Polos opuestos

Polos Opuestos


Ella era dulce, gentil, y modesta. Él era frío, imponente y soberbio. ¿Cómo dos personas tan diferentes podían llegar a enamorarse?. Eso era lo que todos se preguntaban.

Melody tampoco entendía como era posible que un chico como Jackson la haya cautivado. Pero eso no le importaba, lo amaba y ella sabía que debajo de esa mascara fría existía un corazón cálido, solo que no sabia como expresarse, aunque era la única que lo notaba.

Jackson estaba sorprendido al igual que las demás personas, era rico, guapo y con una buena posición social, ¿él que estaba a un nivel superior enamorarse de una chica tan simple?.No lo podía negar, al principio lo intento con todas sus fuerzas pero le fue imposible.

Antes de conocerla era muy solitario, no le agradaba estar con otros, era desconfiado, creía que todos lo buscaban solo por sus riquezas. No cambio mucho cuando llego Melody, es más, le pareció insoportable verla sonriendo todo el tiempo, pensaba que seguramente lo estaba haciendo para hacer que todo el mundo la adore y le hagan caso.

Un día la encontró sentada debajo de un árbol leyendo un libro, estuvo a punto de irse cuando ella levanto la mirada, lo vio y lo saludo.

—Hola, tu eres Jackson ¿verdad?, estamos en el mismo curso, mi nombre es Melody —dijo mientras se levantaba e iba hacia él.

El no contesto y tenía la intención de voltearse y alejarse, pero algo lo detuvo, una duda, una pregunta que se había hecho desde que la vio por primera vez.

—¿Por qué siempre estas sonriendo?, me molesta, ¿Acaso crees que puedes hacer que todos te presten atención solo porque pareces agradable? — Su rostro se veía indiferente pero en su voz se notaba el enojo y la curiosidad.

Melody lo miro sorprendida por las preguntas extrañas que le hacia, luego se calmo y sonrío tranquilamente. Se acerco otra vez al árbol, se sentó y lo invito a que hiciera lo mismo. El hizo lo que le pidió, porque en su interior sabia que era lo único que podía hacer para que la joven respondiera su pregunta aunque estaba molesto por tener que rebajarse a su nivel. Una vez que se acomodo Melody empezó a hablar.

—Mi mama siempre me contaba historias sobre los dioses mitológicos y también sobre los humanos que recibían castigos por desafiarlos. Una vez, ella me dijo que algunos dioses querían eliminarnos ya que decían que nosotros vivíamos poco y éramos insignificantes contra ellos.

—Pues entonces ellos tenían razón—la interrumpió, ya impaciente y aburrido porque el relato le parecía muy largo—eso es justo lo que somos, los mas débiles perecen y los más fuertes son los que perduran ¿no es así? —pregunto al ver que ella le estaba sonriendo como si fuera un niño.

—Yo creo que tiene razón pero a la vez no—el joven arqueo una ceja interrogándola—puede que tengamos vidas cortas y que no seamos poderoso, pero eso es una ventaja ya que gracias a eso nosotros vemos lo importante que es la vida,tenemos sueños y esperanzas, reímos, lloramos, queremos seguir viviendo,valoramos lo que tenemos y aprendemos a cuidar a nuestros seres queridos. Y aunque seamos débiles solos, cuando nos unimos logramos hacer grandes cosas. Por eso me gusta sonreír, para demostrar que a pesar de las cosas mala que sucedan, nosotros, los más débiles, nos levantaremos con una sonrisa en el rostro.

A partir de ese día Jackson empezó ha confiar más en la gente , y fue más amable, aunque seguía ocultándolo muy bien. La única que lo notaba era la joven. A ella era a la única que le sonreía abiertamente y la trataba mejor que a los otros, cada día que pasaba se acercaba más a ella, se reía, aprendía cosas que nunca hubiera pensado y descubría que tan maravillosa era ella y la vida. Porque aunque eran diferentes, Melody le había dado un nuevo modo de ver la vida. Ella era su ángel que iluminaba su mundo con una sonrisa radiante.