Un mundo fuera de este

Tema en 'Fanfics Abandonados Pokémon' iniciado por Bryan D Patico, 1 Octubre 2009.

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¿Quieres que el final sea feliz?

Poll closed 14 Noviembre 2009.
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    Bryan D Patico

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    Un mundo fuera de este

    Vaya... decido empezar un nuevo fic ya que esto no tenia actividad y justo hoy que lo vengo a publicar veo que los demás escritores decidieron continuar el de ellos o poner uno que otro one... xD no importa, igual espero que les guste. Creo que es diferente a todo lo que yo he escrito antes, el primer capi es un poco corto pero así es necesario. En verdad espero que les agrade^^
    __________________________________________---

    Capitulo 1
    El sol se elevaba profundo por los calidos cielos de Hoen, el ambiente era tal y cual lo recordaba, hordas de cantos acompañaban la suave brisa que se esforzaba por hacer un poco más fresco el paisaje; uno que otro Tailow se podía ver de vez en cuando posado sobre la rama de uno de los fuertes árboles del lugar como espiando con curiosidad el nuevo visitante y las hojas de otoño cain secas pora siempre.

    La sonrisa se dibujaba alegre debajo de su gorra, al igual que su compañero se sentía sumamente feliz de saber que estaba a pocos minutos de volver a ver a sus viejos amigos; La señora Balance había muy amable al haberlos invitado a celebrarle los 15 años a May, hubiese querido llamarle a May y Max para contarles de su visita sin embargo la señora Balance había sido muy clara, la fiesta seria por completo sorpresa y May piensa que nadie se acuerda de su cumpleaños por lo tanto, alertarle de su visita seria como delatar todo el plan. Obviamente resulta un poco extraño que sus padres se olviden de uno de los cumpleaños más importantes en la vida de su hija, cosa que hubiese hecho cuestionarse a Ash, esto claro, si nuestro héroe no pesara solo en cosas relacionadas a la batalla.

    Al fin, después de un largo caminar el gimnasio de ciudad de Petalburgo se presentó ante los ojos del joven entrenador de pueblo Paleta; la vista desde aquella colina era preciosa, el sol se empezaba ya a ocultar por el horizonte cuando el chico dejó de contemplar la vista y se dispuso a llegar a su objetivo. Solo tres pasos fueron los que pudo dar el morocho antes de sentirse presionado por una extraña fuerza. Delgados pero fuertes hilos morados bañados en una débil luz del mismo color le sujetaban brazos piernas y cuerpo sin dejarle mover, ante sus ojos una enorme mancha negra comenzó a girar convirtiéndose poco a poco en un vórtice giratorio en espiral.

    Su mente estaba confundida por lo extraño de la situación y aún más al ver como en cada franja curva del vórtice pasaba una parte de su vida; en una vio la primera vez que conoció a Pikachu antes de que el recuerdo se estrechase y perdiera en el punto central de la extraña cosa que seguía girando en frente suyo, en otra vio cuando recorría los campos con Max, May y Brock, en otra se observó a sí mismo sentado en la gradería de una pequeño auditorio viendo a Dawn perfeccionar sus actos con Pinplup. Así siguió viendo sus recuerdos mientras el centro del vórtice se acercaba más y más a su rostro; para cuando logró observar a la inimaginable cantidad de Uknowns girando a su alrededor el vértice ya lo estaba absorbiendo.

    ***
    Su cabeza giraba como si un boxeador profesional la hubiese confundido con su saco de entrenamiento y la haya propinado la mayor tunda de su vida, el frío le acariciaba los brazos y la dureza del piso le recordaba que debía levantarse. No tenia idea de lo que había pasado pero fuese lo que fuera, ya había pasado, solo quería levantarse, buscar a Pikachu y rogar por no llegar tarde a la fiesta de May. Lamentablemente al levantarse el paisaje que se extendía a su frente definitivamente no era Hoen, no se parecía a nada que hubiese visto antes.

