Perfecto para olvidar (Tomo&Eriol)

Perfecto para olvidar (Tomo&Eriol)

Perfecto para olvidar​

(Tomoyo&Eriol)​

Cáp. 1 Una tarde lluviosa​

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Habían pasado tres añosdesde que la carta Vacío se convirtió en Esperanza. Desde ese entonces, Syaoran se había quedado en Japón a excepción de su molesta prima Meilin, quien se quedó en Hong Kong a petición de su madre. Durante todo ese año, Tomoyo seguía filmando sus “películas”; es decir, grababa constantemente a Sakura, Syaoran, Yue y Kerberos luchando contra las creaciones de la poseedora de las cartas. Esa era la vida normal para ellos en Tomoeda y no sería la excepción esa tarde lluviosa.

-¿Por qué debemos hacer esto de nuevo?-se quejaba Syaoran luciendo un traje especial, confeccionado por la misma Tomoyo.
-Lo hago para poder filmar mis películas-decía la azabache filmándolo- además, el traje que hice para Sakura hará que se vea como un ángel- agregó, poniendo una mano al costado de su rostro como si estuviese conmovida. Sus ojos brillaban con solo imaginársela.
-Sakura está tardando mucho- se quejaba Kerberos.

En ese momento, Sakura salió de la camioneta de Tomoyo luciendo un traje hecho a la medida: con dos alas color rosa pálido, una chaqueta blanca cuyos bordes eran color rosa y una estrella dorada, como la de su báculo, dibujada en la espalda. La sección de abajo era de color blanco al igual que la camisa, pero sus bordes eran dorados; sus zapatos eran color rosa al igual que su gorro. Syaoran, el actual novio de Sakura, se sonrojó notablemente al verla luciendo ese traje. Los ojos de Tomoyo se iluminaron como dos estrellas al ver a su amiga; había quedado tan embelezada que no dudó ni un segundo en grabarla inmediatamente salió de la camioneta.

-Sakura, ¡te ves soñada!-exclamó Tomoyo filmándola.
-No es para tanto- decía Sakura con una risa nerviosa y sonrojada de la vergüenza.
-Mejor comencemos para terminar con esto rápido- dijo Syaoran seriamente.
Sakura y Tomoyo simplemente asintieron. La dueña de las cartas se paró delante de ellos a pocos metros y comenzó a decir su conjuro:
-Llave que guardas el poder de mi estrella, muestra tu verdadera identidad ante Sakura: quien aceptó esta misión con tigo, ¡Libérate!- dicho esto, la minúscula llave, se convirtió en un báculo mágico. -¡Fuego!- gritó convocando la carta del fuego para formar una criatura.

Kerberos volaba con Syaoran sobre su lomo y Sakura volaba gracias a la carta vuelo. Yue protegía la protegía de los ataques de la carta fuego. Tomoyo se encontraba extasiada por poder filmar todas esas escenas y en especial por poder grabar a Sakura, a quien consideraba su persona más especial.
Todo marchaba de acuerdo al plan, pero justo antes de poder derrotar a la criatura creada por Sakura, comenzó a llover fuertemente. Tuvieron que apresurar las cosas y consiguieron derrotar a la criatura de fuego, pero bajaron rápidamente para poder secarse.

-Creo que será mejor irnos-dijo Sakura descendiendo y estornudando.
-Será mejor que nos vayamos o podrías enfermarte-agregó Syaoran acercándose a Sakura y abrazándola para darle calor.
-Lo siento Tomoyo. Creo que hoy no podremos terminar tu película-dijo Sakura.
-No te preocupes Sakura-contestó la azabache tapando su cámara de la lluvia- no me gustaría que te enfermaras por mi culpa. Será mejor irnos-concluyó.
-Vamos, te llevaré a tu casa-dijo Syaoran tomando a Sakura de la mano.
-Tomoyo, ¿vienes con nosotros?-preguntó la de ojos esmeralda.
-No te preocupes, las guardaespaldas de mi mamá me llevarán a casa-contestó la azabache sonriéndole.
-Muy bien. ¡Nos veremos Tomoyo!-gritó Sakura, quien se alejaba sobre el lomo de Kerberos, quien también llevaba a Syaoran sobre él y Yue volando a su lado.
-¡Adiós Sakura! ¡Adiós Syaoran!-gritó la azabache.

Llegaron las guardaespaldas de Tomoyo vestidas en sus típicos trajes negros acompañados con gafas del mismo color. Rodearon a Tomoyo con incontables cantidades de paraguas para cubrirla de la lluvia y la escoltaron hacia la enorme limusina que la esperaba a la entrada del parque pingüino. Antes de subirse a la limusina, el viento mezclado con la lluvia, se llevó el listón que acompañaba su vestido. Era un listón muy hermoso y especial para ella pues se lo había regalado Sakura.

-No se preocupe srta. Daidouji-dijo una de sus guardaespaldas.-nosotras iremos por su listón.
-Es un listón muy especial para mí. Yo misma iré por él-dijo Tomoyo tomando una de los paraguas y corriendo a buscar su listón.
-¡Srta. Daidouji!-gritó la guardaespaldas tratando de detenerla inútilmente pues ya se había alejado.

Tomoyo buscó por todo el parque, incluyendo el bosque, el listón pero no pudo encontrarlo. Soltó un gran suspiró resignándose a no buscarlo más y a sabiendas que ya no podría encontrarlo. Agachó su mirada muy triste y empezó a caminar de regreso pero se detuvo para levantar su mirada y observar la hermosa luna llena que había esa noche. Una luna que se disipaba entre las nubes oscuras que cubrían el cielo de Tomoeda. La azabache miraba embelezada aquella hermosa noche hasta que sintió que alguien la agarraba del hombro por detrás. Se asustó mucho al sentir eso pues pensó que talvez sería algún tipo de asaltante o criminal, así que su primera reacción fue salir corriendo del lugar y llegar hasta la limusina, donde la esperaban sus guardaespaldas.
La vieron muy agitada al llegar pero no quisieron hacer preguntas y simplemente se limitaron a esperar a que entrara en la limusina para poder irse. Ya que se encontraba empapada, la azabache se resbaló pero antes de caer al piso, sintió que alguien evitó su caída tomándola con sus brazos. Tomoyo giró su cabeza para ver de quien se trataba.

-¡Joven Eriol!- exclamó sorprendida y un poco apenada de haberle caído encima.
-¿Se encuentra bien srta. Daidouji?-preguntaron a coro sus guardaespaldas, separándola del joven de anteojos.
-No se preocupen, es un viejo amigo-contestó la azabache.
-Disculpa, no quise asustarte en el parque-dijo amablemente, Eriol.
-No te preocupes. Soy yo quien debería disculparme por haberme ido corriendo de esa forma-contestó Tomoyo.
-Creo que esto te pertenece-dijo el joven, amablemente entregándole un listón de color rojo empapado y un poco sucio.
-Muchas gracias-dijo recibiéndolo.
-Disculpa.
-¿Por qué te disculpas?-preguntó confundida la azabache.
-Debí cuidarlo mejor. Ahora está dañado-contestó Eriol.
-No te preocupes por eso.-dijo Tomoyo con una sonrisa dibujada en su rostro.-Y dime, ¿Cuándo regresaste a Tomoeda?
-Regresé hace pocas horas.-contestó.
-Nos estamos mojando, creo que sería mejor si nos fuéramos a nuestro hogares-comentó la azabache estornudando un poco.
-Tienes razón. Podrías enfermarte con esta lluvia.-afirmó Eriol- nos veremos luego Tomoyo-dijo dándose la vuelta para marcharse.
-¡Espera!-exclamó la azabache- ¿No quisieras que te lleve a tu casa?-preguntó amablemente.
-No te preocupes. Prefiero no ser una carga-contestó Eriol.
-Nada de eso, no eres ninguna carga. Además, podrías enfermarte si caminas bajo la lluvia-dijo la azabache.
-De acuerdo-contestó el de anteojos- muchas gracias.

Subieron a la limusina y el chofer los llevó hasta la nueva mansión de Eriol. Era gigantesca y muy hermosa, tenía jardines amplios y un portón pintoresco. Tenía cierta similitud con la mansión anterior a excepción de ciertos detalles que le agregaban más belleza de la que ya poseía. Se despidieron cordial y amablemente y luego, la azabache emprendió el camino de regreso a su mansión.

Mientras tanto, en la residencia Kinomoto……

Touya se encontraba en la cocina preparando la cena con la ayuda de Yukito. El joven de cabellos oscuros ya se empezaba a preocupar por su hermana, quien hacia un par de horas había salido en compañía de aquél que ahora estaba a su lado, pero no había regresado con éste mismo. Se impacientaba y miraba el reloj preocupada y esperando que no le hubiese pasado nada malo. Su padre lo dejó a cargo de la casa (a pesar de que ya vivía en su propio apartamento con Yukito) mientras se iría de expedición arqueológica y necesitaba de alguien que la cuidara. Cuando ya estaba llegando al borde de la desesperación, el timbre de la casa logró tranquilizarlo así que abrió la puerta y vio a Sakura y a Sayoran.

-Al fin llegaste monstruo. Ya me tenías preocupado-dijo serio Touya.
-¡No me digas monstruo!-exigió enojada.
-Mocoso, ¿por qué la trajiste tan tarde?-le preguntó mirándolo con furia en sus ojos.
-Hermano…-dijo Sakura entre dientes- no le digas mocoso. Además, llegamos tarde porque Syaoran me llevó a su casa para que pudiera secarme y cambiarme y me trajo en su limusina-agregó.
-De acuerdo.-dijo Touya- pasa, la cena está casi lista. Mocoso, que no se vuelva a repetir ¿eh? –amenazó seriamente.
-¡Hermano!-gritó Sakura con enojo- Syaoran, ¿no quieres quedarte a cenar?-preguntó amablemente.
-No gracias. Mi madre llamó para avisarme que llegaría hoy a Japón.-dijo el joven chino- Wei me llevará al aeropuerto.
-De acuerdo-dijo Sakura- ¡nos veremos mañana!

Continuará………..​

 

Re: Perfecto para olvidar (Tomo&Eriol)

Muchas gracias, me alegra q te gustara. En estos momentos estoy escribiendo la continuacion ;)

 

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Perfecto para olvidar​

(Tomoyo&Eriol)​

Cáp. 2 Un listón especial​

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El salón de clases del noveno grado estaba casi en total silencio a excepción de algunas personas que se encontraban hablando. Todos esperaban al profesor quien no llegaría en unos quince minutos. El silencio en el salón de clases fue interrumpido precipitadamente por la voz de una joven peculiar: Sakura Kinomoto, quien platicaba con su mejor amiga de la infancia: Tomoyo Daidouji.

