Pokémon: The Legacy

— ANTES DE EMPEZAR

Bueno chicos este es mi primer fanfiction, así que espero que no seáis muy duros conmigo xD. Antes de empezar pondré los personajes protagonistas, su personalidad, su aspecto físico, su ropa, etc. Indicaré cuándo empieza el fanfiction, así que si ésta parte la queréis pasar, podéis hacerlo ^^. Por cierto, mi fanfic se ubica en una nueva región inventada por mi llamada Rualxu. Otra cosa, las cosas que pongan entre () va dentro del rol, es información extra, mientras que las cosas que van entre [] son aportaciones mias como chistes o algo así (veréis que estoy como una cabra xD)

ALEX

Edad: 17 Años

Altura: 1'86 metros

Peso: 70 kilos

Descripción Física: Es un joven alto con el pelo negro y ojos marrones. Viste una gorra de colores rojo y negro, una chaqueta de color rojo, unos pantalones vaquros de color azul y unas zapatillas deportivas de colores rojiblancas. Es atractivo físicamente aunque él lo niegue.

Personalidad: Es un joven al que le encantan los Pokémons sean del tipo que sean. Es simpático, hablador, calculador y estratega. Además de querer entrenar Pokémons, también quiere criarlos y coleccionarlos, siendo su sueño completar la Pokédex al 100%. No es enamoradizo en absoluto, pero puede llegar a enamorarse de alguien, si le llegan a conquistar.... Le encanta especialmente el chocolate, algo que lo vuelve loco cuando lo come

Pokémon inicial: Charmander

SARA

Edad: 16 Años

Altura: 1'70 metros

Peso: 62 Kilos

Descripción Física: Joven bellísima de cabellos rojos como el fuego (algo curioso teniendo en cuenta cuál es su Pokémon inicial) y cuyos ojos verdes esmeralda parecen dos piedras preciosas incrustadas en su cara. Viste un top rosa con una falda vaquera veraniega por encima de las rodillas de color azul y unos zapatos de color blanco. Lleva una cinta en el pelo de color azul celeste con la que recoge su pelo, impidiendo que éste le moleste.

Personalidad: Enamoradiza tanto de los Pokémons como de una persona cercana a ella. Desea ser una gran Entrenadora Pokémon y evitar que pase algo malo en el mundo. Tiene un sexto sentido para percibir el peligro en diferentes situaciones, aunque siempre en el lugar que ella esté. A pesar de ello, a veces se equivoca o no ve el peligro.

Pokémon inicial: Bulbasaur


CARLOS

Edad: 16 años.

Altura: 1'70 metros.

Peso: 68 Kilos.

Descripción Física: A pesar de ser el hermano gemelo de Sara, físicamente es bastante distinta a ella. Para empezar, tiene los ojos azules y un cabello rubio. Viste una camisa deportiva de color anaranjado y unos pantalones verdes, junto a unos zapatos negros. Es algo extravagante, a decir verdad.

Personalidad: Algo infantil a pesar de su edad, pero con un don para entender a los Pokémons, a pesar de que éstos solo hablan con onomatopeyas. Es raro verle triste, ya que se trata de un joven bastante alegre, a decir verdad. Su sueño es ser un gran criador Pokémon.

Pokémon Inicial: Squirtle


SILVIA

Edad: 15 años

Altura: 1'58 metros

Peso: 56 Kilogramos

Descripción Física: Al ser la más joven del grupo, es también la más pequeña. Lleva un vestidito muy bonito de color blanco, adornado con una flor rosa, seguido de unos zapatos rosa claritos y unos lazos en la cabeza que la hacen parecer una niña bastante educada. Tiene un pelo marrón y unos ojos marrones claros que denotan paz e inocencia en la pequeña.

Personalidad: Inocente niña que ama a todas las formas de vida y que nunca ve el mal en las personas o en los Pokémons. Cree que todos tienen un lado bueno y que nadie hace daño a los demás por placer. Le gusta especialmente los Pokémon que son bonitos como Pikachu o Marill. Su sueño es ser la mejor Coordinadora Pokémon.

Pokémon Inicial: Pichu

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Bueno chicos y chicas, esos son los personajes, por lo que ahora daremos paso a la aventura de los cuatro personajes. Pero antes os voy a detallar un poco de información sobre la región de Rualxu. Rualxu es una región enorme, situada en el centro del Mundo Pokémon, en el que todas y cada una de las especies de Pokémon vivientes en Kanto, Kalos, Johto y demás conviven en perfecta armonía en la región de Rualxu [no hay ningún Pokémon inventado, aunque si lo preferís, puedo inventarme alguno xD]. En la Liga Pokémon de Rualxu, en vez de 1 Campeón de la Liga, existen 2 Campeones de la Liga. ¿Qué quiere decir eso? Que dos de nuestros protagonistas pueden convertirse en Campeones... o no.

Bueno, no quiero extenderme mucho más, así que... ¡Bienvenidos a una aventura en la región de Rualxu! ¡Esto es... Pokémon Legacy [entenderéis el por qué del nombre a medida que avance en el fanfic ^^]


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CAPÍTULO 1: EL PRIMER POKÉMON​

El día amanecía claro y soleado. Una bandada de Pidgeys sobrevolaba Pueblo Despertar, un pequeño pueblo famoso por criar a famosos Entrenadores Pokémons como uno de los dos Campeones de la Liga Pokémon llamado Cicerón, un Campeón que llevaba teniendo su título como tal desde hacía más de 10 años. Uno de nuestros protagonistas, Alex, fue testigo de tal combate Pokémon entre Cicerón y Adela (la compañera y, por aquél entonces, prometida de Cicerón, la cual era ahora su esposa) y Lucas y Ada, los ex-campeones. Ese combate en el que Cicerón y Adela se convirtieron en los nuevos campeones de la Liga Pokémon de Rualxu impactó tanto en Alex que, desde entonces, tiene el sueño de superar a ambos campeones de la Liga Pokémon... Pero parecía que llegaba tarde. La Profesora Laurel [se pronuncia Lorel, por cierto xD] ya había entregado a Sara, Carlos y Silvia sus respectivos Pokémons.

Siento el retraso Profesora Laurel- Alex jadeaba al entrar al Laboratorio Pokémon, exhausto tras haber corrido varios metros a toda velocidad y sin haber desayunado nada en absoluto, algo que le había dejado sin fuerzas, obviamente- me he dormido, no sabía por qué Pokémon decidirme.

Pues nosotros ya hemos elegido nuestros Pokémons- dijo Sara sonriendo enseñando su Poké Ball con su Pokémon inicial dentro, junto a su Pokédex, al igual que Carlos y Silvia- ¡Adelante Bulbasaur!

¡Bulba Bulbasaur!- el Pokémon de Sara parecía ser un dinosaurio cuadrúpedo al que le habían incrustado en la espalda una planta a la fuerza, pero en realidad, todos los Bulbasaur tenían esa planta en el lomo con el que vivían en simbiosis natural.

¡Adelante Squirtle!- dijo Carlos imitando a su hermana gemela- ¿Qué? ¿A qué está guapo mi Pokémon tortuguita! ¡Es el mejor, por supuesto!

¡Escuero Escuero!- Squirtle se daba un par de golpecitos en su caparazón de tortuga, como diciendo que era el mejor de todos y que lo demostraría cuando fuese.

¡Yo elegí a mi pequeño Pichu-pi!- Silvia lo dijo con su característica voz de niña inocente y dulce y lanzó la Poké Ball de la que salió un pequeño ratoncito amarillo con mejillas rosadas.

¡Pichu Pichuuu!- el ratoncito era bastante mono, a decir verdad, parecía un auténtico Pokémon de peluche. Daban ganas de abrazarlo y no soltarlo nunca.

Bueno, pues sólamente me queda un Pokémon que es Charmander, ¿lo quieres?- dijo la Profesora Laurel, aunque ya conocía la respuesta...

¡Por supuesto que lo quiero! ¡Era el Pokémon por el que me había decidido desde el principio!- la emoción del joven era totalmente notable, incluso un Magikarp podía sentirlo [pobres Magikarps xD]- el joven, al recibir la Pokédex y la Poké Ball que contenía a Charmander, no se lo pensó dos veces y sacó a Charmander de su Poké Ball- ¡Adelante Charmander!

¡Char Charmander Char!- dijo el Charmander estirándose y mirando atentamente a los Entrenadores Pokémons que allí se hallaban y, después, a los Pokémons de éstos.

Bueno, escuchadme. Como sabréis, existen más de 700 Pokémons y seguramente habrá muchos más por descubrir. Debéis de coger estas Pokéballs- la Profesora Laurel entregó a cada uno de los muchachos 5 Poké Balls- y debéis atrapar a todos los Pokémons que podáis para hacer un Equipo Pokémon a vuestra medida. Usad distintas combinaciones y adaptaros al mejor Equipo Pokémon que tengáis con las mejores combinaciones posibles. Vuestro destino es ser los mejores y para eso vais a tener que derrotar a muchos Entrenadores Pokémons. Buena suerte.

Los jóvenes salieron del Laboratorio contentísimos, cada uno abrazando a sus Pokémons [LOOOOL tienen hype por empezar su aventura xD].

Quedamos aqui mañana a las 10 de la mañana ¿eh chicos?- Sara sonreía acariciando la cabeza de su Bulbasaur contenta con él. Parecía que a Bulbasaur le encantaba que le arrascaran la cabeza, ya que cerraba los ojos de placer- y lo digo especialmente por ti, Alex, ¡no te duermas!

¡Tranquila, no lo haré!- Alex sonreía despreocupadamente mientras llevaba a Charmander en brazos hacia su casa- ¡Mañana nos vemos! ¡Tengo que preparar mi mochila para el viaje!

Sara, ¿a qué me preparas tú la mochila?- dijo Carlos a su hermana gemela mientras él corría rápidamente con su Squirtle en brazos hacia la casa de ambos.

¡Ni en sueños!- Sara persiguió a su hermano con Bulbasaur en brazos.

