Una guerra entre maestros, guerreros y estudiantes, quienes practicaban entre estos tres estilos de pelea, los cuales nacieron en un mismo país, y que años después de brutales muertes casusados por la rivalidad de entre estas tres bandas, un grupo de jóvenes con talentos de pelea bastante avanzados marcaran los hechos más importantes que si bien podrían dar fin a todo esto. Sin embargo, no solo existían el shito, el estilo libre y potente, contra el shotokan, la pura fuerza bruta, y el goju, desconocido por los dos anteriores, sino también otros estilos que por un momento se consideraron extintas, y cuya historia fue enterrada, hasta ahora. CONSEJO: Para aquellos que no conozcan estos dos términos y otros que mencionaré, seguramente lo buscarán en internet, así que quisiera confirmar algo, puede que haiga algunas cosas que nunca pasaron en la historia real de estos estilos, pero son parte del poder creativo de un fanfic. Como es un universo alternativo, me refiero a que es mi versión de como sucedió las cosas. Espero que les guste y no olviden dejar comentarios. Gracias. CAPÍTULO I: Los tres reinos y Okinawa Antes de que aparecieran los grandes maestros que dejaron su huella en los primeros años del karate, antes del maestro Kanryo Higaona, de Kenwa Mabuni, incluso antes del misterioso maestro legendario Ryu Ryuko, exístia una rivalidad entre los reinos que abarcaban todo el país de Japón, principalmente tres reinos que se localizaban en la costa oeste de aquel conjunto de islas. Entre estos reinos la muerte era cosa de todos los días, y en cantidades bestiales, atacándose con lanzas, trampas, pero más que todo, con hombres con habilidades de pelea muy avanzadas. Tanto había llegado la cantidad de sangre derramada por sus senderos, que el rey de uno de estos templos, el emperador Sho Kyu, el más fuerte en ese entonces, llamó para organizar una asamblea entre sus rivales. - Queridos hermanos, no quiero que el futuro de nuestra gente se vea afectada con un futuro lleno de miseria, dolor y odio, por ello he decidido organizar una clase de desafío. Los otros dos gobernantes se miraban con curiosidad y seriedad. - Lejos de nuestras islas se encuentra un simple, pero no insignificante territorio, vasto en comida y suministros, suficiente como para apaciguar el hambre que pasa en nuestro país. -Pero ese lugar ya está habitado por otras personas. - Ahí iba a llegar -observando el mapa colocado en la mesa-. Aquel grupo de elegidos que logre que ellos se nos unan, será una clara prueba de quien debería gobernar con paz durante esta era. Aquella isla que mencionaba no sería nombrado sino hasta más tarde como Okinawa, el lugar donde nació el karate do. Pues bien, Sho Ryu y Sho Kai, los otros dos gobernantes, no confiaban en la palabra del supuesto emperador, por lo que la historia se dividiría en dos tiempos. Una, tratando de contar la travesía de estos tres grupo de jóvenes que mandaron para que hablasen con los líderes de Okinawa, y la segunda, la lucha interna y secreta, liderados por asesinos contratados por los dos reinos rivales. Aunque claro que nuestro emperador Sho Kyu no era torpe, y aunque honraba su palabra de no atacar a los demás mientras se llevaba a cabo el acuerdo, él contrató a un grupo de samurais provenientes de Okinawa , pero que crecieron en su reino. Su misión: proteger a sus 3 hijas y a su pequeño hijo para que llegaran sanos y salvos a la pasiva aldea de Nippon, hasta que terminara la guerra. Lo que no sabía ninguno de los que vivían en Japón, es que Okinawa también estaba pasando por momentos conflictivos, ya que entre los múltiples maestros que existían, los mejores exigían la bendición del sensei Rokawabu para ser el siguiente mentor y protector de Okinawa. Lamentablemente el maestro murió sorpresivamente con una daga clavado en el corazón. Entre ellos se culpaban por la muetre del maestro, y ello llevó a sus alumnos y familias a distanciarse de los demás estilos de pelea. Un alumno llamado Ryu Ryuko, quien era huerfano y de nacionalidad china, rezaba al cielo pidiendo una salvación antes de que las disputas se convirtieran en combates a muerte, cosa que no se aplicaba desde hace décadas. HASTA LUEGI