-¿Lo dices en serio?-exclamó Sakura- ¿Eriol regresó de Inglaterra?
-Así es-afirmó Tomoyo.
-Buenos días-dijo Syaoran entrando al salón de clases.
-Buenos días Syaoran-dijeron la de ojos esmeralda y la azabache al unísono.
-¿Qué sucede?-preguntó tomando asiento detrás de Sakura- ¿de qué hablaban?
-De Eriol. Regresó de Inglaterra-expresó la de ojos esmeraldas con mucho entusiasmo.
-¿Qué dices?-exclamó Syaoran- ¿¡¿Hiragizawa ha vuelto?!?-gritó con tal tono de voz, que se escuchó por todo el salón de clases haciendo que lo voltearan a ver.
-Oye Li, ¿es verdad lo que dices? ¿Hiragizawa está de vuelta?-preguntó Rika acercándose a ellos, acompañada de Naoko y Chiharu.
-Es verdad. Yo ayer me lo encontré en el parque pingüino- afirmó Tomoyo-dijo que tuvo un vuelo muy cansado, pero ayer no parecía estarlo-agregó.
-Hablando de vuelos-dijo Yamazaki apareciendo repentinamente- ¿Sabían que los aviones no tenían alas hace cincuenta décadas?
-¿¿En serio??-exclamó Sakura con mucho asombro.
-Así es.
-¿Y cómo hacían para que volaran?-preguntó intrigada.
-Aquí vamos…-murmuró Chiharu, expulsando un notorio suspiro.
-Pues verás. En aquella época, las personas debían ir a rezar a los templos para que les concedieran un primogénito de grandes proporciones. De esa manera, si los dioses se los cumplían, tendría a un hijo capaz de arrastrar un avión hacia una colina para que pudiera arrojarlo y alzara vuelo con ayuda del viento.-explicaba Yamazaki con su típica sonrisa.
-Pero, ¿no era mucho trabajo para una sola persona?-preguntó Syaoran con mucha curiosidad.
-Para nada. En aquella época, las personas llegaban a medir hasta 50 metros para que pudieran cargar los aviones.- contestó Yamazaki.
-Es verdad. Además, en aquella época los aviones solamente podían llevar dos personas dentro: el piloto y el pasajero, para evitar que la gravedad le hiciera efecto y no se estrellaran contra el suelo- agregó Eriol entrando repentinamente al salón de clases.
-Exacto.-afirmó Yamazaki.
Chiharu simplemente los observaba con la típica gotita de sudor anime en su rostro.
-¡Eriol!-exclamó Sakura emocionada por volver a ver a su amigo.
-Hola. Muy buenos días Sakura-dijo respetuosamente el de anteojos.
-Muy buenos días-contestó.
-Buenos días Tomoyo. Buenos días Li-continuó diciendo Eriol.
-Buenos días Eriol-dijo Tomoyo a excepción de Syaoran, quien no dijo nada.
-Y dime Eriol, ¿cuánto tiempo piensas quedarte en Japón?-preguntó la de ojos esmeraldas curiosa.
-Pues me quedaré permanentemente-contestó con una gran sonrisa.
-¿En serio? ¡Eso es magnífico!-exclamó Sakura.
-Todos a sus asientos-dijo el profesor entrando al salón de clases- Hoy les presentaré a un alumno nuevo: el viene de Inglaterra y su nombre es Eriol Hiragizawa.
-Espero seamos buenos amigos-dijo amablemente.
-Puedes tomar asiento. Hay un puesto libre al lado de Daidouji-agregó el profesor.

El joven de anteojos se sentó al lado de Tomoyo. Sus locaciones habían cambiado durante esos tres últimos años, pues Sakura ya no se sentaba al lado de Tomoyo: su asiento era al lado de Rika y detrás de ella se sentaba Syaoran. Delante de Sakura se sentaba Tomoyo y atrás de la azabache, se sentaba Yamazaki. El asiento al lado de Tomoyo había permanecido vacío durante mucho tiempo hasta ese día en el regresó Eriol.
Durante el receso, el grupo de amigos (Sakura, Tomoyo, Syaoran, Rika, Chiharu, Naoko y Yamasaki) se fue a sentar bajo la sombra de un árbol. Rika colocó una especia de manta color amarilla para que estuvieran más cómodos mientras degustaban sus almuerzos. Eriol pasó caminando cerca de ellos y al verlo, Sakura se levantó y lo invitó a sentarse con ellos y así lo hizo.
A la salida del colegio, Syaoran y Sakura se fueron a la residencia Li pues ella quería conocer a la madre de su novio. Invitaron a Tomoyo pero ésta no aceptó pues dijo que sería sobrante en una reunión de ese estilo. Aunque intentaron convencerla de lo contrario, no lo lograron y simplemente se despidieron y Tomoyo decidió irse caminando sola a su casa. A la salida chocó con Eriol por ir pensando en Sakura.

-Discúlpeme mucho joven Eriol- decía Tomoyo inclinándose en forma de reverencia.
-No te preocupes, estoy bien ¿y tú?-preguntó galantemente.
-Estoy bien.-contestó con una sonrisa.
-Disculpa, ¿te molestaría si te acompaño a tu casa?
-No, para nada. Pero, ¿por qué quiere ir a mi casa joven Eriol?-preguntó intrigada.
-Pues veo que te diriges en esa dirección-dijo señalando al oeste- y debo ir a una tienda que queda yendo por ahí.
-De acuerdo joven Eriol-dijo Tomoyo.
-Llámame Eriol-dijo galantemente.

Caminaron juntos platicando del colegio. En un principio, la conversación se guió por el camino generalizado pero al ver que tenían tantas cosas en común, se fue tornando hacia el camino personal. Hablaban de sus gustos en la comida y en la música al igual que pasatiempos y otras cosas. Cuando llegaron a un centro de telas, se detuvieron.

-Aquí es-dijo el joven de anteojos.
-Nos veremos mañana Eriol.
-Hasta luego.

Tomoyo llegó hasta su mansión, donde fue recibida por la servidumbre y fue atendida de igual manera. Después de haber cenado subió a su habitación, donde por sorpresa encontró a Kero sobre su cama.

-¿Kero? ¿Qué haces aquí?-preguntó extrañada.
-Pues hoy Sakura se quedará donde el mocoso y su hermano se fue a su departamento con Yukito. Solo queda el sr. Kinomoto y francamente, prefiero quedarme aquí contigo- contestó el pequeño guardián.
-Me parece perfecto. Mi madre llegará un poco tarde hoy así que le diré a la cocinera que prepare un delicioso pastel y lo traiga a mi habitación, ¿qué te parece?-preguntó Tomoyo con una sonrisa.
-¡Por eso me gusta quedarme contigo!-exclamó entusiasmado.

Después de algunos minutos, llevaron el pastel a la habitación de Tomoyo. Era una deliciosa mezcla de crema batida y vainilla, con cubierta de jalea y fresas enteras encima. Kero no tardó ni un solo segundo en empezar a comer y la zabache simplemente soltaba una que otra risilla al verlo tan entusiasmado por un postre. Mientras comían, platicaban de algunos temas relacionados con la magia y Sakura hasta que abordaron el tema de Eriol.

-Ya veo. Con que la reencarnación del mago Clow está de vuelta-decía pensativo el guardián mientras devoraba un pedazo de pastel.
-Así es. Todos lo saludaron alegremente a excepción de Syaoran quien parece que le sigue teniendo celos. ¡Me parece tan romántico!-dijo con un suspiro que mostraba conmoción.
-Es verdad Tomoyo, tú nunca has tenido un novio-comentó Kero.
-Emm….pues yo…-decía un poco nerviosa.
-Dime, ¿no hay nadie que te guste?-preguntó curioso.
-No hay nadie a quien quiera de esa manera. Además, soy feliz grabando a la bella Sakura con sus fabulosos trajes y esa sonrisa de ángel-decía con un poco de sonrojo y ojos brillantes.
Kero la miraba con una gota de sudor anime detrás de su cabeza.

Mientras tanto, en la residencia Li…….

-Buenas noches madre-dijo Syaoran inclinándose respetuosamente.
-Buenos días Syaoran-respondió de la misma manera.
-Quisiera presentarle a Sakura-agregó seriamente parándose al lado de la de ojos esmeraldas.
-¡Pero que niña tan encantadora!-exclamó la sra. Li.-Syaoran, ¿es ella tu novia, de la que tanto hablas?-preguntó.
-Si, mi nombre es Sakura Kinomoto-dijo agachándose reverentemente.
-Madre, ella se quedará con nosotros esta noche-dijo el joven de ojos caramelo.
-Me parece perfecto. Le diré a Wei que prepare la cama en la habitación de invitados-concluyó.

Al siguiente día, Tomoyo llegó –como de costumbre- temprano al colegio. Notó que Sakura aun no había llegado y pensó que era normal en ella llegar tarde y por eso no le tomó mucha importancia. Eriol entró al salón de clases y se dirigió directamente a la azabache.

-Buenos días Tomoyo-dijo decentemente.
-Buenos días Eriol-contestó de igual forma.
-Toma-dijo extendiéndole una cajita color celeste con un moño blanco.
-¿Es para mí?
-Sí-contestó el de anteojos, muy alegre.
-¿Lo puedo abrir?-preguntó tomando la cajita.
-Claro.
Tomoyo abrió la pequeña cajita delante de ella y vio que en su interior se encontraba un hermoso listón de color rojo como el que le había dado Sakura, pero con la diferencia que tenía bordado su nombre con hilos dorados.
-¡Es hermoso!-exclamó embelezada.
-Me alegra que te gustara. Ayer te vi muy triste cuando perdiste tu listón y me sentí mal pues te lo entregué en mal estado, así que decidí confeccionarte este-dijo con una sonrisa.
-No tenías que molestarte tanto-comentó Tomoyo.
-No es ninguna molestia. No me gusta que te pongas triste-dicho esto, tomó asiento a su lado.

Tomoyo se sintió muy especial al escuchar esas palabras salir de la boca de Eriol. Sabía que era el comienzo de algo pero, ¿de qué? Guardó el listón rojo en su mochila cuidadosamente para no arrugarlo ni dañarlo.

Continuará………..​

 

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Cáp. 3 El incidente del kimono ​

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Había finalizado la semana y ya era sábado. Tomoyo se levantó temprano pues tenía planeado confeccionar trajes para Sakura y Syaoran ya que al siguiente día sería su aniversario de tres años juntos. A sus quince años de edad Tomoyo continuaba obsesionada con su amiga y le encantaba confeccionarle sus trajes y grabarla tanto en sus hazañas como en la feria que llegaba todas esas fechas. Así es, casualmente las ferias llegaban a la ciudad de Tomoeda el mismo día que Skura y Syaoran celebraban aniversario y por eso no dudaban en festejarlo en ese lugar.
Esa mañana, la joven Daidoiji se despertó muy animada con varias ideas de cómo podría ser el traje de Sakura en mente. Lamentablemente, sus ideas no concordaban con lo que usaría Syaoran y por esa razón decidió llamar a Sakura para cancelar el picnic que tendrían con sus amigos.

