Pesadilla Surrealista

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Abrió los ojos encontrándose en la penumbra de la noche dentro de su habitación. Se encontraba agotada y el sueño pareció abandonarla. Cerró los ojos nuevamente, estirándose de lado para tomar el móvil que reposaba en la mesilla a un lado de la cama.

Acomodó su delgado pijama al encender la luz del celular. Frunció el ceño al notar que solo habían transcurrido nueve minutos de dormirse. Encogiéndose del hombros suspiro tomando el control del televisor que frente a ella se encontraba suspendido en la pared sobre delgadas vigas de acero.

Puntos en tonalidades grises atravesaban la pantalla del aparato sin señal. Un escalofrió recorrió su espalda al escucharse un estremecedor pitido proveniente de la electrodoméstico. El agudo sonido aparentaba un grito desgarrador.

“No logro hablar, no puedo ver”​

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Con desesperación notó que su cuerpo no reaccionaba, dejando su vista fija al frente aun con el teléfono en mano, los latidos de su corazón se aceleraban al igual que su entrecortada respiración.

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“¿Por que estará tan fría mi piel?”​

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El televisor se apagó en un repentino estruendo causado por la nada. Sin poder apartar la vista, un nuevo escalofrió bajó por su columna junto a una gota de sudor frío. Con horror observo el reflejo del espejo del televisor, la cama vista desde frente al igual que su rostro crispado por el terror junto a la figura de una niña de blanca vestimenta.

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“La risa infantil de un niño al jugarla puedo oír en la oscuridad”​

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– ¡Papá! – Gritó solo pudiendo mover sus labios – ¡Papá por favor! – No hubo respuesta. La imagen a su lado seguía moviéndose, cabellos azabaches cubrían casi en su totalidad el rostro que era ocultado de su vista.

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“Algo carmín me empieza a empapar​

¿Quien me asesino?”​

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La respiración de la joven se aceleraba ante la adrenalina del miedo. La niña sin rostro alargó la mano mostrando cortas uñas cubiertas de tierra. La muchacha cerró los ojos ante el frío contacto aprisionando su muñeca. La risa infantil se escuchó.

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“No logro hablar, no puedo ver”​

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El sonido del despertador se esparció. La joven abrió los ojos ocultando su rostro bajo su propio cuerpo al sentir en sus ojos los rayos del sol provenientes de la ventana detrás suyo. Su respiración seguía acelerada. “Solo fue una pesadilla” se dijo a si misma.

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“No siento el latir dentro de mi”​

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Bajo su vista a sus manos, dentro de las cuales se encontraba su móvil con la pantalla encendida.

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“¿Por que estará tan fría mi piel?”​

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Sintió el sudor resbalar en su frente al correr la manga derecha de su fina blusa de dormir. La mancha rojiza de una pequeña mano marcaba su erizaba piel.

“Quisiera sentir la calidez de la lluvia en mi piel...”​

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En su mente resonaron las risas infantiles de una niña.

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“¿Quien me asesino?...”​

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