Drabble Wir Sind Die Jäger [Infected City - Asesinos]

Well, creo que el opening de Shingeki no Kyojin es muy inspirador. Así todo épico y, creo, le va bastante bien al rol. Será nuestra nueva banda sonora (?) Okno, ignoren eso. Esto será una serie de drabbles basada en la canción Guren no Yumiya, el primero tendrá 500 palabras, el segundo 400 y el tercero 300. Será mi reto personal el acabarlos todos antes de las doce de la noche del día de hoy. xD

Wir sind die Jäger.​

​

​

— Sind Sie das Essen? Nein, wir sind die Jäger.—​

​

​

Mia contempló la destrucción a su alrededor. Tantas muertes, tanta sangre… Qué desperdicio. Muchas de esas personas podían haber sido asesinadas por ella y no por esos patéticos descerebrados que, a lo mucho, sabían caminar y matar sin decencia alguna.

Desde su posición elevada podía ver cómo la gente corría espantada de aquí para allá, encontrando su final a la vuelta de cada esquina. No había orden y reinaba la anarquía. La justicia hacía tiempo que había abandonado la tierra y la conciencia hizo lo propio con los seres humanos.

Cerró los ojos con un suspiro y desenvainó sus espadas. Una sonrisa orgullosa se dibujó en sus labios. Había tenido que matar al embajador japonés para conseguirlas, pero había valido la pena. Unas katanas duales únicas en el mundo. Eran las originales, con cientos de años de historia.
Y la calidad era tan sublime, que solo bastó con afilarlas un poco para que recuperaran su antigua gloria arrolladora. Eran como ella, asesinas silenciosas y eficaces.

Saltó del tejado donde se resguardaba de la destrucción, directa hacia la masa de cadáveres que se alzaba contra ella. Mia rebanó cabezas mientras corría rápidamente hacia la salida de la ciudad.
Estaba cansada de esperar. Estaba cansada de mirar como el mundo se devoraba a sí mismo. Era hora de actuar. No podía permitir quedarse quieta como una presa obediente sin ninguna posibilidad de enfrentar la destrucción. Ella era Mia Ivashkov. No era una presa.

Era una cazadora.

Y como tal, no iba a permanecer expectante ante un futuro incierto. Era hora de levantarse y luchar. Era hora de sobrevivir.

Era hora de contraatacar.

Se deshizo de tantos como se le cruzaban en el camino. Muchos. Pero nunca demasiado. La adrenalina quemaba como fuego ardiente en sus venas, dándole fuerzas para continuar. No podía dar un paso en falso o sería devorada por sus propias presas, pero eso ya lo sabía.
Aún con toda la excitación y revuelo que provocaba en ella un nuevo desafío, sobre todo de ese calibre, Mia podía controlarse a la perfección. Solo debía dejar libres sus instintos. Simplemente tenía que ser un monstruo desatado.

Y esto no significaba que dejara de ser consciente del peligro que suponía estar en aquel lugar. Ella era conocedora de que cualquier cosa podría salir mal, pero aquella vocecita en su cabeza había sido apartada hace mucho tiempo.

Estaba cansada de vivir enjaulada. Estaba cansada de ser pisoteada por cualquiera con suficientemente poder para hacerlo. Estaba cansada de que nadie recordase un nombre que cambiaría las cosas.

Con el ceño fruncido y sus ojos rojos brillando con fiereza, Mia sonrió sádicamente, dándole la apariencia de un lobo hambriento en busca de su presa. Corría por la ciudad rebanando cabezas, no le importaba que hubiera un camino menos accidentado que ese por el que salir de la ciudad.

Ahora ella iba a mostrarle al mundo lo que un verdadero cazador puede hacer. El “ganado” que era la humanidad sería completamente diezmado por su estupidez, pero aquellos pocos con la suficiente inteligencia para seguir sus instintos iban a luchar por el poco mundo que les quedaba.

Porque eran cazadores.

 

Vale, pasaron de las 12, pero tiene escusa. (?) Me fui a ver World War Z. Ahora vengo con inspiración renovada. Antes de que termine la madrugada tendré el tercer y último drabble listo. Será el desenlace. Este drabble es como un flashback a lo que sucedió antes de que Mia tomara el control de sí misma y decidiera actuar. Indaga un poco en lo que he dicho alguna que otra vez, en el siguiente drabble tal vez se sepa un poco más de la misión que tenía Ivashkov en Moscú y quien fue el empresario que la mandó a "la zona cero" de Rusia.​

Wir sind die Jäger.​

​

—Shiseru garou no jiyuu o!—​

[¡Somos tan libres como lobos hambrientos!]​

​

​

La zona cero era un infierno, literalmente. La gente gritaba y trataba de escapar, sin éxito, de lo que estaba por venir. Hombres armados que disparaban a todo lo que se moviera, fuera humano o no. Mia estaba entre ellos.

Y ese fue el único momento de toda su existencia en el cual no disfrutó del acto primario de matar por instinto. Era la primera línea de defensa de una de una de las mayores potencias del mundo. Moscú estaba perdida.