-¿Aló? ¿Tomoyo?-se escuchaba la voz de Sakura al otro lado del teléfono.
-Sakura, llamaba para avisarte que no podré ir al día de campo-decía Tomoyo.
-¿Hablas en serio?- preguntó con voz de decepción.
-Sí. Pasaré la tarde perfeccionando el traje de Syaoran para mañana.-contestó la azabache- pero no te preocupes, vayan sin mí.-agregó.
-¿Estás segura?
-Muy segura. Ve y diviértete.-contestó alegremente.
-Está bien. Le diré a Syaoran que iremos sin ti. Adiós- dijo la de ojos esmeraldas con un suspiro.
-Adiós- dicho esto, colgó el teléfono para seguir trabajando en los trajes.

Tomoyo se levantó y fue a tomarse un baño. Al salir de la bañera, se vistió con un vestido sencillo color aqua y lo adornó con el listón que Eriol le había dado. Se sentó delante de una libreta de dibujo y empezó a hacer algunos garabatos para imaginarse el traje que le haría a Syaoran. Mientras confeccionaba su traje se concentró más en Sakura que en la tela y máquinas de coser que tenía delante. Pensaba ilusionada en lo hermosa que se vería cuando se pusiera ese hermoso kimono de color escarlata con dragones.

Todo era tranquilidad en la mansión Daidouji, a diferencia de la Hiragizawa……..

-¡Que no me digas Spick!-gritaba una pequeña criatura que parecía un gato negro, con mucho enojo.
-¿¿Por qué no??-renegaba Nakuru- si me parece un nombre lindo.
-¡Es denigrante!-se quejaba el pequeño Spinel.
-¡No lo es!-gritó la joven frustrada.
-¡Que sí!
-¡Que no!

Eriol miraba divertido la escena que se formaba en el centro de la sala de su mansión. Le parecía cómica la manera en la que sus dos creaciones se peleaban: Nakuru agitaba sus brazos en el aire haciendo puchero y Spinel la ignoraba y se le marcaban señas rojas detrás de su cabeza. Eriol se encontraba sentado en su sillón rojo con una gran sonrisa dibujada en su rostro, lo que hizo que sus dos criaturas se frustraran más y acabaran con la pelea.

-Es verdad Eriol, ¿no irías hoy a un día de campo con tus amigos?-preguntó Nakuru estando más calmada.
-Si. Solamente estoy esperando a Sakura y a Li, dijeron que vendrían por mí.-contestó aun con su sonrisa.
-Ya veo. Y oye, ¿qué hiciste con aquél hermoso listón rojo que estabas bordando hace unos días?-preguntó interesada en una respuesta.
-Era para una amiga.
-¿No será Sakura?-preguntó intrigada.
-Te equivocas, su nombre es Tomoyo Daidouji-contestó seriamente.
-¿Te refieres a esa chica de cabello largo de color negro, que siempre seguía a Sakura con una cámara?
-Sí.
-Vaya, en verdad que eres todo un Casanova-dijo Nakuru con cierto tono de picardía.
-Pero que impertinente que eres. No le hables de es manera al amo Eriol-replicó Spinel.
-Pero si no dije nada malo, Spick-repuso Nakuru.
-¡Que no me llames así! ¡Mi nombre no es “Spick”!-gritó enfadado.
-¡Pero si es un nombre bonito!-decía haciendo puchero.

El timbre de la mansión Hiragizawa sonó pero no evitó que Nakuru y Spinel continuaran peleando. Eriol se levantó a atender el portón pues se imaginaba que podrían ser Sakura y Syaoran y en efecto, eran sus dos amigos quienes estaban a la entrada de su mansión. Al salir, le pareció extraño notar que Tomoyo no estaba con ellos como era de suponerse. La curiosidad lo venció y quiso saber la razón de su ausencia.

-¿Tomoyo no vendrá?-preguntó con mucha intriga.
-No, dijo que se quedaría en su casa confeccionando nuestros trajes-respondió Sakura con una gota de sudor estilo anime.
-Ya veo-dijo Eriol.

Los tres jóvenes se fueron al lugar donde se reunirían con lo demás para su día de campo. Pasaron primero por la casa de Naoko y luego se fueron a buscar a Chiharu y Yamazai, quienes los esperaban en la parada de buses. Cuando llegaron a la parada de buses se encontraron con una escena muy cómica: Chiharu ahorcaba a Yamazaki ya que, al parecer, había estado diciéndole sus mentiras a Rika, quien también estaba con ellos.
Todos tomaron el bus y llegaron a un parque muy hermoso en el que tuvieron su picnic. Ese día de campo fue divertido ya que hablaron de mucho temas interesante incluidos los cuentos de terror de Naoko (los cuales hicieron que Sakura abrazara a Syaoran temblando) y las clásicas mentiras de Yamazaki y Eriol acerca de cómo se inventaron los días de campo, y que solamente Sakura y Syaoran creyeron.
El picnic había concluido y todos se fueron a sus hogares, a excepción del joven de anteojos, quien decidió visitar a la peculiar chica de cabello azabache.

En la mansión Daidouji, surgían ciertos problemas………

-¡Hay no puede ser!-exclamó Tomoyo.
-Hija, ¿te sucede algo?-preguntó Sonomi Daidouji corriendo rápidamente hacia la habitación de la azabache.
-¡El kimono que le hice a Sakura se ha arruinado!-gritó con desesperación.
-Lo siento mucho, hija.-dijo Sonomi comprensivamente.
-Supongo que tendré que comenzar de nuevo-dijo con un largo y sonoro suspiro.
En esos momentos, una mujer de la servidumbre tocó la puerta de la habitación de Tomoyo y ésta la hizo pasar.
-Srta. Daidouji, un joven de apellido Hiragizawa ha venido a visitarla-dijo respetuosamente.
-¿Eriol está aquí?- pensó sorprendida la azabache- bajaré en unos momentos.

La sirvienta se retiró de la habitación y Tomoyo bajó a recibir a su visitante quien la esperaba en el recibidor.

-Buenas noches Tomoyo-dijo inclinándose respetuosamente.
-Buenas noches Eriol-contestó de la misma manera.
-Disculpa que viniera tan tarde, no quise molestar-comentó el joven de anteojos.
-No, para nada. No es molestia-dijo con una sonrisa.
-Quise pasar a dejarte esto, pues faltaste al día de campo-dijo amablemente, extendiéndole una caja de pastel.
-Muchas gracias, pero no debiste molestarte en traerlo hasta mi casa a estas horas- dijo recibiendo el pastel.
-No es nada. Y dime, ¿terminaste los trajes para Sakura y Li?-preguntó curioso.
-Tuve la peor de las suertes: derramé un poco de café sobre el kimono de Sakura y ahora está dañado.-dijo con cierto tono de preocupación- tendré que comenzar de nuevo y eso que me había costado tanto terminarlo-dijo con un suspiro de cansancio.
-Si quieres, podría ayudarte-dijo el joven de anteojos con una sonrisa.
-¿Lo dices en serio?-exclamó feliz.
-No sería ninguna molestia. Además, así podrás terminarlo más rápido para que puedas irte a dormir-le dijo cortésmente.
La mamá de Tomoyo sintió que había gente en el recibidor y por ello, decidió ir a ver de quien se trataba.
-Tomoyo hija, ¿qué haces aquí?-preguntó acercándose.
-Solo platicaba con mi amigo.-contestó la azabache.
-Mucho gusto, mi nombre es Eriol Hiragizawa- dijo inclinándose reverentemente.
-¡Pero que joven tan encantador!-exclamó la madre de Tomoyo.
-Yo soy Sonomi Daidouji. La madre de Tomoyo-dijo inclinándose de igual manera.
-Mucho gusto. Espero que mi presencia no sea una molestia para ud-dijo respetuoso.
-¡Para nada!-exclamó Sonomi.
-Eriol vino a traerme pastel del día de campo y se ofreció a ayudarme a terminar el kimono de Sakura-comentó la azabache con una sonrisa.
-Me parece pefercto. ¿Qué les parece si comemos un poco de pastel?-sugirió la madre de Tomoyo.
-De acuerdo.-contestaron Tomoyo y Eriol al unísono.

Caminaron hacia el comedor donde se sentaron a degustar el delicioso pastel de chocolate que Eriol había llevado.

-Eriol, esto está delicioso ¿lo hiciste tú?-preguntó Tomoyo.
-Si-contestó con una sonrisa-me alegra que te gustara.
-Que muchacho tan educado-dijo Sonomi alegremente.
-Muchas gracias.-contestó el de anteojos.
-Y dime, ¿es verdad que vienes de Inglaterra?-preguntó curiosa la sra. Daidouji.
-Así es-contestó respetuoso.

Luego de haber comido y platicado un largo rato, vieron que el reloj marcaba las 08:00pm y sabían que ya era demasiado tarde. Tomoyo y Eriol se fueron al cuarto de costura, donde comenzaron a confeccionar un nuevo kimono para Sakura. El tiempo venció a la azabache y poco a poco fue cerrando sus ojos hasta que por fin se entregó a los brazos de Morfeo, sumergiéndola en un profundo letargo. Cuando ya eran las 10:30pm, Eriol se retiró de la mansión Daiduji no sin antes terminar de coser el kimono y arropando a Tomoyo, quien dormía sobre un sofá.

Continuará………..​

 

Re: Perfecto para olvidar (Tomo&Eriol)

Gracias x el comentario. Respecto al nombre d Syaoran se puede escribir d ambas maneras ya q la verdadera forma es "Xiao Lang" o.o pero igual, gracias. Y tienen 15 años ;)

 

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Perfecto para olvidar​

(Tomoyo&Eriol)​

Cáp. 4 Un domingo de aniversario​

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*****Flash Back*****​

Tomoyo abrió sus ojos y se vio acostada sobre el sofá del cuarto de costura. Vio sobre la mesa delante de ella, un kimono escarlata con dragones, terminado y a su lado el traje que usaría Syaoran. De repente, su mamá entró en la habitación y la vio con una sonrisa, para darle los buenos días diciendo:

-Buenos días Tomoyo, veo que ya despertaste.
-Buenos días mamá-contestó la azabache con una sonrisa.
-El joven Hiragizawa se fue anoche después de haberte ayudado con los trajes y dijo que te habías quedado dormida y no quiso despertarte-comentó Sonomi.
-Ya veo. Eriol es un chico muy amable-dijo sonriente la azabache.
-Y también, apuesto-dijo Sonomi guiñándole el ojo y abandonando la habitación.
Tomoyo se levantó, cogió el teléfono y marcó el número de Eriol.
-¿Aló?- sonaba la voz del joven de anteojos al otro lado.
-Buenos días Eriol. Soy Tomoyo- dijo educadamente.
-Muy buenos días Tomoyo-contestó sonriente pero con voz seria.
-Quería agradecerte por ayudarme con los trajes.
-No fue nada-dijo modestamente.
-Dime, ¿te gustaría acompañarnos hoy a la feria? Estoy segura que te divertirás-dijo amable, la azabache.
-Me parece bien. Nos vemos-contestó muy respetuoso.
-Adiós-dicho esto, colgó el teléfono.

