Una nueva aventura... amor.

Una nueva aventura... amor.

Hola a todos, mi nombre es Alberto (Kimkamp). Y este es mi primer fic, tengo algo de experiencia y ademas de algo de ayuda de Alex Nanami. Asi que si les gusta el fic, copperen con algo de reputacion xD. (LOL, solo si gustan). Y tambien un poco para Alex, por todo su apoyo.

Alex, te tengo una "sorpresa" amigo. Sin mas palabras espero que les guste.

1: El inicio de…​

Era una tarde hermosa, afuera el sol brillaba tan delicadamente que era casi delicioso. Todo el mundo lo estaba gozando; menos un chico. En efecto, Ash estaba en su casa viendo televisión, víctima de un profundo aburrimiento. Ya había visitado todas las regiones y ya había vivido todas las aventuras. No le quedaba ninguna meta; al menos ninguna que quisiera hacer.

Ya tenía cumplidos 17 años, y lo único que hacía era estar al pendiente del laboratorio del difunto Prof. Oak., con ayuda de su viejo amigo Tracey. Después de pensar en su aburrida vida actual, decidió apagar el televisor y salir a caminar un poco; claro a lado de su compañero de mil batallas: Pikachu.

Ash estaba bastante diferente, ya no era el mismo niño de antes. Y su vestimenta lo dejaba claro; tenia una camisa negra que incluso era visible hasta su cuello; encima, tenía una peculiar chamarra azul obscura, que le llegaba hasta debajo de la cintura y cuyo cuello terminaba en punta, apuntando a donde quiera que el entrenador mirara. Y sus pantalones… eran los mismo de antes, pero su altura los hacia ver mas ajustados y menos bombachos. Sus tenis eran modernos, sin duda eran casi nuevos, con un brillante color blanco y negro, que combinado con sus jeans… no era exactamente la mejor combinación. Y su cabello, que ya no era cubierto por su característica gorra, era el más notable cambio; su cabello cubría su nuca, sus orejas e incluso un poco de sus ojos. Al parecer a las chicas que se cruzaba en su camino les gustaba su apariencia.

Ash siguió caminando sin un rumbo fijo, solo quería encontrar algo que hacer. Y así fue… una batalla pokemon a lado del bosque. Se acercó a ver la batalla entre un gran Blastoise y un pequeño Nuzleaf; que al parecer estaba ganándole al gran pokemon acuático.

- ¡Ahora Nuzleaf, usa hojas navaja! – Era un chico algo peculiar, de cabellos azules obscuros y lentes que denotaban una superioridad intelectual. En realidad le resultaba muy familiar al joven de 17 años.
- ¡No, Blastoise! – Y así, el gran pokemon fue derrotado por un pequeño Nuzleaf, que al parecer estaba muy bien entrenado.

Los jóvenes entrenadores se acercaron y estrecharon las manos, dando conclusión a una respetable batalla. Cuando el chico llamó a Blastoise a su pokebola, el peculiar muchacho felicitó a su Nuzleaf con un pequeño bocadillo; y mientras eso pasaba Ash ya sabia de quien se trataba. Era su viejo y pequeño amigo Max, no pudo hacer más que aplaudir a dicha presentación; que causó la atención del ahora joven entrenador.

- Vaya que has crecido. No solo de altura, también más fuerte. – La voz de Ash era algo rara, no era la misma y desafinada voz de antes. Su voz ahora reflejaba experiencia y seriedad. Pero sin dejar a un lado su inocencia e inmadurez.
- Gracias señor… espera un momento. ¡Ese Pikachu podría reconocerlo en cualquier parte! ¡Ash! – La voz de Max también era madura, quizás podría ser tomada por un semiadulto, pero reflejó toda su niñez en el abrazo que le regaló a su viejo amigo.
- Hola Max, no puedo creer que estés aquí. – El entrenador le respondió a su abrazo colocando su brazo en la espalda del muchacho, ya que era mas alto de lo que podía exigir su abrazo.
- Lo se. El Profesor Rowan me aconsejó empezar mi viaje pokemon en la región Kanto. – El chico sin duda estaba alegre, dichas palabras las había dicho tan rápido que incluso se había quedado sin aliento.
- Tranquilo, no hay prisa. Ven, te invito a comer algo. – Ash se separó del abrazo, e indicó el camino hacia un buen restaurante.

El restaurante era inusual. Tenía un nombre raro para un restaurante: Le Gargash. Pero eso no parecía afectarle a los hambrientos jóvenes.

