Travesia Marina (Advance)

Tema en 'Fanfics Abandonados Pokémon' iniciado por Haruka Evans, 29 Octubre 2011.

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    Haruka  Evans

    Haruka Evans Guest

    Título:
    Travesia Marina (Advance)
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    4847
    Hola este es mi primer fanfic de pokemon asi que si alguien quiere dar su opinion me seria de mucha ayuda

    Capitulo 1 "Secuestro rumbo a Paris"

    La brisa marina soplaba impulsando a las velas del barco atravesando el mar calmadamente con destino a las tranquilas costas europeas. No había nada raro en la cubierta del barco, los marino cumplían con su labor a bordo sin prestar a los aristócratas que se paseaban con sus gestos de desprecio e incomodidad hacia todo aquello que ellos consideraban inferiores.

    Es decir, casi todo el mundo.

    Todos ellos hablaban de lo que incomodo de su situación, de los mil y un defectos que poseía el barco, a pesar del más lujoso que se habría construido hasta ahora. De los mil y un defectos de la tripulación y sus errores. Por supuesto también hablaban de los chismes diarios, quien se había casado con quien, quien había heredado tal cosa y como sus vidas retornarían a la normalidad una vez pisado tierra.

    Las mujeres estaban enfundadas en vestidos caros y llevaban los brazos y el cuello lleno de joyas y adornos. Sus ojos tenían un rictus de malicia y brillos de astucia pero por su plática vana y superficial, todos se daban cuenta que si la sacaban de sus elementos normales, fiestas y chismes, no tendrían una opinión.

    Los hombres también lucían trajes que indicaban su posición social. Sus ojos tenían más inteligencia que el de las mujeres pero por la ambición que se podía notar, también solo se la podía aplicar a cosas mundanas.

    De entre esta multitud, una joven castaña de ojos azules y vestido rojo sencillo pero elegante. Se distinguía de esa muchedumbre pretenciosa porque sus ojos en vez de posarse en ella misma y soltar comentarios dignos de una serpiente viperina, miraban con anhelo el mar como si este fuera la fuente de toda felicidad.

    Hasta los pokemones de esas personas compartían sus gestos aristocráticos.

    Con movimientos delicados, propios de una dama, se había acercado a la proa del barco y contemplaba el horizonte y como las olas rompían con paciencia contra la superficie del barco. Entre los reflejos del agua se podían ver a los pokemones acuáticos que nadaban con la corriente.

    En eso momento, una mano se posa en el hombro de la joven, sacándola de su ensoñación. La castaña casi grita con toda su alma por el susto pero se contiene recordando las reglas de la etiqueta que deben cumplirse siempre.

    -Drew sabes que no me gustan que me des esos sustos- comenta sin mirar atrás. No hace falta, reconocería esas manos con esos anillos donde fueran.

    -No quise hacerlo- dice el joven- Pero te olvidaste la pokebola de Evee en el camarote y pensé que lo extrañarías May.

    Al escuchar eso, la castaña que responde al nombre de May, se da vuelta, sorprendida por su descuido. Su madre siempre le decía que perdería la cabeza si no la tuviera prendida al cuello, y comienza a creer que tiene razón.

    Al darse la vuelta, ve al joven que tan amablemente trajo a su amigo. Es un joven, ligeramente más alto que ella. De pelo y ojos verdes, vestido implacablemente como todo un caballero. En su mano se pueden ver dos anillos, uno con una piedra roja y el otro con una piedra azul. En la otra está la pokebola antes mencionada.

    May la toma y la guarda cariñosamente en un pequeño bolso de encaje que le cuelga del brazo. Después de asegurarse que su amigo está guardado, levanta los ojos para agradecerle a Drew, sus ojos azules chocan con los verdes del joven y se da cuenta que esta algo molesto y celoso por el pokemon que acaba de guardar.

    -Aun no sé porque insistes en capturar pokemones- le reta Drew- Sabes que las batallas son cosas de hombres.

    May no se deja intimidar por esas palabras y le responde con una sonrisa inocente. Esa que su madre le enseño a hacer para escaparse de situaciones incomodas.

    -Por eso mismo yo no peleo, solo los capturo para que me hagan compañía y sean mis amigos.

    Drew bufo ante esas palabras, y se acomodo al lado de la castaña con los brazos cruzados y la indignación escrita en sus ojos. May continuo mirando hacia el mar, sabiendo que nada podía cambiar el humor del joven y la discusión que estaba por venir.

    El sol en el cielo, mientras tanto, indicaba que era algo más que el mediodía.

