The Hunger Games Traición (Actividad Parejas al ataque)

Mi nombre hacía eco en la plaza central del distrito. Mi respiración se incrementó y sin saber como mis piernas se movieron hasta subir al escenario. Nadie hizo sonido alguno cuando pidieron voluntarios, pero eso era bastante obvio ¿quién quiere ir directo a su muerte?

Sentí los latidos en mis orejas, un miedo descomunal envolviendo cada partícula de mi cuerpo. Y sin notar cuando paso o que es lo que pasó me encontraba en la arena corriendo con lágrimas corriendo por mis orbes, esto tenía que ser un sueño, despertaría y me encontraría con mis hermanos en casa y buscaríamos peces o algo para comer, o nos llenaríamos con agua pura. Cerré los ojos intentando regresar, despertar, pero eso jamás se pudo.

Miré a un lado, ese pequeño niño que conocí en el entrenamiento corría con todas sus fuerzas junto a mí.

―Sobreviviremos juntos―mencionó con una sonrisa.

Esas fueron sus palabras, estábamos en esto juntos. No hubiera hecho esa promesa si no creyera fielmente en ella.


Los días comenzaron a pasar y los cañones sonaban al inicio sin cesar y ahora, cada uno era un martirio. La promesa había sido cierta, seguíamos vivos a pesar que ya habían pasado cuatro días. Ahora el pensamiento era otro ¿Cuándo solo quedáramos nosotros dos qué pasara? Solo podía haber un ganador. Tragué al pensarlo, no era momento para tomarlo en cuenta.

Mi pierna sangraba pero seguíamos andando, no podíamos detenernos. Solo quedábamos 4 contándonos ¿qué iba a pasar? ¿Qué seguía? ¿Qué debía hacer? Cada vez me costaba más y más respirar, él no podía matarme, no era capaz y para ser honestos yo tampoco era capaz de hacerle daño. Él había cuidado de mí, me había protegido y no podía hacerle algún daño. Pero ¿cómo iba ser capaz de regresar a casa si no tenía las agallas de matarlo?

Éramos cuatro y finalmente sonó el cañón. Mi corazón dio un brinco. Tenía que matarlo, de verdad tenía que hacerlo. Me abrazó y el miedo me congeló, no podía hacerlo.

―Ya todo acabará pronto

Sonreí porque aquellas palabras me reconfortaban y fue ahí que sentí algo frio entrar en mi espalda, un sonido escapó de mis labios, un grito de mi alma. No sentí dolor cuando entró, pero al salir algo estaba quemándome. Caí al suelo y ahí estaba el, mirándome con una sonrisa retorcida en su rostro.

―Shhh, escucharas pronto el cañón por segunda ocasión.

Traición, sus ganas por sobrevivir fueron más fuertes que la mia, había sido una ingenua y tonta niña que pensó que el no iba a tener las agallas para apagar su vida, pero era el final de todo, aquí la confianza no era nada y sobrevivir lo era todo.

El cañón sonó y mi vida se extinguió.

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Aqui está mi parte c: lamento publicarlo tan tarde D: @Reagan @DRex