    ***
    Por el centro de ciudad Celeste un chico de cabello negro y gorra verde se paseaba con un Pikachu al hombro un tanto apurado. La noche comenzaba a caer en la hermosa ciudad y el frío ya se hacia presente. Consultando su reloj el joven apresuró más el paso y se dirigió corriendo al muelle rogando porque su barco no hubiese zarpado aún.
    __________________________________________----
    ^^​
     
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    Re: Un mundo fuera de este

    No acostumbro a hacer los capitulos asi de cortos pero supongo que estos dos primeros debian ser así.
    ______________________________________---

    Capitulo 2

    El lugar no podía ser más extraño, las casas tenían el piso elevado en los aires y los techos unidos al suelo, el cielo no era cielo, era una gran pintura abstracta de manchas naranja y amarillo despezadas por la fuerte luz de tres lunas que advertían el medio día. Las personas eran extrañas y sus atuendos aún más, caminaban de manos usando medias y zapatos en las mismas y sin embargo, se podía observar uno que otro personaje caminando normalmente de vez en cuando.

    - Rodanertne, te estamos esperando –acercándose feliz hacia el confundido entrenador- Necesitamos que nos ayudes a convencer a nuestro Pokemon más fuerte a que pelee contra el monstruo de la frontera.

    Quien le hablaba al joven de cabello ahora rubio era un pequeño niño de gorra verde y chaleco azul con una camiseta blanca por debajo. Su sonrisa parecía sincera y placida a pesar de que al parecer tenía un problema. El joven se encontraba apresurado por llegar a la casa de May sin embargo definitivamente se encontraba un poco lejos de Petalburgo y quizá si le ayudaba al niño podría preguntarle a alguien el camino de regreso.

    Así pues Rodanertne siguió presuroso al niño sin saber bien aún el por qué le había llamado de esa manera. Sentía como si corriera por medio de los estrechos pasillos de un lujoso museo expositor de la más delirante exposición de arte postmoderno abstracto, aunque claro estos términos son un poco elevados para nuestro entrenador por lo que en su menté solo pensó <<estoy metido en una casa de locos>>. Le parecía haber estado corriendo por horas, le parecía que lo más lógico era sentirse exhausto después de la caminata mas su cuerpo le decía lo contrario; se sentía mucho más descansado que cuando comenzó a correr.
    -¿Cuanto tiempo llevamos corriendo? –preguntó confundido.

    -Cerca de diez sodnuges –deteniéndose-, mira –señalando la dirección de la que provenían- ya no sé ve donde estábamos.

    Asombrado el joven entrenador comprobó que el niño tenía razón, consultó su reloj y su perplejidad se apoderó por completo de su mente, solo diez segundos habían pasado desde que comenzó a correr con el niño y la distancia que llevaban recorrida era mucha; pensó que su reloj se había descompuesto, definitivamente no podían llevar corriendo diez minutos. Decidió no darle importancia y siguió andando con el niño; pocos fueron los pasos que tardaron en subir la cuesta que pocos segundos antes se había cernido enfrente de ellos y que por alguna razón aquel niño le llamaba “el gran hundimiento”

    Dos enormes puertas de hierro cromado formaban un perfecto rombo vertical en frente del joven morocho. Si impresión fue casi tan grande como el tamaño de las puertas; dos enormes paredes que daban la sensación de estar presenciando la más extraña parte de la muralla china rodeaban las extrañas puertas dándoles sostén. Al pie del par de estructuras metálicas un pequeño pokemon rojo con la cola encendida en llamas.

    -Allí está. Nuestro pokemon más poderoso –señalando al atemorizado Charmander que reposaba al pie de las puertas.

    -¿Un… Charmander? ¿Ese es el pokémon más poderoso del lugar?

    -Sí, acaba de salir del huevo y tendrás que usarlo para destruir al monstruo y salvar nuestra ciudad Rodanertne.

    Al ver al joven entrenador el pequeño pokemon rojo casi naranja corrió llorando a sus brazos y brincó para aferrarse a su cuerpo; extrañado por la acción del pequeño el chico abrazó al pokémon y lo cargó en brazos dirigiéndose hacia las puertas de metal.

    -Tranquilo pequeño, estaremos bien. Con migo es seguro que le ganaremos a ese monstruo y salvaremos a esta ciudad –con vos desafiante- no me dejo vencer por ningún reto.

    -Suerte Rodanertne; te estaremos muy agradecidos.

    Con paso firme y decidido avanzó con el pokemon más fuerte de la ciudad llorando en sus brazos. Un fuerte crujido metálico espantó incluso a los fantasmas presentes y las paredes de las casas fueron perseguidas por fuertes escalofríos; la luz blanca y segadora les dio de lleno en el rostro para empezar a disiparse conforme las enormes estructuras de acero dejaban a la vista el más extraño estadio pokemon que hubiese podido imaginar nadie.
     
