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Bueno, este es otro fanfic que esta vez si planeo terminar ^^U jaja espero les guste

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Capítulo 1: Playa
Sólo esperaba a que llegáramos, mi familia y yo a una playa cercana. Íbamos por la carretera, nada inusual, algunos carros iban adelante y otros atrás sin afectar la circulación, sin embargo yo no encontraba forma alguna para calmarme. Tenía mi reproductor MP3 a todo volumen y aun así no había manera para evitar pensar en mi sueño, mas bien una pesadilla; olvidarlo, me resultaba muy difícil después de todo el había sido el primero en robar mi aliento y el ultimo en cautivar mi corazón; dudaba que hubiera alguna salvación para semejante martirio pero no había marcha atrás, el se había ido y jamás regresaría, el amor de mi vida; Hoyo.

-Cariño, ya llegamos – dijo mi madre sacándome de mis pensamientos. Mientras nos estacionábamos en un lugar cerca de la arena. Me quite los audífonos sin emoción alguna y baje del auto, un nuevo CR-V negro que mi mamá había ganado en una rifa de su trabajo.

-Hermana, vamos a hacer castillos de arena, ¿te parece? – sonrió mi pequeño hermano tratando de hacerme sentir mejor, al parecer ese niño era mi diversión. Lo mire con ternura y asentí, luego lo seguí con la mirada mientras el llegaba a la orilla del mar. Mi pequeño Souta de tan solo 8 años, cabello negro ébano y tez blanca, igual que yo solo que con ojos oscuros, mientras yo tenía los ojos verdes de papá.

-Hija, deberías meterte – insistió mi madre después de ver mi palidez – tienes que agarrar algo de color, pareces fantasma.

Le hice una mueca y volví a ponerme los audífonos mientras caminaba junto a Souta quien ya había juntado montoncitos de arena. Me senté hecha un ovillo unos 5 metros de donde rompían las olas y la espuma sobrante solo tocaba mis pies. A lo lejos una parvada de gaviotas se acerco flotando sobre las olas y moviéndose conforme la brisa, en ese momento pensé: Si, quisiera ser un pájaro y alejarme lo más que pueda de aquí. Cuando repentinamente me asombre de ver una lagrima resbalando por mi mejilla derecha, la limpié y deje que la brisa salina me pegara en la cara y despeinara mis cabellos.

-Cariño, no vas a meterte - dijo mi abuelo detrás de mí – la corriente no se ve muy fuerte y al parecer hay chicos guapos por ahí – rió entre dientes mientras yo me volteaba para ver el entorno.

Y para mi sorpresa, tenía razón. Había varios chicos por ahí revolcándose en la arena y algunos dentro del mar mientras los arrastraba el oleaje, y cada uno con sus virtudes por supuesto, chicos de unos 20 y tantos que esperaban a alguna fémina. Sin embargo no era lo que yo quería en ese momento, había sufrido una perdida y todos lo tomaban solamente como un rompimiento. Me burlé de todos los chicos cuando una ola bastante grande los arrastro por la arena. De repente apareció.

Sólo lo voy a continuar si lo apoyan ;) comenten por favor ^^, sayonara prrrmiau

 

Re: Tu

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Capítulo 2: Primer contacto


Un chico de 1.90m, tez morena clara y cabello negro largo, a mi parecer, muy largo. Sin embargo su musculoso y atractivo cuerpo no fue lo que llamo mi atención, sino sus ojos ámbar que parecían reflejos del sol, tenían un brillo muy especial y lo vi con una tabla chica para surf mientras se acercaba a la orilla de la playa.


-¡Vaya! – Exclamé mientras lo veía correr para tomar una ola – ese chico sabe surfear muy bien – exclamé totalmente ensimismada en su presencia.


- Jaja si mi niña, pero bueno, el no te va a ver si no te metes a la playa – comentó mi abuelo. Se alejó mientras me guiñaba un ojo.