    -Vamos a casarnos pero pasas más tiempo con tus supuestos amigos que conmigo- señalo indignado- Si quieres amigos, podrías tener muchos si acudieras a las reuniones sociales como todo noble.

    -No hace falta que me recuerdes nuestro compromiso- le respondió acariciando un dije en su cuello- Y si voy a las reuniones sociales.

    -Pero es como si no estuvieras. Te he visto cuando hablas con otras personas, hablas con ellos, les respondes y los miras pero es como si tu mente no estuviera ahí.

    Sin tener como defenderse ante esa acusación, May guardo silencio. Medito las palabras de su prometido y supo que tenía razón. ¿Pero cómo explicarle que no prestaba mucha atención debido que esas reuniones eran tan repetitivas? Nunca había nada nuevo, o si lo había siempre era sobre chismes y cosas banales.

    De vez en cuando le hubiera gustado colarse a las habitaciones donde los hombres se juntaban, ya que ellos aunque sea variaban un poco el tema de conversación. Pero sabía que tanto como su presencia y sus opiniones no serian bien recibidas. Se había resignado que nunca nadie la escucharía en serio.

    -No te preocupes, cuando nos casemos será distinto- le prometió May- Solo espero que me dejes conservar a mis amigos.

    -Si nuestros hijos te dan tiempo.

    De esa manera, la conversación acabo y los dos se quedaron en silencio mirando el mar. Al poco rato, Drew se fue a jugar una partida de cartas con los hombres de abordo y May se retiro a sus aposentos a descansar. Si se hubieran quedado, tal vez hubieran visto la sombra que se proyectaba en el horizonte.

    Un barco se acercaba.
    /
    En otro barco, distante pero que se acercaba con cada paso, una joven de pelo castaño, recogidos con un pañuelo blanco, ojos marrones vestida con una blusa verde sin mangas y una tela blanca enrollada a su cintura a modo de falda, vigilaba con un catalejo desde el puesto de vigía.

    Inspeccionaba varios detalles del barco a distancia, que tipo de gente había en él, la cantidad de guardias así como la cantidad de hombres que se podía ver. También calculaba la distancia a la que se encontraba el barco y su posible rumbo.

    A una vez satisfecha con su examen, guardo el catalejo y se dispuso a bajar. Agarro una de las cuerdas que estaban cerca de ella y se aseguro que estuviera firmemente sujeta. Después se paro en el borde del puesto y sin dudarlo se lanzo hacia abajo por la cuerda.

    Al llegar abajo, se puso a correr por la cubierta hasta donde estaba el timon de la embarcación para avisarle de las últimas noticias. En el camino se cruzo con dos chicas, una peli naranja y otra peli azul, que iban hablando muy animadas. No tuvo tiempo de saludarlas, solo les dirigió una mirada que ellas supieron interpretar.

    -Pronto tendremos acción- dijo la peli naranja con una gran sonrisa.

    -Ya me estaba aburriendo- repuso la del pelo azul.

    La castaña siguió avanzando hasta que llego a su destino. En ese lugar estaba el capitán del barco, dirigiendo el rumbo. Era un joven de pelo, ojos marrones y setas en sus mejillas. En su cabeza lucia el gorro de su cargo y estaba vestido con un chaleco azul abierto que dejaba ver una camisa blanca. Más abajo estaba un típico pantalón azul y unas botas.

    Lo último que completaba su conjunto era el pikachu de su hombro.

    -Capitán, hay un barco a la vista- anuncio la castaña. El joven dejo por un momento lo que estaba haciendo y centro su atención en la chica.

    -¿Es de los que necesitamos?- pregunto entusiasmado el joven- Además no me digas capitán, sabes que me molesta Latías.

    -Perdón, Ash- contesto Latías- Si, es de lo que buscamos. Tal parece que es uno de esos barcos cargados de aristócratas.

    -Perfecto- dijo el chico golpeando su puño contra su palma- Justo lo que necesitamos ¿Qué piensas de su seguridad?

    -No vi muchos guardias pero si hay bastantes hombres en general. Tal parece que están confiados en que nadie los va a atacar.

    -Seguro habrá cosas valiosas a bordo. Llama a las otras y que se preparen para el abordaje- ordeno Ash.

    -Esto será divertido- le respondió Latías con una sonrisa.

    -Puedes apostar que si- dijo Ash con una idéntica sonrisa.

    Al irse la joven, el chico bajo a su pokemon de su hombro y lo puso sobre el barandal. Después busco en la parte de atrás de su pantalón y saco dos pokebolas más. Las lanzo al aire y un Sceptile aparece al igual que un swellow. Los tres pokemones miran a su dueño esperando instrucciones.

