Villa Pompón Contenido oculto Contenido oculto Ubicación: A5 Se dice que, en el "pompón" de Kholod, residen unos moguris extravagantes que han abandonado la sociedad "moderna" de los mogus... si es que se le puede llamar modernos a esos bichejos. Se ve que hay bohemios incluso entre unos seres que habitan entre árboles, al parecer. En todo caso, con casas hechas a base de un poco de magia y extraños materiales, entre árboles ocultos en una isla al noreste del continente, está Villa Pompón, llamada así porque la isla parece el pompón de un moguri, aparentemente. Si ya son raros los mogus, uno puede esperar de todo entre la gente de esta aldea extravagante, sin duda... Contenido oculto: Comercios Posada: 130 guiles Tienda de objetos: - Mogupócima (+5 PS, ratio x0,5, cura a todos los aliados) (85 guiles) - Mogubrebaje (+1 PM, ratio x0,2, cura a todos los aliados) (160 guiles) - Moguremedio (cura cualquier problema de estado negativo a todo el grupo, salvo los mortales, pero también suprime estados positivos) (160 guiles) - Mogurevivadrín (levanta a todos los aliados caídos con 1 PS + ratio 0,5) (180 guiles) Contenido oculto: Ciudadanos - Mogulisto, el mogu listo >> Comandar: 100% >> Solicitar: 100% >> Ayudar: 100% >> Intimidar: 100% >> Espiar: 100% >> Preguntar: 100% >> Engatusar: 100% - Robertín, mogu tontín >> Comandar: 100% >> Solicitar: 100% >> Ayudar: 100% >> Intimidar: 100% >> Espiar: 100% >> Preguntar: 100% >> Engatusar: 100% - Señor Ñorñor >> Comandar: 100% >> Solicitar: 100% >> Ayudar: 100% >> Intimidar: 100% >> Espiar: 100% >> Preguntar: 100% >> Engatusar: 100% - Mogúsico extravagante (solo con Zan) >> Comandar: 0% >> Solicitar: 100% >> Ayudar: 0% >> Intimidar: 0% >> Espiar: 0% >> Preguntar: 100% >> Engatusar: 100% Contenido oculto: Encargos - Mogunero retirado: "Las gemoyas del mundo". Objetivo: muestra al mogunero un Jade, una Amatista, un Ágata, un Cuarzo y un Ópalo. Recompensa: desbloqueo de nueva mecánica. Completado por: ??? - Mogustructor experto: "¡Puentes reparados!" Objetivo: reúne los materiales indicados para reparar los puentes de Kholod y llévaselos al mogustructor. Recompensa: nuevos puentes en Kholod + guiles. Completado por: ??? Contenido oculto: Minijuegos Pesca: en esta extraña aldea hay un estanque enorme en el que los ciudadanos moguris practican usualmente la pesca, y se cuenta que hay especímenes muy extraños nadando en sus aguas. A cambio de 150 guiles, uno puede comprar una de sus cañas y tratar de pescar, pero ojo... porque la caña es alquilada, ¡y es sensiblona! Si la rompéis, tendréis que pagar otros 150 guiles, ¡que lo sepáis! Al pescar en el estanque, no solo tendréis que lanzar un dado para la lista más abajo, sino que tendréis que tirar un dado de 4 caras por cada tres intentos de pesca que hagáis. Si sale 1, la caña se rompe, ¡así que andaos con ojo! Lista de pescas: 1- ??? 2- Trucha arcoíris 3- Nada 4- Cacho Mogucho 5- Trucha arcoíris 6- ??? 7- Nada 8- Cacho Mogucho 9- ??? 10- Cristal maleable (solo uno) 11- ??? 12- Trucha Mogucha 13- ??? 14- Trucha Mogucha 15- Salmón Pompón Reparación de puentes: >> Puente del Cañón de Gaia: x5 hierro, x3 tentáculo vegetal, x3 bigote de bengal >> Puente de acceso a las islas del Pompón: x5 hierro, x3 madera mágica, x5 pluma de chocobo >> Puente extra del río: x10 hierro, x2 madera mágica Contenido oculto: Secretos secretosos Truco gigantización 1: "Mogulisto es un mogu muy listo, kupó... ¡tanto, que sé que si un genio mejorase armas gigantizadas, crearía armas y armaduras humanosas de alta calidad siempre, kupó!" Truco gigantización 2: "¿Giganti-tín-tín, Robertín? Uhm, no sé qué es