Bueno, parece que tendremos que preparar también nuestra mochila ¿no es cierto Pichu-Pí?- sonrió la más joven del grupo rozando cariñosamente su mejilla con la mejilla rosada de Pichu, que emitió un pequeño chispazo, causandole cosquillas a Silvia- ¡Ey Pichu! ¡Me haces cosquillas!

¡Pichu Pichuuu!- el pequeño ratoncito Pokémon sacó la lengua divertido mientras notaba cómo su Entrenadora lo llevaba en brazos hacia su casa.



PD: Bueno chicos, eso ha sido todo por el primer capítulo, intentaré hacer capítulos más largos, pero éste era a modo de introducción. Espero que os guste ^^

 

Bueno aqui os dejaré el segundo capítulo, espero que os guste ^^

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CAPÍTULO 2: PRIMERA CAPTURA
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Al día siguiente de recibir a sus Pokémons, los cuatro Entrenadores Alex, Sara, Carlos y Silvia, con sus mochilas preparadas y listas y las Poké Balls atadas a sus pantalones, se encaminaron hacia la Ruta 601, que conectaba el Pueblo Despertar con la primera Ciudad que se encontrarían en su camino: Ciudad Laguna. Aunque, desgraciadamente para ellos, tendrían que pasar por una Ruta llena de Pokémons salvajes y, después, por un bosque llamado el Bosque Lluvioso. El Bosque Lluvioso era un Bosque que poseía un curioso microclima: una lluvia eterna caía sobre aquél bosque, alimentando a todos los árboles y plantas que, a su vez, alimentaban a sus habitantes, los diferentes Pokémons que allí habitaban. Pero, primero, tendrían que atravesar la Ruta 601 [lo primero es lo primero ¿no? xD].

— Oid, ¿vosotros creéis que nos encontraremos muchos Pokémons en nuestro camino?— preguntó Carlos a sus compañeros de aventuras, especialmente en su hermana gemela en quien confiaba plenamente, a pesar de que a veces era travieso con ella.

— Por supuesto que sí, Carlos —asintió Sara sonriendo echándole una rápida mirada a Alex mientras caminaban, volviendo a mirar hacia el camino antes de que su amigo se diese cuenta de que le observara. Una imagen de Alex besándola le vino repentinamente en la cabeza, imagen que borró rápidamente moviendo su cabeza— ¿qué diablos? —pensó Sara volviendo a mirar a Alex, sonrojándose cuando éste la vio y recordando la imagen que había imaginado hace escasos minutos

— ¿Qué pasa? Ni que hubieses visto un Haunter... —Alex miró divertido a su amiga, dibujándosele una sonrisa divertida en su rostro.

— ¿Eh? No, no pasa nada... —se excusó Sara intentando disimular contemplando el bello paraje natural que se avecinaba a su alrededor. Había Pokémons cantores como Taillows y Pidgeys que cantaban y revoloteaban por el aire, bailando y alimentándose de las jugosas bayas que allí se hallaban.

— Sara... te has puesto roja como un tomate jijiji —la pequeña Silvia reía al ver la cara roja de Sara que ésta intentaba ocultar.

— No mientas Silvia —disimuladamente, la joven le pegó con sus nudillos en la cabeza de la pequeña Entrenadora suavemente, sin llegar a hacerle daño, a modo de reproche.

— ¡Auch!- dijo Silvia acariciando su cabeza suavemente.

— ¡Vaya dos! — Carlos reía ante la escena que se le presentaba entre la dos chicas, mientras miraba a Alex que mandaba callar a sus amigos— ¿Qué ocurre?

— Hay algo observándonos — el joven de pelo negro sonrió observando unos arbustos que se movían y que dio paso a una especie de dos pequeños dinosaurios, uno de color azul y otro de color morado — veamos de qué Pokémons se tratan... — Alex apuntó con su Pokédex a los dos Pokémons y los analizó con dicho aparato electrónico rojizo.

— Nidoran Macho y Nidoran Hembra. Los Pokémon pin veneno. El cuerno del Nidoran macho es más grande y venenoso que el de la hembra, pero el cuerno de la hembra también posee un veneno bastante potente —la Pokédex de Alex analizó los datos de ambos Nidoran, guardando los datos.

— Interesante... creo que tengo dos nuevos Pokémons —dijo Alex sonriendo, agarrando la Poké Ball en la que estaba metido Charmander— ¡Charmander, te elijo a ti!

— ¡Charmander Char!— el pequeño Pokémon de Fuego con aspecto de lagartija salió enérgicamente desde su Poké Ball, mirando sonriente hacia ambos Nidorans.

— Querrás decir que tendrás un nuevo Pokémon... Nidoran hembra será para mi— una sonrisa se dibujó también en el rostro de la joven pelirroja, mientras ésta agarraba la Poké Ball de su Bulbasaur y la lanzaba- ¡Bulbasaur, yo te elijo!

— ¡Bulba Bulbasaur!— el pequeño dinosaurio verde con una flor en la espalda se posicionó enfrente de la Nidoran hembra.

— Me parece bien... —una sonrisa de complicidad se dibujó en el rostro de Alex al mirar a su amiga, volviendo después su atención al combate que se avecinaba— ¡Charmander usa Ataque Arañazo! —dijo Alex mientras su lagartija anaranjada de fuego [¡pelea, pelea, uh, uh! xD] avanzaba rápidamente hacia el Nidoran macho para propinarle un ataque con sus garras— ¡ten cuidado con sus púas! ¡son tremendamente venenosas!— Alex advirtió a su Charmander lo suficientemente pronto como para que su Pokémon corrigiera la trayectoria de su Arañazo hacia el costado del Nidoran macho, acertándole entre dos de las púas de dicho Pokémon venenoso.

— ¡No perdamos tiempo Bulbasaur! ¡Usa tu ataque Placaje! ¡Aprovechemos que eres de los Tipos Planta y Veneno para atacar sin miedo a la Nidoran hembra!- su Pokémon verdoso atacó con todo su cuerpo hacia el Nidoran hembra, causándole un golpe crítico tan fuerte, que lanzó varios metros hacia atrás a la Nidoran hembra.

Parecia que la Ruta 601 había quedado en silencio. Los cánticos de los Pokémon Pájaro habían acallado, como si estuviesen contemplando el combate.

— ¡Vamos Charmander! ¡Vamos Bulbasaur! ¡Podéis derrotarles!— animaban tanto Carlos como Silvia a los Pokémons de sus dos compañeros que luchaban ferozmente contra los Nidoran.

Los Pokémons salvajes parecían haber recibido daños considerables, pero aún les quedaba fuerzas para continuar, por lo que la Nidoran hembra lanzó un ataque Arañazo contra Bulbasaur, acertándole en la frente, mientras que el Nidoran macho atacaba con su ataque Picotazo hacia Charmander pero éste ya se encontraba esquivando dicho ataque.

— ¡Charmander usa otro ataque Arañazo en su pata derecha posterior!— Charmander se incorporó rápidamente y con dos pasos grandes se adelantó hacia la pata derecha posterior, la cual estaba desprovista de púas venenosas, por lo que hizo un daño bastante considerable.

— ¡Poké Ball atrápalo!— Sara, consciente de que el golpe que había provocado su Bulbasaur hacia la Nidoran hembra era bastante fuerte, le lanzó una de las esferas rojiblancas que le había entregado el día anterior la Profesora Laurel, la cual se abrió e introdujo al Pokémon a su interior. Mientras que intentaba capturar a dicho Pokémon, la Poké Ball se movía lentamente [¡Que lo atrape! ¡Que lo atrape! xD], hasta que se quedó firmemente en el suelo, sin moverse, confirmándose así su captura— ¡He atrapado a mi primer Pokémon! ¡He atrapado a Nidoran hembra!

— Supongo que ahora me toca a mí, ¡Poké Ball captura a Nidoran macho!— al ver al Nidoran macho en el suelo, Alex le lanzó otra de las esferas rojiblancas, ocurriendo después exactamente lo mismo que pasó con la Poké Ball que lanzó Sara minutos antes, salvo que Nidoran macho no estaba tan herido, por lo que la Poké Ball que lanzó Alex se movió mucho más ferozmente pero, al final, acabó capturando al pequeño Pokémon venenoso —¡Hemos atrapado a Nidoran macho! — Charmander y él lo festejaron, incluso Charmander le quitó la Poké Ball y la alzó como si hubiese conseguido un trofeo [LOL hemos ganado la Liga de Fútbol okno xD].

— ¡Que guachi! ¡Yo también quiero conseguir un nuevo Pokémon!— dijo Silvia sonriendo felicitando a sus amigos.

— ¡Bah! ¡El Pokémon que yo atrape será más fuerte que los vuestros! Novatos... —Carlos lo dijo con una sonrisa de superioridad en el rostro, pero tanto Alex como Sara sabían que en el fondo se alegraba por ellos.



PD: Bueno otro capítulo algo corto, a medida que vaya avanzando, intentaré hacer capítulos más largos, ya que habrá más cosas que contar. Espero que os guste ^^

 

Muchas gracias por los consejos ^-^ en cuanto a lo que hacían los Nidoran en los arbustos... sólamente ellos lo saben xD


Bueno, aqui os traigo el tercer capítulo de mi Fan Fiction, espero que os guste ^-^

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CAPÍTULO 3: RECHAZO EN LA MANADA

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Tras haber capturado a ambos Nidorans, los Entrenadores Alex y Sara, junto a sus Pokémons Charmander y Bulbasaur y sus amigos Carlos y Silvia lo seguían festejando, hasta tal punto que Alex agarró y levantó a Sara del suelo abrazándola. Para Alex esto tan solo significaba un acto de alegría y de amistad, pero para Sara significaba una cosa totalmente distinta... Se dejó llevar por el momento y rodeó con sus brazos el cuello del joven lentamente mientras sonreía, intentando ocultar sus sentimientos hacia el muchacho. Aún sujetaba la Poké Ball con su Nidoran hembra en su mano

— ¡Hemos atrapado a nuestros primeros Pokémons Sara! ¡¿No es genial?! — el joven seguía abrazando a su amiga, incluso notaba los brazos de ella en su cuello, pero él le restaba imporancia... no sabía leer las señales que le estaba mandando Sara en ese preciso momento.