Tenía razón, me chocaba que el siempre supiera lo que quiero o pienso, y que tuviera la razón obviamente, pero es el abuelo, eso es lo que hace. Me quite la playera de playa que me llegaba hasta las rodillas y me dispuse a mostrar el traje de baño vino de dos piezas que a mi parecer me sentaba muy bien, ya que mi cuerpo delgado no era tan escuálido ni tan fornido, era bien formado. Me acerque a Souta y le deje la playera a un lado mientras me acercaba al mar. El agua estaba tibia cuando entré por tanto lo disfruté bastante, sin embargo lo que no disfruté por mi distracción fue la ola enorme que se acercaba hacia mi. No tuve otra opción mas que ponerme de espaldas y hacerme ovillo, tal como un salvavidas me indico una vez en natación. La ola me revolcó horriblemente y yo apenas pude salir a la superficie a tomar aire cuando una mano tomó mi brazo izquierda con fuerza tal que me cargó, por asi decirlo.


-¡Uf! Semejante revolcada que te diste amiga – decía el joven que ya antes había mencionado mientras me sentaba en su tabla.

- Gracias – alcancé a decir antes de empezar a toser el agua salada que me había entrado por la nariz.

- Jeje, ¿estas bien? – preguntó un poco preocupado al ver que apenas podía respirar.

- Pues si quitamos la revolcada de la ola gigante, si, creo que estoy bien – comenté antes de toser por ultima vez.

- En ese caso, ten mas cuidado, ¿si? – me guiño el ojo entre sonrisas, mientras braceaba y empujaba la tabla hacia la orilla.

Sabía que tenía que romper el hielo fácilmente así que se me ocurrió una pregunta muy tonta para iniciar una conversación.

- ¿Y siempre estas salvando gente de revolcones? – pregunté rápidamente antes de bajarme de la tabla.

- Jaja algo así, no, a decir verdad no había salvado a nadie que no fuera a ti y de alguna forma le agradezco que demostrara mis habilidades de salvavidas – rió entre dientes una vez mas antes de mirarme con seriedad - No eres de por aquí, ¿verdad? – preguntó con tono curioso.

- No, vengo de Kyoto, ¿tu si vives aquí? – pregunté ansiosa y expectante porque me dijera que no y que vivía en el mismo lugar que yo.

- Si, sin embargo no me gusta estar aquí, por eso me voy a Kyoto de vez en cuando, o mas bien siempre, jaja – rió una vez mas mientras yo moría de euforia por dentro y solo le sonreí - ¿Entonces que haces aquí? – preguntó mostrando sus relucientes dientes.

- Ahm, vine con mi familia de paseo pero al parecer yo fui a la que el mar le dio el paseo – dije algo sonrojada por el evento reciente.

- Jaja – rió muy alto y con tal emoción que creí que explotaría – Jaja, eres muy agradable y no te preocupes, no eres a la primera a la que le pasa – me sonrió una vez más – Por cierto, ¿Cuál es tu nombre? – preguntó mientras me veía fijamente.

- Ah, Kagome – dije lentamente mientras el me examinaba con la mirada, ese chico me intimidaba bastante e inhibía mis sentidos, algo que no había sentido – ¿Y cuál es el tuyo? – pregunté tratando de parecer segura.

- Me llamo Inuyasha, mucho gusto - dijo en alto mientras extendía su mano para saludarme – Mmm Kagome, es muy bella – dijo distraído – Ahh perdón es muy bello, el nombre, si, el nombre – comentó rápidamente tratando de borrar el error mientras yo sonreía para mis adentros y me sonrojaba lentamente.

- ¿Llevas mucho tiempo surfeando? – le pregunté para tratar de cambiar el tema. Pero me sorprendió su reacción, o tal vez el fue el sorprendido por mi pregunta.

