Pobre Niño

Pobre niño ​

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Hoy vi llorar a un niño por la calle y caminar​

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Triste y solo, sin saber si se iba alimentar​

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Mendigo y robo por un pedazo de pan​

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El tenia miedo de acabar muerto en un basural​

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Es demasiado cínico lo que pasa a diario en el mundo, la gente no le importa lo que esta a su alrededor, las cosas materiales son las que mandan ahora, si no le das a tu hijo el regalo que quiere, eres el peor padre que puede haber en el mundo.

Pero para los que no tienen una familia que le digan que los aman ¿Qué esperan de regalo? Solo una muestra de cariño y una buena cena, con solo eso verías una sonrisa sacada desde el fondo de su corazón y no una que en tan solo unos segundos, te dan las gracias y ya solo se concentra en el regalo.

Era un tarde muy fría en alguna ciudad que no vale la pena decir el nombre, sin en total en todos lados es igual, un niño de no más de 12 años caminaba tristemente por las calles, pero nadie miraba aquel detalle, el niño mal vestido estaba, la gente lo miraba mal y con unas malas miraras lo rechazaban.

El niño sentía unas punzadas en el corazón y una pequeña lagrima por esa carita inocente… cayó lentamente.

La gente solo seguía su camino, contestando llamadas o esperando un taxi, el chico caminaba secándose las lagrimas pero el esfuerzo era inútil, muchas más de ellas salían, la pregunta era ¿Dónde están sus padres?

Hay cosas que nunca sabremos de nuestro alrededor, pero este chico estaba solo en este mundo, ningún padre o una madre que lo pueda abrazar y besar diciéndole un simple: te quiero siempre estaré para ti.

Con eso el niño se sentiría el más afortunado del mundo al escuchar esas palabras y sentir una cálida y hermosa muestra de cariño. Pero solo lo podía sentir en una de sus más hermosos sueños, ¿Por qué? Porque cada noche solo eran pesadillas para el pobre, solo un hermoso sueño o quizás tres tiene en una dura y triste semana, sus pesadillas era el tirado sin vida en la calle… el lugar que el más odia en el mundo.

Como siempre por las misma calles caminaba, aun sin tener hoy que comer, estaba agotado y el hecho de tener hambre hacia que su pequeño cuerpo se cansara y sufriera un poco, se sentó en el suelo para descansar un poco. Pero fue una hora completa, el chico sufría quería comer cualquier cosa el se conformaba con un pedazo de pan, no con jamón ni con queso, con un maldito pan el estaría contento.

—DENME ALGO DE COMER POR FAVOR —Suplicaba el niño entre gritos y lagrimas, lo que algunas personas sintieron pena por el pobre chico y le dejaron algo de dinero para que se comprase algo, más tarde un hombre le dio una hamburguesa con un refresco, el niño con una sincera sonrisa y unos ojos que demostraban agradecimiento —Muchas gracias enserio muchas gracias.

El hombre sintió algo que se llenaba en su pecho, se fue todo el camino pensando que era lo que sentía en ese momento, pero no halló ninguna respuesta… pero había algo que no lo dejaba tranquilo un sentimiento de miedo, solo esperaba que ese pobre niño estuviera bien.

El niño mientras comía la hamburguesa que aun estaba caliente, derramaba lagrimas de felicidad, quizás no toda la gente era como el pensaba, después de terminar de comer y beber esa soda que hacia que toda esa sequía que sentía en su boca desapareciera.

Se oscurecía en esa ciudad por lo que el niño pensó que el dinero que tenía serviría para algo para mañana pero… lo que comió hace poco no era suficiente. Por lo que compro algo de pan para la noche, se acostó en un callejón, al lado de un mal olor pero a el no le importaba, solo comía gustosamente y aguantando valientemente esa frío viento que sentías que te congelaba.

Cada noche era así, aunque a veces no había comida, lo que lo llevaba al robo, aunque el no quisiera hacerlo, cada día en la calle era un reto para él de poder sobrevivir. Un pedazo de pan para el era un regalo que Dios le daba a él, este jueves hubo lluvia y el dormía en una esquina soportando y abrazándose a si mismo. Esperando que alguien lo ayudara… pero solo la gente pasaba y seguía su camino como si nada.

Era domingo no había comido algo de pan ni nada por el estilo, por lo que solo empezó a comer basura, lo que hacia que su estomago se enfermara y llorar por el inmenso dolor que sentía… sin saber que si seguía así perdería la vida.

Era un lunes normal para los ciudadanos, otro día en donde comenzaba otra maldita semana pero no para el niño que sentía un fuerte dolor en el estomago, pensó que solo era por algunos días pero cada era peor ya era viernes y solo rezaba día, tarde y noche para poder sentirse mejor. Pero era en vano el dolor en el estomago y la enfermedad crecía, por comer porquerías el pobre chico tenía cáncer, pero nadie lo sabía ni siquiera el pero lo único que sabía que el dolor era insoportable, estos doces años eran solo cargas de maldito sufrimiento, le toco dura la vida al pobre niño.

Ese dolor ahora era peor solo esperaba que alguien lo ayudara, pasaron los segundos, los malditos minutos y las putas horas, nadie se acerco.

—¿Voy a morir? —Se preguntaba el chico derramando lagrimas —en todos estos años, solo quería una familia que me abrazara, quería jugar con juguetes como los demás.

No importaba que el niño llorara y estuviera muriendo poco a poco, la vida del pobre se acababa. Un anciano de un negocio se dio cuenta por lo que llamo a una ambulancia.

El niño se recostó en el suelo, no sentía ya la mitad de su cuerpo, su piel estaba muy pálida, solo cerro los ojos y se le apareció una sonrisa

—Ahora si podre estar en un lugar mejor — Decía sonriendo aun derramando las ultimas lagrimas que salían —Este mundo es una escoria, pero, ahora quizás encuentre a mamá o a papá.

El chico miro por ultima el cielo para luego cerrar los ojos y nunca abrirlos, pues ya no sentía nada y la ambulancia llego tarde, el pobre niño murió donde menos deseaba.

Cualquier persona hubiera perdido solo unos pequeños minutos de su vida… solo unos minutos para darle algo para comer o alguien que en verdad sea de buen corazón encontrarle una familia o adoptarlo pero esas cosas ya no pasan en el mundo de ahora.


Pero no es el final, mañana se repite la misma puta historia en otro maldito lugar.