*****Fin del Flash Back*****​

​

-¡Sakura te ves soñada!-exclamó Tomoyo embelezada por ver a su amiga usando el kimono escarlata con dragones.
-Tomoyo, este kimono te quedó realmente hermoso-decía Sakura.
-Fue gracias a la ayuda de Eriol, que pude terminarlo-comentó la azabache mientras filmaba a su amiga.
-¿Y por qué yo debo usar este traje?-preguntaba Syaoran con líneas azules dibujadas en su rostro al ver lo que usaba.
-Pero si te ves encantador.-repuso Tomoyo con una sonrisa-además creo que el dragón te hace lucir muy guapo-le susurró al oído guiñándole el ojo en forma de indirecta hacia Sakura.

El traje de Sakura consistía en un kimono largo de color escarlata que tenía dibujados algunos dragones dorados y que se abría al final para dejar ver su bien formada pierna izquierda. El traje de Syaoran consistía en una camisa verde con cuello que en la parte de la espalda se dibujaba un dragón dorado, todo acompañado por pantalones de un color verde un tono más oscuro que el de su camisa (incluidos los zapatos dorados). Tomoyo usaba un Kimono color azul (que hacía juego con sus ojos a la perfección).

-Ya está anocheciendo y Hiragizawa aun no llega-se quejaba Syaoran de brazos cruzados.
-Tienes razón, seguramente se le hizo tarde-decía Tomoyo viendo la hora en su reloj de muñeca.
-Hola. Disculpen la hora, se me hizo un poco tarde-decía Eriol quien se acercaba a ellos, disculpándose.
-No te preocupes-dijo Sakura sonriéndole.
-Te ves muy hermosa con ese kimono, Sakura-comentó el joven de anteojos galantemente, causando celos en Syaoran.
-Vamos-exigió Syaoran tomando a la chica de ojos esmeralda, de la mano para alejarla de Eriol.
-¡Sakura parece un ángel con ese traje!-suspiró Tomoyo.
-Tú también te ves muy hermosa, Tomoyo-agregó galante, Eriol.
-Muchas gracias-respondió la azabache.
-¡Déjame salir!-gritó Kero tratando de salir del bolso que llevaba la azabache consigo. El pequeño guardián salió disparado del bolso dando vueltas en el aire, haciendo que tanto Tomoyo como Eriol, soltaran una pequeña risa.
-Que bueno verte, Kerberos- dijo el joven de anteojos.
-Quieres comer, ¿cierto?-preguntó la azabache con una sonrisa en su rostro.
-Si si si si si, ¡comida!-exclamó emocionado el pequeño guardián.-esperen un momento, ¿a dónde se fueron Sakura y el mocos?-preguntó buscándolos con la mirada.
-Supongo que fueron a caminar. Después de todo, este es su aniversario-contestó Tomoyo.
-Que fastidio. Todos los años es lo mismo desde que comenzó a salir con ese mocoso-se quejaba Kero.

Mientras tanto, caminando por la calle…….

-No entiendo como a Sakura le puede gustar tanto ese mocoso de China-se quejaba Touya.
-No le digas así. Li es la persona más querida de tu hermana y además, es muy bueno con ella-decía Yukito tratando de tranquilizarlo.
-Ese mocoso se las verá conmigo si le llega a hacer daño-refunfuñó el celoso hermano mayor.
-Se nota que quieres mucho a Sakura-decía Yukito entre risas.
-Ya, no me molestes.

-----------
Los cuatro amigos caminaban por la feria, observando los diferentes puestos de comida y muchas cosas más que les interesaban. Durante el trayecto, Tomoyo –como era de costumbre- grababa todos los movimientos de Sakura. Habían dejado a Kero comiendo dulces detrás de unos árboles para que no lo vieran.
Llegaron a un puesto de tirar las botellas con pelotas plásticas para obtener un peluche y Syaoran se ofreció para ganarle uno a Sakura pero al parecer, tendría competencia: Touya.

-Oye mocoso, ¿qué haces?-preguntó seriamente.
-Voy a darle ese peluche a Sakura-contestó serio señalándole un oso de felpa de color café guindado en la pared.
-No creo que puedas-dijo retadoramente tomando una pelota de plástico.

Syaoran y Touya comenzaron a arrojar las pelotas de plástico para poder conseguir el oso de felpa. Como era de esperarse, Tomoyo comenzó a grabar toda esa escena con una gran sonrisa, al igual que la de Eriol y Yukito quienes observaban divertidos. Sakura, en cambio, los miraba con gotas estilo anime, dibujadas detrás de su cabeza.
Continuaban lanzando pelotas hasta que se les acabaron y ya no tenían más dinero para seguir intentándolo. Touya y Syaoran corrieron apresuradamente a un local para cambiar dinero y mientras tanto, Eriol decidió actuar.

-¿Eriol, qué piensas hacer?-preguntó Tomoyo, intrigada al verlo caminar y tomar una pelota de plástico.
-Ya verás-dijo guiñándole el ojo con una sonrisa.
El joven de anteojos lanzó la pelota de plástico y derrumbó algunas botellas obteniendo así, un oso de felpa como recompensa.
-Toma-dijo amablemente, extendiéndole el oso de felpa a Tomoyo.
-¿Es para mí?-preguntó un poco sorprendida.
-Si. No es justo que tú te quedes sin uno-contestó Eriol, sonriente.
-Muchas gracias-dijo Tomoyo tomando el osito de felpa.

Todos los que vieron esa escena (Yukito, Kero, Touya y Syaoran) comprendieron lo que había pasado, a excepción de Sakura quien seguía siendo muy distraída. Cuando regresaron, Touya y Syaoran le entregaron un osito cada uno a Sakura, aunque su hermano ganó dos ositos para darle el otro a Yukito.
El hermano de Sakura tomó un camino diferente con su acompañante. Quedaban los 4 originales amigos caminando por la feria hasta que se encontraron con Naoko y Rika.

-¡Naoko! ¡Rika!-gritó Sakura a lo lejos, acercándose a sus amigas.
-Hola Sakura-contestaron las dos chicas al unísono.
-¿Qué hacen aquí? Creí que saldrían con Chiharu y Yamazaki-preguntó curiosa la de ojos esmeraldas.
-Pues Chiharu y Yamazaki tuvieron una pelea y por eso decidimos venir solas-contestó Rika.
-¿En serio?-exclamó asombrada Sakura.
-Si. Al parecer, Yamazaki comenzó a decirle mentiras a la mamá de Chiharu y ella se enojó mucho-contestó Rika.
-Nunca cambiará-comentó Naoko con un sonoro suspiro.
-¿Y tú que haces aquí? ¿No deberías estar con Li? Se supone que es su “aniversario”-preguntó un poco intrigada, Rika.
-Así es-contestó un poco sonrojada- y ahí vienen, ¡Syaoran, Tomoyo, Eriol!-gritó Sakura sacudiendo su brazo para que la vieran.

Todos se fueron a sentar a un lugar un poco apartado que quedaba frente a una hermosa laguna donde las personas iban a rezar. Comenzaron felicitando a Syaoran y Sakura por tener 3 años juntos, después la conversación tomó el rumbo de las vacaciones de verano que estaba cerca. Platicaron de los lugares que visitarían durante las vacaciones y también abordaron el tema de la posible obra que realizaría su salón al terminar las vacaciones. También abordaron el tema de los trajes que confeccionaría Tomoyo dependiendo del papel que le tocara a Sakura en la obra. Todos esos temas los emocionaban a todos a excepción del último que decidieron tomar:

-¿Ya escucharon la leyenda de esta laguna?-preguntó Naoko misteriosamente causando de Sakura se palideciera y escondiera detrás de Syaoran.
-¿A cual leyendo te refieres?-preguntó Rika muy curiosa por saberlo.
-Pues la del fantasma de los sueños no cumplidos.-contestó alumbrándose la cara con un foco para agregarle cierto dramatismo.
-¿¡¿FANTASMA?!?-exclamó Sakura asustada.- ¡No quiero! ¡No quiero escuchar esa leyenda!-gritaba aferrándose fuertemente a su novio.
-No te preocupes-dijo Syaoran-si quieres podemos irnos-agregó amablemente.
-¿Lo dices en serio?-preguntó levantando su rostro para verlo.
-Si.
-De acuerdo-dicho eso, se levantó y se fueron de ese lugar rápidamente.
-Creo que solo quedamos nosotros 4-dijo Naoko.
-Cuéntanos, ¿de qué trata la leyenda del fantasma de los sueños no cumplidos?-preguntó Eriol con mucha curiosidad pero sonriente.
-Pues verán. Hace cientos de años, los antiguos dueños de este templo encontraron esta laguna que afirman que no se encontraba aquí cuando construyeron el templo. Al principio creyeron que era alguna especie de laguna espiritual que los dioses habían dejado para que cumpliera los sueños de las personas pero, un día comenzaron unos sucesos muy extraños -relataba dramáticamente Naoko- Por ejemplo, las personas juraban ver una especie de sombra que se paraba delante del agua a rezar pero lo que en realidad hacía, era absorber los sueños que aun no habían sido cumplidos y lo hacía con el fin de dar mala suerte a las personas. También, dicen que un grupo de personas vinieron a rezar juntas pero jamás regresaron excepto por uno que se escondió detrás de los árboles y dice que lo vio todo: como el fantasma de los sueños no cumplidos se llevaba a sus amigos al centro del agua y los convertía en piedra no sin antes haberles robado sus sueños.
-Ya veo. Estuvo muy interesante tu historia. Se ve que te gustan mucho estas cosas-dijo Eriol.
-Bueno, creo que mejor será irnos-dijo Rika- nos vemos luego Tomoyo. Nos vemos luego Hiragizawa-dijo inclinándose en forma de despedida.
-Nos vemos luego-dijeron Tomoyo y Eriol al unísono.
-Supongo que solo quedamos tú y yo-dijo el de anteojos galantemente.
-Me preocupa Sakura, se asustó mucho al escuchar la palabra “fantasma”-decía Tomoyo con tono de preocupación.
-Li está con ella. Seguramente ya estará más calmada-comentó Eriol.
-Ojala tengas razón-agregó la azabache.
-Creo que será mejor irnos-dijo el de anteojos.
-Tienes razón. Se está haciendo tarde-concordó la azabache.
-¿Quieres que te lleve a tu casa?-preguntó con mucha amabilidad.
-No te preocupes, las guardaespaldas de mi mamá vienen por mí-contestó sonriente.
-De acuerdo. Nos vemos luego-dijo Eriol sonriente.
-Nos vemos luego-dijo Tomoyo.
Antes de marcharse, el joven de anteojos tomó con delicadeza la mano de la azabache y le dio un suave beso en ésta, para luego darse la vuelta e irse.