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    Bryan D Patico

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    Re: Un mundo fuera de este

    Nadie lo leeexD pero igual me prometí no dejar este fic (por lo menos no antes de los primero 5 capitulosxD)
    ___________________________________________---
    Capitulo 3

    La suave brisa marina del anochecer acariciaba el rostro del entrenador; su rostro reflejaba una gran sonrisa pero por dentro su corazón estaba completamente despedazo. Su amigo siempre había estado con él en las buenas y en las malas y esta no era la excepción sin embargo en raras ocasiones dos corazones destrozados por la misma razón se podían aliviar juntos.

    Su cabeza giraba y giraba, su sonrisa no había desaparecido desde el momento en que le dieron la noticia; su actitud había sido rara sí, pero definitivamente Norman no se podría haber sentido mejor si el joven hubiese estallado en llanto. Con la noticia su pupila se encogió, los ojos le quedaron abiertos por un buen rato y las manos inmóviles al igual que el resto de su cuerpo. En el preciso instante en el que Norman pensó que rompería a llorar su cara se serenó, su manos se apoyaron en sus rodillas, su boca se torció dibujando una tímida sonrisa al tiempo que sus ojos le contribuían a complementar la misma.

    Así se había quedado, su actitud no cambiaba ni siquiera cuando dormía, su cerebro simplemente no lo aceptaba, aún no asimilaba la idea, esa posibilidad simple y sencillamente no se encontraba dentro de los márgenes de sus neuronas. Era imposible y como es común cuando te dicen algo que no puedes aceptar quedas en un estado tonto, sin pensar en otra cosa mas que una solución ante la mentira que le estaban diciendo o por lo menos, buscando una manera de aceptarlo. Pero Ash no la encontraba, su mente se encontraba en una al parecer eterna batalla y hasta no haber un vencedor no pasaría nada, seguiría vagando por Japón con su amigo, buscando una respuesta que nunca llegará.

    ***

    Un titánico pokemon de metal se encontraba al otro lado del estadio, pero algo extraño no encajaba en la mente de Rodanertne, estaba seguro de haber visto a ese pokemon antes, era un RegiSteel pero ¿por qué se comportaba así? El pokémon tenía sus pies en el aire y utilizaba su redonda cabeza para mantener el equilibrio y sus pies solo flotaban en el aire de manera torpe. Definitivamente algo andaba mal con ese pokemon… algo andaba mal con toda la ciudad.

    Con un fuerte golpe las dos puertas metálicas se cerraron brutalmente dejando solos al entrenador y su pokemon en frente del gigantesco monstruo de metal. La arena era circular y a su alrededor se elevaban miles de asientos completamente vacíos. Sin referí ni señal de inicio el pokemon metálico lanzó un poderoso rayo amarillo hacia al entrador y el pequeño pokemon que tenia en sus brazos. Con la agilidad que siempre lo ha caracterizado esquivó audazmente el ataque rodando por el piso, colocó al pequeño Charmander en la arena listo para darle batalla al titán.

    La imagen que obtuvo Rodanertne al levantar la vista lo impactó tanto como al pequeño pokemon tipo fuego. El gigantesco RegiSteel había perdido el equilibrio después del potente ataque y se encontraba ahora en el piso como una tortuga tratando de incorporarse estando sobre su propio caparazón. El entrenador se encontraba a la espera de que el pokemon se incorporará sin embargo esto nunca sucedió. Para su sorpresa una enorme pantalla al fondo del estadio en línea recta hacia él emitió una serie de luces rojas que enunciaban: “felicidades al ganador” antes de que dos enormes puertas metálicas que se encontraban atrás del Rey se abrieron dejándole una clara salida a Rodanertne y su pokemon.
    ***

    Al ferry le faltaban muy poco para desembarcar en su próximo destino y Ash ya se había incorporado hace horas de su placida cama, ya había tomado una ducha a las 2:00am y ahora, una hora después, se encontraba arreglando los últimos detalles. Su estado era ahora mucho mejor, la ausente sonrisa ya había desaparecido de su rostro y ahora este mostraba tranquilidad. Sus ojos rojos de tanto llorar denotaban que ya el sentimiento de tristeza había tocado su corazón y el pesar de la perdida había hecho estragos en su alma durante toda la noche. Su amigo ya se había incorporado también y esperaban en proa la llegada a ciudad Carnivia.