Oh, interesante... no había visto una historia que abarcara este tipo de temas, las artes marciales japonesas me parecen impresionantes, tanto por su antiquisima historia como por su extrema disciplina y excelencia. Aunque no se nada sobre los antiguos maestros, ni de las leyendas de estos "estilos de vida", supongo que confiaré en ti :) a menos de que hayas inventado tu los nombres de esos grandes expertos. ¿Son reales o los inventaste tu?. Igualmente me parece muy original esta idea, y aunque esto fue algo asi como un prólogo y fue algo corto, puedo decir que luce bastante prometedor. Aunque tengo que esperar a que empieze lo bueno para dar un comentario mas completo, sin embargo hasta ahora todo va bastante bien. No noté faltas ortográficas, lo unico que podría aconsejarte es que cambies el guión corto por el largo en los diálogos. Ahora será mas fácil pues aplicaron el guión largo aquí en la caja de mensajes, pero claro eso sería todo... Tu narración me gusta, es sencilla y fácil de entender y con una trama tan complicada es mejor usar todas las alternativas posibles para simplificar la lectura... Creo que eso sería todo, así que paso a retirrarme, y por supuesto me seguiré pasando por aquí para ver como va evolucionando tu historia. No sé que piensen los demás, pero al menos en mi opinión esto se ve bueno :). Saludos.
No es difícil, si pones los nombres que mencione en este capítulo, excepto los nombres de los emperadores que tienen una o dos letras que varian del nombre original, verás sus fotos reales. Aunque claro que dije que la historia narra antes de que ellos aparecieran como los representantes del karate do, bueno... la historia está un poco sacudida de la verdadera. Muchas gracias por tus animos, y en el proximo capitulo ya contare una aventura más larga e informatica. Hasta Luegi:D
Aunque pensaba relatar un contexto más corto, la historia de Japón abarca muchos otros puntos. Aunque claro, es un mundo diferente con una historia diferente. Disfrútenlo. CAPÍTULO II: El imperio de China Desde que se confirmó la prueba de valentía de los tres reinos, la gente de los pueblos pequeños rezaban para que ninguna alma sea sacrificada en vano. — Por favor ancestros, vigilen y cuiden a mi esposo y a mi hijo —entre las plegarias de la muchedumbre. — Me rindo a sus pies viejos maestros, juro que honrare esta espada que me confinaron. — Por favor hermano, no dejes que ellos te hagan daño. Entre muchas otras, estás tres plegarias serían muy significativas, ya que la primera venía de la esposa del guerreo más confiable del emperador Sho Kyu, y madre de un hijo que pronto tomaría el puesto de su padre. — Yamamoto, Kuryoto, salven a este país. La segunda plegaria, del reino de Sho Ryu, fue dictado por un hombre de un pueblo casi olvidado y que ahora en la actualidad yace bajo las aguas debido a las tragedias que siempre llegaban a atormentarlas. Podría decirse que fue el único guerrero que quedó de su pueblo, lo cual era conocido por el resto como Namaeshi, "el samurai olvidado por los suyos". — A todos ustedes que yacen descansando, si me oyen, les prometo que las carnicerías acabaran pronto y que podré devolver la grandeza a nuestras antiguas tierras, en especial a ti, maestro Yamabushi —blandiendo en lo alto su espada que fue heredada. La tercera plegaria, proveniente de un hermando pequeño que trabajaba como vendedor de telas junto con su madre en los mercados alrededor del templo de Sho Kai, el cual rezaba a su hermano mayor. — Tú me