    -Bien chicos debemos hacer un nuevo abordaje. Ya saben qué hacer y espero que no me fallen- les indico levantando sus puños.

    -¿Por qué nunca nos alientas así?- pregunto una vos a sus espaldas. Ash sonrió dándose la vuelta.

    -Por sé que ustedes siempre hacen su trabajo Misty- le respondió el chico a la joven.

    Era la misma peli naranja de antes. Esta tenía su cabello naranja agarro en una cola, usaba una blusa larga amarilla, unos shorts de tela azul, atados con un lazo de costado y usaba unas botas. De su pantalón colgaba una espada.

    -Pero unas palabras de aliento nunca están demás- intervino ahora la chica del pelo azul. Esta llevaba su cabello suelto y con una pañoleta rosada en su cabeza. Usaba una blusa negra y una falda blanca. En su espalda había dos sables cruzados.

    -Por mas que no las necesitemos- dijo ahora una pelirroja que estaba apoyada en la pared. Esta tenia un arco en las manos y estaba vestida enteramente de negro. Su blusa era corta (mas que las demás) al igual que su falda pero esta tenia mas vuelo. A diferencia de todos iba descalza.

    -Eres la humildad en persona Reika- le contesto Ash contento por el entusiasmo de la pelirroja- Dawn, si no las aliento es porque se no lo necesitan.

    -¿Cuál es el plan, amado capitán?- pregunto Dawn con burla, sabia lo mucho que odiaba Ash que le dijeran capitán.

    -El mismo de siempre. Misty, Dawn y yo abordaremos el otro barco mientras que Reika se encarga de cubrirnos y Latías pilotea el barco.

    -¿Por qué siempre yo debo ser la que se queda atrás?- pregunto Reika con los cachetes inflados y amagando con hacer un berrinche.

    -¿Quién te manda a tener la mejor puntería del océano?- le dijo con burla Misty, después se dirigió al capitán- Las mismas reglas de siempre supongo.

    -Si nada de heridos. Solo tomaremos las cosas y nos iremos- confirmo Ash.

    -Espero que eso no incluya el poder humillar a los guardias y a todos los demás- comento Dawn acariciando el filo de sus espadas. Misty también había desenvainado y probaba su espada al aire.

    -Sabes que no me perdonaría nunca arruinarles la diversión- contesto el joven. El también probaba su arma. Un sable doble.

    -Claro solo te gusta arruinar la mía- comento acida Reika probando la tensión de su arco.

    -No me vas a negar que no te diviertes derribando blancos a 100 metros de distancia- la provoco Misty. Reika no dijo nada.

    -El barco se acerca- anuncio Ash mirando por su propio catalejo, después miro a su tripulación y a sus pokemon que asentían con decisión- Que comienza la diversión.
    /
    May se comenzaba despertar después de una pequeña siesta que habia tomado después con su charla con Drew. Le hubiera gustado seguir durmiendo pero un alboroto que provenía de afuera no se lo permitió. Salió de su camarote para ver a gente, especialmente mujeres, corriendo asustada y gritando y murmurando cosas al mismo tiempo formando un inmenso griterío.

    La castaña corrió algo asustada de vuelta a cubierta, temerosa por Drew y su padre. Avanzo contra la corriente de personas y entre ellos escucho el eco de la palabra piratas. Eso la preocupo más y aumento su velocidad.

    Ya en cubierta, vio como otro barco de velas negras estaba al lado del barco donde ella estaba y todo parecía que esos piratas tenían intenciones de abordar. Vio como los guardias se preparaban y llamaban a sus pokemones que se disponían en los bordes del barco dispuestos a atacar. Mas temerosa busco a su padre y a su prometido y los encontró, arriba en el puesto de mando, con el capitán dispuestos a defenderse.

    -Bien soldados prepárense- escucho la voz del capitán por sobre el griterío. Los pokemones de los soldados (en su mayoría Mightyena) erizaron el pelo preparando su ataque- Ahora, ataquen.

    Una oleada de bolas sombras se dirigió hacia el barco enemigo. Los guardias estaban confiados que eso sería suficiente. Mientras que en barco pirata, el joven capitán miro los ataques venir hacia ahí y sonrió confiado también.

    -Latías protección- ordeno- Después, Reika, Dawn y Misty ya saben qué hacer.

    Las cuatro chicas asintieron y se prepararon. Latías hizo brillar sus ojos con un resplandor rojizo y una barrera cubrió el barco que detuvo toda la oleada de ataques. Sin perder tiempo las otras chicas lanzaron sus pokebolas hacia el frente y un Glaceon, un Piplup y un Golduck hicieron aparición.