eso, kupó... aunque... fuego-espada, frío-palo, rayo-lanza, agua-arco, tierra-martillo, aire-daga, luz-mandoble, oscuridad-látigo. ¡Cof, cof, cof! Ay, no sé qué me pasó, me atraganté o algo, kupó..." Truco gigantización 3: "Kupopó, ¡soy un Señor, jovencita con cuernitos, dirígete a mí como tal, kupó! Hmpf, no respetáis nada los humanitos, nada de nada. Bah, si ni siquiera sabéis que es tradición que los mogus fabriquemos bastoncinos con poderes curativos especiales cuando los combinamos con objetos que causan estados, kupó..." Secretillo de Kholod 1: "Mogulisto es un mogu muy listo, kupó... ¡tanto, que sé que se esconde algo que no es un pescaito en el estanquín, kupopó!" Secretillo de Kholod 2: "Kupopó, ¡Robertín-tín-tín! Huh... ¿qué mira el señor coletoso, kupó? Robertín... tín... tín. ¡Diez glifos, un poder muy grande, fondo cañón! Ay... no sé qué fue eso, me vino de pronto, kupó". Secretillo de Kholod 3: "Soy un Señor, ¡no me espíe, malandrín coletín, kupó, que le veo! Hmpf. Ya no es como en mis tiempos, los jóvenes coletosos tenían más respeto... ¡nunca te contaré que sé que hay un arma legendariosa en la Algaba, kupopó!" Cosas monstruosas 1: "Mogulisto es un mogu muy listo, kupó... ¡tanto, que sé que hay un dragoncín escondido bajo musgo brillantoso en la Algaba, kupopó!" Cosas monstruosas 2: "¡Kupopó! ¡Robertín, tín! Huh... ¿qué quieres, niño raruno, kupó? Ehm... me das miedito, kupó, como los monstruos esos que no tienen cabezas y que sueltan Orichalcums, kupó. ... ¿cómo? ¿Que qué he dicho de monstruos sin cabezas, kupó? No sé, no me acuerdo, ¿he dicho algo, kupó?" Cosas monstruosas 3: "Soy un Señor, ¡hábleme con respeto, joven humanito! Aunque... eres más alto que yo, ¡igual eres un mogu adulto y no un niño humanito! Pfft, como sea, no tienen respeto, no, no, no... ¡ojalá te coma una de esas tortugas grandes que habitan en la costa, kupó! Después de todo, dicen que se ha comido hasta armaduras de humanitos, kupopó..."
Rigel Betelgeuse Tras un rato explorando, Kein alzó la voz para preguntar por el anillo que había obtenido. Supuse que estaba intrigado por el "tesoro" encontrado. —Hm... No sé si podremos "purificarlo", de algún modo. El cinto que recogió Erin en la tumba de Marche estaba igual, oscurecido... Y el arma que encontramos en la algaba también. Algo me dice que todas esas cosas se relacionan entre sí. Y que Montblanc sabe algo del tema. Quizás si descubrimos qué ocurrió con Marche y quién profanó su tumba, podamos conocer el origen de la oscuridad que los envuelve. Reflexioné sobre lo que había dicho. Erin era muy disciplinada, y sabía bien distinguir sus prioridades. Pero Kein... no tanto. Así que, tras mi explicación, intervine de nuevo para tratar de cortar las esperanzas que hubiera podido darle, de manera sutil. —En cualquier caso, como ya dijo Montblanc, es algo que no nos incumbe. Tampoco sería fácil, de querer hacerlo, así que lo mejor es no darle más vueltas de momento. Esperaba que eso bastase para disuadir a Kein de cualquier intento de eliminar la maldición del anillo. Aunque, desde luego, si había alguna persona capaz de hacerlo era él, tanto por poderes como por testarudez. Al continuar recorriendo el continente volvimos a llegar a las islas más al norte, y esta vez nos atrevimos a cruzar los puentes. Acabamos alcanzando el final de la hilera de tablones de madera, y allí vimos lo que parecía una aldea. ¿Más Moguris? ¿Por qué no vivían en Mogulópolis como los demás? Entramos y hablamos con los ciudadanos, para ver si podíamos enterarnos de algo... Contenido oculto Uso la habilidad de senda de Rigel, Erin y Brigid en todos los mogus. También hablo con el mogunero retirado. Activo el minijuego de pesca.