has enseñado todo lo que hay que saber sobre cómo defenderme, pero aún no aprendí todo. Prométeme Takemura, que volverás para que podamos pasar el año nuevo como una familia otra vez. — Nuestro padre me guiará, te prometo que haré lo posible para que tú y tus amigos no vayan a pasar hambre otra vez. Los barcos de los tres reinos partieron casi al mismo tiempo un día del mes de abril desde las costas de Shimambuburu, bajo la bendición de sus tres emperadores, que pronto se reducirían a uno. — Les deseamos mucha suerte, pero tengan cuidado —callando al público que no paraba de gritar—. Desgraciadamente nuestra rivalidad ha causado el interés de otras naciones por posesión de la isla independiente (Okinawa). Quisimos arreglarlo diplomáticamente, pero nuestros tratados con esas naciones han sido ignoradas; y por ello, trataran de quitarnos nuestra única esperanza de salvar el futuro de Japón, confiamos en ustedes. Eso sería todo. ¡Vayan! Bajo la bendición de Sho Kyu, los primeros barcos salían bajo un viento a su favor, seguido de varias voces de aliento. Sin embargo, entre los aldeanos del muelle, se encontraba un hombre de aspecto raro, quien en secreto se dispuso a meterse en la sección de carga de uno de los barcos. La cruel verdad es que la guerra civil de Japón, que se encontraba en un estado crítico iba a recibir más participantes a esta, y es que en China, luego de que su gobernante Quangxung usara la excusa de luchar contra los japoneses debido a su falta de palabra del país japonés ante el tratado de Kangwa que los mantenían en paz a cambio de intercambios comerciales. — Planeo expandir mi imperio, y ya que gran parte de Corea se ha rendido ante mis tropas, usaré sus guerreros para mandar a aniquilar las tropas del reino de Sho Kyu, y me apoderaré de aquella tierra, ya que si les quito esa isla, los tendré en la palma de mi mano y no tendrán otra opción que rendirse. Usando las rutas de Corea del Sur, los barcos imperiales chinas se dispusieron a alcanzar primero a los barcos de Sho Kai, quien no se percataría del ataque sino hasta seis días después. — Capitán, naves se acercan desde el lado sur. — ¡¿Que banderas están llevando?! — Parece que son de Corea. — No te preocupes, que nuestra naves son más rápidas que las de... — Capitán —gritando otro hombre desde el mástil—. ¡Una de nuestras naves se detuvo! — ¡¿Pero por qué?! —saca su catalejo y se queda sorprendido. — ¿Qué pasa capitán? — Todos... están... muertos. Todos habían caído, pintando el suelo de rojo, a excepción de dos; uno era el que se había escabullido en la zona de cargas, y el otro, el hermano mayor Takamura, quien poseía ya varias heridas. — ¡¿Quién eres tú?! — No pueden ganar —confundiendo al chico—. China es fuerte en toda su gloria, y aunque sólo soy un simple títere, mi familia podrá seguir viviendo siempre y cuando pueda matar a muchos de ustedes. — Eso ya lo veremos. Pero cuando se disponía a usar sus puños para el combate, una bala traspasa el hombro de Takamura desde una de las naves enemigas que llegó a alcanzarlo, cayendo rendido por el suelo, junto con sus demás compañeros. — Capitán, el enemigo cada vez está más cerca, ¿cuáles son sus órdenes? Viéndose en la necesidad de vengar a sus hombres, mandó al otro barco que avanzara, que ellos se quedarían a pelear. — Ahora tú estarás a cargo del grupo. Ve a Okinawa y gana el desafío, nosotros retrasaremos al enemigo. Entre lágrimas y dolor, el capitán cuyo nombre lamentablemente no fue recordado en algún libro que cuente esta batalla, junto con otros cincuenta hombres japoneses, giraron al barco para enfrentarse a las cinco naves coreanas. El combate ya estaba perdido antes de que hubiera comenzado; pero al menos, uno de los tres barcos que mando Sho Kai, sólo uno seguiría flotando hasta las costas de Okinawa. La victoria de los coreanos llegó hasta China, y el emperador Quangxung se mostraba contento con el resultado de sus esclavos. — Aunque esperaba que acabasen primero con las tropas de Sho Kyu, por lo menos la rivalidad ha disminuido un montón. Sólo espero que los hombres que mandé a Okinawa puedan persuadir a la gente de Ryukyu para que se nos unan y podamos destruir el imperio japonés; sino, nunca sabrán la verdad sobre la muerte del maestro Rokawabu. El siguiente capítulo narrará sobre el viaje de los hijos del emperador Sho Kyu, escriba sus comentarios y los veré pronto. Hasta Luegi.