    Aunque se podría pensar que la aparición de sentimientos en el joven de 18 años había sido un gran paso en representación de su mejoría esto solo le ayudaba a hundirse cada vez más en un poso sin salida.
    _______________________________________---
     
  4.  
    Melody

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    Re: Un mundo fuera de este

    ¡Hola!

    Es muy buena la historia, no entiendo por qué nadie ha pasado a leerla (vale sí lo sé/sabemos u.u). Tu narración no es mala, sin embargo se me ha hecho muy confusa, sobre todo en el último capítulo, no me he enterado practicamente de nada xD.

    No sé si es esa la impresión que quieras darle al fic para después aclararlo todo. Siguiendo con esto, no has dado una buena descripción de los sentimientos del personaje al entrar en un mundo totalmente extraño para él. Ni siquiera sé donde ha quedado Pikachu, ¿también está en ese mundo? Tanto que has mencionado que lo aprecia, pero no has dado ningún indicio de querer encontrarlo, simplemente se ha dejado llevar.

    No deberías temer a extender los capítulos, dando más detalles. No me refiero a detalles de escenario, es obvio que esto lo dominas bien, sino al tema de los sentimientos y reacciones que debería tener un personaje en determinados momentos.

    Otra cosa, recomiendo no poner nuevos capítulos tan rápido, dale tiempo al foro, estamos crisis...

    ¡Sigue escribiendo!
     
  5.  
    Bryan D Patico

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    Re: Un mundo fuera de este

    Temer no creo que se la palabra adecuada, he hecho capitulos de todos los tamaños y no veo por qué temer a hacerlos largos en este fic, son así porque así deben de ser y muchas gracias por leer.
    ____________________________________----

    Capitulo 4

    Sus ojos habían recuperado brillo sin embargo no era el mismo brillo que había perdido, se preguntaran: ¿Cómo lo ha recuperado si no lo había perdido? Pero es que ese brillo lo recuperó sus ojos pero siempre lo tuvo en su corazón; su rostro alegre disfrutaba de las ventaja de tener 18 años, nunca había tomado alcohol antes y ahora esto le parecía algo simplemente magnifico. No penséis mi querido lector que el alcohol era para ahogar sus penas como lo hacen muchos fracasados actuales, no, este era con un propósito muy diferente ya que ni el alcohol ni nada en el mundo hundiría ese sentimiento de pesar.

    La noche fría le pasaba indiferente sobre su piel, si la temperatura era baja su cuerpo estaba caliente, del alcohol, del ardor de su alma o del cobijo falso de su corazón pero de cualquier manera él seguía caliente sin percibir en lo más mínimo el frío, sin percibir en lo más mínimo nada.

    Seguía su camino sin destino y su caminar se hacia cada vez un poco más pesado, las luces giratorias de los juegos y los bullicios de las ventas habían cesado en una ciudad que parecía nunca dormir, ¿el callejón por el que surcaba quizá? Fuera cual fuera la razón ninguna luz revivía sus ojos y ningún ruido llenaba sus oídos. Caminaba solo y acompañado a la vez, una compañía que ahora que se daba cuenta nunca antes había sentido pero ahora no le dejaba de perseguir y sinceramente tampoco quería que le abandonara.

    Su mejor amigo, el incondicional, el que nunca bajo ninguna circunstancia se le negaría hoy lo había hecho, ¿tristeza… quizá angustia o enojo?... no, nada, ni una simple mueca de disgusto le surcó el rostro y mucho menos la mente. Aquella rata se había mostrado enojada y triste con su actitud pero hoy fue diferente, se mostró desafiante como si aquel no fuera ya más su entrenador y este, como si aquel no fuera ya más su amigo, le abandonó en el cuarto hundido entre pequeños sollozos, aquella actitud de su mejor amigo sin duda le importo poco y menos que nada a la fría roca que alguna vez fue entrenador.
    ***
    ¿Acaso así de repente el mundo se había vuelto normal? Sin duda el golpe en la cabeza había sido tan fuerte que le propinó aquella extraña visión e incluso le hizo olvidarse de Pikachu por completo quien ahora descansaba a su lado recostado en el pasto. El vértice y los Uknowns habían resultado ser muy reales en aquel momento pero ahora su mente despejó las dudas y comprendió como todo había sido una cruel treta de su cerebro.