- ¿Qué quieres comer Max? – Ash sonrió en señal de que podía ordenar lo que él deseara. Además, como Ash bien sabía, Max no tenía un apetito tan feroz como el suyo, así que nunca dudó de su decisión.
- Supongo que con unos ravioles estará bien. – Max se mostró agradecido por el gesto de su viejo amigo.
- Raviolis. ¿Y para le siñor? – El camarero tenía un acento gracioso, señal de que aun no sabía mucho el acento regional.
- Yo ordenaré una hamburguesa. – Dicho, cerró el menú impreso y se lo entregó al camarero.
- Le vaca muerta en pan. ¿Algo más siñor?
- Unas bebidas estarían bien. – Ash señalo unas sodas, cuya publicidad se encontraba en las paredes de dicho restaurante.
- Le enseguida siñor.

Los jóvenes empezaron a platicar acerca de su vida, después de que se separaran para tomar distintos caminos. Max había tomado un año sabatino, ayudando en el gimnasio de su padre; después del año transcurrido tomó su primer pokemon y se dirigió a la región Kanto. Ash por su parte, terminó de viajar en las regiones pokemon, le contaba a Max que no tenía un nuevo objetivo qué alcanzar. Cuando Max estaba apunto de sugerir una idea, el camarero llegó con los platillos.

- Aquí tiene siñor, von apetit. – El camarero dio media vuelta y se retiró.
- Gracias señor. Me decías Max… - El entrenador le dio la palabra al pequeño entrenador, quien tomó un sorbo de su soda y comenzó a hablar.
- ¿Recuerdas la batalla de la frontera? – Después de la pregunta, le dio un bocado a sus ravioles.
- Si, pero ya tengo mis símbolos y mi reconocimiento de haber triunfado ahí… - El despistado joven aun no entendía lo que el pequeño le insinuaba. Estaba más ocupado por seguir comiendo su hamburguesa.
- Ash, recuerda que te invitaron a formar parte de los Cerebros de la Frontera. – Max ya estaba seguro; lo único diferente en Ash… era su físico y su voz.
- ¿Y… tú crees que Scott aun me quiera ahí? – Ash seguía preocupado por su hamburguesa.
- Claro, bien recuerdo que te dijo que cuando quisieras él iba a aceptarte. – Max seguía persuadiendo al entrenador a aceptar la ya vieja propuesta de Scott.
- No lo se Max, hace meses que no tengo una sola batalla pokemon. No creo estar en buena forma. – Ash no tenía el mismo entusiasmo de antes; el viejo Ash hubiera saltado a la acción sin pensarlo dos veces.
- Pues en ese caso espero que no hayas olvidado la promesa que me hiciste cuando nos separamos… - Nuevamente… Max tenía algo entre manos.
- Lo se, y ya la cumplí. Pero nunca volveré a hacerme una manicura, ni depilación láser.

El pequeño Max se calló de su silla ante tales palabras de Ash. Y su soda terminó en el suelo, pero por suerte, la lata ya estaba vacía.

- Ash, me refiero a que me prometiste un combate pokemon cuando nos encontráramos. Además, yo nunca te pedí semejante promesa. – Max había retomado su puesto en la silla.
- Cierto… fue Brock. En fin, tienes razón. Busquemos un buen lugar para el combate.

Terminados sus alimentos, salieron en busca de un buen lugar. Caminaron cerca de la casa de Ash, donde encontraron el lugar apropiado.

- Bien Ash, espero que des lo mejor de ti, por que me e vuelto muy fuerte.
- Lo se, ese Nuzleaf se ve demasiado rudo. Pero Pikachu puede con lo que sea.
- Pues eso lo veremos… ¡Ve Aron!
- ¿Aron? , me alegra ver que tienes una estrategia para vencernos.
- ¿Estrategia? Yo le diría plan de 1 año sabatino.
- Pues veamos que me tienes preparado. ¡Adelante Pikachu!

El combate empezó… Max parecía mostrar una estrategia de pegar y correr. Básica, pero muy efectiva si se hace bien.
Pikachu pareció verlo desde el principio, lo cual sabía perfectamente como contrarrestarla. En cuanto Aron le lanzó un terremoto, Pikachu saltó lo mas alto posible, dejando el ataque sin oportunidad de hacerle daño alguno. Pero segundos después de que Pikachu diera dicho salto…

- ¡Aron, usa fisura!
- ¿Qué? – Ash no daba crédito a lo que escuchó. Fisura dejaría fuera de combate a Pikachu si lograba dar en el blanco. Pero con Pikachu estando en el aire Aron podía ver fácilmente donde caería Pikachu. Era un ataque que sin duda daría de lleno al pokemon eléctrico.