Continuará………​

 

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Perfecto para olvidar​

(Tomoyo&Eriol)​

Cáp. 5 La prima de Syaoran ​

*****Flash Back*****​

​

Li Syaoran de 15 años de edad se acababa de levantar esa mañana de jueves. Comenzaba apenas a vestirse con el uniforme de la secundaria a la que asistía hasta que escuchó que tocaban la puerta de su habitación.

-Adelante-dijo seriamente acomodándose su camisa.
-Joven Syaoran -dijo Wei entrando a su habitación con un teléfono en mano- La srta. Meilin lo llama al teléfono.
-¿Qué? ¿Meilin?-exclamó dándose la vuelta para verlo.
Syaoran tomó el teléfono para poder hablar con su prima y Wei abandonó la habitación para darle privacidad.
-¿Aló? ¿Meilin?-decía el joven chino- ¿¿Qué dices??

*****Fin del Flash Back*****​

​

-¿¡¿Qué dices?!?-exclamaba Sakura, quien se encontraba en el patio del colegio, con asombro.- ¿Meilin regresará a Japón?
-Si. Me llamó esta mañana para confirmarlo-contestó Syaoran seriamente.
-¡Vaya, esa es una gran noticia! ¿Y no sabes cuando vendrá?-preguntaba la de ojos esmeraldas con mucho entusiasmo.
-No quiso decirme. Dijo que quería sorprenderme.-respondió el joven chino.
-Que lástima-dijo Sakura con un suspiro.-Pero sigue siendo excelente que Meilin regrese-repuso con una gran sonrisa.
-¡Hay Sakura, te ves grandiosa cuando sonríes!-exclamó Tomoyo tomando su cámara para grabarla.
-Hola, ¿de qué hablan?-preguntó Eriol acercándose a ellos.
-De Meilin, la prima de Syaoran. Lo llamó esta mañana para avisarle que regresaría a Japón-contestó Sakura sonriente.
-Que bueno. Nunca tuve la oportunidad de conocerla, espero que seamos buenos amigos-comentó el joven de anteojos.
-Es verdad Eriol, tú nunca pudiste conocerla ya que cuando vino solo se quedó por un día-reflexionó la de ojos esmeraldas.
En ese momento, la cara de Syaoran se puso completamente roja al recordar lo que había pasado la vez que Meilin fue a visitarlos.
-Syaoran, ¿qué te sucede?-preguntó Sakura preocupada.
-No, no es nada-mintió el joven chino.
Tomoyo miraba a Syaoran con una enorme sonrisa en su rostro pues ella también recordaba ese día…el día en que Syaoran cortó el compromiso que tenía con su prima, por estar enamorado de Sakura.
-¿Qué pasa con uds. Dos?-preguntaba la de ojos esmeraldas, confundida.
-No te preocupes, no es nada-respondió Tomoyo sonriente.
En esos momentos, un grupo de jóvenes con las hormonas alborotadas se abalanzaron sobre Eriol gritando su nombre causando algunas risillas por parte de Tomoyo.
-Eriol, parece que eres muy popular con las chicas-comentó sonriente la azabache.
-Parece que tienes razón -respondió el de anteojos con una sonrisa, mientras se alejaba del grupo de muchachas y se acercaba a Tomoyo.- Pero tú tampoco te quedas atrás, he visto que tienes muchos admiradores- agregó sonriente.
-Tienes razón pero…-en esos momentos, fue interrumpida por un sonoro grito que se escuchó por todo el patio del colegio.
-¡SYAORAN! -gritó Meilin a los lejos mientras corría hacia su primo- No creíste que te escaparías tan fácilmente de mí, ¿cierto?-preguntó mientras lo abrazaba fuertemente.
-Meilin, ¿qué estás haciendo aquí?-preguntó confundido el joven chino.
-¿Qué pregunta es esa? Pues vine a verte tontito-contestó sonriente-te dije que te sorprendería.
-Meilin, que bueno verte-exclamó Sakura con emoción.
-¡Vaya Kinomoto, pero como has cambiado!-exclamó Meilin con mucha sorpresa.
-Tú también has cambiado mucho-contestó la de ojos esmeraldas con una sonrisa.
-Que bueno que regresaste-comentó Tomoyo.
-Daidouji no te había visto, tú también has cambiado notablemente.-agregó Meilin.-Y dime, ¿Quién es ese chico que está a tu lado?-preguntó curiosa.
-Mi nombre es Eriol Hiragizawa-dijo el joven de anteojos con una sonrisa mientras se inclinaba respetuosamente.
-Pues yo soy Li Meilin, la prima de Syaoran-dijo con una gran sonrisa como jactándose de la popularidad que en realidad no poseía.
-Mucho gusto. Me han hablado mucho de ti pero no tuve la oportunidad de conocerte-dijo galantemente.
-Pues aquí me tienes-dijo con cierto aire de grandeza.
En esos momentos, el timbre del colegio sonó anunciando que debían regresar a sus respectivos salones de clases.
-Disculpa, me hubiera gustado tener más tiempo para conocernos pero debo irme al salón de música. Me necesitan para acompañar a los del coro-dijo Eriol levantándose- tendremos más tiempo luego.-dicho eso, se retiró con una gran sonrisa provocando que Meilin se sonrojara notoriamente.
-¡Tomoyo!-exclamó la joven china-tu amigo es tan guapo-dijo con un suspiro y sonrojada-dime, ¿estás saliendo con él?
-Oh no, para nada. Solo somos amigos-contestó la azabache.
-¿Y sabes si tiene alguna novia?-preguntó más curiosa, causando los celos en su primo protector.
-Pues no que yo sepa…-contestó Tomoyo reflexionando.
-¡Perfecto! ¡Así seré YO quien lo conquiste!-exclamó Meilin.-Aunque no es tan lindo como Syaoran-concluyó causando que Sakura, Tomoyo y Syaoran sufrieran la típica caída anime.

Mientras tanto, caminando cerca del parque pingüino………

-¿Por qué te detienes Touya?-preguntó Yukito confundido de ver como su acompañante se detenía frente a un árbol de cerezos.
-Pues porque se acerca el día en que tú y yo por fin…
-¡TOUYA!-exclamó Nakuru abalanzándose sobre el moreno guindándose de su cuello haciendo que se interrumpiera lo que iba a decir.
-¡Akizuki! ¿Se puede saber qué hace aquí?-exclamó Touya enojado por su repentina aparición.
-No me trates así. Además, ya te dije que mi nombre es Na-ku-ru -dijo seria.- veo que estás con Tsukishiro-mencionó un poco despectiva.
En ese momento, Yukito tomó la forma de Yue.
-¿Acaso tú y Clow están de regreso para hacerle la vida imposible a Sakura?-preguntó seriamente el guardián.
-Yu…Yue…- pensaba Touya.
-Relájate. Eriol y yo regresamos sin intenciones de poner a prueba a Sakura. Además, las cartas ya tienen un nuevo dueño y no es necesario que sea puesta a prueba-respondió seriamente mientras se bajaba del cuello de Touya.
-Si es así entonces, ¿por qué traes a esa criatura con tigo? No creas que no sentí su presencia-dijo seriamente.
-¿Te refieres a Spick?-preguntó sacándolo de su bolsillo-No es nada, simplemente creí que sería mejor para él si salía de la casa para quitarle lo malhumorado-contestó tomando a Spinel de la cola.
-¡Suéltame! Ya te dije que no quiero salir con tigo, y mi nombre no es Spick-dijo demandante.- Yue, ¿qué haces en este lugar?-exclamó el pequeño Spinel.
-Creo que aun no se acostumbra a nuestra presencia, ni tampoco a la de Eriol -dijo Nakuru, soltando a Spinel y tomando la forma de Ruby-Moon.
-Será mejor que hagamos algo al respecto-concordó, tomando la forma de Spinel-Sun.
-Regresen a sus formas naturales, alguien podría verlos-dijo Touya demandante.
-Tienes razón…pero esto no se quedará así-dijo Ruby-Moon de forma retadora mientras se alejaba con Spinel-Sun.
Una vez se alejaron, Yue regresó a su identidad falsa.
-¿Qué crees que haya querido decir con eso?-preguntó Touya intrigado.
-No lo sé, pero será mejor advertirle a Sakura. -contestó Yukito- Estoy seguro que si Clow está de regreso estará buscando algo…

----------
A la salida del colegio……

-Nos veremos luego Tomoyo-dijo Sakura despidiéndose de su amiga y alejándose.
-Daidouji-dijo una voz detrás de ella haciendo que se diera la vuelta.
-Meilin, ¿qué haces aquí?-preguntó curiosa la azabache.
-Pues vine a ver qué hacías-contestó inocente.
-Hoy me quedaré a ensayar con el coro-dijo Tomoyo sonriente.
-¿¿De verdad??-exclamó la joven china- Y dime, ¿el chico lindo que conocí hoy estará contigo?-preguntó con mucha curiosidad.
-Pues el joven Eriol es quien toca el piano así que no falta a los ensayos-contestó sonriente al ver la emoción en el rostro de Meilin.
-¡Me parece la ocasión perfecta! Dime, ¿te molestaría si me quedara a ver como ensayan?-preguntó la china.
-Para nada, puedes quedarte si quieres. Ven conmigo-dijo tomándola de la mano y llevándola consigo al salón de música.

Eriol comenzó a tocar el piano y Tomoyo y las demás persona del coro comenzaron a cantar. Meilin no despegaba la vista del joven de anteojos quien simplemente le sonreía con esas sonrisas tan suyas que transmitían paz, logrando así que la joven de Hong Kong se sonrojara más de lo que ya lo estaba. Al finalizar el ensayo, Meilin pudo observar como Eriol se dirigía directamente a Tomoyo.

-Hoy cantaste espectacular, Tomoyo-dijo galantemente-tienes una voz muy hermosa.
-Muchas gracias. Tú tocas muy bien el piano-contestó la azabache con una agradable sonrisa.
-No sabía que estabas aquí-dijo el joven de anteojos con una sonrisa al ver a Meilin.
-Te vi tocar el piano. Tocas muy bien-dijo la joven china con un poco de sonrojo.
-Muchas gracias. Le prometí a Tomoyo que iría con ella a comprar un pastel después del ensayo, ¿te gustaría acompañarnos?-preguntó amablemente.
-¡De acuerdo!-contestó Meilin con una gran sonrisa al saber que saldría con Eriol.

Mientras ellos salían a comprar un pastel, la habitación de Sakura se convertía en una sala de investigación….

-¿Qué? ¿Lo dices en serio?-preguntó sorprendida.
-Si. Esas fueron sus palabras exactas antes de marcharse-contestó Yue.
-Seguramente Clow está detrás de todo esto. Podría apostar que está tramando algo…-dijo Kero muy serio.
-Pero si Eriol es un buen chico. No creo que esté tramando nada además, él estuvo en el ensayo con el coro esta tarde-comentó Sakura.
-No me da mucha confianza el saber que Clow está de regreso -agregó Yue- ¿sabes, aunque sea, por qué está de vuelta?
-Pues no… pero nos dijo que se quedaría permanentemente-contestó con mucha seguridad la de ojos esmeraldas.
-Creo que será mejor estar alerta. Podría ponerle algún tipo de trampa a Tomoyo si dices que se quedó con ella.-comentó Kero.