— Si es fantástico...— la joven pelirroja acariciaba lentamente con su mano libre el pelo del joven mientras miraba fijamente a Alex.

— Oye, bájate ya de encima mio ¿no? que no voy a cargar contigo todo el camino —el joven de pelo negro le sacó la lengua divertido mientras miraba a su amiga y ésta suspiraba.

— Eres tonto Alex... —susurró Sara sonriendo débilmente sin que se le oyera, reprochándole a su amigo que en los temas amorosos no se diese cuenta de nada. La joven pelirroja llevaba enamorada de su amigo desde hacía más de 2 años y había tratado de distintas maneras de decírselo, pero ¿y si él no sentía lo mismo por ella? Le daba miedo perder su amistad con él [Sara sufre mucho :(], por lo que siempre intentaba provocarle para que Alex, si sentía algo, diese el primer paso... aunque parecía que no era capaz de sentir nada por alguien del sexo opuesto...

— Anda, dejaos de arrumacos y continuemos con nuestro camino— dijo Carlos señalando con la cabeza hacia delante, por donde tenían que ir, cuando oyeron unos rugidos.

— ¿Qué es eso?— susurró la dulce Silvia mientras miraba asustada hacia alrededor.

Entonces, un pequeño gato rosita apareció de la nada perseguido por cuatro especies de perros grisáceos y uno más grande de color más oscuro, parecido al negro.

— ¡Ski Skitty!— el pequeño gato rosita saltó a los brazos de la pequeña Silvia.

— ¡Eh! ¡Es un Skitty! ¡Mi mamá tiene un Delcatty, la evolución del Skitty!— dijo Silvia sonriendo mientras hacia carantoñas al pequeño Pokémon gatito— ¿por qué huyes de esos perros?

— ¡Migh Mightyena!— rugió el perro grande ordenando atacar a los jóvenes, ya que estaban en el camino entre ellos y el Skitty.

— ¡Adelante Squirtle! — dijo Carlos lanzando la Poké Ball que contenía a su Squirtle, un Pokémon de Tipo Agua con forma de tortuga

Tres de los Poochyenas, los subordinados del grande que sabía que se llamaba Mightyena atacaron a los jóvenes, pero un cuarto Poochyena se negó a atacar.

— ¡Mightyena Might Might! — le reprochó el grande rugiéndole al pequeño Poochyena que se negaba a atacar.

— ¡Pooch! ¡Poochyena! ¡Pooch Pooch! — el Poochyena le explicaba que no era necesario atacar al Skitty, ya que no les había hecho nada, tan solo había cogido una baya pues tenía mucha hambre.

— ¡Mightyena! — el Mightyena, furioso, le propinó un ataque Mordisco al Poochyena, dejándole en el suelo, algo que le pareció terrorífico a la pequeña Silvia, incluso le llevó a llevarse una de las manos a la boca, aterrada.

Mientras tanto, los otros tres Poochyenas se dirigían hacia donde estaban Charmander, Bulbasaur y Squirtle. Los tres Pokémons de los Entrenadores se dispusieron a enfrentarse a los Poochyenas.

— ¡Charmander utiliza Arañazo! ¡Squirtle utiliza Placaje! ¡Bulbasaur tu también utiliza Placaje! — los Pokémons iniciales de ambos Entrenadores se encargaron cada uno de un Poochyena, impactando Squirtle y Bulbasaur en sus oponentes, pero el Poochyena al que se enfrentaba Charmander lo esquivó y le propinó un fuerte ataque Placaje.

— ¡Pichu, adelante!— dijo la pequeña Silvia lanzando la Poké Ball con su Pichu— ¡Utiliza Impactrueno contra Mightyena!

El pequeño Pokémon ratón generó un ataque eléctrico algo potente, ya que consiguió paralizar al Mightyena, aunque parecía que no le había hecho mucho daño. De todas formas se había quedado paralizado en el sitio y no podía moverse.

— ¡Eres un Mightyena malvado! ¡Te odio!— el pequeño Skitty que se encontraba en sus manos observaba curioso y atento a la pequeña Silvia, notando que, a pesar de ser tan pequeña, era una persona con un gran corazón.

El Charmander de Alex se reincorporó y comenzó a generar algo de fuego en su boca, lanzándolo momentos después hacia el Poochyena que le había atacado, debilitándole.

— ¡Buen golpe con tu ataque Ascuas!— felicitó Alex a su Pokémon de Tipo Fuego sonriendo, mientras que los otros dos Poochyenas se disponían a atacar, el Mightyena se había liberado de la parálisis y cogió al Poochyena debilitado con su boca marchándose del lugar, pues parecía que los jóvenes Entrenadores les habían intimidado.

El Poochyena que se había negado a atacar al Skitty intentó seguir al Mightyena y a sus hermanos Poochyenas, pero sus antiguos compañeros rugieron echándole de la manada, por lo que dicho Poochyean se quedó sentado observando cómo se marchaban sus compañeros.

Los cuatro Entrenadores devolvieron a Charmander, Squirtle, Bulbasaur y Pichu a sus Poké Balls. Mientras Silvia arrascaba la cabeza del Skitty, los cuatro Entrenadores observaban al Poochyena que se encontraba en la misma posición. Vieron que tenía una herida consecuencia del Mordisco que había recibido por parte del Mightyena.

— Me da pena el Poochyena, pero tenemos que seguir con nuestro camino... — dijo Sara, arrepintiéndose de sus palabras, ya que le gustaba todo tipo de Pokémons y no quería dejar al Pokémon aqui.

— No podemos dejar al Poochyena sólo, está herido, por lo menos llevémosle a un Centro Pokémon— Alex se cruzó de brazos mirando al Poochyena atentamente.

Entonces, Carlos sacando de su mochila una Poción y acercándose al Poochyena lentamente.

— Ha sido muy valiente lo que has hecho, Poochyena. Has luchado contra tus propios amigos por lo que creías que era justo. Mightyena será el líder de tu manada, pero tu tienes un corazón mucho más grande que el suyo. Hay que ser muy valiente para luchar con tus enemigos. Pero hay que ser mucho más valiente para luchar contra tus amigos cuando sabes que están equivocados — Carlos le aplicó la Poción en la herida, curándosela y aplicándole una crema protectora y poniéndole un vendaje en la herida— si no tienes donde ir, puedes venir con nosotros.

— Pooch... — Poochyena miró a Carlos asintiendo, como queriendo decir gracias por todo, mientras que Carlos le dejó una de sus Poké Balls a su lado.

— Piénsatelo, si quieres venir con nosotros, dale al botón central de la Poké Ball y te meterás dentro. Si no quieres venir con nosotros, lo entenderemos.

— Poochyena Pooch— el pequeño Poochyena, después de un pequeño período de tiempo, tocó con su pata el botón central de la Poké Ball, metiendose dentro.

— ¡Bien hecho Carlos!— dijo Sara sonriendo al ver que su hermano había atrapado a un nuevo Pokémon— parece que ya vas madurando de una buena vez.

— Solo quería que no estuviese solo, Sara —el joven se colgó la Poké Ball en la que se había metido el Poochyena en su bolsillo.

— Ha sido muy bonito lo que has hecho Carlitos— dijo Silvia sonriendo, mientras se tropezaba y se caía al suelo soltando al Skitty que calló grácilmente al suelo sin hacerse daño y vio que una de las Poké Balls que tenía Silvia se cayó también, comenzando a rodar. El pequeño gato comenzó a correr detrás de la Poké Ball, jugando y sin darse cuenta, al alcanzar la Poké Ball, también le dio al botón central de la Poké Ball, por lo que se metió dentro de ésta— ¿he atrapado a un Skitty-cuchi? ¡Bien!

— Vale pues ya tenemos todos dos Pokémons... — dijo Alex sonriendo mientras se encaminaban hacia delante en su camino por la Ruta 601, seguido por Sara y, más tarde por Carlos y Silvia. A Sara le daban unas ganas tremendas de decirle que lo quería, de acariciarle la mano... pero no lo hizo, no quería perder su amistad con él si Alex no sentía lo mismo por él, así que se callaría... al menos por el momento...

— Oye, estás muy callada Sara, ¿ocurre algo? —preguntó Alex mirando a su amiga, mientras le pasaba un brazo por detrás acariciando su hombro, sin perder su sonrisa característica— Poochyena ya está a salvo con tu hermano, no hay de que preocuparse.

— Estoy bien Alex... sólamente... pensaba— dijo Sara sonriendo dándole un beso en la mejilla a Alex— gracias por preocuparte por mi.

— ¡Oye! ¿Qué quieres decir con eso? ¡Siempre me preocupo por ti, boba!— Alex le dio un pellizco en la mejilla a su amiga riendo. Desde que se conocían, siempre se habían dado besos y abrazado, entre otras cosas típicas de los amigos que eran casi hermanos, quizás era por eso por lo que Alex no captaba el amor que sentía su amiga por él.

— Bueno si tu lo dices... — Sara reía divertida mientras se volvía a abrazar a su amigo— descansemos Alex, necesito descansar un poco.

— ¡Chicos, vamos a descansar! —dijo Alex, haciendo caso a su amigo, mientras se sentaba junto a su amiga y sacaba la comida, esperando a que llegasen Carlos y Silvia —¡Charmander y Nidoran macho, salid de vuestras Poké Balls!

— ¡Bulbasaur y Nidoran hembra, salid vosotros también!— Sara sacó también a sus Pokémons, seguidos de Carlos, que sacó a Squirtle y a Poochyena y de Silvia, que sacó a su Pichu y a Skitty.