    -¡Rayo de hielo ahora!- ordenaron las tres chicas al mismo tiempo. Los pokemones obedecieron y tres poderosos rayo de hielo atacaron a los Mightyena de sus oponentes que quedaron congelados. El capitán les hizo un gesto a las chicas, Reika disparo tres flechas simultaneas al mástil del otro barco, estas tenían unas cuerdas amarradas en sus extremos.

    -¡Ahora!- grito Ash, tomando una de las cuerdas. Misty y Dawn hicieron lo mismo. Los tres tomaron impulso y de dispusieron a abordar. Reika con expresión molesta, se quedo en el barco y volvió a tensar su arco. Glaceon se quedo junto con ella, pero la pelirroja también llamo a su Flaeron y a su Vaporeon para apoyarla.

    Los jóvenes piratas tan pronto pusieron pie en la cubierta del barco ajeno, sacaron sus armas. Ash lucia sus sables dobles, uno en cada mano. Misty tenía su espada sujeta sus dos manos. Y por ultimo Dawn tenía sus dos espadas cruzadas sobre su pecho.

    Los guardias llegaron en tropel para hacerles frente, con sus espadas en las manos y sus pokemones (que no se habían congelado) rosando sus costados. Pero se largaron a reír cuando vieron que los supuestos enemigos eran tres simples chiquillos.

    Sin contar que dos eran mujeres.

    -Pero miren que tenemos acá- dijo un guardia con tono burlón- Tres niños que juegan a ser piratas.

    - ¿Por qué mejor no se rinden? Si lo hacen los trataremos con piedad.

    -Lo mismo les podemos decir nosotros a ustedes- dijo Ash con su mejor sonrisa burlona.

    -Sí, sino nos veremos obligados a humillarlos- reto Dawn intentando provocar a los guardias. Cosa que obviamente funciono.

    -¡¿Quién te crees que eres mocosa del demonio?- exploto uno de los guardias.

    -Somos las que te vamos a patear el trasero, anciano- respondió Misty poniéndose en posición de ataque. Los otros dos la imitaron.

    -Quiero ver que lo intenten.

    -Mejor veras como lo hacemos- agrego Ash. Después grito al aire- ¡Salgan amigos!

    -¡Ustedes también!- ordenaron las chicas. Varios resplandores aparecieron enfrente de los jóvenes. Esto asusto un poco a los guardias. Cuando el brillo termino, enfrente de los piratas y defendiéndolos estaban: el Pikachu, el Sceptile y el Swellow de Ash. Después seguían el Piplup, el Pachirisu y el Buneary de Dawn. Por último estaban el Golduck, el Marill y el Starmie de Misty.

    Todos dispuestos a pelear por sus amos.

    May veía el encuentro a lo lejos, escondida tras uno de los mástiles. Le sorprendía la edad de los piratas y la resolución que mostraban, dispuestos a enfrentarse a los guardias sin temor. También le asombraba que dos de ellos fueran chicas.

    -¡Mostrémosles a estos chiquillos a quienes se enfrentan!- grito el primer guardia que hablo, señalándolos despectivamente. Pero tan pronto como termino de hablar, cayó preso del dolor por una flecha de hielo que se le incrusto en el hombro.

    Todos lo miraron sorprendidos pero después algunos más cayeron por esas flechas congeladas que les incrustaban en diversas partes de su anotomía. Por último una flecha, encendida esta vez, rozo la cara del capitán para después que empotro en la pared.

    -Realmente la mejor puntería en todo el océano- comento Misty impresionada como siempre por la puntería y la velocidad de Reika.

    -Ya se estaba tardando- dijo Dawn con molestia.

    -Yo creo más bien que se estuvo conteniendo –intervino Ash- Ahora mostrémosle de que estamos hechos nosotros.

    Al grito del joven capitán, tanto las piratas como los pokemon se dispersaron e iniciaron una vez más el combate. Los guardias salieron al encuentro de los chicos, convencidos de lo que ellos hacían eran una misión suicida. Al que May que oro por la seguridad de los chicos.

    Pero pronto se dieron cuenta de lo equivocados que estaban.

    Creo que la mejor manera de describir a estos chicos es con la palabra imparable. A pesar de su desventaja tanto en edad como en número, ellos lo hacían frente sin ningún problema. Aun si tenían que enfrentarse a varios enemigos a la vez.

    Dawn era un rayo azul por lo rápido que se movía. Esquivaba todos los ataques sin problemas, leyendo y prediciendo los movimientos de sus adversarios. Casi no hacía uso de sus armas, solo para desarmas de una estocada a sus agotados contrincantes. Sin contar a sus pokemones que la defendían también.