Y ya no importaba que la plaga no se hubiera originado allí, para ella lo único que importaba era que había sido la primera ciudad Rusa en caer. No esperaba que fuera la única, ya que eso era un pensamiento demasiado ingenuo para alguien como ella. Además, para algo estaba allí, tenía asegurarse de que la infección no llegara a un determinado lugar.

Al sur, mucho más al sur de Moscú, donde los empresarios rusos se encontraban bebiendo un vodka que valía más que cualquiera de los que estaba dando su vida en la primera línea de defensa, mientras se jactaba de ser superior a todas las hormigas que eran devoradas por sus propios camaradas.

No había odio ni rabia en el rostro de Mia. Para eso estaba hecha, al fin y al cabo. Los empresarios le daban todo lo que ella quería, no podía oponerse a ellos. Y, aunque era evidente que poseía el poder para derrotarlos a todos y cada uno de ellos, no tenía ganas de hacerlo.

Vivía bien así. Y, si tenía que enfrentarse a una horda de zombies hambrientos con tal de proteger la mano que le daba de comer, lo haría y con mucho gusto. Más derramamiento de sangre, del que, por alguna razón, no disfrutaba.

Y por eso se había largado. Si no tenía la mente clara no podía luchar con eficacia. Un soldado ineficaz es un soldado muerto. Mia dejó atrás a todos sus compañeros y permitió que murieran solos, sin que nadie observase sus últimos momentos. Era gracias a ella que permanecían vivos al fin y al cabo.

No inquietaba su consciencia, no hacía temblar su corazón, no podía quebrar su mente, ni mucho menos lograba tambalear su voluntad. Para empezar, ella nunca tuvo consciencia, su corazón era de piedra y su mente era demasiado brillante como para ser inquietada de cualquier forma. Y su voluntad era de hierro, blindada como el mejor vehículo de guerra, a prueba de balas, impenetrable.


No podía ser clasificada como un ser humano común y corriente. Al fin y al cabo, Mia Ivashkov solo podía ser reconocida como un lobo hambriento.

 

Con este drabble doy por finalizada la serie. Cierto es que no cumplí mi apuesta personal, pero eso ya da igual xD Total, no iba a tener ningún premio (?) Bueno, espero que en esta viñeta se solucionen las incógnitas que se pudieron generar con la anterior. Aquí se introduce por primera vez el nombre de Yuri Kalashnikov, -sí, Kalashnikov, no me he equivocado-, alguien muy importante para comprender el personaje de Mia Ivashkov. En mis siguientes escritos haré más referencias a él para que se le pueda conocer, aunque sea, un poco mejor.

Wir Sind Die Jäger.​

​

— Torawareta kutsujoku wa hangeki no koushi da.—​

​

[La humillación de estar atrapados señala nuestro contraataque]​

—Hoy la humanidad quedará reducida a cenizas… Debes estar preparada. Una vez que salgas ahí fuera no habrá marcha atrás. Tienes que tener en cuenta que lo que verás allí fuera será un infierno como nunca antes lo hayas visto, así que actúa en consecuencia.

>>Moscú caerá, de eso no tengo duda, pero es tu deber intentar que la infección no se propague. En menos de una hora a miles de ciudades se les dará un ultimátum; considérate afortunada al conocer todo antes de que suceda. La cepa será liberada en un lapso muy corto de tiempo, así que debes partir ahora.

—Recuerda… debes sellar la ciudad antes de desaparecer. Los fosos que se crearon durante la guerra fría permanecen ocultos. Encuéntralos, solo entonces podrás pensar en tu propia supervivencia.

>>Sobrevive, Mia. Sobrevive como la cazadora que eres.

La mujer se despertó con violencia, las voces del sueño aún resonaban en su cabeza. Tenía claro su misión, y también como llevarla a cabo, pero no estaba segura de poder lograrlo. Yuri Kalashnikov se lo había encargado, eso era suficiente razón para intentarlo.

Con mirada decidida, Mia se irguió y recogió las espadas que descansaban a su lado. Estiró sus agarrotados músculos y se encaminó al exterior.

No estaba segura de que esas horas de sueño le hubieran sentado tan bien como deberían, pero tampoco se quejaba. Ahora estaba ligeramente más descansada y pensaba con mayor claridad.

Con el objetivo en mente masacró todo lo que se le ponía por delante. Fuera humano o infectado, Ivashkov no tuvo miramientos a la hora de hacer rodar sus cabezas por el concreto. Cuando llegó a la periferia de la ciudad encontró lo que Yuri le había mandado buscar. Solo tuvo que volar los puentes y destrozar un panel de mando y la ciudad se selló por completo. Nada entraba y, sobre todo, nada salía.

Contenta con el resultado de su misión, Mia encendió el motor de Ferrari Berlinetta y se marchó de la ciudad rumbo al aeropuerto más cercano. No volvió ni una vez la mirada.

Su sonrisa se hizo más amplia de lo que era hace unos minutos. Hoy comenzaba el contraataque de la humanidad. Subió el volumen de su equipo de música, opacando el sonido de las explosiones y los gritos de los condenados.