- ¿Me viste? – Dijo con los ojos abiertos y asombrado, solo asentí – Ah pues, un tiempo pero no creí que me harían esa pregunta, de nuevo – dijo algo melancólico - ¿Quieres… Mmm quieres entrar de nuevo? – Comentó señalando el mar, al parecer se dio cuenta de mi cara de terror porque solo pudo decir – Ah no te preocupes Kagome, yo te salvaré si algo te pasa – guiño el ojo una vez mas mientras me jalaba hacia el mar. De repente me soltó.

- ¿Sabes qué? Quédate aquí y mira esto – dijo emocionado mientras me dejaba plantada en la arena y el se dirigía al mar.


Una vez mas me quede pensando: ¿Esto esta bien? Es decir, Hoyo ha salido de mi vida para siempre y no puedo permitirme seguir siendo miserable, ¿cierto? Traté de convencerme de que era así, y al final de todo, Inuyasha había sido mi salvación metafórica y literalmente. De repente salí de mis pensamientos al ver que el joven que había estado hace un rato a mi lado se encontraba debajo del tubo de una ola enorme. Se veía tan hermoso, el movimiento de su cabello con el aire, su cuerpo mojado y encorvado, el sol dándole la luz perfecta para un fotógrafo profesional y sobre todo el brillar de sus ojos ámbar. Sin duda alguna era un modelo o un ángel caído del cielo.


- ¿Qué te pareció? – fue lo único que alcancé a escuchar a lo lejos. Su voz áspera y gruesa cautivó mis oídos otra vez. Solo atiné a levantar ambos pulgares y sonriendo lo mas posible tratando de mostrarle mi fascinación y es que realmente era así, estaba fascinada con ese chico, después de todo un primer contacto no es tan malo.

Aqui esta la conti, espero les guste y sigan comentando ;) sayonara prrrmiau

 

Re: Tu

Quiero agradecer el apoyo de Carlota, abana, carmensita preciosa, Izayoimywill y el comentario de Lucy san, Gracias por sus comentarios!! ^^ Aqui hay mas conti ;)

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Capítulo 3: Ocaso
Se acerco a mí después de haber surfeado otras 4 olas, y sin darme cuenta ya lo tenía a mi lado.

- Es hermoso, ¿verdad? – dijo mirando el mar. Yo solo asentí nuevamente. – Hace unos momentos me sorprendió que me preguntaras el tiempo que llevo surfeando, ya que todos aquí o al menos los residentes conocen mi historia, y la verdad no es algo que sea agradable de contar – dijo con la mirada perdida y con un tono muy triste.

- Ahm, Inuyasha, no es necesario que me lo cuentes – le sonreí mientras le colocaba una mano en el hombro para darle apoyo.

- Mmm a decir verdad, no había sentido tantas ganas de contarlo y sacármelo del pecho hasta ahora, aquí a tu lado – comento suavemente mientras me volteaba a ver. Nuevamente su intensa mirada amarilla me tenía petrificada, no sabía que decir así que solo pude sonrojarme, un mal habito mío al ponerme nerviosa. Me tomo del brazo y me jaló hacia abajo, nos sentamos, el cruzando piernas y yo con las piernas flexionadas y de lado.

- Fue hace unos 6 años, yo tenia 15 y estaba en el campeonato nacional de surfeo de Kobe, yo era el mas popular de los surfistas de mi edad y era el mejor si permito presumir – hizo una pausa para verme mientras yo sonreía ante su confesión y continuo – todo iba de maravilla, había hecho puntos suficientes para ganar la competencia y estábamos ya en la final, la ultima oleada es de las mas fuertes y mas grandes, y teníamos que tomar muchas precauciones, en especial nosotros los surfistas, mis padres eran los salvavidas, iban en las motos acuáticas dispuestos a ayudar, sin embargo nadie les pudo ayudar a ellos cuando una ola enorme les cayo encima y volteo las motos junto con ellos – volvió a pausar su historia mientras su puño se cerraba con presión, al parecer era mas enfado que tristeza lo que tenía guardado y cuando quise detenerlo, siguió – ninguno de los jueces y paramédicos pudo hacer algo, habían chocado contra los arrecifes y las motos habían sido el toque final, gané la competencia pero no sirvió de nada, desde ese momento no volví a surfear hasta hace unos 3 meses que quise tomar una gran oleada – dijo muy concentrado en el hermoso paisaje azul que nos rodeaba.