Alex preparó la comida de los Entrenadores, mientras que Sara y Carlos se encargaban de ponerles en cuencos la comida de cada uno de los Pokémons de los cuatro Entrenadores. Silvia, entretanto, se puso a jugar con los ocho Pokémons que allí se hallaban. Era el momento de parar a hacer un descanso...


PD: Espero que este tercer capítulo también os guste. Un saludo ^-^

 

Gracias, en vez de eso puedo poner el Nidoran y la Nidoran o algo así xD

Aqui os traigo el cuarto capítulo con un poco de retraso, pero bueno, espero que os guste ^-^

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CAPÍTULO 4: CONTINUANDO EL CAMINO​

Los cuatro Entrenadores Pokémon seguían sentados en el suelo y sus Pokémons, de mientras, comían la Poké Comida que les habían preparado. Al terminar de comer todos, Entrenadores y Pokémons por igual, decidieron descansar un momento. Sara se dirigió hacia un árbol y se sentó debajo de él mientras cerraba los ojos, mientras que Alex se tumbaba a su lado, apoyando la cabeza en las piernas de la muchacha.

— A ti te preocupa algo, ¿no es cierto? Has estado muy callada en la comida— dijo Alex observador... aunque no tanto como le gustaría a la joven pelirroja que abría un poco más de lo normal los ojos verdes que la joven tenía y que parecían esmeraldas.

Sara, sonriendo intentando disimular, intentó coquetear con su amigo, quitándole la gorra y acariciando con su mano derecha el pelo negro como la noche de Alex con suavidad mientras le dedicaba una dulce sonrisa, mientras con su mano izquierda acariciaba con suavidad una de las mejillas del joven [oh que bonito xD].

— Te lo he dicho antes, no me pasa nada, solamente necesito descansar y pensar—la joven sonrió como si no le estuviese haciendo nada a su amigo, aunque claramente estaba intentando coquetear con su amigo.

— Bueno si tu lo dices... — el joven le volvió a sacar la lengua divertido mientras notaba el tacto de la mano de su amiga en su pelo y de la otra mano en su cara— si sigues acariciándome así, me voy a quedar dormido — esas palabras hicieron que ambos amigos comenzaran a reír el uno con el otro.

En el otro lado, Carlos recogía los restos de la comida que habían preparado, mientras que Silvia jugaba con todos los Pokémons, excepto con el Poochyena de Carlos, que aún no se habia integrado del todo en el grupo. Sin embargo, parecía estar esperando sentado a que Carlos terminase con su tarea, pues le observaba atentamente. Entonces, el Squirtle de Carlos se acercó a Poochyena, su compañero de aventuras y que ambos compartían el mismo Entrenador.

— Escuero Escuero ¿Escuero Escuerocuero?— Squirtle le preguntó a Poochyena que por qué no iba a jugar con ellos.

— Pooch Poochyena— Poochyena le contestó con que prefería esperar a que Carlos terminase, le había ayudado y le debía respeto.

— Escuero ¡Escuero Escuero!— Squirtle respondió a ello diciendo que no hacía falta estar quieto para mostrarle respeto— Escuero Escuero— decía Squirtle que ya no estaba en la manada de Mightyena, que podía hacer lo que quisiera siempre que se portase bien.

— Pooch ¡Poochyena!— Poochyena respondió que entonces les iba a ganar a todos los Pokémon que allí estaban en lo que fuese.

Al terminar Carlos de recoger todo, sonrió al ver que Poochyena se había integrado, por lo que fue a jugar con sus Pokémons y los de sus amigos y hermana, además de con la propia Silvia. En el lugar donde se encontraban Sara y Alex, Alex se había dormido mientras Sara lo osbervaba sonriendo.

— ¿Por qué no te das cuenta de lo realmente importante, Alex?— susurró Sara sonriendo tristemente contemplando el rostro de su amigo que, según ella, era perfecto.

El joven de pelo oscuro respiraba profundamente mientras dormía y su amiga lo contemplaba. La joven entrenadora pelirroja llevó sus manos hacia el rostro de su amigo y, a pesar de que sabía que Alex no le iba a responder, se arriesgó a hacer algo que quería hacer desde hace mucho tiempo. Se arriesgó a besar en los labios de su amigo. Aunque su amigo no le devolvió o siguió el beso, la joven notó el sabor dulce de su boca, como si estuviese saboreando la comida más sabrosa del mundo. Rápidamente apartó sus labios de los de su amigo, sonriendo de felicidad y mirando alrededor comprobando que Carlos y Silvia no la observaban. La joven apartó las piernas suavemente de debajo de la cabeza de Alex, donde el joven estaba posando su cabeza. La pelirroja, entonces, se tumbó al lado de Alex, acurrucándose junto a él y pasando los brazos del joven por alrededor suyo, haciendo como si el Entrenador Pokémon de pelo azabache la abrazase y se durmió al poco tiempo.

Pasó como una media hora y, entonces, Alex se despertó, algo sorprendido por ver a Sara acurrucada junto a él. No dijo nada y la observó durante un tiempo. Entonces, notó algo extraño en los labios, una especie de sabor raro. Sabía al cacao que se echaba Sara en los labios para que éstos no se le secaran. Entonces, el joven Entrenador entendió que su amiga de toda la vida lo había besado mientras él dormía. Le había besado en la boca. Entre los dos siempre había habido signos de cariño, pero él pensaba que era cariño de amigos. Ahora entendía todo de otra forma... [ya era hora hijo mio que no te enteras de nada u.u xD] pero de todas formas no le diría nada, al menos no de momento. Entonces, Sara se despertó de su pequeña siesta y miró a su amigo, regalándole una dulce sonrisa.

— Bueno, tendremos que seguir con nuestro camino ¿no?— dijo Sara sonriendo levantándose del suelo y poniéndose bien su falda vaquera de color azul y ajustándose su top rosa, ya que ambas prendas de ropa estaban arrugadas al haber dormido en el suelo.

— Tienes razón, pelirroja — Alex sonrió levantándose también, arreglando su ropa como su amiga — ¿me devuelves mi gorra?— preguntó Alex extendiendo la mano para intentar coger su gorra de las manos de su amiga.

— Puede que sí o puede que no... — dijo Sara sonriendo escondiendo la gorra de su amigo detrás de su cuerpo guiñándole un ojo a su amigo mientras comenzaba a caminar hacia atrás.

— Ey ¡Venga! ¡Dámela!— dijo Max riendo intentando alcanzar su gorra.

— Ah Ah, de eso nada... — negaba Sara riendo intentando escapar de su amigo.

— ¡Charmander! ¡Ayúdame a coger la gorra!— el joven llamó a su Pokémon inicial, el cual tenía la apariencia de una lagartija de fuego.

— ¡Char Char! — dijo Charmander agarrando con sus dientes la gorra de su amigo, quitándosela a Sara entregándosela a Alex.

— Gracias Charmander- Alex sonrió a su amiga, haciendo el signo de la victoria.

— Eso no valeee— Sara puso cara de enfadada, pero se notaba que no lo estaba, por lo que Alex se rio mirando a su amiga y se acercó a ella, pasando su brazo derecho por la cintura de su amiga y caminando hacia donde se encontraban Carlos, Silvia y el resto de los Pokémons.

— No te enfades, mujer— rió Alex mientras miraba a los otros dos Entrenadores— ¡Carlos! ¡Silvia! ¡Nos marchamos!

Entonces, todos devolvieron a sus Pokémons a sus respectivas Poké Balls. Ahora Alex sabía por qué, en estos dos últimos años, Sara había estado diferente, ahora sabía que ella estaba enamorado de él... y tenía que admitir que Alex sentía algo más fuerte que la amistad por Sara...


PD: Sé que esto os puede parecer un capítulo de relleno, pero quería hacer especial hincapié en la relación que tienen Alex y Sara entre ellos. Espero que os guste ^-^

 

Antes de empezar me disculparé por haberme tardado tanto en publicar el siguiente capítulo, he estado ocupado con exámenes (y aún tengo algún que otro examen más) y no he podido escribir apenas, así que aqui os traigo un nuevo capítulo, espero que os guste ^^

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CAPÍTULO 5: ETERNA RIVALIDAD (parte 1)

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Los cuatro jóvenes, continuaban su camino sin prisa pero sin pausa. Alex seguía pensando en el beso que le había dado su amiga Sara mientras él dormía. Mientras tanto, Silvia y Carlos, continuaban hablando sobre Pokémons, especialmente sobre sus propios Pokémons. Entonces, oyeron dos gruñidos, uno distinto de otro. Rápidamente, los cuatro jóvenes Entrenadores, se acercaron hacia el lugar de donde provenían dichos gruñidos. Entonces vieron a una especie de zorro blanco, con unas manchas rojas alrededor de su cuerpo y unas garras negras en sus manos bastante poderosas, en apariencia al menos. Dicho zorro rojiblanco estaba luchando con una especie de serpiente negra con tonos dorados y morados en su cuerpo, unos larguísimos colmillos rojos como la sangre que, seguramente, contenían un potente veneno y una cola en forma de espada del mismo color que sus colmillos. Mientras el zorro rojiblanco esquivaba los mordiscos y los coletazos que le propinaba la serpiente, éste intentaba darle fuertes zarpazos con sus garras de color azabache. Ambos Pokémons lograban acertar algunos ataques sobre el otro, pero no todos daban en el blanco.

— ¿Cuáles son esos Pokémons?— preguntó la pequeña e inocente Silvia señalandoles, pero, acordándose de que tenía una Pokédex, sacó dicho aparato electrónico y analizó con él a la serpiente.

— Seviper, el Pokémon colmillo serpiente. Seviper es conocido por su carácter agrio e inmoviliza a sus contrincantes enroscando su cuerpo a su alrededor. Los Seviper ha estado luchando contra los Zangoose desde hace siglos, lo que ha hecho que se considere a esta rivalidad como una de las más duraderas entre dos especies distintas de Pokémons —mientras que Silvia analizaba a Seviper, Alex analizó con su Pokédex al zorro rojiblanco para obtener también información de este Pokémon.