Aron hizo su ataque, pero Ash tuvo uno de sus aires para contrarrestar.

- Pikachu, usa tacleada de volteos.
- Lo siento Ash, pero eso no evitara que Pikachu salga de… ¿Pero que?

Pikachu utilizó su ataque que como ya todos sabemos, es uno de los ataques eléctricos más poderosos. Tanto poder hizo que Pikachu cambiara su posición aun en el aire, dejando la fisura a un lado. Al tocar el suelo Pikachu siguió su ataque y dio de lleno a Aron; dejándolo fuera de combate.

- ¡No! ¿Pero como? El tipo de Aron es resistente a la electricidad. – Max sostenía a su pequeño pokemon en sus brazos.
- Así es Max, pero Pikachu esta en plena forma y a tenido miles de batallas. Y tu Aron es recién atrapado. De esa forma Pikachu pudo dejarlo fuera de combate con su ataque. – Aunque era su primer combate en meses, no había perdido ni un poco de su experiencia y su creatividad para salir de aprietos.
- Ya veo. – Max se sentía desanimado después de planear dicha estrategia durante tanto tiempo, y Ash la contrarresto en solo segundos.
- Fue una gran batalla Max, casi me dejas fuera de combate con ese combo.
- Si, supongo que hacer eso ya es logro jeje. – Max se sentía abrumado de ser elogiado por un entrenador tan hábil y experimentado como Ash.
- Así es, ahora vamos que la noche esta por caer.

Max volteó a mirar el horizonte, donde el sol estaba a segundos de desaparecer. Su intuición le decía que eran cerca de las 7 de la noche. Dicha hora le recordó uno de sus deberes.

- ¿Ash, me podrías dejar hacer una llamada desde tu casa?
- Claro, toma. – El joven entrenador se veía con algo de prisa, así que Ash le dio la llave de su casa para que pudiera entrar y lograr su cometido.
- Gracias. – Casi apunto de cruzar hacia su destino una duda lo invadió. - ¿No vienes?
- En un momento Max, quiero pensar un poco. – Algo cruzaba por la mente del entrenador. No sabia si debería aceptar la vieja propuesta o buscar una nueva aventura.
- De acuerdo. – Aclarada su duda, Max retomó su rumbo.

Ash se sentó a la base de un árbol, mientras su Pikachu se reposó sobre su “largo” cabello. Miró su alrededor, todo era muy tranquilo en su querido Pueblo Paleta. El era mas un hombre de aventuras que de siestas. Después de que una pequeña sonrisa se dibujara en su rostro ante tal metáfora, se levantó y cruzó la calle hacia su hogar.

Después de cerrar la puerta a su espalda se encontró a Max teniendo una video llamada con su vieja amiga: May. Quien también había cambiado físicamente según la imagen en el monitor. Su cabello estaba mas largo, incluso caía a lado de sus hombros y ya no era cubierto por su típica banda. Su ropa era más moderna, después de todo, una mujer como ella no se podía dar el lujo de verse tan pandrosa como Ash.

- Hola Ash. – La mencionada, ya había notado al entrenador através del monitor.

Ash se acercó al monitor y saludo a May quien le mostraba su deslumbrante y típica sonrisa.

- Hola May… ¿Cómo te ha ido? – Ash se sentía raro, no estaba acostumbrado a pensar que una de sus amigas fuera “atractiva”.
- Ash, May acaba de terminar su participación en la región Sinnoh.
- ¿Qué acaso no puedo hablar con Ash por mi misma? – May seguía siendo un poco infantil; lo dejaba muy bien claro después del puchero que le mostró a su hermano.
- Lo siento, solo se lo quería decir.
- ¿Y… que tal… te fue? – Ash se mostraba de nuevo presente en la conversación.
- No califiqué para el gran festival. – Por alguna razón… May no parecía tan afectada. – Pero Alex me estuvo ayudando mucho con mi entrenamiento y e mejorado mucho.

Atrás de May apareció un chico que al acercase al monitor abrazó a May.

- ¡Hola Alex! – Max parecía feliz, pero Ash estaba confundido. ¿Quién era Alex? ¿Su entrenador? ¿Su amigo? ¿Su… novio?
- May… con tu permiso, tengo algunas cosas que hacer, te veré después. Hasta luego… Alex. – Sin decir mas, ni esperar respuesta de la castaña, se retiró deprisa.