- Lo lamento mucho – dije antes de que las lágrimas cayeran nuevamente por mi mejilla, su historia era muy triste y ambos sufríamos al parecer. Me sequé los ojos pero el se dio cuenta.

- ¿Estas llorando? – dijo sonriendo curiosamente.

- Ahm no, solo me entro arena en los ojos – excusé mientras me volteaba para evitar su mirada.

- Ah Kagome, no es necesario que llores, aunque me parece un gesto muy tierno de tu parte, después de todo, nos acabamos de conocer, ¿no? – Rió brevemente y sonriendo cálidamente mientras yo le correspondía de la misma manera - ¿Sabes? No se porque tengo la leve sensación de haberte conocido antes, ya que unos ojos como los tuyos jamás se podrían olvidar – dijo mirando fijamente mis ojos verdosos.

- Yo podría decir lo mismo, sin embargo no recuerdo haber conocido a alguien con los ojos dorados anteriormente – dije viéndome reflejada en sus joyas ambarinas. Si, completamente si lo hubiera conocido antes, jamás lo hubiera olvidado.

- En ese caso señorita, déjeme decirle que tiene unos ojos hermosos – dijo antes de sonreír abiertamente. Yo sólo pude sonrojarme nuevamente y corresponderle la sonrisa tímidamente.

- ¡Oh! Mira la puesta de sol, es hermosa – atiné a decir mientras me ponía de pie y contemplaba el precioso paisaje naranja y rosado que estaba frente a nosotros, sin darme cuenta, todos los grupos alrededor de nosotros también se encontraban viendo el ocaso.

- Si, es totalmente hermosa – dijo mirándome, yo la verdad al principio creí que bromeaba pero de repente su mirada ambarina estaba seria y más cerca de lo que creía. Mientras los demás veían al sol acostarse, nosotros nos veíamos fijamente e inconscientemente nos acercábamos mas, a pesar de que el estuviera mucho mas alto que yo, la arena estaba de mi favor y me inclinaba hacia arriba mientras a el lo hundía, al parecer no debía ponerme de puntitas, pero cuando me di cuenta de lo que estábamos a punto de hacer, mi ritmo cardiaco me indico un posible infarto de lo acelerado que estaba, sin duda me estaba afectando el calor, al chico no tenia mas de 4 horas de conocerlo y ahora estaba a punto de besarlo. Vi sus labios como dos imanes, totalmente irresistibles y que me jalaban como el polo negativo al positivo, sin duda estaba cayendo en la red de la tentación y había ya encontrado mi salvación, de un momento a otro pude sentir su respiración en mi boca, muy cerca de mi cara, ambos recargamos nuestras frentes y entonces, lo escuché.

- ¡Hermana! ¡Vámonos! – gritó Souta desde la ventana trasera del CR-V. Sólo voltee a verlo y entonces el hechizo se rompió, nos separamos totalmente sonrojados y apenados por lo que estaba a punto de suceder, ya estaba oscuro y apenas unas nubecillas rosas se asomaban por la posición anterior del sol.

- Mmm bueno, creo que será mejor que me vaya Inuyasha – dije muy nerviosa y con la cabeza gacha.

- Si, espero verte pronto Kagome, allá en Kyoto – guiño el ojo antes de tomar su tabla y marcharse.