— Zangoose, el Pokémon gato cazador. Zangoose suele andar a cuatro patas, pero se pone en pie sobre las dos traseras cuando se enfada. Es muy rápido y puede esquivar todos los ataques de sus enemigos. Ha estado en constante rivalidad con Seviper desde hace mucho tiempo.

— ¡No podemos dejar que se hagan daño! ¡Charmander adelante! ¡Utiliza Ascuas contra Seviper!— la pequeña lagartija de fuego que salió de su Poké Ball, lanzó pequeñas llamas hacia Seviper, lo cuál hizo que la serpiente huyese, no sin antes mostrar una mirada de desafio hacia Charmander y Alex, pero, sobretodo, hacia Zangoose.

— ¡Zangoose!— El Pokémon rojiblanco intentó perseguirle, pero Alex y Sara se pusieron en medio, impidiéndole pasar a aquél Pokémon.

— ¡No vas a pasar Zangoose! ¿Se puede saber que os pasa a Seviper y a ti? [os lo acaba de decir la Pokédex, que no os enteráis, que son rivales xD].

— ¡Zan! ¡Zangoose!— el Zangoose explicó, a través de las traducciones de Carlos quien entendía lo que decían los Pokémons a la perfección, que Seviper y él tenían que terminar su duelo, el cuál se había prolongado durante años sin ningún vencedor— ¡Zan Zan Zangoose Zan!— Zangoose, enfadado con los Entrenadores, explicó que el destino de todos los Zangoose y de los Seviper eran enfrentarse entre ellos y saber quién era el mejor.

— Pues seguro que el ganador es Zangoose, los Pokémons monos siempre ganan— dijo Silvia con un tono dulce abrazándose al pelaje de Zangoose sonriente, mientras que el Pokémon rojiblanco se le quedaba mirando, extrañado.

— Y, ¿no podréis dejarlo en un empate?— preguntó Carlos mirando a Zangoose curiosamente.

— ¡Zan Zangoose!— dijo el Pokémon feroz afilando sus garras entre sí diciendo que era su destino y vencería a Seviper.

— ¿Qué tal si te atrapo y te ayudo así a ganar a Seviper?— lo que acababa de decir Alex hizo que Zangoose sonriera, pero con un gruñido dijo algo así como: ¿podrás medirte a mi?

— ¡Nidoran adelante, te elijo a ti! ¡Utiliza Picotazo!— el pequeño dinosaurio de color púrpura salió de la PokéBall atacando directamente con su Ataque Picotazo, el cual era de tipo Volador, hacia Zangoose, donde impactó con un golpe crítico en el torso, pero parecía que a Zangoose no le hizo el suficiente daño. El Zangoose, velozmente, alzó una de sus garras hacia el Nidoran de Alex, utilizando su ataque Arañazo— ¡Utiliza tu habilidad Punto Tóxico!

— ¡Nidoooo Nido ¡NIDORAN!— una espesa niebla púrpura venenosa, salió disparada de sus púas en todas direcciones, intentando envenenar a Zangoose, sin éxito, pues Zangoose, con su gran velocidad, esquivó la neblina venenosa, saltando hacia atrás.

— ¡Te tengo donde te quería, Zangoose! ¡Nidoran, utiliza Picotazo Venenoso!— unas finas agujas blancas rellenas de veneno salieron de la boca de Nidoran hacia Zangoose, impactando repetidas veces en el abdomen de Zangoose.

— ¡Muy buena estrategia, Alex!— dijo Sara, animando a su amigo sonriendo.

— ¡Poké Ball, atrápalo!— Alex pensó que, con el ataque antes propinado hacia Zangoose, ya lo había dejado lo suficientemente débil como para atraparlo, pero el Zangoose salvaje reaccionó ferozmente, partiendo por la mitad la Poké Ball que le había lanzado Alex.

— Zangoose— dijo el Pokémon sonriendo de medio lado, con una mirada algo desafiante, pero con complicidad hacia el Entrenador, quien le devolvió la sonrisa.

—¡¿Qué diablos acaba de pasar?!— se sorprendió Carlos mirando atentamente la Poké Ball destrozada.

— Vaya... parece que eres más duro de lo que pareces, Zangoose, pero no nos dejaremos intimidar, ¡Utiliza ataque Placaje, Nidoran!— el pequeño dinosaurio morado se encaramó hacia el Zangoose, intentando atacar con su pequeño cuerpo, pero el Zangoose agarró a Nidoran con sus garras y lo tiró hacia arriba antes de que pudiese usar su habilidad, utilizando después un Ataque Rápido en el aire, haciendo volar por los aires a Nidoran, que cayó fuertemente. El Pokémon de Alex, aún no estaba del todo debilitado, pero, aún así, decidió retirarlo— ¡Nidoran vuelve a tu PokéBall! ¡Adelante, Charmander! ¡Usa Ascuas!— el pequeño Pokémon anaranjado, quien se encontraba fuera de la Poké Ball, lanzó una pequeña llamarada hacia Zangoose, quien lo esquivó, y le propinó un feroz ataque Cortefuria hacia Charmander.

— Además de mono, Zangoose es fortísimo... —admiraba Silvia al Pokémon salvaje que estaba luchando contra Alex y Charmander.

— ¡No nos vencerás! ¡Utiliza Arañazo con todas tus fuerzas!— el Pokémon de Fuego atacó con sus garras, y vio que el Zangoose también usaba un ataque Arañazo contra él, golpeandose los dos entre ellos, haciéndose bastante daño con sus garras, aunque Zangoose, al tener unas garras más grandes y poderosas, hizo más daño a Charmander que al revés, además de que Zangoose le propinó un golpe crítico.

— ¡Zan Zangoose Zan!— el Zangoose se divertía enormemente con el combate, tanto contra Nidoran, como contra Charmander.

— Parece que Zangoose se está divirtiendo con el combate...— dijo Carlos sonriendo también ante el combate que estaban presenciando.

— La verdad es que Zangoose es un Pokémon formidable...— Sara comenzó a sentir admiración hacia el Pokémon que estaba peleando con el que esperaba que fuese su futuro novio... pensamiento que le hizo enrojecerse de nuevo, aunque nadie se dio cuenta, debido a que presenciaban el combate.

— ¡Vamos Alex! ¡Captura a Zangoose!— animaba Silvia sonriendo a su amigo al que admiraba enormemente y veía como su hermano mayor.

— Ahora verás una sorpresita, Zangoose, ¡Charmander, activa tu habilidad Mar Llamas!— una sonrisa de satisfacción se dibujó en la cara de Alex al ver lo que hacía su Pokémon inicial.

— ¡Chaaaaaaaaarmandeeeeeeer!— Un aura de fuego escarlata comenzó a rodear a Charmander, lo que lo hizo bastante más poderoso de lo que era antes.

— ¡Utiliza Ataque Ascuas, Charmander!— una pequeña llamarada, mucho más potente que cualquier otro Ascuas que hubiese lanzado el pequeño Pokémon ígneo, impactó contra el Zangoose causándole daños bastante graves— ¡Ahora si! ¡Poké Ball, atrápalo!— una nueva esfera rojiblanca salió volando hacia el Zangoose salvaje, abriéndose y aspirando a Zangoose hacia su interior, rebotando después contra el suelo y moviéndose intensamente intentando capturar al Zangoose, hasta que al final lo consiguió— ¡Tenemos a Zangoose!— dijo Alex sonriendo cogiendo la Poké Ball que contenía a Zangoose llenándose de un estado de euforia que le recorrió todas las venas y arterias de su cuerpo y que le provocó un subidón de adrenalina como si estuviese descendiendo en una montaña rusa.

— ¡Siiiivaiper!— el Pokémon serpentino llamado Seviper miró a los Entrenadores sonriendo... había vuelto a por el siguiente asalto en su combate contra Zangoose.

— ¡Zangoose, te elijo a ti!— dijo Alex lanzando la Poké Ball con la que había atrapado hace escasos minutos a Zangoose.

— ¡Zan Zan!— el Zangoose señaló con sus garras afiladísimas hacia Seviper aceptando el duelo entre ambos... la pelea acababa de comenzar....

 

Muchas gracias por leer mi fic. He estado ocupado con exámenes, pero ya definitivamente, los he acabado todos, por los que seguiré escribiendo esta historia que me está gustando tanto escribir. Muchas gracias a todos por leerlo ^^

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CAPÍTULO 6: ETERNA RIVALIDAD (parte 2)
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Zangoose miraba desafiante, pero con una sonrisa en la cara a su eterno rival: el Pokémon con forma de serpiente llamado Seviper.

¿Confías en mi Zangoose?— preguntó el joven Alex a su recién atrapado Zangoose.

¡Zan Zangoose!— el feroz Pokémon rojiblanco asintió con la cabeza mientras afilaba sus garras. Entonces, Seviper atacó a Zangoose rápidamente— ¡Zangoose esquiva a Seviper! ¡Va a usar Mordisco!

Zangoose, ágilmente, esquivó la mordida de su rival, pero se encontró de pronto con la cola venenosa con la que atacó Seviper.

¡Usa Arañazo para defenderte, Zangoose!— el nuevo Pokémon de Alex atrapó la cola de su reptiloide enemigo, salvándose de un potente ataque venenoso— ¡Utiliza la estrategia que usaste anteriormente con Nidoran!

¡Zaaaaaaangoooooseee!— el Pokémon agarró fuertemente la cola de Seviper, lanzándolo por los aires, aunque no tanto como a Nidoran debido a que Seviper pesaba muchísimo más [O.O ¿no me digas? (ironía) xD]

¡Utiliza Ataque Rápido ahora que está en el aire!— Zangoose se propulsó hacia el cielo con sus dos grandes patas, haciendo un gran salto que le permitió llegar hasta donde se encontraba Seviper, propinándole un fuerte golpe con su cuerpo. Entonces, un brillo morado apareció en los colmillos de Seviper, por lo que éste se dispuso a usar su ataque Colmillo Venenoso contra Zangoose, impactando en él críticamente y casi envenenando al Pokémon con aspecto de zorro rojiblanco. En cuanto Zangoose aterrizó en el suelo, dolorido, su nuevo Entrenador Pokémon le hizo realizar el siguiente ataque.

