Un recuerdo oscuro.

Hola mi bella gente! Bueno... sinceramente quiero que me den su opinión de este drabble medio dark que ha salido de mi mente para un concurso y bueno... quiero compartirlo con ustedes ya que ustede son lo mejores críticos para un escritor.

Título: Un recuerdo oscuro.
Tipo: Drabble
Género: Violencia
Advertencia: Sobajamiento del personaje. Maltrato físico del mismo. Contado en primera persona. Es un hecho real.
Aclaraciones: Escrito para el concurso “El Lobo Feroz II”

Desclaimer: La historia es totalmente de mi autoría no doy permiso a nadie para ser publicado en otro lugar que no sea en UFF.

Podía recordar en mi mente aquellas marcas hechas por mí, tatuadas en su carne con el fino de mis uñas. Sus llantos lastimeros y suplicantes, al recordarla sonreía sádicamente y sabía que mis ojos adquirían un brillo siniestro.

Y como un tic nervioso, arañaba suavemente uno de mis brazos, regocijándome de haberla herido a tal magnitud. Y una sonrisa enorme se formaba en mis labios. Una mueca arrogante se ceñía.

Esa dulce chica, que había intentado ser una chica mala qué no le temía a las calles y tampoco tenía miedo de enfrentarse a las personas… su error fue haberme conocido… haberse mofado de mi forma de vida y mi posición socioeconómica. Haber tratado de igualarse a mí, yo no estaba dispuesta a dejarme humillar por una niña rica.

Recuerdo cómo en aquel grupo de amigos, o aquellos que intentaban ser sus amigos empezaron a mofarse de ella cuándo por sus largas hebras de cabello negro la tomé desprevenida; escuchaba sus insultos por haberla jodido así; como si de una posesión se tratara—la jalé violentamente a mi persona para asestarle el primer golpe en su cara de porcelana.

Pude sentir como mis nudillos se hundieron en su mejilla, su aullido de dolo y su inútil intento por golpearme. Aún sin soltarla de sus cabellos la tomé, y con aquellas amadas uñas en mis dedos; las clave, sintiendo el placer recorrerme al introducir mis uñas en su carne, escucharla pedirme clemencia.

—Para por favor—la escuché llorar, arrodillarse porque cada vez más el dolor para ella era insoportable y para mí glorioso su sufrimiento.

—Sufre, Clara sufre—dije regocijándome de sus llantos y el jaleo de los chicos enardecidos por la pelea; me extasiaban más.

Y cómo si fuera un gato, al dejar de clavar mis uñas en su brazo para arañar el brazo herido y sentir la sangre de Clara en mis uñas. De un movimiento a otro, la pateé. Escuché su cuerpo azotar en el frío piso de El Español. El bar favorito de todo rocker para tomar un buen trago de cerveza y convivir entre amigos.

Todo se quedó en silencio… todos me miraban, la miraban a ella llorar por no saber defenderse y haberse metido conmigo. Aquella chica fresa qué intento ser alguien que no era.

Pero para mí era diferente, mi orgullo había sido pisoteado por ella, al haberme llamado ‘gorda’ siempre me vi ofendida cuando alguien me decía de esa forma y ella cometió el error de haberlo hecho.

Sentir el placer que me provocaba ver mis uñas encajarse en su brazo, me extasiaba, emocionaba y estaba tentada a hincarme y volverla a herir. Mirando a todos que en silencio estaban sin poder comprender que era lo que pasaba…

Sólo un recuerdo más… meditaba en silencio; en la soledad de mi recámara con un sencillo de Ozzy Osbourne. Un cigarrillo, y en mis labios una sonrisa sádica se dibujaba al pensar en el placer que esa chica provoco en mi… al verla sufrir.


Fin.