Contenido oculto Habilidad de Brigid: - Robertín: +50 experiencia - Mogulisto: +100 experiencia - Ñorñor: +150 experiencia ¡Erin sube de nivel! +7 PH Habilidad de Rigel: - Robertín: x2 cacho mogucho - Mogulisto: +10% en todas las cargas de nódulo actuales de Rigel - Ñorñor: x2 tinta de calamar Habilidad de Erin: - Robertín: eliminados los enemigos terrestres de A5 - Mogulisto: eliminados los enemigos acuáticos de A5 - Ñorñor: descubiertos los enemigos que se hayan en B5 Pesca de Rigel: - Cristal maleable (x1) - Trucha mogucha (x1) - Cacho mogucho (x2) Cuando Rigel y los demás pasearon por la villa Pompón, los moguris de la zona les miraron como si fuesen seres extraños, con la boca abierta, fascinados por su presencia. Se asustaron un poco, sobre todo al ver el gran tamaño de Brigid, pero pronto estuvieron siguiéndoles, como si fuesen una verdadera atracción turística. Muchos de ellos empezaron a hablarles, y... oh, señor, eran más raros que el moguri medio, sin duda. Y ya era decir. —¡Pinchosos los ojos! ¡Pos no que tenemos mogus gigantones, kupó! —Son grandotes... ¿n-nos van a comer? —¿Comer? Estos visitadores... ¿¡se pueden comer, kupó!? —¡Si tienes dientes, sí, kupó! Todo se puede comer con dientitos, kupó. —¡Pero es al revés, kupó! ¡Ellos te comen a ti, kupó! —¿¡Me comerías!? ¡Noooo! —Me dio hambrecita, ay... me ruge la tripa. —¡¡¡Aaaaah, un comemogus!!! —¡Que no, que es mi tripa, kupó! ¡No corráis! Y todos se desperdigaron por ahí, a hacer sus... ehm... cosas. Tras varias pesquisas por la zona, Rigel y los demás dieron con un moguri que parecía algo más relajado que los demás, comiendo una seta, como era habitual allí (ah, eso explicaba muchas cosas), y sin alarmarse demasiado por su presencia. Se les acercó, curioso, y el pico pequeñito que llevaba a la espalda le delató: era un minero moguri. O, bueno, un "mogunero". —Vaya, vaya, vaya de la playa, kupó —dijo, metiendo las manos en sus bolsillos pequeñitos, con aire arrojante—. Unos humanitos se acercan al pomponcín de Kholod, ¿huh? Esto es algo que se ve cada lluvia carmesí, kupó... aunque acaba de acuentecier una, así que por eso será, kupopó. ¡En fin! Veo que sois grandotes, sí... y si sois humanitos es que venís de fuera, ¿no? >> Soy un mogunero retirado, kupó. Mi pasión siempre fueron las gemoyas, kupó —¿quería decir "gemas" o "joyas"? Cualquiera sabe...—. Preciosas, brillantes gemoyas. ¡Por eso me hice mogunero! Pero en todos mis añacos de picar y picar y picar solo encontraba las mismas cosas aburridas de siempre, kupó. Siempre los mismos productos, kupó, ¡las mismas gemoyas todo el rato! Así que he pensado, kupó: si un mogu pequeñico como yo picaba, ¡vosotros también lo haréis, seguro, kupó! Y si venís de fuera... igual tenéis gemoyas interesantes, ¿no? Sacó del bolsillo entonces un puñado de guiles, y, con socarronería, dijo: —Un trato. Quiero usar mi dinero de jubileación —¡¿hasta seguridad social tenían los moguris, acaso?!— para aumentar mi colección de gemoyas, kupó... así que estaré dispuesto a comprároslas. Pero primero, ¡mostradme que de verdad sois grandes moguneros, kupó! O, bueno, humaneros, supongo. ¡Quiero ver joyas exóticas, de cada lugar distinto! ¡Si me mostráis una de cada continente, abriré mi negocio! ¿En qué momento dijeron que eran moguneros, digo, humaneros? E-En fin, estaba pidiendo gemas propias de cada continente, ¿no es así? A saber qué clase de oferta les hacía ese moguri, pero, ¿quién sabe? Alguien que supuestamente ha estudiado gemas por tantos años y que es tan apasionado de estas puede ser una buena fuente de guiles para ellos, que exploran tantas partes del mundo, ¿no? Misión "Las gemoyas del mundo" activada.