    Misty por el otro lado, si bien era igual de rápida que Dawn se centraba mas en el ataque. La espada en su mano parecía una prolongación más de su brazo, esquivaba los ataques, los detenía y los devolvía con una experiencia impropia para su edad. En este caso, los pokemones se centraban también en el ataque, sabiendo que su dueña estaría bien.

    Ash presentaba un estilo particular de lucha. Peleaba codo a codo con sus pokemones como si él fuera uno más. Los sables cortaban el aire por la velocidad en la que se movían pero sin perder fuerza. De vez en cuando, las hojas se hacían electrificadas por el aporte de Pikachu.

    Reika, desde su posición en el barco, lanzaba flechas a diestra y a siniestra. Donde ponía el ojo, ponía la flecha. Sus pokemones la ayudaban preparándolas, ya sea congelándolas o prendiéndoles fuego. La pelirroja atacaba, teniendo cuidado de no acertar ningún punto vital.

    En el barco, reinaba la desesperación al ver que los guardias entrenados no eran suficientes para frenar el ataque de los piratas. Fue entonces que los nobles aristócratas se sumaron también a la lucha. Esta demás decir que eso no supuso una gran diferencia.

    En poco tiempo, las fuerzas se vieron reducidas y todos los guardias fueron atados. Lo demás pasajeros se mantuvieron libres pero bajo la amenaza de la espada de Misty. Al terminar la lucha, Reika abordo también el barco para ayudar a Dawn a buscar a los pasajeros escondidos en los camarotes y usurpar sus pertenencias. Misty y Ash se quedaron en cubierta atando a los guaridas y sacándoles sus objetos de valor a los demás.

    May había sido descubierta por Ash y fue llevada con delicadeza hacia donde estaban los demás. El propio Ash la ato con cuidado y le sonrió para tranquilizarla. El no tenia ninguna intención de lastimar a nadie y menos a una mujer.

    -Esto fue muy fácil- se quejaba Misty molesta por no lucir sus verdaderas habilidades.

    -Ya habrá retos mejores- la consoló Ash. El vio como Reika y Dawn volvía con bolsas en las manos.- Ya es hora de irnos.

    La última de la fila en ser saqueada por Ash era May. El pirata vio que no tenía ninguna joya de gran valor, cosa que lo sorprendió. En vez de eso, solo tenía un bolsito de encaje rojo que colgaba en su muñeca. El pirata lo tomo y se alejo unos pasos.

    La joven desesperada al ver que la bolsa donde guardaba sus pokebolas era robada se puso rápidamente y con dificultad de pie y se acerco al joven.

    -Por favor, no te la lleves- imploro al joven, tomándolo con sus brazos. Ash la miro sorprendido e hizo señas a sus compañeras que no hicieran movimientos bruscos y que llevaran el botín al barco. Las jóvenes algo dudas obedecieron.

    Drew, que estaba cerca de Norman intercambio una mirada con su futuro suegro al ver que sus captores estaban distraídos. Estos planeaban saltar sobre el joven pirata y apresarlo para exigir la rendición de los demás. Pero no contaron con que Ash viera la seña que se hicieron. Entonces hizo algo que verdaderamente odiaba.

    Tomo de rehén a la castaña que estaba enfrente a él. La tomo rápidamente por sus brazos y la apreso contra el acercando el filo de su espada contra su cuello.

    -Que nadie haga ningún movimiento raro- ordeno mientras guardaba a sus amigos. Después se hasta el borde del barco, con la joven aun en brazos- No se preocupen, se las devolveré en el próximo puerto.

    Dicho esto, tanto su cintura como la de May fueron envueltas en látigos cepas de los pokemon de hierba que estaban en la cubierta de su barco. Después fueron jalados por estos al barco pirata, ante la atónita mirada del prometido y padre de la joven.

    Al volver a su barco, bajando la espada pero sin soltar a la joven el capitán ordeno a Latías que usara su tele transportación. La lo obedeció y el barco desapareció con rumbo desconocido.

    Continuara....

    Gracias por leerme
     
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  2.  
    Evans

    Evans Tebi

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    8 Abril 2011
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    Vaya!!!, me gusto , digo . Me encanto.....¿Quien diría que Ash se convertiria en un pirata y May estuviera prometida con Drew ?
    Tenéis algunas fallas que se pueden mejorar como al principio ; los "marino" cumplían con su labor , cuando se escribe : Los "marinos" cumplían con su labor.
    De hecho hay otras 4 como estas , que son errores pequeños , pero que cuentan mucho.
    De errores solo note estos . Así que cuando lo continúes me avisas...GAME OVER
     
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