One-shot de Naruto - Una último ronda. [Pecados capitales]

Actividad: Pecados capitales
Personaje: Tsunade
Pecado: Lujuria

Contenido oculto

Su frente descansaba en la mesa de madera enfrente suyo, a lo que a su parecer fueron escasos segundos, se habían convertido en más de media hora. Sus orbes se abrieron levantando su cabeza y mirando todo a su alrededor observando a su compañero, confidente y una de las personas de su pasado que aún seguía con ella, observando sus movimientos con un sonrojo en las mejillas a causa del licor en sus venas.

La rubia intentó tomar la botella que se encontraba en el centro de la mesa, aunque en un parpadeo esta había desaparecido de su alcance. Intentó buscarla localizandola en las manos del domador de los sapos.

—Hey, devuelve eso.

Él la contemplo detenidamente. —No lo creo, ya has bebido suficiente.

Tsunade lo fulminó con la mirada torciendo la boca.

—Yo decidiré eso.Tienes muchas agallas en negarme las cosas.

Él sonrió con arrogancia, se encontraba más cuerdo que la nieta del primer Hokage y cuando accedió a tomar unas copas con ella, pensó que todo sería tranquilo. Aunque ella se había puesto bastante aprenciba, introduciendo copa tras copas, sin descanso, de aquella sustancia que quema tu garganta.

—Tienes razón.

Se levantó sentándose a un lado de a fémina. En algun momento que paso desapercibido por su parte ella se había deshecho de sus prendas inferiores quedando con aquella blusa larga que acostumbraba usar cubriendo el resto de su cuerpo. Una llama se prendió en el cuerpo del Sannin. Esa mujer sabía como mantenerlo al límite, aunque jamás le daba acceso a nada. Siempre tentando y jamás otorgando.

—Una última ronda, a cambio...

El ninja médico brama disgustada mirándolo fijamente.

—¿A cambio de qué?

Jiraiya se acercó hacia ella acortando la distancia que existía entre los dos cuerpos y tomó entre sus dedos el mentón de Tsunade.

—Un beso.

La kunoichi abrió perpleja los ojos ante tal insinuación. Pensaba que hace bastante tiempo él ya no sentía nada por ella o posiblemente no lo hiciera, solo buscaba molestarla. Miró la botella en su mano.

Ella estaba caliente.

​

Su cuerpo estaba quemándose, por lo cual se había deshecho de su ropa, y aunque en ese momento pensó que el ninja lo había notado, quería que lo hiciera. La desilusión la invadió. No recordaba cuando fue la última vez que estuvo con un hombre. La calidez de los cuerpos. Tal vez fue desde Dan, ya que a partir de ese punto se había resignado con respecto a todo eso.

Tsunade se satisfacía con la adrenalina de las apuestas ocasionando el calor invadiendo su cuerpo, calor que ansiaba. Lo necesitaba.

Por lo cual, un simple beso podría devolverle el alcohol que tanto deseaba y que le hacía sentir tan bien, como una sesión de caricias satisfactorias y relajantes aunado a un contacto físico. Aunque se sentía un poco a la defensiva ante la persona referente, ella jamás lo había visto así. Sin embargo, cuando él fue a pelear contra Pain y estuvo a punto de no regresar, algo en su interior se rompió, por que Jiraiya no cumplió su promesa de aquel entonces. Aunque jamas volvieron a hablar del tema.

Así que algo en su interior movió su cuerpo sin pensar en nada más y acortó la distancia atrapando aquellos labios masculinos entre los suyos, sorprendiendo a Jiraiya de haber aceptado en vez de golpearlo hasta conseguir su bebida. Tsunade mordió ligeramente el labio inferior contrario causando un estremecimiento en el ninja. La sensación de poseer esos labios luego de tanto fantasear con ellos era un delirio.

Tsunade a pesar de sus emociones punzantes intentó alejarse, ya que había cumplido con la parte del trato. Aunque fue sorprendida al sentir como Jiraiya introducía la lengua en su boca ocasionando un pesado hormigueo en la boca de sus estómago. Sintió los labios masculinos calientes, adaptarse a su propio contorno.

—Jiraiya...

Intentó empujarlo para alejarlo de su cuerpo, ya que se encontraban adheridos ahora. Sintió los labios danzando con urgencia, con gran posesión, seguía negándose y empujado al ninja inútilmente. Por lo cual preparó su puño para acentarle un gran golpe directo, abrió los labios sorprendida cuando Jiraiya dejó sus labios dejando besos a su paso y centrándose en el cuello de la fémina y subiendo su mano a través de sus piernas desnudas, a través de su blusa. Un gemido escapó indeseable de sus labios ante el contacto magnifico.

Todo esfuerzo por terminar ese encuentro y alejarlo escaparon de su cuerpo, siendo remplazados por pulsaciones directas en su intimidad, sintiendo el calor incrementándose y la necesidad de más.

Por lo cual cuando Jiraiya comenzó a ascender sus caricias hacia sus pechos, ella perdió la razón, ya que un simple y casi imperceptible roce la llevaron al borde de la locura. Hacia años que nadie la tocaba y su cuerpo estaba a su merced con gran intensidad de sensaciones. Dejó salir un gemido cuando sintió el rostro masculino hundirse en sus pechos y sus manos centrándose de igual forma en esa zona,acariciando, masajeando y pellizcando mientras la tela se movía facilitando su acceso.

Pudo sentir su intimidad pedir a gritos una intromisión violenta e interminable.

Él se alejó dejando el cuerpo femenino unos segundos. En algún punto habían acabado en el suelo, Jiraiya encima y cuando él se alejó, Tsunade aún con los ojos cerrados por el mar de emociones resultantes de esos experimentados dedos, abrió las piernas, dando completo acceso para la culminación del acto.

Unos segundos pasaron y abrió los ojos confundida encontrándose al masculino con los labios apretados, los ojos cerrados con fuerza y la mano en la entrepierna. En completa quietud.

Y en ese instante le dedicó una mirada con gran intensidad que desencadenó latidos desenfrenados en la mujer.

—Tal vez me arrepienta de esto, he tenido que usar toda mi fuerza de voluntad pero...no haré esto. Cuando seas mía estarás en completa conciencia.

Y sin más se esfumó dejando a la rubia medio desnuda, perpleja, confundida y con unas ganas incontrolables.