Me dirigí a mi camioneta y me quede pensando en si había sido mi imaginación o la magia de la puesta de sol que me había hecho escuchar un susurro que decía: Te buscare. Allá muy a lo lejos mientras veía por la ventanilla trasera la playa donde vi el primer ocaso de una nueva vida.

Espero les guste, hasta luego ^^ sayonara prrrmiau

 

Re: Tu

Hola a todos, Gracias nuevamente por su apoyo... aqui traje la conti, pero antes, comentarios para mis admiradores ;) jaja

Cmmv: Muchisimas gracias por tu comentario, eso de que envuelvo al lector con la obra WOW :D en serio!! Y si, se que hay algunos errores por ahi que debere de mejorar *verguenza* jeje ;) TE LO AGRADEZCO muak, besos.

windmiko: Gracias por el comentario... me emocione mucho cuando pusiste que no habias leido un fanfic asi... AHH ME HALAGAS!! :D y GRACIAS!!! :beso:

carmensita preciosa: jaja pues si, ya sabes... yo tmb hubiera puesto algo asi como q le pateaba arena en la cara, jaja ntc... y sobre el reencuentro... mmm ya veras ;) solo espera ^^ :beso:

carlotaa: Gracias a ti por leer mi fanfic y si, quien no se perderia en esos ojos amarillos ahhh y FELIZ AÑO n.n :)


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Capítulo 4: Serenidad

Una vez más en mi cuarto un domingo por la tarde, sin nada que hacer, ya había comido y había hecho ya toda la tarea, al parecer la carrera no era tan difícil, después de todo Diseño Industrial nunca me había llamado la atención pero al saber que la carrera de Filosofía y Letras estaba cerrada no había de otra. Suspiré nuevamente recordando cada detalle del día anterior; gracias al cielo, Souta no había mencionado sobre el pequeño suceso que había interrumpido y mi abuelo ni mi madre pudieron verlo, por lo tanto aun estaba a salvo, sin embargo si era cierto que me buscaría y luego me encontrara, entonces no sabría que hacer ni como reaccionar ante su mirada ambarina.

- Hermana, me ayudas con mi tarea – esa voz me sacó de mi trance, tanto que brinque de la cama, y sólo lo vi ahí asomado a mi puerta.

- Claro, Souta – fue lo único que alcance a decir que fuera coherente, el susto me había apagado mi razón, si me hubieran preguntado en ese momento cuanto era 2 mas 2, lo primero que hubiera hecho era decir 5, simplemente no pensaba, y una vez que se fue me tumbé nuevamente en la cama. Se me fueron las fuerzas pero me tuve que parar para ayudarle a mi pequeño hermano con sus deberes. Fui a su cuarto y ahí estaba el con sus cuadernos ordenados y sus útiles en su lugar, de no ser por el físico, varios dirían que el no es mi hermano por nuestra forma opuesta de ser.

- Mira hermana, tengo que hacer unos cuantos ejercicios de deletreo, ya que mañana participo en un concurso, ¿me ayudas? – pregunto con cara de perro a medio morir, la verdad es que los ojos oscuros de ese niño eran mi debilidad, era mi hermano pero deseaba si alguna vez tenía un hijo, que fuera exactamente como el.

- Bien, empecemos – tome el libro de Español 2 y le dije palabra por palabra mientras el la deletreaba hasta que llegue a una que me hizo recordar – OCASO – dije sin darme cuenta de que había bajado el volumen.

- O-C-A-Z-O – dijo Souta algo nervioso.

- Jeje no cariño, es con “S”, O-C-A-S-O – le repetí con una sonrisa mientras le acariciaba la cabeza.

- Ah, oye también me ayudas con esto, ¿por favor? – Dijo sacando un pequeño diccionario – tengo que buscar algunas definiciones, y me es mas fácil que las busques y me las dictes, ¿te parece? – comento dándome el diccionario y sentándose en una silla para escribir.

Le di las definiciones de palabras que para mis 19 años me parecían extrañas para alguien de 8, como Carencia, Vulnerabilidad, Irritable, pero la que mas me sorprendió fue Serenidad.

