de Dragon Ball - Segunda oportunidad de amar

Hola amigos, este es mi primer fanfic de Dragon Ball. Este llevaba tiempo en mi computadora y apenas me di cuenta de que lo había escrito algo así por el 2013, casi a finales por lo que lleva su tiempo. Espero que les guste y les invito a leer mis fics de Pokémon si los desean.

Long-fic - Fanfic - Reparando un corazón

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Bueno, eso es todo lo que tengo que decir. Y espero que les guste.

-Segunda oportunidad de amar.-

Después de la pelea con Cell, Gokú y Gohan habían regresado a su casa una vez que Shen-Long resucito a las personas fallecidas. Milk, la esposa de Gokú esperaría a su segundo hijo durante nueve meses, nueve hermosos meses que paso con su esposo. Ella por alguna razón se sentía feliz pero sabía que esta felicidad terminaría en poco tiempo. Piccolo fue a visitarlos el día en que Milk estaba entrando en labor de parto para ver el nacimiento del hermano de Gohan. El cielo estaba oscuro, las nubes grises no dejaban pasar el la luz del sol. La madre del joven Gohan estaba entrando en labor mientras un médico estaba al lado de ella junto con algunas enfermeras. La señora Son entró en labor y así su hijo nació.

-Mi hijo… Goten.- mencionó la señora para cerrar los ojos. Después de eso empezaron a sonar los aparatos médicos con un sonido agudo y largo mientras los signos vitales pasaban de zigzag a una línea recta.

-¡La estamos perdiendo!- grito el doctor para empezar a hacer todo lo que podía. El pequeño lloraba a más no poder, tenía una cola y el doctor miró a la enfermera que lo cargaba en brazos. -¡Enfermera lleves al niño ahora!- ordeno el médico que trataba de revivir a la señora.

-S-sí- dijo ella para salir de ahí.

La enfermera cargaba al bebé y esperaba decirle… decirle a aquel hombre que su esposa falleció.

Han pasado 2 años desde ese suceso y vemos a un Gokú… ¿durmiendo en el suelo? Gohan ya había crecido más además de haber aumentado más su poder desde la pelea con Cell. El joven Son estaba muy metido en sus estudios además de que su padre se metía más de lleno en que él alcanzara lo mejor como su madre siempre había hecho.

-Papá…- Gohan había abierto la puerta y se encontró con su padre dormido. –Bueno creo que iré yo solo con el maestro Roshi y los demás.- dijo en voz baja el chico para después cerrar la puerta. Gohan era muy bueno haciendo muchas cosas incluyendo los quehaceres del hogar ya que debía de ayudar a su padre desde la muerte de su madre. Gohan la extrañaba y sabía bien que las esferas del dragón no servirían de nada.

-Papá ya ha superado la muerte de mamá pero no del todo.- menciono Gohan para ir a un cuarto que estaba en la casa. Esa habitación era de color azul y estaba decorada con súper héroes y un poster del gran Mr. Satán. En medio del cuarto estaba una cama y en ella un niño muy parecido a su padre. –“Goten, será mejor que te lleve a ver a los demás y dejemos descansar a papá.”- pensaba el chico mientras miraba al pequeño tomar la esfera de cuatro estrellas que tenía a lado y abrazarla.

-La esfera de la familia.- dijo para sonreír este Gohan y después juntar sus manos para cerrar los ojos. –Esfera de Cuatro estrellas, mamá y abuelito les pido de favor que papá este mejor. Mamá, él te extraña deseo que le puedas ayudar a olvidarte en dolor y que añore esos recuerdos que tiene contigo. Abuelito cuídalo por favor.- sin notarlo la esfera del Dragón comenzó a brillar despertando a Goten quien se sobo los ojos.

-Gohan- dijo el pequeño llamando la atención de su hermano mayor quien le tomo de los brazos.

-Vamos a ver al maestro Roshi y a los demás.- dijo su hermano mayor para después tomar las ropas de su hermanito.

-¿Nube oradora?- preguntaba el pequeño sacándole una sonrisa a su hermano.

-No Goten, es voladora cómo los pájaros.- dijo Gohan para después tomar la pañalera que estaba al lado de la cuna. –Bien es hora de irnos.- y así los dos Son salieron de ahí para dirigirse a Kame-House y poder hablar con el viejo maestro sobre su padre además de que su amiga Bulma llevaría a Trunks por lo que Goten podría jugar con él.

