Primer Fragmento. El coche.

He aquí una pequeña introducción de una futura historia que estoy planeando, antes de esa tengo un conjunto de pequeños relatos que conforman mas o menos un primer capítulo de toda la historia, este es el primer fragmento de todos ellos. El coche.


El coche

El día 07 de Abril de 2006 se encontró en un accidente de tráfico el cuerpo de Carmela Gutiérrez, casada con Juan Pomárez , desaparecida durante tres días. Carmela fue encontrada estrellada contra un muro del hotel “La Vie” en la Calle Doctor Fleming. Al lado de la víctima había una grabación hecha con el móvil antes del accidente. En el móvil se muestra a Carmela sentada en el asiento del conductor con el motor en marcha y el coche parado. El contenido auditivo es mostrado a continuación:

“ -Quiero pedir disculpas, a todos, no podré volver, pero ya no me importa, tan solo quiero acabar con este infierno en vida. No consigo llamar desde este maldito lugar, no se me ocurren mas soluciones cariño.

Mi viaje me ha llevado hasta la ciudad. En el kilómetro 1991 de mi viaje he parado a repostar y... yo... (llantos)

Juan, si lees esto, quiero que lo sepas, estaba allí. Nuestra pequeña Alicia, pasó corriendo al otro lado de la gasolinera, no pude creérmelo cuando la vi...

Ella me reconoció, me vio y fue corriendo hacia mi. Un camión la atropelló. ¡Atropelló a nuestra pequeña! Se lo que estas pensando pero yo.. yo... ¡te juro por Dios que es cierto! (llantos)

Corrí hacia ella, estaba ensangrentada, la pobrecita temblaba tanto...

A.. al verme... ¡ella sonrió! (risa corta)

Tenía tanto miedo de perderla de nuevo... grité por ayuda pero entonces no había nadie a mi alrededor... yo misma la cogí en brazos y la llevé corriendo a mi coche, le rezaba a Dios por que se quedara a mi lado... (llantos)

Ahora que lo pienso me fui sin pagar el gasoil... (risa corta)

Llevé a Alicia corriendo al hospital, tardé bastante en encontrarlo pero ella seguía bien, estaba viva aún, así que la cogí de nuevo y me lié a chillar como una loca en el hospital para que la atendieran. No había nadie Juan... aquel puto hospital estaba desierto, ¡como todo! Ya.. ya se que suena a locura y yo.. n.. no se explicarlo ¡pero todo lo que digo es cierto!

Cuando fui a mirar a nuestra pequeña ya no respiraba... parecía una muñequita... era tan linda... (llantos)

Tardé bastante en volver a concienciarme, pero cuando levanté la vista, un enfermero me preguntó si necesitaba ayuda, le grité e insulté y les maldije por la muerte de nuestra pequeña... el me preguntó, ¿qué pequeña? Ella no estaba cuando miré hacia abajo... al instante pensé que me estaba volviendo loca, de repente todo era normal y la gente me miraba como si yo fuera lo erróneo del lugar... me levanté y me fui corriendo.

Al volver al coche... allí ni siquiera estaba la mancha de sangre. Juan... no supe si reírme o volverme histérica. Pero por un momento suspiré de puro alivio. (risa corta)

Arranqué y decidí sin más volver a casa... lo único que quería era volver a verte, estar contigo y que me dijeras que todo había sido mi imaginación.

Al volver al tráfico, no bastaron mas de 15 segundos Juan... e... ¡ella estaba allí! ¡estaba allí! ¡de pie frente al coche con su pequeño chaquetón amarillo! Me puse a gritar como una loca... Salí del coche a por ella, pero ya no estaba, la ciudad volvía a estar desierta, y yo no hacía mas que gritar de histeria...

Iba a volver al coche cuando al mirarlo... al mirarlo... joder... (llantos) el capó estaba cubierto de los restos de.. de nuestra pequeña A... Alicia... (llantos) y aún así me miraba... con su cabecita separada del cuerpo y empotrada en la luna... m... me miraba tratando de decir algo mientras yo seguía gritando y llorando como una loca...

Me giré para no ver pero... todos los coches del lugar estaban todos colocados de diferente forma pero con idéntico resultado... n... nuestra pequeña debajo de una rueda, en un radiador, en el capó de un seiscientos o en las ruedas de un deportivo... (risa) mierda... ya no se ni como sentirme...

Me monté en el coche sin pensarlo dos veces y pisé a fondo. J... Juan... te juro que no pude esquivarla, cada vez que giraba, ella se aparecía ante mi... la atropellaba una vez, y otra, y otra, y otra... (risa histérica corta) (llanto) El coche estaba envuelto en sus trocitos y pintado con su sangre, Juan.

Frené a fondo y salí del coche riéndome y llorando, como una loca, todo seguía en silencio, y me di cuenta de que el coche no se había movido de enfrente del hospital. Lo intenté varias veces más, pero siempre era igual... Ahora... ya se que es lo que tengo que hacer...

He querido llamarte pero no tengo cobertura... Yo... J.. Juan.. (llantos) Siento tanto haberla atropellado... y... yo no la vi venir... pasó tan deprisa... lo siento tantísimo... tanto... tanto... (llantos) Se... se.. que en el funeral me dijiste que no fue culpa mía pero... se cuanto me odiabas... y aún lo noto cada noche... yo te quiero cariño... pero no puedo vivir así. Creo que ya es hora de que me vaya... Te quiero Juan, las dos te queremos...

-¿Nos vamos, mamá?

-Si... ya nos vamos cariño... es hora de ir a casa...

(Ruidos de motor)

(Alta velocidad)

(Colisión)