sakura algún día?
¿Les gustó la aparición de Sai?
¿Qué creen que hará Umiko ahora que está en esa escuela?
¿Matsuri perdonará a Gaara? ¿Volverán a ser amigos? ¿Itachi será un nuevo problema para el Gaamatsu?
¿Sari se enamorará tan fácil de Kankuro?
¿Qué creen que pasará en el próximo capi?


Próximo capi: Completamente extraños.