Estaba reservándolo por si acaso, pero veo que lo necesitamos. ¡Zangoose, usa Danza Espada!— el Pokémon rojiblanco comenzó a girar violentamente sobre su propio eje, aumentando peligrosamente, al menos para Seviper, su ataque, lo que hizo que pudiese propinar golpes más fuertes. Seviper, mientras tanto, volvió a acercarse para ejecutar su ataque Cola Veneno— ¡Cuidado! ¡Va a atacar con su cola! ¡Utiliza Cortefuria repetidas veces para bloquear todos sus ataques!— Seviper comenzó a alternar sus ataques Mordisco, Cola Veneno y Colmillo Veneno, mientras que Zangoose bloqueaba todos los ataques con sus ataques Cortefuria, los cuales cada vez que los usaba, éstos se volvían más poderosos [ahí ahí, motivación xD].

¡Seeeeevipeeeeeer!— una nube de humo salió peligrosamente de la boca de Seviper, nublando la vista de todos los que allí estaban.

Me gusta ese Seviper, tiene inteligencia y fuerza... ¡Lo quiero para mi!— dijo Carlos mientras observaba, fascinado, el combate, así como a Seviper.

No me gusta en aspecto... pero si, es muy fuerte— afirmó Silvia sin perder su sonrisa inocente.

Vamos Alex... tú puedes...— Sara juntó sus manos, así como los dedos de ésta, en una posición como de rezo, esperando que el joven Entrenador de pelo azabache ganase.

El joven Entrenador y su Zangoose movían la cabeza hacia un lado y hacia el otro, intentando divisar al Pokémon Serpiente, sin conseguirlo. Entonces, al joven se le ocurrió una brillante idea.

¡Eh! ¡Ya lo tengo! ¡Zangoose, vuelve a usar Danza Espada para dispersar el humo!— Zangoose sonrió al entender el plan de su Entrenador Pokémon que consistía en que debía girar sobre su eje otra vez tanto para despejar el humo como para aumentar su ataque.

¡Sevipeeeeeer!— Entonces, Seviper apareció detrás de Zangoose, propinándole un fuerte ataque Colmillo Venenoso en el cuello, lo cuál hizo que Zangoose cayera al suelo, envenenado.

¡Enséñale a ese Seviper tu habilidad Inmunidad!— al decirlo, todos vieron cómo Zangoose se levantaba y liberaba la tóxina que Seviper le había inoculado hace escasos segundos- ¡Y ahora ataca con tu ataque Arañazo potenciado con tus dos Danzas Espadas anteriores!

¡Zangoooooseeeee!— el Pokémon rojiblanco arañó ferozmente a Seviper, causándole un ataque crítico, potenciado aún más gracias a sus ataques Danza Espada, lo cuál hizo que Seviper se debilitase.

¡Poké Ball atrapa a Seviper!— dijo Carlos de pronto, introduciéndose en el combate y robándole el Pokémon a Alex. Entonces la Poké Ball rojiblanca de Carlos se abrió y absorbió a Seviper a su interior, capturándolo— Muchas gracias Alex y Zangoose, gracias por dejarlo débil— dijo Carlos con una sonrisa de oreja a oreja mientras caminaba hacia la Poké Ball que había atrapado a Seviper, cogiéndola y colgándosela junto a sus otros dos Pokémon [Carlos eres un maldito ladrón, pareces un político xD].

¡¿Qué se supone que haces Carlos?! ¡Esto no era asunto tuyo! ¡Era asunto de Alex y Zangoose, no tuyo!— Sara se enfrentó a su hermano, reprochándole su actitud ante todos.

Hermanita, hay que saber aprovechar las oportunidades... tu deberías de saberlo mejor que nadie ¿no es verdad?— Carlos sonrió maléficamente mirando a su hermana.

¿A... A qué te refieres?— se preocupó Sara mirando a su hermano, mientras miraba de reojo a Alex.

A que llevas enamorada de Alex durante mucho tiempo y lo has ocultado, pero cuando se durmió antes, cuando paramos a descansar, aprovechaste la oportunidad de besarle ¿me equivoco?— Carlos mostró una actitud despeciable y egoísta hacia su hermana.

¿Es eso verdad, Sara?— preguntó Silvia mirando a su amiga atentamente.

Si, lo es— dijo Alex afirmándolo y demostrando que sabía.

¿Tú lo sabías, Alex?— preguntó avergonzadísima Sara sin poder mirar directamente a Alex.

Si, lo sabía Sara, por el sabor que me dejaste en los labios de tu barra de labios...— Alex asintió mientras lo decía, entonces Sara se lanzó a pegar a su hermano.

¡Eres un maldito niñato inmaduro! ¡Te vas a enterar!— con los puños en alto, Sara se dirigió hacia su hermano gemelo.

¡Ven aqui si te atreves!— dijo Carlos preparándose para pelear con su hermana.

¡Charmander! ¡Zangoose! ¡Detenedles!— entonces Charmander y Alex sujetaron Sara para que ésta no golpease a su hermano, mientras que Zangoose, ágilmente tumbó a Carlos en el suelo de un suave, pero certero golpe, sin llegar a causarle daño, pero inmovilizándole.

¡Chicos! ¡Parad de una vez!— gritó Silvia tristemente, mirando con cara de enfado hacia Carlos y Sara, aunque especialmente a Carlos.

¡Dejadlo ya! ¡Por lo menos Zangoose ha derrotado a Seviper! ¡Ya hemos logrado lo que buscabamos! ¡Ahora sigamos nuestro camino tranquilamente!— dijo Alex dirigiéndose tanto a Sara como a Carlos.

Está bien... ¡pero que ese niñato no me hable!— dijo Sara mientras Charmander y Alex la soltaban y caminaba solitariamente.

¡Charmander y Zangoose! ¡Volved a vuestras Poké Balls!— mientras Alex devolvía a sus Pokémons a sus respectivas Poké Balls, el Entrenador siguió a su amiga, ya que no quería dejarla sola.

¿Por qué lo hiciste, Carlos?— Silvia preguntó a su amigo, mientras veía a los otros dos alejarse.

Quería a Seviper en mi equipoc, no hay ninguna explicación más— Carlos se levantó y siguió el camino, alejado de su hermana y de Alex, aunque seguido por Silvia.

Mientras, Alex y Sara caminaban solitariamente sin hablar, hasta que Sara miró, algo apenada, a Alex con sus preciosos ojos verdes.

Alex si sabías lo del beso... ¿Por qué no me dijiste nada?— Sara miraba atentamente a su amigo, mirando después la hierba por la que estaban pasando.

Quería hacerlo, pero no encontraba el momento... Quería decírtelo sin que Carlos o Silvia se enterasen, no sé, esto es nuevo para mi y quería mantenerlo en secreto— respondió Alex, esperando que esa respuesta le valiese a Sara.

Bueno... ¿Te gustó el beso?— Sara, con las mejillas rojizas como su ardiente pelo, volvió a mirar a su amigo sonriendo tímidamente.

El beso en sí no lo sé, no estaba despierto... pero el sabor sí, me gustó— al oír esta frase, Sara volvió a besar en los labios de Alex con pasión mientras rodeaba el cuello del joven Entrenador moreno con sus brazos y sentía una enorme euforia al notar el roce de los labios de ambos Entrenadores [Momento Romántico!!! xD].

 

Antes que nada, perdón por retrasarme en contestar al tema, últimamente no tengo tiempo libre para escribir u.u

CAPÍTULO 7: UN GRAN PELIGRO

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Alex se quedó realmente sorprendido debido a la repentina acción de Sara al besarle... pero no le disgustó. La verdad es que le gustó que le besase, le gustó volver a sentir el sabor a fresas de la barra de labios de su amiga y le gustó el tacto de los labios de la muchacha posándose encima de los suyos De hecho, no sabía ahora si lo que sentía por su amiga era sólamente amistad o... algo más.

Bueno... ¿qué te ha parecido?— preguntó sonrojada la joven Entrenadora pelirroja sonriendo tímidamente al joven Entrenador moreno, al que él le parecía más atractivo que el dios griego llamado Adonis.

Si te soy sincero... me ha gustado, la verdad...— sonrió Alex sin rodeos y sin mostrar síntomas de vergüenza o timidez. La verdad era que ahora, después del beso, Alex veía a Sara de otra forma, aunque no sabría explicar cómo. Era a la vez como si estuviese comiendo un helado de chocolate y una pizza recién horneada, como combinar el calor y el frío, una mezcla de emociones... le gustaba sentirse así.

Venga, tortolitos. Sigamos con nuestro camino, que a este paso no llegaremos nunca... —dijo Carlos apareciendo detrás de ellos, echando sus brazos hacia Sara y Alex poniéndose en medio de los dos para que no se volvieran a besar, pero Sara lo apartó de un empujón.

No te me acerques... —Entonces Sara volvió a alejarse del grupo sin mirar atrás.

Se ha tomado mal que capturara a Seviper...— dijo Carlos observando a su hermana que se marchaba furiosa con él.

A mi también me molestó un poco, esa captura era mía, pero bueno, lo hecho, hecho está Carlos, no te preocupes, te perdonará dentro de poco— dijo Alex sin mirar a su amigo, observando también a Sara alejarse con paso firme.

Los hermanitos no deben estar enfadados entre sí, eso es malo para todos— dijo la pequeña Silvia haciendo sonreir a ambos muchachos.

Entonces los tres Entrenadores que se quedaron más atrás comenzaron a andar detrás de Sara... hasta que oyeron un grito aterrador. Ese grito provenía, sin lugar a dudas, de Sara, ya que el grito provenía de la zona donde la Entrenadora Pokémon de cabellos rojizos se encontraba momentos antes.

¡SARAAAA!— gritaron Silvia, Alex y Carlos, corriendo rápidamente al lugar donde procedían los gritos.