Hola a todos, pues bien, dije que publicaría la continuación de este fanfic, y aquí la tienen. Hoy es mi cumpleaños y nada me motiva más que publicar un capítulo en este foro, disfrutaré el resto del día estudiando, (hoy me toca clases todo el día en la universidad, lo digo sarcásticamente) Muchos conocerán el significado de este término que les hará recordar los momentos más emblemáticos de las películas que se realizaron en el oriente. Así que, he decidido narrarles lo que supuestamente pasó, eso sí, narrándolo según mi manera, para así no insultar o burlarme indirectamente de la historia de Japón. Capitulo 3: El primer harakiri (parte 1) Existe una leyenda sobre el origen del primer harakiri en la guerra de los tres reinos de Japón y los tres estilos de Okinawa, del cual se puede rescatar de esta guerra. Cinco de los mejores samuráis, elegidos personalmente por el emperador Sho Kyu, se les habían sido asignados la tarea de proteger con sus vidas a sus descendientes y el futuro de su reino. - A ustedes les confiaría mi vida, pero mi deber se encuentra aquí y estoy seguro que no faltará mucho para que haiga una traición durante los próximos meses. Por ello, deberán llevar a mis hijas y al futuro emperador hacia el refugio de Uchiniban hasta que este desafío termine, lo más pronto posible eso espero. Probablemente ya no nos volveamos a ver y yo tampoco vuelva a ver a mis hijas, así que asegurense de distraerlos de cualquier curiosidad sobre la situación que afronta nuestro reino, ¿entendieron? Los cinco se arrodillaron y se despidieron a través de un respetuoso saludo, entonces 4 de ellos se retiran, quedando sólo uno con el emperador. - ¿Por qué aún sigues aquí? -mostrándose muy confundido ante el guerrero. - Su Alteza, me es un honor para mí servirle de esta forma, ya que así podré pagarle por todo lo que ha hecho por mí. El emperador se muestra sorprendido ante sus palabras, pero luego le sonríe, como si ya supiese de quien se trataba. - Ah sí, me acuerdo bien de ti, llegaste un día a las puertas de mi palacio, con frío y muriendo de hambre. Cuando te vi supe que había un gran guerrero dentro de ti luego de verte en aquel primer día en el campo de entrenamiento. - Llegar a ser llamado un samurái es el mayor honor que pueda ser recibido por parte de una persona tan noble como usted. Las miradas de ambos entonces se cruzaron y el emperador pudo notar que en su mirada había algo más que quería liberar. - Durante tus primeros años aquí, tú y mi primogénita se hicieron buenos amigos -entonces el samurái agacha la cabeza-, pero estos últimos meses, siendo mi hija ya toda una mujer y llevando los ojos de su madre, parecía mostrar cierto desequilibrio con respecto a sus obligaciones, en especial cuando te veía entrenar, y viceversa. - Su Alteza, no quise faltarle el respeto. -Y jamás lo hecho y lo harás, pero debes entender que los sentimientos que tienes por ella no beben afectar su futuro, en especial con una guerra así en medio. Tú no te preocupes, que cuando yo no este aquí, tendrás tu completa libertad y decidirás tú también tu futuro, donde sea y con quien quieras. Ryoshi, uno de los primeros samuráis en vivir entre las cuatro paredes del palacio de Sho Kyu, entendió claramente el mensaje y lo interpretó como unos planes de boda