"Te quiero". [Ita~Karin]

"Te quiero". [Ita~Karin]

¡Holita! ¿Cómo están? :3 Ok, aquí voy con otro one-shot, que se lo prometí a Kaori :yeah:

Lalala… Es un ItaKarin, seh x’D. ¡Joder! Estoy estresada y estar estresada me inspira y adsf… ¡Mentira! Hace días que lo vengo demorando xD. Díganme a ver que tal esta porquería hecha con todo el corazón para mi Kaori :)


Autor:CeciliA. (Me)
Título: “Te quiero” [ItaKarin]
Pareja: ItaKarin
Summary: Si no tenía que ver con él, que pasara lo que tuviera que pasar.
Tipo: One-shot.
Clasificación: Es apto para todo aquél que se considere lo suficientemente apto para leer xD.
Advertencias: UA, y creo que nada más.
Género:Creo que romance o algo así e__________e
Dedicado a: KaoriSama.

“Te quiero”. [Ita~Karin] ​

—De seguro ya es otra de las zorras, que se hacen llamar novias de mi hermano. —pensó, más bien supuso, pero al fin y al cabo eran conclusiones anticipadas. Lentamente, abrió la puerta.

El joven tenía la vista fija en un punto perdido fuera de la habitación, más bien en alguien. Una cabellera que se asimilaba a una llamarada de fuego, contrastaba notoriamente con las tonalidades sutilmente negras de esa noche. No sabía a que venía, y ni se inmutaría en lo más mínimo. Si no tenía que ver con él, que pasara lo que tuviera que pasar.

El peli castaño se limitaba a observar lo que pasaba desde las sombras, ¿quién lo diría? Itachi Uchiha examinando minuciosamente a la novia de su hermano menor. Cabello con rebajes y algo alocado por un lado, y al otro, simplemente lacio y sedoso. Extraño, muy extraño; pero sensual.

Y ahora, la maldita pregunta: ¿cómo conservar el autocontrol? Difícil, ya que su vestimenta no le ayudaba en lo más mínimo. Un pervertido escote, incrustado en esa blusa blanca. Jeans ajustados, y tenis semi deportivos. Cual escultural figura de diosa, combinada con aquella atrevida ropa, era suficiente motivo para lanzársele encima. Pero no, su arrogancia y frialdad, eran suficientes barreras.

¡Por dios! Si Sasuke no llegaba pronto, quizá y esa reunión terminaría en algo locamente atrevido y prohibido. Ley de hermanos.

— ¿A qué vienes —hizo una pausa—, Karin?

— ¿Dónde está Sasuke-kun? —habló, mientras cruzaba sus brazos sobre su pecho, cerraba los ojos y adoptaba una posición altiva— Es muy importante, Itachi-san.

Sasuke esto, Sasuke lo otro… Siempre Sasuke, y ahora no era solo su padre, también las mujeres. ¡¿Por qué?! Si él había sido, durante mucho tiempo, uno de los más codiciados chicos de la ciudad. ¿Cuál era el motivo de su falta de popularidad? Quizá y a las chicas de ahora, no les agradaban los universitarios.

—Lo siento, no está.

—Esperaré si es necesario, gracias.

—Entonces esperarás mucho —abrió un poco más la puerta de su casa, y luego se apartó—, pasa.

Karin obedeció sin inmutar, el aire estaba cada vez más frío.

La sala de esa casa, se mantenía realmente oscura. Casi le dio miedo estar ahí, casi. La presencia femenina, se dirigió sin titubear al sofá que se ubicaba en medio de ese gran salón. Se tumbó sin esperar alguna indicación, y sus ojos llamativamente rojos, recorrieron el techo sin interés en nada más ni menos, que pasar el tiempo.

Extrañamente, el Uchiha mayor ya se encontraba en otro salón de la casa, más precisamente en la cocina. Elevando un poco la voz, se dispuso a hablar.

— ¿Una bebida? —ofreció Itachi.

—Sí, gracias. —respondió la pelirroja, sin mostrar sus nervios, y mucho menos su desesperación.

Es que estar a solas con el hermano de tu novio, no decía nada bueno de ella. Y especialmente, si se dispondría a terminar con Sasuke ese mismo día. Definitivamente, su futuro exnovio pensaría muy mal de ella.

Bla, bla, bla… Sasuke Uchiha podría ser un niño bonito y demás, pero cuando se trata de atenciones, y decirte un te quiero… Él no está disponible.

La joven de cabellos carmín, estaba demasiado sumida en sus pensamientos. Tanto que parecía ida, parecía que le habían arrancado el alma y que su cuerpo se mantenía inerte en su lecho. Y sí, tenía muchas cosas en qué pensar. Tenía muchas palabras que ingeniar, y como si no fuera poco, debía terminar su tarea de Historia.

— ¿Te guste el refresco de…? —fue interrumpido.

—… —Karin ya no dijo nada, casi se desmaya de la sorpresa que le dio oír la voz del individuo masculino. Pues claro, después de casi dejarlo sordo de un grito… Se queda callada. Ilógico.

— ¿Qué demonios te pasa? —decía el castaño, a la vez que dejaba el recipiente en la mesa que se ubicaba a la derecha del gran sofá.

—N-nada, es sólo que me impresioné.

—Bien, pero no vuelvas a gritar así o me dejarás sin tímpanos.

—Exagerado. —susurraba la aludida, y al pasar unas milésimas de segundos; se sonrojó un poco, infló los cachetes y cruzó sus brazos en su pecho, como un mohín infantil.