- Tranquilidad, calma, apacibilidad – dije algo distraída, me quede pensando, a decir verdad, Serenidad era lo que tenía al 100% y el día anterior por la mañana tenía 0% del mismo. Sin duda alguna ese chico había cambiado todo a mi alrededor, en especial mi esencia, ya no estaba irritable ni vulnerable ni carecía de valor, ahora era todo lo contrario.

- Gracias hermana, eso es todo – dijo Souta mientras cerraba sus cuadernos y los acomodaba en su mochila – me voy a cambiar hermana, te puedes salir, ¿por favor? – comento intentando hacerme regresar a la tierra. Yo solo asentí.

Me fui a bañar, el agua caliente relajo cada uno de mis músculos y me hizo entrar en un estado nirvana que jamás había experimentado, salí del baño algo melancólica y me puse el pijama. Baje a tomar un poco de cereal ya que estaba cansada por alguna enigmática razón y subí las escaleras con pesadez. Me tumbé sobre mi cama y ni siquiera me preocupe por secarme el cabello, sabría que al día siguiente sería todo un desastre y por supuesto me tardaría mucho en acomodarlo, por tanto me dispuse a levantarme mas temprano de lo usual, después de todo mi nuevo despertador era un espanto por las mañanas, siempre hacía un sonido horrible por eso no me preocuparía por levantarme tarde, aun así lo coloque a las 5:45am para después meterme debajo de las colchas y taparme hasta la nariz, mire una vez mas el cielo oscuro por mi ventana, antes de quedarme dormida, esperando esta vez poder soñar y no tener las mismas pesadillas que me perseguían desde hace ya 5 meses.

Espero les guste la continuación ;) sayonara prrrmiau

 

Re: Tu

Voy a colocar la otra conti, porque la anterior se me hizo muy chica ^^ :D

TU
Capítulo 5: Niños

- ¡Kagome! - Alcancé a escuchar a lo lejos mientras mi mente regresaba una vez más a la realidad, un lugar que yo ya había dado por olvidado, pero al cual regrese después de mucho tiempo: el jardín de niños – Kagome, ¿Dónde habías estado? Te estuve buscando por todas partes – dijo mi madre muy preocupada.

- Madre, creo que ya lo estoy suficientemente grande para hacer lo que quiera, ¿no crees? – le contesté con algo de agresividad al sentir su inmenso sentido de protección.

- Ah, pero Kagome… - comento mi madre pero no pudo seguir porque la campanilla de la salida sonó ensordeciendo el silencio que nos rodeaba.

Y ahí estaban todos los pequeños de 3 a 5 años corriendo felizmente mientras las profesoras trataban de controlarlos y los padres en la puerta de entrada esperando ansiosamente por abrazar a sus pequeños.

- Vámonos por favor, Kagome – dijo amablemente mi madre mientras me ponía la capucha de la chamarra, ya que al parecer iba a llover.

- No me voy hasta que la haya encontrado – dije enojada nuevamente haciendo mi puchero por mi juguete perdido, una pequeña muñeca de trapo que consideraba mi adoración, mi abuela me la había hecho en sus últimos días de vida – no me iré hasta encontrar a Sango – le repetí gritando esta vez.

- Bien Kagome, vamos a buscarla pero si empieza a llover antes de que la encontremos te llevo conmigo, ¿eh? – dijo mi madre en tono de amenaza. Mientras yo sonreí y me sentí contenta de no ser la única buscando mi pequeño tesoro.

Buscamos por todos los rincones del pequeño jardín, preguntamos a las profesoras y a algunos alumnos restantes pero nada, estaba comenzando a desesperarme, en mis 4 años de vida no había tenido amigos suficientes, no era de esas chicas populares pero tampoco era callada, sin embargo, los amigos que tenía en el jardín de niños ya se habían ido a la primaria y yo seguía ahí, por tanto Sango era la única que me quedaba.