a largo plaza, por lo que toda esa alegría contenida en él lo liberaba a través de los nervios temblando con su mano derecha la funda de su espada. Después de eso el emperador ya no volvió a hablar con alguno de ellos o con alguna de sus hijas; y así, a la mañana siguiente, cuando los primeros rayos del sol cayeron sobre las grandes puertas del palacio real, los caballos de las princesas y del príncipe salieron por un sendero oculto que lo llevaría por los grandes y bastos bosques de Aokigahara. - Muy bien guerreros -habló Ryoshi-, avancemos. Yendo los samuráis también en caballo, y todos usando prendas viejas para cubrir su identidad partieron entonces en el inicio de su viaje. Anaye, la hija mayor del emperador, se acercó un poco para saludar a su amigo. - Hola Ryoshi, cuanto tiempo ha pasado -mostrándole una dulce sonrisa-. Veo que mi padre nos mandó a este viaje juntos, ¿no es genial? Sin embargo, Ryoshi no le responde y siguió manteniendo el paso. Anaye se sintió rechazada en ese momento pero luego trato de olvidarlo charlando con sus hermanas. Este desafío que se impuso entre los tres reinos para impedir que se derramara más sangre era realmente inútil, ya que las necesidades de alimento y suministros de la gente que no llegaba a vivir cerca de alguno de estos lugares no iban a resolverse con una larga paciencia, y por ello trataban de sobrevivir a través del saqueo y la matanza, un ejemplo claro de esto eran los bandidos salvajes que habían huido a buscar refugio en lo más profundo de los bosques de Aokigahara, lugar que inconscientemente iban nuestro grupo de viajeros. Pasaron un par de días desde que abandonaron su hogar y Anaye no pudo mantener contacto con Ryoshi, ya que siempre mantenía guardia cuando el príncipe y las princesas descansaban, y esto realmente la afectaba, más cuando estos se hablaban en tiempos aquellos de la niñez de ambos. - Sólo quiero que me hable, nada más -se decía a sí misma. A la mañana del tercer día llegaron a las puertas del bosque de Aokigahara, y entre los samuráis notaron que les esperaba problemas al otro lado. - ¿Y qué hacemos ahora? -pregunta uno de los guerreros. - No podemos volver, pero tampoco podemos arriesgar la vida de todos -dijo Ryoshi. Y sin darse cuenta, su mano es tomada por las suaves y frágiles manos de Anaye, quien parecía jalarlo para adentrarse al bosque. - Sé que tienes una misión que cumplir, pero no puedes tomar tú todas las decisiones. - Pero es que allí adentro van a correr peligro. - ¿Peligro? Para eso los tenemos a ustedes cinco, y déjame decirte que nuna me sentí más protegida en toda mi vida, a pesar de tu conducta durante estos días. - Su Alteza, yo no quería... Anaye es entonces quien la ignora y es la primera en meterse al bosque, para que luego lo acompañara el resto. Hasta aquí las cosas se mostraban tranquilas, pero no tardó mucho para que el príncipe Yoshira despertara su lado curioso y empezara a detener su caballo para hacerlo, teniendo apenas diez años. - Oigan díganme, ¿cuánto falta para llegar?... ¿cuántos años tiene este árbol?... ¿esto que acabo de pisar es lodo?... ¿cómo te hiciste un guerrero?... Togeru, el samurái encargado de vigilar al príncipe, perdía muchas veces el control debido a las preguntas que le lanzaba el pequeño a cada rato, aunque no lo demostraba, por lo que sólo dijo: - Su Alteza, debe darse prisa si no quiere perderse. Aunque eso tampoco impidió que el príncipe Yoshira preguntara. - ¿Por qué? ¿Acaso tienes miedo? No sabía que los samuráis tenían miedo ¿por qué siempre tienen cabello largo? Bueno, la paciencia y la disciplina siempre estuvo presentes en el carácter de los samuráis. Luego de un par de horas, llegaron a un río donde dejaron descansar a los caballos, mientras que los guerreros racionaban la comida. - A ver, estamos aquí -guiándose Ryoshi con un mapa-, este