    Puesto en pie y con su amigo en el hombro vio de nuevo como el gimnasio de Petalburgo y la casa de May se cernían en la hermosa ciudad, justo en el centro de la misma. Si bien no era un pueblo muy desarrollado sus bellezas siempre atrajeron al entrenador, en especial la belleza fruto de Norman y su esposa.

    La distancia se veía corta pero la noche ya había caído, definitivamente no llegaría a tiempo para el comienzo de la fiesta pero por lo menos podría ver a May de nuevo. La energía le quemaba los pies por salir corriendo y siendo algo común en él, sin pensarlo si quiera una ves emprendió su viaje tan rápido como pudo… movía los pies, corría, corría rápido sí pero su cuerpo no avanzaba, estaba quieto, inmóvil de donde se encontraba, su piernas no podían ni siquiera dar un paso. La rabia comenzó a apoderarse de él como nunca antes, sus manos se cerraron alrededor de algo que no conocía ni le importaba conocer en ese momento, solo tenia que botar su furia… apretaba, apretaba con todo lo que tenia hasta que un suave crujir de hueso le dio placer necesario, el suficiente para que su furia se calmara por ahora.

    Satisfecho volteo la cara hacia su hombro derecho para con asombro quizá ver la estrangulada figura de una rata amarilla y mejillas rojas. Su cola en forma de rayo colgaba inerte tintineando sobre la espalda del chico… tristeza… lastima… por lo menos culpa más no, nada, absolutamente nada llegó a su corazón, absolutamente nada le pasó por la mente.

    Su cerebro lo quería, es decir, es lo más lógico; era su amigo, desde los 10 años había sido su amigo y ahora estaba muerto sobre su hombro. Intentó entristecerse recordando los buenos momentos que pasaron y aunque así lo hizo la tristeza no apareció. Deseó que las lágrimas le recorrieran las mejillas frías por la noche pero nada. Hizo un último intento, su máximo esfuerzo por exigirle escapar de sus ojos a una lagrima… una, dos, tres veces pero nada, no logró nada.

    ***
    La mañana siguiente un terrible hallazgo movió a la ciudad de punta a punta. Sus carnavales habían cesado, las risas y el bullicio había enmudecido y ningún juego se encontraba activo. La consternación era general, rotunda y perfecta tal y como se podría esperar en una ciudad cuyo peor crimen en la historia había sido subirse a un juego sin el tiquete del mismo y a escondidas del señor encargado.

    En un callejón obscuro y olvidado por el mundo el barrendero municipal había encontrado un cadáver. Un chico de aproximados 17 años y de cabello negro azabache descansaba muerto en la esquina sin salida del lugar. Las marcas de su cuello obviaban las causas de su muerte; estrangulado sin duda alguna. Pero ese cuerpo tenia algo más, algo que ningún otro cadáver había tenido antes… en su cuello al lado de las marcas de manos se encontraba un inscripción, apenas se diferenciabas las letras de la marca contra la chamuscada piel de la víctima, impuesta sin contracción a fuego vivo la marca enunciaba: “January”


    ***

    Tres de la tarde y la ciudad entera continuaba en completa parálisis. Eso no le ayudaba, no era lo que había venido buscando y definitivamente no se quedaría observando cómo el pueblo se congelaba por un simple cadáver. Decidido tomó su maletín y comenzó a empacar; al cabo de una hora sus pocas pertenencias estaban listas para partir al igual que él. Importándole poco la decisión de Pikachu salió dejando la puerta abierta como invitando al mismo a seguirlo o quedarse en aquella ciudad.
    El barco zarparía en menos de treinta minutos y ya el pequeño pokemon amarillo hacia lo que se había dispuesto a hacer continuamente desde hace cinco días. Dormido sobre un mueble cercano a la cama donde reposaba el ausente entrenador soñaba recordando los tiempo felices que pasó con él, las ligas, las competencias, las batallas de gimnasio pero sobre todo la entrega de ambos, las ganas y la emoción de un batalla difícil. Soñando con lo que se alejó para ya nunca más volver una ligera sonrisa se dibujo en el rostro del dormido pokemon.


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    Tiempo más que suficiente igual no creo que afecte acá.^^
     
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