de Inuyasha - Príncipe Sesshoumaru

Príncipe Sesshoumaru

[ONE-SHOT] PRÍNCIPE SESSHOUMARU​

¿A dónde te llevan tan a prisa
Esas piernas tuyas?
¿Qué persigues, de qué huyes?
¿Qué es lo que se te hace tan necesario
Como el aire, como la vida,
como el agua, como el pan diario?

¿Es tu posición? ¿tu carrera? ¿acaso tus convicciones?
¿Tu miedo al fracaso y a ser olvidado?
¿Tu miedo a la burla o a sus cometarios?

¿Realmente los odias y los contradices
aún cuando no vives de su palabrerío?
Sabes cortarlos y les das la espalda,
te vuelves a mirarme y me hallas “extraña”
diferente a ellos, más como tú
y después te hablo y no consigo tu voz.

Te dices a ti mismo que quieres salvarme la vida
y luego ves más importante
tu propia salida

¿A qué estamos jugando, “Príncipe Sesshoumaru”?
¿A quién saca más réditos de sus comentarios?
¿Al juego sucio de destruir sentimientos?
¿A “eres mío y te resguardo en una caja con llave,
No me importa abandonarte alimentarte no es necesario”?
Si parezco yo “tu objeto”, intenta afirmar lo contrario
O lo haces ahora o te juro que me largo.

Así, extraño y callado, completamente impredecible, puede aparecer en cualquier hora y en cualquier lugar, llama de repente a la puerta, abro y ahí está él: alto y fuerte, ropa elegante y prolija, cara lavada, cabello bien arreglado y nunca falta un libro en su mano. Vive a kilómetros en otra dirección, pero siempre se excusa de que “pasaba por aquí” —aprende a mentir, por todos los cielos—. Tímido a morirse, no es capaz de decir unas palabras, tiene una mirada intensa y muy expresiva aunque no se dé cuenta, mira mis lujosos vestidos de arriba abajo y dice que me veo bien, eso es todo: “te ves bien”, pero lo que dicen sus ojos es diferente…
“Quieres pasar?” ¿Qué rayos hago? —¿comer? ¿beber? ¿Quieres ir a caminar?
Hablar no es lo suyo, salir de paseo tampoco, la tecnología le abruma ¡No le hables de celulares y mensajes de texto!
Le rehúye a la charla y si tú no le das un tema, es probable que no diga nada. ¿Qué pasa cuando eres de esas personas que no inspiran a hablar de nada? Pasas largos ratos silenciosos en los que piensas qué nuevo tema puedes darle.
Piensa mucho antes de hablar. De lo contrario no dice nada, jamás oirás de él un comentario poco elocuente o algo que no sea inteligente, presume de la feliz vida que tuvo y sigue teniendo: su pasado y su presente son atractivos para cualquiera… eso, disfruta al provocar celos…

—Sí, hablé con esa chica​

​

Y no sólo provoca celos, sino que también los padece

—No siempre podré acompañarte a caminar ¿por qué no se lo pides a “tus amigos”?​

No te invita a caminar o a salir, quizás por su falta de tiempo y dinero, aunque yo no hago esas diferencias.
—¿Salimos, príncipe?
—Bueno
—¿A dónde vamos?
—A donde tú quieras
—¿Y si vamos a tal lugar?
—Bueno
…
—Caminemos un poco más
—Está bien
—¿Quieres comer?
—Si tu quieres…
—¿Qué comemos, príncipe?
—Lo que tú quieras
—¿Qué pedirás de beber?
—Lo que bebas tú.
(un poco monótono ¿verdad?)