Continuará……….​

 

Re: Perfecto para olvidar (Tomo&Eriol)

Perfecto para olvidar​

(Tomoyo&Eriol)​

Cáp. 6 Especulaciones ​

​

Salón de clases del noveno grado de la secundaria de Tomoeda: era una tarde muy calurosa mientras el profesor impartía la última clase de ese día. Los jóvenes esperaban ansiosos la salida del colegio pues ese sería su último día de clases hasta que regresaran de las vacaciones de verano. Cuando faltaban 5 minutos para que sonara el timbre del colegio y los estudiantes pudieran irse para disfrutar de las vacaciones de verano, el profesor dejó de dar clases y todos se sorprendieron ante tal acción.

-Faltan cinco minutos para las vacaciones de verano, pero antes quisiera decirles algo -explicaba el profesor- con el dinero que recaudamos de la feria del mes pasado, tenemos suficiente para pagar un viaje al nuevo centro acuático de la ciudad. Les pediré a todos los que irán, que se presenten a primera hora mañana en las instalaciones del colegio para que podamos irnos.
-¡SIIII!-exclamaron todos los alumnos entusiasmados.
En ese momento, el timbre del colegio sonó y todos se levantaron rápidamente de sus asientos.
-Tengan muy buenas vacaciones-agregó el profesor sonriente.
-Suena muy emocionante, ¿no creen?-preguntó Tomoyo quien caminaba al lado de sus dos amigos, Sakura y Syaoran.
-Si-contestaron al unísono.
-¿Quieren que nos vayamos todos juntos?-preguntó emocionada la azabache.
-Es una excelente idea-contestó la de ojos esmeraldas.
-No lo sé. Meilin regresará mañana a Hong Kong para pasar allá las vacaciones y debo ir a dejarla al aeropuerto-comentó Syaoran.
-Ya veo-dijo Sakura con una aire de decepción.
-¡Oigan! ¿De qué hablaban?-preguntó Meilin parándose repentinamente detrás de ellos.
-¡Meilin! No nos asustes de esa manera-exclamó Syaoran.
-Perdóname. Y díganme, ¿piensan ir todos juntos mañana al centro acuático?-preguntó curiosa la joven china.
-Ya les dije que no iremos-contestó Syaoran seriamente.
-¿De qué hablas? ¿Por qué les dijiste que no iremos?-preguntó confundida.
-¿Qué no lo recuerdas? Mañana te irá a Hong Kong a pasar las vacaciones con tu familia y yo debo ir a dejarte al aeropuerto-respondió el joven chino.
-Pues hubo un cambio de planes -dijo con gran alegría Meilin- mi madre me dijo que estaría bien si me quedaba en Japón durante las vacaciones contigo Syaoran.
-¿¿Quieres decir que no irás a China??-exclamó Syaoran con gran asombro.
-Pues no, ¿qué ya no me quieres? ¿No quieres que me quede a tu lado?-exclamó Meilin con lágrimas en sus ojos.
-No, no es eso…
-¡Eriol!-exclamó Meilin con gran entusiasmo interrumpiendo lo que iba a decir Syaoran.
-Buenas tardes-dijo Eriol, quien se acercaba lentamente hacia ellos.
-Dime, ¿irás al centro acuático mañana?-preguntaba la joven china con una gran sonrisa en su rostro.
-Así es-contestó el joven de anteojos.
-¡Que bueno!-exclamó Sakura.
-Tengo una idea, ¿por qué no nos ponemos de acuerdo para ir todos juntos en un mismo bus?-preguntó Tomoyo con sus típicas sonrisas.
-Me parece una perfecta idea-contestó el joven de anteojos devolviéndole la sonrisa.

-----------
-¿Irás con Tomoyo y el mocoso al centro acuático?-preguntó Kero.
-Así es. Y no es ningún mocoso-contestó Sakura con enojo.
-¿Y quienes más irán?-preguntó curioso el pequeño guardián.
-Pues iremos Tomoyo, Syaoran, Eriol, Meilin y yo juntos en un solo bus-contestó la de ojos esmeraldas.
-¿¿Qué?? ¿¿La chiquilla también irá con uds.??-exclamó Kero.
-Que malo eres, no le digas así-se quejó Sakura.
-Sakura, solo te pido que tengas mucho cuidado. Si lo que dijo Yue es cierto, entonces debes estar alerta de todos los movimientos que haga Clow- añadió seriamente.
-No te preocupes. Y ya se los dije, Eriol es un chico bueno y amable no creo que haga nada malo -contestó Sakura- además, ya pasaron 2 semanas desde ese incidente y nada malo nos ha pasado-añadió con toda seguridad.
-Solamente prométeme que tendrás mucho cuidado-dijo Kero.
-Si.
En esos momentos, el timbre de la casa sonó.
-Esa debe ser Tomoyo. Se quedará a dormir esta noche con nosotros-dijo Sakura mientras se levantaba y salía de la habitación.
Sakura bajó las escaleras y vio a su amiga quien ya había sido amablemente recibida por Fujitaka.
-Tomoyo, pasa-dijo la de ojos esmeraldas con una eminente sonrisa.
-Muchas gracias-dijo sonriente.

Mientras tanto, se formaba una especie de discusión en la mansión Hiragizawa……

-¿Dices que Yue los confrontó?-preguntó Eriol seriamente.
-Así es. Estoy segura que querrán defender a Sakura a toda costa-contestó Nakuru un tanto frustrada.
-¿Por qué no me lo mencionaron antes?-preguntó con indignación.
-Pues verás…
-Nakuru tenía miedo que te enojaras pues ella amenazó a Yue-contestó el pequeño Spinel.
-¡Eso no es verdad! Simplemente le dije que eso no se quedaría así…-exclamó Nakuru.
-Debes cuidar mejor tus palabras. Sabes que Yue estará alerta a todos nuestros movimientos ahora-dijo el joven de anteojos.
-Pero si ni siquiera regresamos para hacerles daño-refunfuñó enojada.
-Tienes razón. Pero convencer a Sakura de ello no será lo difícil…lo difícil será tratar de convencer a Yue y a Syaoran, quien seguramente tratará de defenderla-explicó sabiamente Eriol.
-¿Crees que nosotros también debamos ponernos alerta?-preguntó Nakuru intrigada.
-No. Si lo hacemos, Sakura pensará que tratamos de ponerla a prueba nuevamente y eso no es lo que queremos-contestó el joven de anteojos.
-Yo creo que toda esta confusión fue culpa de Yue-exclamó con enojo la guardiana.
-Pues yo creo que fue culpa tuya-repuso el pequeño Spinel.
-¿Y por qué mía?-exclamó con enojo.
-Yue solo cumplía con su trabajo, el cual es defender a Sakura pero tú estuviste a la defensiva y lo amenazaste-contestó el pequeño guardián.
-Eriol, tú no crees que Kerberos y Yue traten de atacarnos, ¿cierto?-preguntó la guardiana con mucha intriga.
-No lo sé…

-----------
Al siguiente día, Tomoyo y Sakura fueron a la mansión Li por Syaoran y Meilin para después ir a recoger a Eriol. Los 5 muchachos se dirigieron a toda prisa hacia las instalaciones del colegio, donde los recogería el bus.
En el camino, Naoko les contaba historias de terror y de misterio a Chiharu y Yamazaki, quien sacaba mentiras de todas las palabras que decía desde cómo un vampiro y una humana tuvieron a Drácula, hasta como Drácula y Gatúbela tuvieron al chupacabras. Tomoyo y Sakura iban en el asiento delante de Meilin y Syaoran; en cambio Eriol iba solo durante todo el camino.
Después de una hora en el bus, llegaron finalmente al centro acuático. Todos se pusieron sus respectivos trajes de natación para poder ingresar en las piscinas.

-Las tres se ven muy hermosas con sus bañadores, ¿no crees?-preguntó Eriol con una sonrisa. (Mirando a Tomoyo disimuladamente)
-Si-contestó Syaoran secamente. Caminó directamente hacia la orilla de la piscina, donde se encontraban sus amigos y novia.
-Esta será la oportunidad perfecta para que pueda grabar a Sakura nadando-decía Tomoyo con una gran sonrisa y ojos brillantes.
-Nunca cambiarás, Daidouji-dijo Meilin con una gota estilo anime dibujada detrás de su cabeza.
-Tomoyo, ¿no quieres ir a nadar?-peguntó Sakura.
-Oh no, yo me quedaré aquí para grabar todos tus movimiento en el agua-contestó sonriente.

Mientras tanto, surgía un problema cerca del apartamento de Yukito y Touya……

-¿Crees que ese tal mago Clow está de regreso para seguir molestando a Sakura?-preguntó el moreno seriamente.
-No lo sé. Pero será mejor estar alerta, estoy seguro que Clow regresó por algo y no nos quiere decir de qué se trata. Además, las palabras de Ruby-Moon comprueban que piensas hacer de las suyas-contestó seriamente Yue.
-Si algo malo llegara a suceder quiero que protejas a Sakura-añadió Touya.
-No te preocupes por eso. También, debo decirle a Kerberos que será mejor que nos apresuremos a averiguar qué es lo que quieres Clow-respondió el guardián con mucha seriedad.
-¿Kerberos? ¿Ese es el nombre del peluche que tiene Sakura en su habitación?-exclamó Touya.
-Esa es solo su identidad falsa. Como la mía es Yukito-comentó el guardián.
-Tú recuerdas lo que pasó en la feria ¿cierto?-preguntó el moreno.
-¿A qué te refieres?-exclamó Yue.
-Ese sujeto estaba con ellos. Ese tal mago estaba con Sakura pero no noté nada extraño en su conducta…-comentó Touya.
-A menos que…
-¿Qué?
-Recuerda que estaba con Tomoyo. Talvez tratará de hacerle algo para ponerle una trampa a Sakura-respondió Yue cruzando sus brazos.
-A ese sujeto le gusta causar mucho alboroto-dijo Touya despectivamente.
En ese momento, Yue se dio la vuelta precipitadamente hacia el lado contrario.
-¿Qué te sucede? ¿Sentiste su presencia?-preguntó el moreno con preocupación.
-Me pareció ver que nos observaban. Será mejor advertir a Sakura…

-----------
Sakura y Syaoran nadaban juntos y Tomoyo los filmaba muy sonriente. Meilin hacía todo lo posible por llamar la atención de Eriol: desde nadar cerca de él hasta hacer clavados. Todos se divertían por montones, incluyendo Yamazaki quien estaba siendo ahorcado por Chiharu por decir mentiras (como de costumbre). Después de un largo rato, Tomoyo seguía sentada sola a orillas de la piscina hasta que…

-Tomoyo, ¿te molestaría si me siento a tu lado y te haga compañía?-preguntó Eriol amablemente acercándose a ella.
-Al contrario, creo que me haría bien un poco de compañía-contestó la azabache con una enorme sonrisa.
-De acuerdo-dijo sentándose a su lado sonriente.-Y dime, ¿por qué no está nadando con los demás?
-Decidí grabar a Sakura desde aquí -contestó inocentemente- Y dime, ¿por qué ya no nadas? Noté que hay muchas chicas que quieres nadar con tigo.
-Pues quise hacerte compañía. No me gusta verte sola-contestó galantemente.
-Eres muy amable, aunque creo que deberías nadar con Meilin, noté que tiene mucho interés en ti-comentó la azabache.
-Quizás tengas razón, pero me gusta quedarme a tu lado-contestó el de anteojos, sonriente.