Ash se dirigió a su alcoba, donde al cerrar la puerta se dejo caer recargado en ella. Su mirada era perdida; y no era para menos. Una oleada de sensaciones se había apoderado de su ser en menos de 1 minuto: una fijación, celos y confusión. No sabia lo que estaba sintiendo, una mezcla tan rara le causaba nauseas y dolor de estomago.

Tomó su tiempo para levantarse del sucio suelo y se recostó sobre su cama a mirar el techo. Dejó de pensar en su raro malestar y cerró sus ojos hasta quedar completamente dormido.

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Al abrir los ojos, se encontraba en el bosque, estaba lloviendo. A su lado se encontraba May con ojos de completo llanto. Trató de moverse, pero le fue inútil.

- Tranquila May, veras que todo saldrá bien. – Ash trató de identificar la voz. Le parecía conocida, era de una chica. Por desgracia no pudo ver quien era.

May se aferro a los brazos de la chica, rompiendo en llanto.

Ash por su parte luchó más que nunca por poder articular una palabra o mover un músculo. Lo cual fue inútil… estaba completamente paralizado. Poco a poco sus ojos también se cerraron, haciendo del oído su único sentido útil.

- ¿Y Ash… que pasará… con él? – Esta vez era May quien hablaba entre llantos.
- No te preocupes, él esta bien, solo necesita…

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Ash calló de su cama. Al parecer todo había sido solo un sueño. Un raro y confuso sueño. Al levantarse se agarró su desorbitada cabeza después del sueño. Miró por la ventana; ya era de mañana.

Bajó las escaleras y se encontró con su madre sirviendo el desayuno a su pequeño amigo Max.

Fue un desayuno rápido, Max le contó a Ash que consiguió contactar a Scott, y que quería ver a Ash lo más pronto posible. Cosa que por alguna razón no motivó a Ash.

- ¿Y como vamos a llegar hasta Hoenn tan pronto? – Ash aun no entendía que su amigo estaba lleno de sorpresas.
- Tranquilo Ash. Llamé a Brock, lo verás cuando cruces hacia el puerto.
- ¿Brock?
- Si, el te llevará a Hoenn para que seas un cerebro de la frontera.
- ¿Estas seguro de esto? – Ash parecía poner excusas en vez de preguntas.
- Ash, yo me encargué de todo. Mi hermana y Alex vienen hacia Kanto también. Seguro los veras cuando estés en el barco hacia Hoenn.
- Oye Max, tengo otra pregunta.
- No mas preguntas, - Max estaba un poco desesperado. – solo sal de aquí y ve a Hoenn.

Dicho esto, Max sacó a Ash y le aventó una maleta con todo lo necesario para llegar a Hoenn sin problemas. Cuando Ash estaba afuera, Max cerró la puerta de un portazo, dejando a éste con una duda…

- Pero Max… ¿Quién es Alex? Además…esta es mi casa.

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Al llegar al cruce de Ciudad Pewter y Pueblo Paleta, se encontró con Brock. Quien también ya había sido afectado por el año transcurrido. Tenía barba y bigote alrededor de su boca, formando el famoso “candado”. Que para ser sinceros, no le quedaba nada mal al criador de ojos rasgados. Se acercaron y se limitaron a estrecharse las manos, muy seriamente. Pero después de unos muy cortos segundos, sus sonrisas secundaron un abrazo, que simbolizaba cuanto tiempo tenían sin verse.

- Hola Ash. Max me contó que planeas convertirte en un cerebro de la frontera. – Y su voz… vaya que ahora era gruesa.
- Pues… eso creo. – Dijo el entrenador, quien se rascó su nuca a causa de los nervios.
- ¿Crees? ¿Es que acaso… no estas seguro?
- Para serte sincero Brock, no creo que ese sea lo mío.
- ¿Y entonces… cual es tu camino Ash?
- Yo… no lo se Brock. Llevo un año tratando de saberlo.
- Pues… que te parece si intentas éste camino. Si descubres cual es el tuyo para entonces, cuenta conmigo.
- De acuerdo. Supongo que esa no es una mala idea.

Espero que les guste la idea, no tengo fecha para la continuacion. Pero espero que pueda hacerla pronto. Saludos a todos.

 

Re: Una nueva aventura... amor.

Y por que fue borrado mi post?
No creo que en algun momento haya hecho spam.
Ash!!!
Kimkamp Amor, se que puedes hacer un gran fic. Alex ya te dio el inicio. Solo dejate llevar y haras un gran fic.
Te deseo mucha suerte, te amo.