-Aquí esta tu muñeca – dijo un niño extraño, pero no me fije en su aspecto ya que había encontrado a mi linda Sango. La sostenía en su mano derecha y se la arrebate. Le agradecí y me fui corriendo de ahí a saltitos con mi muñeca en brazos.

- Kagome, nos vamos – dijo mi mama tranquila y aliviada de que ya estaba contenta de nuevo. Yo moví la cabeza en aprobación.

- Mamá, ¿verdad que hay niños buenos en este mundo? Como ese niño que me devolvió a Sango, ¿verdad? – pregunte emocionada, mi mamá sabía y sabe todo hasta la fecha, sus explicaciones siempre eran sencillas y conmovedoras.

- Si mi niña, veras que algún día encontraras a alguien que se llame igual que tu muñeca y será tu mejor amiga, te lo aseguro – me guiño el ojo mientras caminábamos.

- ¿En serio mamá? ¿Encontraré a alguien como mi muñeca? – pregunte muy emocionada mientras brincaba.

- Jaja si, y de seguro un niño como el que te la dio, te la llevara a tu vida, ya veras – dijo mi madre antes de sonreírme.

De repente empezó a llover pero no era una lluvia normal, con cada gota que caía se escuchaba una chicharra que me aturdía, en ese momento regrese. Desperté y eran las 5:46am, apague el reloj y el cuarto se quedo en silencio otra vez. Me puse a pensar en mi sueño y agradecía que no fuera la espeluznante pesadilla del día anterior, aunque me hizo recordar ese momento hasta el momento no había conocido a ninguna chica llamada Sango que fuera mi amiga, y a pesar de que confiaba en las predicciones de mi madre, esta se me hacía casi imposible. Me levanté para alistarme, me coloque mi falda verde, mi playera blanca junto con mi pañoleta roja y tarde veinte minutos en peinarme el cabello antes de darme cuenta que solo tenía 10 min para desayunar.

Espero les guste n.n sayonara prrrmiau

 

Re: Tu

Para mis fieles lectores, aqui les pongo otra conti, espero les guste... en cuanto a carmensita e izayoimywill, GRACIAS!! las adoro, su apoyo es incondicional... y si, trato de avanzar lo mas que puedo para no dejarlas aburridas ;) porque se perfectamente lo horrible q es estar esperando la conti ^^ asi que solo dejenme decirles nuevamente GRACIAS :beso: :D

TU
Capítulo 6: Predicción

Había llegado por suerte a mi primera clase, a decir verdad eso de correr todas las mañanas era un muy buen ejercicio, en especial cuando tenía que correr mas distancia si el autobús se quedaba atorado en el tráfico de la avenida principal. Pensaba tranquilamente mientras veía a una mariposa volar sobre mi cabeza, la cual se quedó recargada en la corteza del Árbol Sagrado donde me encontraba descansando, no me importaba si el uniforme se ensuciaba, podría lavarlo después. Un pequeño recuerdo se imprimió en mi mente una vez mas, Inuyasha surfeando.

-¡Vaya! – me dije mientras acariciaba mi frente levantándome el flequillo. Ese chico, no tenía más de tres días que no lo veía y ahora lo único que deseaba era volver a sentir su fresco aroma de brisa salina con loción humectante.

-¡Oye! Tu – escuche esas dos palabras mientras me volteaba lentamente al frente para ver de quien se trataba. Era un joven alto, tez clara, cabello marrón oscuro amarrado en una coleta y ojos azules, un verdadero bombón, a mi parecer… pero inmediatamente me saque de la cabeza semejante pensamiento, ya que el único importante era Inuyasha. Se acercó a mí con paso decidido, mientras yo me preguntaba: ¿Qué rayos hace un tipo tan guapo como ese en un lugar como este, un templo? - ¡Ah! Perdona la intromisión pero necesito un favor – comentó el chico colocando sus manos en la cintura en manera de espera.