Todos habían visto esa escena de coqueteo inocente entre Tomoyo y Eriol, pero no todos comprendieron lo que pasaba: Sakura no notó nada de coqueteo entre ellos, pues seguía siendo muy distraída. Tal escena causó algunos celos por parte de Meilin e hizo que Syaoran se pusiera serio pues durante los años había crecido la amistad entre él y Tomoyo y la consideraba como una hermana por eso, lo agobiaban los celos de sobreprotección.
Ya eran las 5 de la tarde y todos regresaron a sus casas. Cuando Sakura subió a su habitación, comenzó a contarle a Kero sobre la mucha diversión que había tenido en el centro acuático pero fue interrumpida por el guardián.

-Sakura. Creo que será mejor que hagamos algo antes que Clow haga de las suyas…

Continuará…………..​

 

Re: Perfecto para olvidar (Tomo&Eriol)

Perfecto para olvidar​

(Tomoyo&Eriol)​

Cáp. 7 La pelea de los guardianes​

*****Flash Back*****​

-¿Dices que Yue y Kerberos piensan defenderse?-exclamó Eriol.
-Estoy segura que sintió nuestra presencia mientras lo espiábamos- contestó Nakuru.
-¿Por qué lo espiaban?
-Para poder advertirte si planeaban atacarnos-contestó el pequeño Spinel.
-Será mejor que estemos aletar…-dijo Nakuru.
-No. Esperaremos pacientes a que lleguen para poder explicarles la situación-contestó el joven de anteojos, filosóficamente.

*****Fin del Flash Back*****​

​

-¡Sakura, te ves espectacular con este traje!-exclamó Tomoyo mientras grababa a su amiga, quien vestía un traje negro con una estrella turquesa en la espalda.
-No es para tanto…-decía Sakura con una risa nerviosa.
-Syaoran y Meilin también se están poniendo sus trajes -agregó la azabache- no podía dejar que esos dos se quedaran sin un traje tan espectacular como el tuyo.
-Será mejor que se apuren porque ya me estoy impacientando -se quejaba Kerberos- no sé por qué tenías que llamar al mocoso y la chiquilla.
-No les digas así. Además, llamé a Syaoran porque le prometí que lo haría si algo malo pasaba y a Meilin porque es su prima y es muy buena en las artes marciales-contestó Sakura exaltada.
-El mocoso por lo menos, por que tiene magia pero ¿qué hay de la chiquilla?-refunfuñó Kerberos.
-¿¡¿A quien le dices “chiquilla”?!?-exclamó Meilin saliendo de la camioneta de Tomoyo vistiendo un traje de color negro con rombos color turquesa para que hiciera juego con el conjunto de Sakura. (A diferencia que éste, estaba acompañado por zapatillas de combate a excepción del de Sakura).
-¡Meilin tú también te ves divina!-exclamó Tomoyo dirigiendo su cámara hacia la joven china.
-Muchas gracias-dijo Meilin sonrojada por la pena.
-Ya vámonos-dijo Syaoran demandante. (También lucía un traje negro pero con una espada color turquesa dibujada en la espalda).
-Esperen, aún no me han dicho a donde iremos-dijo la joven china con un pequeño puchero.
-Iremos a la mansión de Hiragizawa-respondió Syaoran con mucha seriedad.
-¿¡¿QUÉEEEE?!?- exclamó Meilin-¿y por qué?
-Eriol Hiragizawa es la reencarnación del mago Clow y creemos que está tratando de ponerle trampas a Sakura nuevamente-dijo el joven chino serio.
-Ya veo… muy bien, será mejor que nos vayamos-dijo Meilin con un poco de decepción.
-Llave que guardas el poder de mi estrella, muestra tu verdadera forma ante Sakura: quien aceptó esta misión contigo, ¡Libérate!-recitó Sakura-¡Vuelo!-gritó haciendo que le aparecieran alas en su espalda para que fuera volando.

Sakura se fue volando gracias a la ayuda de la carta del vuelo y a su lado volaban Yue, quien llevaba a Tomoyo consigo, y Kerberos, quien cargaba a Syaoran y Meilin sobre su espalda. Llegaron a la mansión Hiragizawa y antes de que Syaoran se acercara para intentar abrir el portón bruscamente, éste se abrió solo como sin hubiesen querido decirles que los estaban esperando.

-Entremos-dijo el joven chino en tono serio.
-Espera, aún no-dijo Sakura deteniéndolo.
-Sakura dime, ¿qué piensas hacer?-preguntaba confundida la joven azabache.
-Pues yo no…
-No me digas que no tienes nada planeado-exclamó Meilin.
-No creo que debamos atacar…-comentó la de ojos esmeraldas.
-¿¿Qué dices?? Pero si Yue y Kerberos te contaron la amenaza.-exclamó Syaoran- ya sabes lo que es capaz de hacer Hiragizawa…
-Lo sé pero Eriol es un chico muy amable y no me siento bien viniendo a su casa para confrontarlo-contestó Sakura.
-Será mejor que entremos-dijo secamente Yue-a Clow nunca le gustó esperar.
Sakura y los demás se limitaron a asentir y entrar.
-Muy buenas noches-dijo el joven de anteojos con una gran sonrisa. Se encontraba parado sobre el techo de su casa con Ruby-Moon y Spinel-Sun a ambos lados de él.
-Eriol-exclamó la joven dueña de las cartas.
-Veo que le contaste de nuestra pequeña plática-dijo Ruby-Moon cínicamente.
-Ya bastante has hecho Clow. Dinos, ¿qué piensas hacer con Sakura esta vez?-preguntó Yue seriamente, ignorando a su totalidad el comentario de la guardiana.
-Es de eso que quería hablarles. Mis intenciones no son, para nada, malas-contestó el joven de anteojos.
-Sabemos que te gusta mucho hacer travesuras, ya dinos de una buena vez qué es lo que quieres-exclamó Kerberos.
-Lo que dice es cierto, no tenemos intenciones de poner a prueba a Sakura otra vez-comentó Spinel-Sun.
-Siempre tienen algo que decir, ¿no es cierto?-dijo Yue con un fuerte cinismo.
-¿¡¿No estás retando?!?-exclamó Ruby-Moon elevándose en el aire.
-¡Chicos cálmense!-decía Sakura tratando de hacer que se tranquilizaran.
En ese momento, Ruby-Moon le lanzó un ataque a Yue y éste se defendió lanzándole una bola de energía.
-¡Sakura, cuidado!-gritó Syaoran.
-No te preocupes, estoy bien.-dijo la de ojos esmeraldas, parándose sobre la rama de un árbol.

Yue y Ruby-Moon se lanzaban bolas de energía mientras que Kerberos y Spinel-Sun se lanzaba flamas. Meilin, Syaoran y Tomoyo se protegían detrás de los árboles y la joven dueña de las cartas se protegía parada sobre la rama de los mismos. No había nada que la reencarnación del mago ni la actual deuña de las cartas pudiesen hacer, era casi imposible detener a los 4 guardianes mientras batallaban. Tomoyo se asomaba para grabar toda la acción.

-¡Eriol, haz algo!-exclamó Sakura con desesperación.
-Lo siento pero no hay nada que pueda hacer. Cuando Yue pelea por defender a alguien, es muy difícil sacarlo de su concentración.-contestó el joven de anteojos un poco serio.
-Meilin, creo que este sería un buen momento para pelear-dijo Syaoran guiñándole el ojo como si significara alguna clase de señal.
-Si-contestó sonriente la joven china.
En ese momento, Syaoran y Meilin corrieron hacia el lugar de la pelea.
-¡Syaoran, Meilin! ¡Es muy peligroso!-gritó Tomoyo intentando detenerlos, en vano.
-¡Syaoran!-gritó Sakura.
-¡No te preocupes Kinomoto! ¡Syaoran y yo sabemos exactamente que hacer!-gritó Meilin intentando tranquilizarla.

Cuando llegaron hasta cierto punto, Meilin saltó sobre los hombros de su primo para poder impulsarse y llegar hasta el techo de la mansión. El joven chino se impulsó también para llegar al techo. Cuando los dos estuvieron arriba, saltaron al mismo tiempo para poder patear a los guardianes. Todo lo hicieron de una manera tan coreografiada que parecían como si lo hubiesen ensayado, pero para su mala suerte sus patadas no fueron lo suficientemente fuerte y terminaron cayendo contra el piso a gran velocidad.

-¡Syaoran, Meilin! ¿Se encuentran bien?-preguntó Sakura con un fuerte tono de preocupación.
-Si, no te preocupes-contestó el joven chino levantándose y ayudando a su prima a levantarse.
-Que bueno…-murmuró Sakura en un suspiro.-tengo que hacer algo antes que alguien resulte herido- pensaba seriamente.
-Es verdad…. ¡Sakura, usa la carta Viento para detenerlos!-gritó Tomoyo.
-¡Tienes razón!-gritó Sakura elevándose en el aire.

Se le dificultaba decir su conjuro ya que debía esquivar constantemente las bolas de energía que lanzaban Ruby-Moon y Yue. Syaoran y Meilin observaban toda la acción desde el techo al lado de Eriol, quien no le quitaba los ojos de encima a Tomoyo. Cuando la joven de ojos esmeraldas al fin pudo comenzar a resitar su conjuro, un ataque de los guardianes se desvió y tuvo que esquivarlo interrumpiendo lo que estaba haciendo, pero al hacer eso el ataque se dirigió directamente hacia la joven azabache.

-¡¡¡Tomoyo!!!-gritó Sakura con desesperación y bajando a ver a su amiga.
-¡Daidouji!-exclamó Meilin.
Eriol se paró delante de la joven azabache, quien se encontraba inconciente debido al ataque.
-No te preocupes, ella estará bien-dijo el joven de anteojos, con una sonrisa para tranquilizar a Sakura.
-¿Lo dices en serio?-preguntó con lágrimas en sus ojos.
Eriol asintió sonriente y dijo: -será mejor que hagas lo que ibas a hacer, rápido.
-De acuerdo-contestó secándose las lágrimas.
Sakura se elevó por los cielos y muy decidida comenzó a recitar su conjuro.
-Conviértete en cadenas de justicia, ¡Viento!-gritó haciendo que la carta rodeara a los 4 guardianes evitando que siguieran peleando.
-Lo lograste-dijo sonriente el joven de anteojos.
-¿Cómo está Tomoyo?-preguntó preocupada.
-Será mejor que llamemos a alguien-contestó seriamente.