Al momento que se fueron la esfera de cuatro estrellas comenzó a parpadear más y más.

-Maldito- una rubia volaba a gran velocidad sobre un gran bosque. La gente que estaba por ahí no podía creer lo que miraba. –Ese maldito se va a casar con esa…- unas lágrimas se formaron en los ojos de la rubia de ojos azules. Aquella hermosa mujer era N° 18, una androide que fue usada por la PATRULLA ROJA y el doctor Gero.

-Él me dijo que me amaba.- y con el dolor en su corazón comenzó a volar más y más rápido. -¡Te odio maldita Marón!- gritó ella siendo escuchada por los animales del bosque para que poco a poco descendiera al suelo. Ella estaba hecha un desastre, sus ropas estaban sucias ya y algo desgarradas además de no tener dinero o tener una casa dónde vivir.

-Todo era perfecto… ¿Por qué Krillin?- se preguntaba ella tocando el suelo del bosque mientras caminaba abrazándose a sí misma. Ella no sabía dónde estaba sólo deseaba llorar y que nadie la viera hacerlo, ella deseaba descargar su dolor pero con quién. Su dolor era uno que no cualquiera pudiese repararlo, sólo deseaba no sufrir.

Ella poco a poco llegaba al final de bosque y miraba como unas nubes de tormenta se formaban arriba de ella. Necesitaba un refugio y empezó a correr buscándolo.

Mientras tanto en la casa de los Son, Gokú estaba levantado y listo para hacer lo que debía hacer.

-¿Qué debía hacer el día de hoy?- se preguntaba él mientras se rascaba la cabeza. -¿Era entrenar? ¿Ver al Maestro Roshi?- sí, si algo era típico en él era olvidar las cosas muchas veces. De repente su estómago sonó y entonces miró la hora.

-Vaya, son las 11:30 a.m.- dijo él mirando el reloj que estaba al lado de su cama. –Que mal, la hora de desayuno terminó pero aún queda el almuerzo.- dijo él mientras sonreía para después posar su vista en una imagen de él y Milk recién casados. Ese años fue el más triste pues Gokú dejó de entrenar y a veces no comía, todos se preocuparon pero Vegeta lo hizo reaccionar y lo volvió a meter en el camino del entrenamiento pues el príncipe de los Saiyajin deseaba luchar contra un Kakarotto poderoso no contra un debilucho.

-Muchas veces te extraño, lamento no haber estado más tiempo contigo.- expresó él en un tono de arrepentimiento mientras tomaba la fotografía. Muchos años casados y muy pocos juntos, por esa razón él se dio la tarea de estar junto a Gohan y Goten, ayudarlos con todo lo que él pueda. –Gracias por todo Milk-

De repente un gran estruendo se escuchó y Gokú miró por la ventana para ver como empezaba a llover.

-Que mal y yo que deseaba entrenar.- dijo él con un tono de tristeza en su voz. –Primero el desayuno y ahora esto. Por cierto, espero que Gohan y Goten se fueran antes de que lloviera.- mencionó el sayajin para él mismo de repente escucho cómo alguien tocaba la puerta y se imaginó a Gohan con Goten y tal vez uno que otro animalito que buscase refugió.

-De seguro eso hicieron.- y así el azabache se puso su Gi naranja así como sus botas de entrenamiento como una playera azul debajo. Sin perder tiempo el guerrero Z bajó de manera rápida a la puerta de la entrada. Gokú iba a decir algo al momento que abrió la puerta pero se dio cuenta quien era. -¿N° 18?- preguntó el azabache al ver a la mujer rubia en medio de la lluvia.

-Hola… Gokú- dijo ella mientras se abrazaba a sí misma y miraba al suelo para no ver al sujeto que debía de matar hace tiempo.

-Hola- y fue entonces que el saiyajin se dio cuenta de que ella estaba afuera en medio de la lluvia. –Pasa 18.- dijo él para hacerse un lado pero se dio cuenta de que la rubia seguía mirando al suelo.

-Gracias- fue todo lo que dijo ella para entrar.

Espero que les haya gustado. Sí desean pueden darle like y comentar alguno que otro error que tendré y si pueden, necesitaría ayuda en este tipo de fic.