- ¿Qué necesitas? – le pregunté mientras me paraba.

- Un pergamino – contestó y luego sin dejarme decir mas – mejor que sean varios, últimamente ha habido espíritus extraños en mi casa y necesito librarme de ellos, este fue el primer lugar que se me ocurrió visitar – dijo algo nervioso.

De alguna manera no lo podía creer, pensaba que los pergaminos del abuelo eran puro cuento y que solo funcionaban con la gente supersticiosa, pero este chico se veía decidido y muy seguro, al parecer decía la verdad.

- Bien, joven Mmm – hice una pausa mientras esperaba su respuesta.

- Miroku, me llamo Miroku Moushin – mientras tomaba mi mano para besarla tiernamente. Creí que los caballeros habían dejado de existir pero al parecer no era así. Me sonroje obviamente.

- Mucho gusto, joven Moushin, mi nombre es Kagome Higurashi y estoy aquí para servirle – le dije mientras hacia una leve caravana, era por cortesía aunque jamás me había comportado así.

- Dígame Miroku, señorita Higurashi y al contrario, el gusto es mío – comento suavemente mientras sonreía de manera seductora.

- Ven, acompáñame Miroku – atiné a contestar después de semejante coqueteo. Me rei para mis adentros, curiosamente ahora atraía mas chicos, creí al principio que era por la secreción de feromonas pero luego me puse a pensar que probablemente no estaba el aquí para cortejarme, y solo quería sus “pergaminos”. Lo dirigí al templo donde se encontraba mi abuelo acomodando vasijas de barro y cosas antiguas.

- Abuelo, este joven necesita pergaminos tuyos – comente llamando la atención del abuelo en cuanto dije pergaminos.

- ¡Oh! Pero vaya que tenemos aquí, un joven que necesita exterminar monstruos, me supongo – dijo el anciano bastante emocionado, solo pude reír ante semejante exclamación “exterminar monstruos” como si los monstruos realmente existieran, deje de creer en ellos desde que tenia 7.

De repente para mi sorpresa y la del tal Miroku, una joven de mi estatura, cabello marrón amarrado en una coleta alta y ojos oscuros apareció por la puerta del templo.

- ¡Ah! Miroku, cariño te estaba buscando, perdona que me haya tardado pero no encontraba lugar para estacionarme – dijo la chica agotada por subir el centenar de escaleras de la entrada. Mmm lastima, el chico guapo estaba ocupado… ah pero en que pensaba, Inuyasha era el mas guapo de todos los hombres sobre la faz de la tierra. Miré fijamente a la chica y me entró mucha nostalgia, no sabía el porque de semejante sentimiento pero estaba ahí.

- No te preocupes, Sango… ya me estaban atendiendo – dijo Miroku, pero en ese momento, lo entendí… era ella, la predicción imposible de mi mamá estaba frente a mis ojos, mi muñeca de trapo se había materializado y ahora estaba frente a mi, curiosamente un chico fue quien la había traído, no directamente pero después de todo, fue así.

- A ver jovencito, aquí están algunos pergaminos sagrados bañados con agua purificadora, no creo que tengas más problemas con esos espíritus inquietos – dijo mi abuelo riendo entre dientes mientras le entregaba a Miroku los papeles con rayones en medio.

- Muchas Gracias – dijeron en coro la pareja que ahora se alejaba.

Y yo que creía que mi mamá inventaba cosas para hacerme sentir mejor, pero esa predicción de hace mas de 14 años que hasta ahora se hacía realidad me daba inspiración y esperanza de que la vida me tenía un nuevo comienzo, si al parecer, las cosas podían mejorar a partir de ahora. Sonreí y regrese a la casa donde me esperaba un estofado caliente en la mesa.

Espero les guste ;) sayonara prrrmiau n.n