Kein Rigel no tardó en decirme que aquel era un caso similar a otros objetos que el grupo llevaba consigo. Intentó restarle importancia de momento, pero inevitablemente tuvo el efecto contrario en mí. Cuanto más se negaba, más interés suscitaba en mí. Pero sería una misión para el Kein del futuro. Nuestra exploración nos llevó hacia otra aldea Moguri, bastante más extraña que la anterior. Las criaturas de aquí vivian en casas raras y rodeados de setas que se llevaban a la boca aquí y allá. Pero bueno, qué costumbre, eh. En mitad de nuestros recados por el lugar, observé a Rigel atrapar peces con un palo y una cuerda. Me acuclillé frente al agua, observando intrigado aquel extraño método. Ponían algo de comida para atraer a la criatura y cuando picaban, tiraban con fuerza. Parecía verdura Gysahl comida. —Hey, eso parece interesante —comenté, y saqué un puñado de monedas arbitrariamente para que me diesen otro de esos palos. Rigel tuvo que recoger varias de las monedas y devolvérmelas, porque al parecer había sacado de más—. Voy a probar yo también. ¡A ver qué tal se me da! Contenido oculto Activo el minijuego de pesca y hablo con el mogustructor
Kein no tuvo tanta suerte pescando como Rigel; su caña se estropeó bien pronto, pobrecillo. Eso sí, cuando terminó de pescar, vio a un moguri que había cerca, con herramientas en sus manos y un gran plano frente a sí. Parecía hablar en voz alta, así que Kein acabó escuchando sus pensamientos internos (que eran, más bien, externos): —Kupopó... y también aquel, y el otro, y el del coco loco... ¡kupóoooo, estos mogus no aguantan con un puente en pie ni dos días! ¡Estoy hasta el mismísimo pompón, kupó! Ya ni materiales quedan, ay... pues que les den morcilla de garula, kupó, ¡soy un mogustructor pestrigrioso, kupó, no un nindundi, kupó! ¡Hmpfpfpfpf! Alzó la vista para ver a Kein, y, con las cejillas fruncidas, el moguri se veía monísimo, la verdad. —¡¿Humanitos, encima?! Hombre, claro, así se rompen los puentes, kupó. ¡Están diseñados para soportar el peso de mogus, no de humanitos, kupó! Voy a tener que hacer nuevos puentes reforzados, ayayay... ¡pues tú, humanito, ven! Ya que me has roto los puenticos, me ayudas ahora a arreglarlos, kupó. ¡Tráeme los materiales, hazme el favor! ¿Romper puentes? Pero, ¿cuándo ha roto Kein ningún puen-? —¡Rápido! No tengo todo el día, soy un mogustructor muy prestincioso, kupó. Hmpfhmpfhmpf. ... de repente ya no parecía tan mono. Si le lleváis materiales al mogustructor, este os compensará con guiles y reparará algún puente de Kholod, lo cual os facilitará el acceso a ciertas zonas. De momento solo podréis reparar puentes bastante básicos, pero si reparáis los primeros puentes se abrirá la opción de reparar más. Quién sabe, quizá logréis acceder a sitios bastante inalcanzables así... Eso sí, se dará recompensa de guiles solo a una persona, por lo que todos los ingredientes deben darse a la vez. Si queréis repartir la recolección y/o recompensa, adelante, pero de cara a esta misión, solo uno completará cada puente. En el primer post del tema se añaden las reparaciones posibles.