Entonces, los tres Entrenadores vieron a dos personas misteriosas, un chico y una chica, los cuales estaban intentando robar las Poké Balls de Sara. De hecho, los dos bribones tenían tres de las PokéBalls de Sara cada uno, por lo que le habían quitado todos los Pokémons de la joven. También había una especie de robot que estaba electrocutando levemente con uno de sus brazos-garra con tres dedos a la joven. Los malhechores iban vestidos con una especie de boinas blancas, camisas negras con un dibujo de lo que parecía ser una estrella explotando, unos pantalones de malla de color blanco y unas botas grises.

¡¿Quienes sois?!— preguntó alarmada la pequeña Silvia, aunque parecía estar algo asustada al ver a Sara capturada por el robot.

¡Mira qué bien! ¡Son más niñatos a los que robar sus Pokémons!— dijo la chica del dúo malvado que reía al ver a la pequeña Silvia— ¡Niña dame a tus Pokémons y vuelve con tu mamaíta!

¡Jamás te los daré!— Silvia estaba a punto de echar a correr, pero aguantó firmemente el tipo, mirando fijamente a quien le había ordenado darle sus Pokémons.

¡Os hemos hecho una pregunta! ¡¿Quién diablos sois?!— gritó Alex llevándose su mano a sus Poké Balls.

Somos el Team Nova, robamos todos los Pokémons para poder hacer frente a los Pokémons Legendarios y así conseguir lograr nuestros objetivos... —empezó a decir el ladrón hombre.

¡Cállate! ¡Mira que eres lerdo!— respondió su compañera pisándole el pie a su compañero.

¡Soltad a mi hermana desgraciados!— Carlos también se llevó la mano a sus Poké Balls.

Entonces, los jóvenes Entrenadores vieron a unos Pokémons salvajes encerrados en jaulas elecrtificadas también. Vieron a un Rattata, un Hoppip, un Bidoof y un Munna. Estaban atrapados y no podían salir, así que también tenían que ayudar a esos pequeños Pokémosn salvajes a ser libres de nuevo.

¡Adelante Nidoran! ¡A por ellos! —dijo Alex lanzando la Poké Ball con el pequeño dinosaurio de color morado al campo de batalla.

Bien Seviper, demuestra lo que vales, ¡te elijo a ti!— Carlos lanzó la Poké Ball que contenía a la serpiente rival de Zangoose, la cual había atrapado con anterioridad.

¡Yo no voy a ser menos! ¡Adelante Pichu!— dijo Silvia iniciando su primer combate Pokémon en lo que llevaba de aventura. Aún así, la Entrenadora más joven del grupo, sacó a su Pokémon totalmente decidida a ganar.

¡Jajaja! ¡¿Creéis que nos váis a ganar?! ¡Estáis soñando renacuajos! ¡Adelant Woobat!— dijo la villana que lanzó su Poké Ball con lo que parecía ser una especie de mezcla entre murciélago y cerdo.

¡Y que lo digas! ¡Adelante Basculines!— el otro bribón lanzó dos de sus Pokéballs, cada una contenía una especie de pez verdoso. Parecían iguales, pero un Basculin tenía una raya roja y otro la tenía azul.

¡Nidoran utiliza Doble Patada contra el Basculin de línea Azul!— entonces, el dinosaurio purpúreo lanzó una andanada de dos patadas contra la cara del Basculin, la segunda haciendo más estragos que la primera al ser un golpe directo.

¡Basculin recuperate y utiliza Pistola de Agua!— el Basculin de línea azul lanzó un potente chorro de agua hacia el Nidoran.

¡Intercepta ese Pistola Agua con un ataque Impactrueno, Pichu!— la joven Silvia parecía toda una experta en los combates Pokémon, a pesar de ser ésta su primera batalla real.

¡Pichu Piiiii!— el Pichu de Silvia comenzó a generar electricidad en sus mofletes rosados, descargándola sobre el Pistola Agua de Basculin, alcanzando tanto al ataque como al propio Basculin, debilitando al Pokémon [toma churruscazo xD]

¡Demonios! ¡Basculin vuelve!— el malvado ladrón devolvió al Basculin de raya azul a su Poké Ball, pero aún le quedaba otro Basculin— ¡Basculin utiliza Placaje contra Pichu!

El Basculin de línea roja atacó con su cuerpo a Pichu, pero éste, tras recibir el ataque, activó su Habilidad llamada Electricidad Estática, con lo que el Basculin de línea roja se quedó inmóvil, ya que estaba paralizado.

¡Me toca! ¡Seviper utiliza Cola Veneno contra Basculin ahora que está paralizado!— ordenó Carlos a su nuevo Pokémon.

¡Sevipeeeeer! -la afilada cola de Seviper adoptó un tono morado enfermizo, lo que suponía que iba cargada de veneno con la que atacó ferozmente al Basculin que quedaba, debilitándolo.

¡Basculin vuelve! ¡Tienes que ganarles, Alice!— dijo el ladrón que se había quedado sin Pokémons.

¡Idiota, no reveles mi nombre ni el de nadie de nuestra organización! ¡Se supone que es una organización secreta! [pobre, déjale que es el Becario xD]— dijo furiosa la malhechora que se hacía llamar Alice— ¡Woobat, utiliza Confusión contra Seviper!

Una especie de ondas psíquicas que salieron del Woobat enemigo atacaron ferozmente a Seviper, haciéndole bastante daño ya que el tipo Psiquico de Woobat era fuerte contra el tipo Veneno de Seviper... aunque aún así, se necesitaban muchos ataques de ese tipo para vencer a Seviper.

¿Qué os parece un ataque conjunto, chicos?— dijo Alex sonriendo a Carlos y a Silvia.

Me parece estupendo— dijo Silvia alegremente— ¡Pichu utiliza Onda Trueno contra Woobat!— el ataque de Pichu paralizó a Woobat para que no pudiese escapar.

¡Nidoran utiliza Picotazo sobre Woobat— ordenó Alex a su pequeño, pero fuerte Pokémon el cual propinó un fortísimo ataque con su diente puntiagudo.

¡Seviper utiliza Mordisco!— dijo Carlos para que, después de que Nidoran atacara a Woobat, Seviper mordiera fuertemente a Woobat, realizando un ataque de tipo Siniestro super eficaz contra el tipo Psiquico de los Woobat, lo cual le dejó debilitado.

¡Malditos niños! ¡Woobat vuelve! ¡Pásame el mando Paco! [Si, el Becario se llama Paco xDDD]— dijo Alice pidiendo un mando a distancia del robot— ¡No podréis libraros de Épsilon XJZ-821! ¡A por ellos!

¡BZZZZ! ¡Cazar Pokémons es mi misión! ¡Niños molestos! ¡BZZZZZ! ¡Robo, Necesario! ¡Eliminación de Entrenadores, Aceptable! ¡No puede haber fallos! ¡BZZZZ!— dijo el robot lanzando a un lado a Sara e intentando agarrar a los Pokémons de los Entrenadores con sus garras electrificadas.

¡Cállate maldito robot! ¡Nidoran utiliza Doble Patada contra el robot! Si ese robot fuese un Pokémon de Tipo Acero... ¡Tendremos que usar ataques que le duelan!— el Nidoran propinó dos fuertes golpes en el pecho amarillento y metálico del robot, haciendo que éste se estremeciera, pero sin resultar lo suficientemente fuerte.

¡Pichu utiliza Impactrueno!— el Pichu de Silvia lanzó un potente golpe eléctrico a los brazos del robot, el cuál pareció detener momentáneamente al robot.

¡Seviper, utiliza Golpe Cuerpo!— El Seviper cayó encima del robot con el peso de todo su cuerpo. Entonces, se oyó algo caerse y vieron una especie de objeto rectangular que parecía pertenecer al robot.

Mientras que los Pokémons de Silvia, Carlos y Alex peleaban contra el robot, Sara se recuperaba poco a poco. Estando detrás del robot, vio que lo que se había caído era la parte exterior que cubría los circuitos del robot, lo que podía hacerles ganar.

¡JAJAJAJAJA! ¡No podréis con nuestro robot! ¡Panda de fracasados!— dijo la maleante Alice riendo al ver cómo el robot no cedía.

¡Aqui los únicos fracasados sois vosotros!— Sara, sonriendo, se había levantado todo lo rápida y sigilosa que podía y había arrancado de cuajo el cableado del robot que había quedado al descubierto [mirad que es bestia esta Sara... xDD]

¡BZZZZ! ¡Fallo en el Sistema! ¡Autodestrucción inminente!— el robot comenzó a dar tumbos como loco, hasta que llegó donde estaban los integrantes del Team Nova y explotó cerca de ellos, mandándolos por los aires.

¡Maldita sea! ¡Esto no acabará aqui, niñatos!— sentenció Alice mientras salían volando.

¿Estás bien Sara?— corrió rápidamente Carlos a asistir a su hermana herida.

Si, estoy bien Carlos... siento lo que te dije antes, lo siento de veras... — se disculpó Sara con su hermano abrazándolo fuertemente mientras echaba una mirada furtiva hacia Alex y regalándole una sonrisa al muchacho.

¡Toma Sara! ¡Tus Poké Balls!— dijo Silvia entregándole las seis Poké Balls, las cuales se les habían caído a los malhechores, a su amiga sonriendo con una de sus sonrisas inocentes.

Tu has estado muy valiente, pequeña, gracias— agradeció Sara sonriendo y dándole un pequeño beso en la mejilla a la Entrenadora más joven.

Bueno, liberemos a estos Pokémons también, ¡Nidoran, utiliza Doble Patada para romper las jaulas!- el pequeño Nidoran utilizó dos de sus patadas más poderosas para destruir definitivamente las jaulas que contenía a los Pokémon salvajes, quienes volvieron a su hábitat, no sin antes dar las gracias a los Entrenadores.

¿Quién diablos serán esos del Team Nova?— preguntó Sara mirando a Alex cuando volvió de salvar a los Pokémons de las jaulas y cuando todos los Entrenadores devolvieron a sus Pokémons a sus respectivas Poké Balls.