río que encontramos está cerca del puente que divide Aokigahara del siguiente pueblo. Allí podremos descansar un par de días y cargarnos de suministros. - Tal vez, pero ya casi no nos queda comida, por lo que la solución más apropiada es buscar por los alrededores. - De acuerdo, pero un grupo de nosotros deberá quedarse para vigilar a los caballos, las princesas y el príncipe. - Oigan, ¿y qué tal si les ayudamos a buscar comida? -pregunta Anaye. Entre los cinco negaron con la cabeza. - Bueno, pero yo creo que si hay más ojos y manos buscando, acabaríamos más rápido y nos iríamos pronto. Entonces Ryoshi, viéndose en la desesperación de salir del bosque decide dejar a dos de ellos quedarse con los caballos y con el príncipe mientras que los otros tres cuidaban a una princesa cada una en busca de los alimentos necesarios. Era obvio que Ryoshi vigilaba a Anaye, aunque no fue su decisión. Los minutos pasaron y Anaye ya había acabado de recoger suficiente fruta. - Muy bien, ahora vámonos que los demás ya deben estar esperándonos. - Me parece bien, pero primero me gustaría que hablemos. - Pero Alteza, no creo que sea el momento... - Deja de dirigirte a mí de esa forma Ryoshi, mi padre no está aquí, así que llámame por mi verdadero nombre. Ryoshi entonces cerró los labios presintiendo que esto iba a ser importante para ambos. - En serio has cambiado, pero de la manera como yo esperaba, ¿qué pasó? - Créame que no es por odiarla, es que simplemente no puedo dejar que esto me distraiga de mi misión. - Ryoshi, por favor, sé honesto conmigo -estando a punto de llorar-, es que ya no te conozco. Cuando eramos niños, rápidemente me empezastes a gustar, y ese sentimiento empezó a crecer hasta aquel día en que te fuiste para entrenar lejos -entonces sus primeras lágrimas empezaron a reflejarse en su rostro-. Y cuando regresastes, pocas veces te podía ver, pero tenía ese presentimiento de que seguías siendo el mismo, al Ryoshi que una vez amé... Las ĺagrimas y los sollozos que deshaogaba Anaye en sus palabras le impedía seguir hablando, y Ryoshi, sintiéndose culpable, se le acerca lentamente y le comienza a limpiar sus lágrimas, bajando su espada abandonando su cargo por un segundo para ser simplemente Ryoshi. - Anaye, la verdad es que también me gustastes, desde el primer día que te vi -y entonces la abraza-, pero supe que desde donde estaba no era suficiente para poder estar contigo, por lo que me dispuse a entrenar día y noche para así algún día tener ese privilegio. Tú fuiste mi motivación, la estrella que me ayudaba a dormir todas esas noches, nunca ha pasado un día en que haya dejado de pensar en ti. Anaye entonces suelta la fruta que cargaba para abrazarlo tambíen a él. - Si te he hecho daño, perdóname. Tal vez mis palabras no sean suficientes para enmendar todo el daño que te causé, pero no quiero estar arrepentido de esta decisión. - ¿Cuál? Y entonces, en medio de los árboles, cuando los pájaros se dispusieron a deleitar el ambiente con dulces silbidos, Ryoto, el niño de la calles que se había convertido en un gran guerrero, tomo de las manos a la dulce Anaye, y como si el tiempo se hubiese detenido, sus labios empezaron a acercarse para que finalmente, se juntaran en un climax que había sido resultado de largos y hermosos años juntos en el palacio. Si buscan Aokigahara en google, les saldrá muchas noticias tristes al respecto de este lugar y es que una vez fui a Japón y me contaron una historia parecida a la que le estoy compartiendo con ustedes; y bueno, dice parte 1 porque la historia es larga, pero la continuacion concluirá este viernes, así que si les gusto dejen pulgar arriba o si tienen algo que decirme por favor compartan sus comentarios. Es la primera vez que escribo una historia de amor como esta así que ¿qué piensas? debería escribir más fics como este? Gracias y Hasta Luegi.