Roxy ♥ Durante nuestro paseo por el asentamiento, descubrimos la existencia de otro lugar habitado por moguris y, una vez nos dirigimos de vuelta al bosque chocobo, aprendimos que para llegar a aquel nuevo destino, íbamos a tener que hacer uso de los servicios de unos chocobos especiales que podían ir por el agua. Así lo hicimos, pues, y gracias a ello acabamos en... Villa Pompón. En serio, ni siquiera yo era inmune a tanta adorabilidad. Contenido oculto MrJake >>Habilidad de senda (you know it, usamos las de Roxy, Jazz, Evan y Fauna): —Mogulisto, el mogu listo (100%) —Robertín, mogu tontín (100%) —Señor Ñorñor (100%)
Fauna Van'Chamat Tras explorar la región de Kholod de forma relativamente rápida gracias a los chocobos, pude darme cuenta de que la zona estaba bastante despejada, y era pura naturaleza. Tenía sentido, después de todo: no era un continente deshabitado por los humanos en vano. Los moguris tenían contadas civilizaciones, y todo lo demás estaba prácticamente intacto, solo afectado por el paso del tiempo, de la naturaleza, y de la caída inexorable de monstruos con la lluvia carmesí. Y eso hacía que fuese un continente que, si bien era poco denso comparado con Áurea, por ejemplo, no dejaba de transmitir una paz muy especial. Y con todo, me sorprendí cuando nuestros pasos nos llevaron a ubicar más puentes, rotos y desvencijados, que llevaban a una pequeña aldea que parecía fusionarse más con la naturaleza que el resto de civilizaciones. Los moguris sabían cómo aprovechar los recursos naturales mejor que nadie, sin duda. En el lugar, "Villa Pompón", los moguris eran bastante abiertos, más de lo usual, aunque alguno era un poco... arisco. En todo caso, al final siempre terminaban por ser cooperativos, aunque fuese a su manera especial. Me llamó especial atención descubrir que un constructor de la zona estaba buscando materiales para construir más puentes en Kholod. Aunque la idea no me agradaba del todo, pues implicaba irrumpir en la naturaleza algo más de lo necesario, entendía que los moguris cuidaban sus tierras más que nadie, y que esos puentes serían, en efecto, una mejora de calidad de vida para ellos. Lamentablemente, no disponía de materiales suficientes para ayudarle... Un par de charlas más con algunos moguris me dieron información interesante; parecían fascinados con las armas gigantes, para ellos claro, que usábamos los humanos, y por eso me contaron múltiples cosas sobre la gigantización que podían ser útiles si requería de nuevo de esos servicios. Los moguris eran espléndidos artesanos y mecánicos, como demostró Nono con el Starlight; y en la creación de armas no eran menos. Estar bien equipados, así, era algo que sería vital en el futuro... y gracias al Starlight, disponíamos de movilidad para poder volver en cualquier caso. Aunque tuviésemos asuntos más urgentes que tratar, seguía con la espina en mi pecho, al pensar que algo terrible se cocía en Kholod y no habíamos ayudado, así que, si en el futuro regresaba... tendría presente todo lo que había averiguado, sin duda. Kholod tenía mucho que ofrecer, y los moguris también. —Los moguris son seres fascinantes —dije, en voz alta, pero un poco al aire, cuando nos disponíamos a marcharnos—. Y muy tiernos, también, aunque se hagan los duros. En el fondo, echaré de menos este lugar cuando nos vayamos. Sin darme cuenta, había sonreído por un momento. Qué gracia que unos pequeños seres peludos logren despertar una sonrisa, algo que llevaba dormido en mí por mucho tiempo. Nuevos secretos disponibles Roxy gana: +200 guiles +1 trucha arcoíris +2 mogubrebaje
Rigel Betelgeuse Tras comprarle a Biggs y a Wedge sus repuestos, fuimos a Kholod, donde habíamos acordado con Brigid que nos veríamos. En particular, en Villa Pompón, donde habíamos escuchado que vivía un músico excepcional que a Zan le haría mucha ilusión conocer. Nos montamos en unos chocobos dorados, que nos permitieron ir casi volando por todo el mapa, y llegamos a la isla, donde ya se encontraban la chica y el Moguri. — Brigid y Zan, aquí estáis. Ya estamos listos para buscar esos instrumentos, supongo, ¿no? —pregunté, con algo de desgana. Realmente lo hacía más por Brigid que por Zan, pero qué remedio... Contenido oculto Utilizo dos verduras ghysal para montar en chocobo dorado. Utilizo la habilidad de senda de Rigel en el músico.