No lo sé, la verdad...— dijo Alex sin respuestas quedándose pensativo.

¿Y qué serán los Pokémons legendarios?— preguntó Carlos también, quedándose todos sin respuestas.

Bueno, quedándonos quietos no averiguarémos nada. ¡Sigamos adelante!— animó Silvia a sus tres amigos sonriendo. Entonces, al poco tiempo, los cuatro Entrenadores partieron de nuevo hacia Ciudad Laguna, la ciudad más próxima a ellos...

 

OFF: Antes que nada pediros perdón de nuevo por no escribir, he estado ocupado últimamente porque he tenido que hacer mucho papeleo en la Universidad a la que voy a ir y aún así no me han cogido para entrar, aunque el día 18 y el día 23 salen nuevas listas de admitidos (cada día sale una nueva lista) así que espero entrar de una vez a la Universidad ^^ Deseadme suerte, amigos mios :D

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CAPÍTULO 8: LOS CUATRO HERMANOS

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A medida que los cuatro jóvenes Entrenadores Pokémon avanzaban, comenzaban a visualizar una especie de bosque. A ese Bosque se le llamaba el Bosque Laguna o el Bosque Lluvioso, llamado más comúnmente de esta última forma. La razón del nombre de Bosque Lluvioso venía a que sobre el Bosque Lluvioso había un micro clima únicamente de lluvia, es decir, aunque fuera del Bosque hiciese soleado y un día caluroso de Verano, dentro del Bosque siempre había lluvias torrenciales que servían como alimento a la extensa vegetación que poseía dicho bosque, así como a sus Pokémons habitantes.

Vaya, no nos hemos traído un paraguas para que no nos mojemos... — la pequeña Silvia se mordía el labio inferior nerviosa, ya que no le gustaba para nada la lluvia.

Tranquila, pasaremos lo más rápido que podamos por aqui para evitar mojarnos y coger una pulmonía — dijo Alex a modo de broma mientras se encogía de hombros.

Bueno, si hay tanta lluvia y tanta vegetación, indudablemente habrá también muchos Pokémons en el Bosque — Sara sonreía mientras se colocaba el pelo detrás de su oreja derecha.

Nuevas oportunidades para capturar Pokémons, eso me gusta — sonrió Carlos avanzando el primero hacia los bosques adentrándose en la zona de lluvia, seguido por su hermana Sara, por Alex y, por último, por la pequeña Silvia.

La verdad era que dentro del Bosque Laguna, el suelo estaba mojado por completo, salvo por algunas zonas debajo de ciertos árboles donde podía resguardarse uno. La verdad era que había una biodiversidad espectacular. Había Pokémons Pájaros, Pokémons acuáticos (de los que más abundaban), Pokémons de Tipo Planta... y todos y cada uno de ellos vivían tranquilamente sin temor a la lluvia, o al menos, eso es lo que parecía.

Entonces vieron a cuatro zorros marrones corriendo rápidamente, como si estuviesen escapando de algo. Después, una especie de mancha marrón pero mucho más grande, seguido de tres manchas moradas persiguieron a los zorritos marrones.

¿¡Qué ha sido eso?!— se sobresaltó la pequeña Silvia fijando la mirada en los zorritos marrones que escapaban de los otros cuatro— Parece que a esos Pokémons les ocurre algo, ¡vayamos a ayudarles!

Los otros tres Entrenadores asintieron y los cuatro persiguieron a las manchas marrones y moradas que perseguían velozmente a los cuatro zorritos, estando a punto de alcanzarles. Entonces, las manchas, que, al estar sin correr, pudieron verse perfectamente que eran una rata enorme de color marrón y tres ratas más pequeñas de color morado que amenazaban a los pequeños zorros. Alex apuntó con su Pokédex a los zorritos para analizar los datos de éstos.

Eevee, el Pokémon evolución. Dependiendo de las circunstancias, Eevee puede evolucionar a distintas formas— dijo la Pokédex de Alex analizando los datos de los pequeños zorros [los Eevee son kawaii *-* xD]

Entonces, Carlos apuntó con la Pokédex a la rata gigante y Sara hizo lo mismo con las tres ratas moradas que estaban al lado de la rata que era más grande.

Rattata, Pokémon del bosque. Le gusta el queso, las nueces, la fruta y las bayas. También sale a campo abierto para robar comida a los excursionistas tontos. También, a veces, está bajo las órdenes de los Raticate— dijo la Pokédex de Sara analizando los datos de las ratas moradas pequeñas.

Raticate, Pokémon del Bosque. De carácter violento, en contra de lo que parece. Puede desgarrar fácilmente incluso hormigón con sus largos colmillos— dijo la Pokédex de Carlos analizando los datos de la rata más grande.

¡¿Qué estáis haciéndoles a los pobres Eevees?! ¡Adelante Skitty!— la pequeña Silvia no podía tolerar que los Pokémons rata atacasen cruelmente a los Eevees— ¡Utiliza Ataque Sorpresa sobre el Rattata más cercano a ti!

¡Skiiiitty!— dijo Skitty a la vez que se acercaba rápidamente al Rattata y le atacaba con su cola, haciéndole caerse al suelo al pequeño Rattata.

¡Adelante Nidoran! — dijeron tanto Sara como Alex lanzando las Pokéballs de sus dos Nidoran contra los Pokémons rata.

¡Adelante Poochyena!— dijo Carlos lanzando la Poké Ball del pequeño Pokémon hiena que poseía en su equipo.

¡Raticateee! —dijo la rata jefa olvidándose de los Eevee y concentrándose en atacar al Nidoran de Alex con un ataque Hipercolmillo, algo que le hizo mucho daño.

¡Punto Tóxico Nidoran!— dijo Alex ordenando a su Nidoran que erizase sus púas ante el contacto de los dientes de Raticate contra su cuerpo, envenenando a la rata gigante- ¡Y ahora usa Doble Patada!— dijo Alex viendo cómo su Nidoran saltaba hacia la cara de Raticate dándole dos fuertes patadas, una en los bigotes y otra en la nariz. Ésta última patada resultó ser un ataque crítico.

¡Rattataaaaa!— dijeron los dos Rattata que no estaban en el suelo, lanzando ambos un ataque Placaje contra la Nidoran de Sara y el Poochyena de Carlos, poniendose entonces la Nidoran de Sara en medio para recibir los dos ataques, pero también para activar su Habilidad Punto Tóxico consiguiendo envenenar a los dos Rattata, al igual que hizo segundos antes el Nidoran de Alex contra Raticate.

¡Poochyena, utiliza Mordisco contra el Rattata de tu derecha!— Poochyena se lanzó a morderle la espalda del Rattata que tenía a su derecha, agarrándole mientras le zarandeaba y luego lo lanzaba al lado del Rattata que estaba comenzando a levantarse después del Ataque Sorpresa de Skitty.

¡Nidoran utiliza Picotazo Venenoso!— dijo Sara observando cómo su Nidoran comenzaba a lanzar una inmensa cantidad de agujas venenosas contra el Rattata que quedaba en pie.

¡Skitty acaba con el Rattata de antes con tu ataque Doblebofetón! —entonces Skitty comenzó a atacar repetitivamente con su cola al Rattata de antes dejándole debilitado e inconsciente.

El Rattata que se encontraba al lado y vio cómo derrotaban al Rattata, se lanzó con un ataque Placaje sobre el Skitty de Silvia.

¡Poochyena utiliza Ataque Rápido!— dijo Carlos intentando que su Poochyena interceptase al Rattata que iba a atacar a Skitty [esto parece rugby xD] y debilitando en el acto al otro Rattata.

¡Raticate Raticateeee! —el Raticate enemigo, al ver que dos de sus Rattatas eran derrotados, atacó con un feroz ataque Mordisco hacia Nidoran, dejándole bastante débil aunque sin derrotarle aún, notando cómo sus fuerzas habían sido mermadas por el veneno de Nidoran.

¡Nidoran acaba con él de un ataque Cornada!— Alex ordenó a Nidoran que atacase con su cuerno hacia el Raticate dejándole debilitado.

¡Nidoran usa ahora Placaje contra el Rattata que falta!— Sara vio cómo su Nidoran, siguiendo las órdenes de su Entrenadora, atacaba con todo su cuerpo al Rattata que faltaba, debilitándole también.

Cuando el ejército de Pokémons ratas se vio debilitado y recuperaron algo de sus fuerzas, huyeron rápidamente escarmentados gracias a Alex, Silvia, Sara, Carlos y los Pokémons de cada uno. Entonces, los cuatro Entrenadores devolvieron a sus Pokémons a sus respectivas Poké Balls y se acercaron lentamente a los Eevees para saber si estaban bien o no.

¿Estáis bien? ¿Os han hecho algo?— preguntó Silvia primeramente, adelantándose a sus tres amigos.

¡Eevee! ¡Eev!— dijo uno de los Eevees sonriendo, seguido de sus hermanos pequeños. Parecía que dos Eevees eran machos y los otros dos hembras, ya que había dos Eevees que tenían la voz más aguda que los otros dos. La verdad es que los cuatro Eevees parecían estar contentos y agradecidos. —¡Eevee!— dijo el Eevee que parecía el mayor y los cuatro Pokémons zorritos atacaron con un débil ataque Placaje a los Entrenadores, haciendo que éstos se cayeran al suelo y haciendo que se les cayera una Poké Ball a cada uno. Cada Eevee se metió en la Poké Ball de cada uno de los Entrenadores, por lo que cada Entrenador consiguió un Eevee para su equipo. Parecía que era la forma de dar las gracias de estos Eevees.

Vaya, eso ha sido raro...— dijo Sara sorprendida recogiendo la Poké Ball donde se había metido uno de los Eevees.

Bueno, hemos conseguido cada uno a un Eevee, son Pokémons muy raros de encontrar, hemos tenido suerte —sonrió Alex pensando siempre en positivo, mirando a sus amigos sonriendo.