Microrrelato Rota la realidad distorsionada

Duro. Triste al principio, casi puedes tocar el dolor.
Y esperanzador al final

Me ha gustado

 

Realmente el tema de la anorexia, la bulimia, los trastornos alimenticios, siempre ha sido uno de esos temas delicados sobre los que me gusta y me parte el alma leer. Por lo que tu relato me ha hecho ambas cosas.
Hay que ver qué cabrona es la mente humana, que nos hace ver realmente algo completamente distinto a la realidad, como una persona que está esquelética, al borde de la muerte, puede sentirse gorda. Una vez una amiga me dijo, que la anorexia es una lucha que nunca termina y es verdad, porque no es luchar solamente contra una enfermedad, es luchar contra uno mismo y a veces, uno mismo es el mayor enemigo que podemos tener. Que va muy de la mano, de la sociedad tóxica en la que vivimos, que nos hace pensar que tener unos kg de más, nos hace menos personas, menos válidos y eso, hablo con conocimiento de causa, termina haciendo mella en nosotros, de forma totalmente irreversible.
En fin, me ha gustado tu relato, me da aliento el final que apunta a la esperanza, ya que invita a que seguirá con pequeños pasos hacia la recuperación.
Sigue escribiendo Mori, me gusta mucho leerte.

 

¡Qué gran tema para un relato!

Una realidad muy dura que has conseguido plasmar de manera muy amena y agradable. Es fácil sentirte en la piel del protagonista, mirarte al espejo y no gustarte lo que ves... Me siento ligeramente identificada ya que de pequeña tuve complejo de estar muy delgada aunque mis padres me quitaron la tontería enseguida porque no era mi caso. Ya de más mayor, con más información sobre el tema, con experiencias que vas conociendo de tu entorno aunque sólo sea por la tele, descubres lo duro que es salir de esa situación. Desde fuera es fácil ver que esa persona no está gorda, claramente aprecias que tiene que comer y no comprendes cómo puede ver su imagen tan distorsionada. Está muy delgado, pálido, con ojeras... cómo puede no querer comer o incluso provocarse el vómito. ¿Cómo puede el cuerpo humano aguantar así?

Siempre que veo situaciones de estas, especialmente en series relacionadas con la medicina, me llegan al alma y lo paso fatal viéndolos. Porque además de ellos ves cómo sufren las familias impotentes sin poder ayudarlos. Me gusta mucho ese toque final de la madre. En único diálogo que hay y la fuerza que tiene precisamente por todo lo que representa. Lo pregunta intuyendo que no querrá comer que por mucha que quiera apoyarlo no le va a dejar... pero la respuesta habitual cambia y su alegría es contagiosa.

Considero que has escrito una gran historia, transmite mucho. Has sabido plasmar perfectamente el problema, puntualizando los aspectos más característicos. Además, lo has planteado desde distintas perspectivas: los problemas iniciales del protagonista sin control sobre su cuerpo, su cambio de actitud con ganas de tomar cartas en el asunto, y la perspectiva de la familia de brindar apoyo sin éxito y posteriormente alcanzando su objetivo. Es muy triste pero a la vez hermoso, porque te plantea la realidad de una forma realista pero a su vez tiene un final feliz. Ves que al final se puede salir de ello, la recuperación es posible. Ese rayo de esperanza final relaja y deja un buen sabor.

He disfrutado mucho de la lectura. Gracias por compartirlo.