Brigid Rigel había dado con ellos con una gran velocidad; ella solía gastar más el tiempo en nimiedades y no lo utilizaba con mayor eficacia, era algo que admiraba de Rigel. Tal vez una vida en meditación y entrenamiento ermitaño la obligaron a desapegarse de aquel concepto. —Busquemos a ese músico, seguramente sabrá algo —dijo a ambos — Si no coopera tendré que intimidarlo un poco.
Zan miró con sorpresa a Rigel, Kein, Erin y Darek llegar, y su pompón se alzó con alegría. Dio un par de palmaditas de felicidad y, con un par de saltitos, dijo: —¡Qué bien, qué bien, kupopó~! Han venido más estimados caballeritingos a ayudarme en mi peripilo, kupó... gracias, Rigel y compañía, Zan os está entrenamente agradecido, kupó. >> Llevo mucho, mucho tiempo buscando los famosos instrumentosos legendarios, kupó. Se dice que en alguna parte hay un mogúsico muy famosote que tuvo discípulos a los que les entregó sus instrumentos, ¡y ese tipo, además, componía canciones extraurinarias, kupó! Zan lleva mucho tiempo soñando con encontrar esos instrumentos y aprender esas canciones, ¡porque ese es el camino del bardo, kupopó! Es el destino de Zan... se lo dijo su mogupá, kupó. —¿Mogupá? —preguntó Kein, extrañado—. ¿Qué es eso? ¿Un amigo tuyo? Zan negó con la cabeza. —Mi mogupá fue un mogu que me cuidó y me protegió siempre, kupó. Él me enseñó a tocar la flauta y todo, y me dijo que mi destino era seguir el camino del bardo, aprender la "Sonata del Firmamento" y tocarla a los cuatro vientos. —Hmm... ¿qué se supone que es esa "Sonata"? Zan se encogió de brazos. —Ese es el problema, kupó. Mogupá se fue un día y nunca más volvió, ¡y aunque le enseñó a Zan a tocar la flauta y otros instrumentos, nunca le explicó nada! Por eso llevo mucho tiempo investigando, a ver si encuentro pistas, kupó. Zan cree que si aprende muuuuuchas canciones, ¡igual alguna es la Sonata del Firmamento, kupó! Y por eso descubrí que un mogúsico muy importantoso puede saber cositas, kupó. Con cierta duda en su mirada, Darek se cruzó de brazos, miró al resto y se encogió de hombros. Brigid parecía dispuesta a ayudar a Zan en esa empresa, por mucho que sonase a algo extremadamente personal más que otra cosa... quizá no era el mejor momento para distraerse con esas cosas, pero habían visto, también, la magia que Zan parecía ser capaz de ejecutar cuando tocaba su música. Quizá con el debido entrenamiento, aprendiendo más canciones y con más instrumentos... podría llegar a ser un aliado útil, quién sabe. Sea como fuera, tras buscar por la aldea, encontraron a un moguri con gruesas barbas espesas y un pompón alicaído, que miraba hacia el lago distraído, silbando una canción. Aunque en un inicio parecía ignorarles y no les dirigió palabra alguna, cuando Rigel y Darek le abordaron y hablaron con tono firme terminó reaccionando. Se giró hacia ellos, miró a cada uno, y finalmente, su silbido frenó. —... ¿qué buscan humanitos por aquí, kupó? Demasiadas personitas juntas para mí, kupó. —Esa canción que silbaba, señoritingo mogúsico... —murmuró Zan, ojillos brillantes—. Era bonita. ¿Cómo se llama? El moguri, nuevamente, miró