El silencio se hacía notorio. Karin estaba incómoda. Más bien, Itachi la ponía incómoda. Siempre tan arrogante, altivo… ¿Y también sexy? Quizá, pero ella no lo admitiría.

¿Era tan molesta la ausencia de sonidos? Quizá la única incómoda no era la chica de llamativos ojos escarlatas, si no también, el mismísimo Itachi. ¿El tan intachable Itachi, cediendo ante la presión? Sería más creíble, que dijeran que a Caperucita Roja se comió al lobo.

Pero al fin y al cabo, la televisión no encendía ni de forma manual. Muy bien, ahora no tendrían algo para relajarse de la tensión que la presencia de cada uno, ejercía sobre el otro. (*)

¿Para qué negarlo más? Itachi sentía una pequeña atracción hacia esa mujer. Pero por más pequeña que fuera, en sí era algo. Ya la tentación lo estaba matando, se sentía intrigado por adivinar el sabor de esos sensuales y atrayentes labios. Pero no podía. Era de esperarse, que su pequeño hermanito se enojara, motivos sobrarían.

— ¿De qué tienen que hablar tú y mi hermano?

—Terminaré con él… Digamos que, no es lo que esperaba. —respiró pesadamente— Siempre supe, que él es frío. Y pensé, que si nos hacíamos algo más que amigos, él cambiaría conmigo. Pero no, estaba equivocada.

—Todas dicen lo mismo, pero tú eres la primera que se atreve a terminar con él —elevó sus hombros, en una típica expresión de indiferencia—. ¿Sabes? Tiende a ser muy temperamental.

—Conociéndote, hoy ya has hablado mucho.

—Tal vez, Karin.

Sin pensar en sus actos, la fémina se acurrucó en el hombro de su actual acompañante. Acto seguido, él tensó todos y cada uno de sus músculos. Ya era demasiado por hoy. Dirigió una mirada fugaz a esa cabellera carmín, ¿cómo podía tener el cabello así? Era algo simplemente inconcebible.

Ya, la tentación lo estaba matando. Había pasado de un pequeño cosquilleo en la mente, a un significativo nudo en el estómago. Pero nada de esto, se hacía notorio más allá de su piel. Una grandiosa fachada.

Ni un ruido, ni un suspiro… Nada. Karin hacía una excelente imitación de una sordomuda. Débilmente, levantó su cabeza del hombro del castaño, recién había caído en lo que hacía.

—Creo que, hablaré luego con Sasuke-kun —musitó esta, levantándose del cómodo y mullido asiento.

Vio por última vez el rostro extrañado del Uchiha. Era verdad, siempre ha sido más guapo que Sasuke. Se le notaba confundido, y ella podía apreciar cuanto lo deseaba él. Y así, fue que Karin comprendió. Los ojos de Itachi la estaban provocando, provocando a que se atreviera. Su deseo era notorio.

—Si no le dices nada a Sasuke-kun, yo no lo haré. —propuso esta. ¡Esa era la voz más sexy que Itachi Uchiha había escuchado jamás!

Eso fue la gota que derramó el vaso…

Él, tomó la pequeña cintura de la joven, atrayéndola a su cuerpo. Querían hacer que la distancia entre sus labios, ya no existiera. Y así se hizo su devoción. Quién sabría qué pasaría por sus cabezas en ese momento. Tenían una buena razón para besarse, pero sólo una contra otras doscientas. Esa razón era el deseo mutuo.

¿Aire? Aún tenían de sobra. No acabarían esas suaves caricias. Y eso ya no fue suficiente, ahora ambos se recorrían las bocas el uno al otro.

Ahora sí, necesitaban del oxígeno. Ya no podían seguir con aquella acción que ambos estaban disfrutando.

—Itachi-san, están tocando. —

—Lo sé, ya voy. —

Sorpresa se llevaron ambos al abrir la puerta. Y qué sorpresa.

— ¿Qué haces aquí, Karin? —preguntó, pero la aludida sólo alcanzó a distinguir esa silueta tan peculiar.

—Sasuke-kun —alcanzó a decir ella. Se llevó una de sus manos a la boca, de seguro se daría cuenta. Todo su cosmético labial, estaba desparramado. Titubeando, se acercó hasta un punto en donde el recién llegado, no pudiese verle el rostro.

—Tenía que decirte algo. —actuó Itachi, para bien de la pelirroja.

—Bien, aprovecharé. Sé lo mucho que te gustan estas estupideces. —balbuceó. Aunque no era visiblemente notorio, el peli azabache estaba algo “abochornado”. Extendió su brazo, el cual sostenía algo…

—Oh, Sasuke-kun es hermoso.

—Hmp, primera vez que Sasuke regala un oso de peluche que dice; “Te quiero”.

.x.~·X·~.x.​

Lo sé, está horrible xD. Es que no acostumbro a hacer ItaKarin, y creo que sí hubo un poco o muchísimo Ooc cof cof muchísimo Ooc cof cof. xD. Al diablo, si a Kaori le gusta, no me importa nada más (?) Lamento que no esté muy bien hecho, es que no estoy inspirada, y estoy enferma y adsf… Esto es un suicidio social, pero no importa... No tengo vida social xD.

¡Adiosh! (?)

 

Re: "Te quiero". [Ita~Karin]

Me faltó xD:
(*) Encender el televisor de manera manual, es levantarse y encenderlo sin en control remoto xD. Es todo un viaje hacerlo ¬¬U
Para que que no sabía D: xD