—¿Quieres ir al anfiteatro?
—Bueno
…
—Ven, toma asiento
—No, así estoy bien—permanece de pie. Me paro a su lado para que no quede raro y ni siquiera me mira. Todo el mundo salta, baila, canta, aplaude (hasta yo)… él está “estatua”. Es tan extraño que a veces da risa ¿Oíste hablar de esos amores platónicos que parecen no congeniar?
En realidad, es como si esperara a que lo invites, se pone feliz y sonríe… …eso, es muy serio.
Quizás demasiado serio para mi gusto, es muy poco demostrativo y a mí me gustaría que me prestara un poco más de atención, que no muriera tanto por sus responsabilidades y que me diera un pequeño espacio a mí ¡yo sería tan feliz! No sabes por cuánto tiempo lo he estado esperando. Me gustaría que un día tuviéramos una relación, no sólo una torpe amistad como la que llevamos.
Todo el mundo lo ve serio, soberbio, competitivo y parco, lo ven diferente y distante, aburrido, cansado, pero no saben que en realidad es un tierno, es muy bueno y, a veces, muy divertido, respeta a los demás y a veces hasta ríe. Es una extraña dualidad que persiste hasta que lo conoces a fondo, porque tiene mucha profundidad en todo lo que hace. Nunca se burlará de un igual o de alguien diferente, no permite que unos se insulten a otros, le molesta que me molesten… le molesta mucho.
Ve pasar a los otros con superioridad: es modesto, pero tiene todo lo que los demás no tienen. Sabe que la envidia y los celos los carcomen, pero a él no le importa, como si no se le moviera un cabello de su perfecta cabeza ¿Conoces la palabra “perfecto”?, esa palabra se aplica a él.
Es todo lo que he estado buscando.
—Hola, iba a tal lugar y de camino pasé por aquí, espero no molestarte
—Para nada, entra —lo dejo pasar
—¿No es molestia?
—No, no
—¿Qué hacías?
—Estaba estudiando…
—Entonces me voy…
—¡No, no te vayas! digo ¿Quieres beber algo? ¿mate?
—Hace calor ¿Tienes agua?
—Sí —en seguida saco la botella del refrigerador y sirvo agua fresca en un vaso de vidrio. Mira el agua antes de beberla— ¿Quieres jugar al ajedrez? —le encanta este juego, es un juego de lógica y al chico inteligente le gusta pensar. Es una de las pocas y valiosas veces que lo ves hablar, sonreír, hacer bromas y soltar miradas, una de las pocas veces que se olvida de sus muchas preocupaciones. Se da la comunicación perfecta y por fin está prestándome atención.
Ah, pero no le gusta que lo toquen ¡No, no lo toques! Tiene fobia
Yo tengo una terrible necesidad de tocar a mi interlocutor cuando estoy hablando, es mi manera de comunicarme y debo hacer un esfuerzo sobrehumano para evitar eso cuando estoy con él ¡y es mucho más difícil porque me atrae!
Y de lo demás…
Antes, tenía muchos admiradores, pero cuando él dio un paso adelante… …todos los otros dieron un paso hacia atrás. Lo que significa que sin duda se ven inferiores a él e incapaces de hacerle competencia, no sé si eso es bueno o malo. Los otros son irresponsables, molestos y superficiales, él entró y puso fin al juego brusco de “ella es nuestro juguete, burlémonos”. Fue triste descubrir que me veían así… y ahora me siento un poco sola, soy una persona muy absorbente, pero a él lo absorben sus responsabilidades. Siempre sus responsabilidades ocupan el lugar número uno en su escala de valores y yo estoy casi al último ¿Por qué?
—¿Salimos?
—Hoy no, me quedo estudiando. Discúlpame, no te enojes
—Discúlpame por ser tan pesada
—No te preocupes, todo está bien.
A veces me mira con una devoción que le he visto a pocas personas, habla de su pueblo, sus amigos, su familia, sus compañeros, le encanta hablar de sus buenos momentos.
Le atrae el tema de los estudios, realmente lo absorben los estudios, le buscas un buen libro y un profesor y de seguro que te prestará atención. Amo su modestia, aunque a veces olvida que la tiene…
Le gusta estudiar con alguien serio que aprende a su mismo ritmo, pero a veces se aísla, tiene sus períodos de silencio y soledad que aún no aprendo a soportar. Para él es algo natural, pero a mí aún me molesta, es como que me niego a la separación espontanea y corta tan necesaria para él. En ese tiempo, parece como si intentara competir conmigo y mi propia inteligencia, ¡pero no es así! ¡Él tiene sus tiempos! ¡Kami! ¿Cuándo aprenderé a llevar su ritmo? Si no lo consigo, esto jamás funcionará, se supone que mi carácter de agua es muy adaptable a él, ojalá sea cierto.
A veces lo necesito para hablarle… y él no está
—La abandonaste y por eso fracasó —le dicen
—No, no me diga eso, ahora me voy mal, me quedé mal, no. —se excusa
—Ella es una persona que necesita mucho afecto (tienes que ser más demostrativo)
—…
Muchas veces me siento extraña a su lado, a veces me siento inferior, como si fuera un insecto insignificante en la palma de su mano.
A veces quisiera ser como él para atraerlo, pero me da miedo que me vea más como a una competencia que como a una buena compañera, que llegue a hacerme a un lado.

La pregunta es ¿Qué haces para conseguir la atención —y el afecto— del príncipe youkai más orgulloso —y más perfecto— que haya existido sobre la faz del planeta?

Este es un one-shot hecho a pedido de Izayoimywill, que deseaba una historia con esta trama, surgida de una conversación de chat ¡Que lo disfrutes Mak!