a Zan de arriba abajo. Observó la flauta que llevaba en las manos, y, sorprendido, alzó las cejillas y parpadeó un par de veces. —El tallado de esa flautilla, kupó... me despierta alguna dudilla, kupó. ¿Qué queréis de mí, kupó? ¿Por qué me abordáis aquí, kupó? Zan se aclaró la voz y habló con toda la, uhm... elegancia que pudo. —¡Majestático mogu estimado, kupopó! ¡Mi nombre es Zan, mogu de Mogulópolis, y estoy en busca de los instrumentosos del mogúsico legendario, kupó! Busco la "Sonata del Firmamento", kupopó. Usted parece ser cantarín, kupó... ¿quizá la conoce? —L-La Sonata del Firmamento, kupó... ¿en Mogulópolis oíste ese cuento, kupó? —se frotó las barbas, pensativo—. Hace años que el mogúsico al que buscas se ha marchado, kupó —afirmó—. Y de su paradero... nadie nada ha escuchado, kupó. Pero dicen que él tuvo tres estudiantes, kupó, si es que son ciertos los rumores circundantes, kupó. Violín, tambor y flauta tenían como instrumento, kupó; pero por mucho que busco, no los encuentro, kupó. —Laúd, tambor y flauta... —murmuró Zan—. Señor musicoso, si ese mogúsico legendario se fue, kupó, ¿qué pasó con sus instrumentos? —A sus pupilos se los repartió, kupó. Y se marcharon sin decir adiós, kupó. Por lo que he oído, kupó, a distintos sitios han huido, kupó... Y empezó, entonces, a explicar sus teorías sobre dónde podían haber ido esos músicos, discípulos del famoso mogúsico legendario. Uno se llevó el "Laúd de los astros", y según decía, se recluyó en una cueva, al sentirse aislado y diferente. Decía que su destino en Kholod era vivir como un ermitaño, por su cuenta, porque no tenía sitio en la sociedad. Un completo músico errante que solo encontró paz separándose de la sociedad, adentrándose en las profundidades de una cueva del continente... Otro se llevó el "Tambor sideral", y este era un moguri muy receloso y desconfiado de todos. Creyendo que el tambor era su posesión más preciada y que todo el mundo quería arrebatárseo, la paranoia le llevó a esconderlo con mimo en alguna parte, donde sólo él pudiese encontrarlo. Era probable que acudiese a algún sitio donde pudiese enterrar fácilmente su tambor, escondiéndolo entre arena y más arena... si era cierto, ¿cómo encontrar algo así...? Por otra parte, el tercer instrumento era la "Flauta celeste", que, según decía el mogúsico, fue destruida por su dueño mucho tiempo atrás. No había forma de recuperarla, estaba completamente perdida. Irrecuperable para siempre. Algo deprimido por la última noticia, Zan agachó la cabeza, pero, con todo, no se rindió. Alzó la mirada, agradeció al músico, y comenzó a andar hacia el exterior de la villa, decidido. Miró hacia atrás, viendo que el grupo no se movía, y les hizo un gesto con la mano. —¿Por qué estáis ahí parados, kupó? ¡Zan os necesita, kupó, sois más listos que él y tenéis que decirle dónde están los instrumentos legendariosos, kupopó! Venga, venga, ¡el camino del bardo solo ha empezado, kupó! Y, así, sin tener muy claro siquiera de qué iba todo eso... el, hum, "camino del bardo"... ¿comenzó? "Leyendas musicales". Duración: media. Lvl. Recomendado: 58