-----------
La habitación de Tomoyo en la mansión Daidouji estaba en completo silencio. La joven de cabello azabache aun se encontraba dormida y sentados al lado de su cama se encontraban Sakura y Eriol. La joven de ojos esmeraldas se sentía culpable por lo que le había pasado a su amiga y de sus ojos aún emanaban esas lágrimas de tristeza que transmitían un sentimiento de conmoción a cualquiera. Finalmente, la joven azabache abrió sus ojos…

-¡Tomoyo!-exclamó Sakura con mucha alegría.
-Sakura-dijo la joven con una gran sonrisa.
-¿Ya te sientes mejor?-preguntó Eriol.
-Si, muchas gracias-contestó con una sonrisa.
Repentinamente, Sakura comenzó a llorar desconsoladamente con su cabeza apoyada en el regazo de Tomoyo mientras la abrazaba fuertemente.
-Tomoyo perdóname… no quería que salieras lastimada y por mi culpa tienes el brazo vendado- decía entre sollozos.
-No te preocupes por eso, no fue tu culpa-decía acariciando sus cabellos mientras trataba de tranquilizarla.

Eriol observaba esa escena y se percató de algo: los ojos de Tomoyo brillaban incandescentes mientras acariciaba el cabello de Sakura, y en sus mejillas se podían distinguir un poco de sonrojo. Pare Eriol, era común ver en ella anta alegría pero nunca de la manera en que se presentaba al estar al lado de Sakura. Era un sentimiento que iba más allá de la amistad… era casi de la misma manera que él se sentía por ella.

Continuará……….​

​

Mil disculpas si quedó muy corto pero en el office se ve más grande :P

 

Re: Perfecto para olvidar (Tomo&Eriol)

No puede ser!!! Perdí el papel donde tenía escritas mis ideas en orden de cómo iría el fic L. Espero no confundirme.

Perfecto para olvidar​

(Tomoyo&Eriol)​

Cáp. 8 Confesiones​

​

Habían pasado ya 3 semanas desde aquella pelea entre los 4 guardianes y no había ocurrido nada malo desde entonces. Sakura, Tomoyo, Syaoran, Eriol, Naoko, Chiharu, Rika, Meilin y Yamazaki se encontraban de día de campo ese último día de vacaciones. La mano de Tomoyo seguía cubierta por vendajes, por esa razón la joven dueña de las cartas la ayudaba pues aún se sentía culpable por lo que le había pasado. El joven de anteojos aun no había tenido la oportunidad para hablar con la azabache acerca de lo sucedido, ni de preguntarle la razón de su forma de mirar a Sakura.

-Dinos Tomoyo, ¿qué fue lo que te pasó en el brazo?-preguntó curiosa Naoko.
-Se cayó por las escaleras en mi casa.-contestó Eriol.
-Ya veo. Que bueno que el joven Hiragizawa estaba ahí para ayudarte-comentó Rika.
-Tienes razón, él fue de mucha ayuda-añadió la azabache con una gran sonrisa dirigida a Eriol, causando así, celos en su amigo sobre protector: Syaoran.
-¿Y cuándo te quitarán los vendajes?-preguntó Rika.
-Aún no lo sé. El Dr. Dice que posiblemente en 2 semanas-contestó Tomoyo con una cálida sonrisa.
-Que mal-murmuró Chiharu con un suspiro.
-¿Por qué lo dices?-preguntó Sakura confundida.
-¿Qué no lo saben? El día de la feria cultural será dentro de una semana en el colegio y es posible que a nosotros nos toque hacer una obra. Si Tomoyo tiene su mano lastimada no podrá controlar las luces del escenario-contestó Chiharu con seriedad.
-Es verdad.-exclamó Sakura.
-Eso no es lo que me preocupa. Me preocupa el no poder confeccionarle el traje a Sakura-exclamó con un pequeño sollozo causando que todos los presentes sufrieran una caída estilo anime.
-Daidouji es una chica muy rara-murmuró Meilin para sí misma.
-¡Es verdad!-exclamó Naoko repentinamente- dinos Meilin, ¿te quedarás después de las vacaciones o regresarás a Hong Kong?-preguntó curiosa.
-Pues pienso quedarme hasta que termine el año-contestó orgullosa.
-¿En verdad? ¡Que buena noticia!-exclamó Sakura sonriente.

Continuaron hablando de lo que hicieron durante las vacaciones y luego se despidieron para irse a sus hogares. Las guardaespaldas de Tomoyo fueron por ella, como de costumbre, pero la trataban con un poco más de cuidado puesto que Sonomi no quería que se volviese a lastimar. Eriol le había dicho la misma mentira de que la azabache se había caído por las escaleras de su mansión y ella simplemente le agradeció sus cuidados, con una amplia sonrisa.
Al siguiente día, todos se presentaron al salón de clases muy alegres, a excepción de Syaoran, quien se encontraba frustrado por su prima que no paraba de hablar de cuanto desearía que le tocara el papel principal en la obra (si es que le hacían) al lado de Eriol.

-Buenos días-dijo Sakura al entrar al salón de clases.
-Buenos días Sakura-contestó Tomoyo con una gran sonrisa.
Nuevamente sus ojos habían brillado de una manera especial y Eriol lo había notado pero no dijo nada.
-Buenos días Eriol-agregó la joven de ojos esmeraldas.
-Muy buenos días Sakura-respondió el joven de anteojos.

El profesor entró al salón de clases y todos se fueron a sus asientos. Tomó una cartulina que traía consigo y lo pegó sobre el pizarrón.

-La próxima semana realizará la feria cultural en las instalaciones de esta secundaria -prosiguió el profesor- nuestro salón estará encargado de hacer una obra.
-Excelente.- pensó Meilin, triunfantemente.
-La obra que realizaremos será “Blancanieves” -agregó- Todos aquellos que estén dispuestos a participar, pasen adelante y toman un papel de esta caja-decía señalando una pequeña cajita colocada sobre su escritorio- en esta vienen escritos los personajes y dependiendo el papel que tomen, será su papel.
-Perfecto, así yo seré la princesa y el príncipe será Eriol- pensaba embelezada la joven china, ruborizada.

Pasaron todos los estudiantes, uno por uno. A Syaoran le tocaría el papel de uno de los enanitos, la bruja mala sería Naoko, Sakura sería una sirvienta del reino, a Yamazaki le había tocado el papel del espejo mágico, y así sucesivamente les tocaron los papeles secundarios. Los papeles principales como Blancanieves y el príncipe azul serían tomados por: Li Meilin y Eriol Hiragizawa, lo que causó un fuerte sonrojo en la joven china y celos por parte de su primo.

-También quisiera anunciarles que la srta. Daidouji no podrá controlar las luces del escenario por sí sola y quisiera algún voluntario para que la ayudase-comentó el profesor.
-Yo la ayudaré-contestó rápidamente, Eriol sonriente.
-Pero joven Hiragizawa, ¿cómo actuará y la ayudará al mismo tiempo?-exclamó el profesor sorprendido.
-No se preocupe. El personaje como príncipe azul actúa hasta el final de la obra, yo podría ayudarla mientras no esté en escena- respondió respetuosamente.
-De acuerdo. El joven Hiragizawa será quien ayude a la srta. Daidouji.
Eriol y Tomoyo intercambiaron cálidas sonrisas entre ellos. Syaoran miraba la escena con recelo mientras que Meilin se encolerizaba.

Las clases continuaron normales durante todo ese día y el profesor les ofreció la última hora de clases para que ensayaran la obra. Durante el ensayo, Tomoyo observaba a Sakura con una cálida sonrisa y sus ojos nuevamente brillantes, Eriol observaba la escena un poco intrigado pero no ocultaba el mismo brillo que tenía al ver a la azabache, causando más confusiones y recelo en Syaoran.
Cuando las clases al fin se dieron por terminadas, el joven chino se apresuró a buscar a Tomoyo antes que ésta se fuera. La detuvo tomándola gentilmente del brazo.

-Tomoyo, quiero hablar contigo-dijo seriamente viéndola directamente a los ojos.
-Muy bien-contestó con sus típicas sonrisas carismáticas mientras lo seguía hasta el patio del colegio.
Cuando llegaron hasta un lugar donde no los vieran, el silencio reinó por unos momentos hasta que Syaoran decidió hablar.
-¿Cómo están las cosas entre tú y Sakura?-preguntó la azabache con mucha inocencia.
-Bien, pero no es de eso que quería hablar-contestó secamente.
-¿De qué se trata?-preguntó intrigada.
-Dime, ¿qué hay entre tú y Hiragizawa?-preguntó fríamente.
-¿A qué te refieres?-preguntó confundida.
-He visto la manera como se miran y como le sonríes…-comentó serio.
-No hay nada entre nosotros, si a eso te refieres-contestó con una sonrisa.
-Ten cuidado-murmuró y dicho eso, se marchó de ese lugar.

Tomoyo no comprendía esas últimas palabras pero encontraba adorable la forma en que su amigo se preocupaba por ella. La azabache se fue de ese lugar e iba en dirección a la limusina que la esperaba, cuando sintió que alguien ponía su mano con delicadeza sobre su hombro. Se dio la vuelta y en efecto, era el joven de anteojos que venía de Inglaterra, quien estaba detrás de ella.

-¿Tienes un momento?-preguntó sonriente.
-Seguro.-contestó con la misma sonrisa.
-Sígueme-dicho esto, tomó su mano y caminaron de esa manera hasta llegar al parque pingüino.
-Dime, ¿de qué querías hablar?-preguntó Tomoyo.
-Pues, quería decirte algo importante desde hace un tiempo pero noté algo que me gustaría me explicaras, si no te molesta-dijo dándole una señal con su mano para que se sentara en una banca.
-¿Qué sucede? ¿Pasó algo malo?-preguntó un poco preocupada.
-Sé que sientes algo muy especial por Sakura-contestó viéndola de frente.
Por un momento, la azabache no dijo puesto que se encontraba sorprendida. Esos minutos de silencio fueron eternos pero se tranquilizó.
-Perdóname, no quise incomodarte-dijo Eriol con ternura.
-No te preocupes. Pero dime, ¿cómo te diste cuenta?-preguntó sonriente y más calmada.
-Por la manera en que la miras.-contestó-Es la misma manera en la que te miro a ti-agregó sonriente.
Un pequeño rubor se apoderó de las mejillas de Tomoyo, ya que no esperaba que dijera eso.
-Tú me gustas mucho pero no sé si lo que sientes por Sakura es muy fuerte…-no terminó de hablar ya que la azabache lo interrumpió.
-Mis sentimientos hacia Sakura han sido fuertes desde que éramos pequeñas y a medida fuimos creciendo me fui dando cuenta que esos sentimientos no eran como creí que lo serían-decía viéndolo de frente-no me sentía bien conmigo misma por sentir algo así hacia otra chica. Pero me di cuenta que esos sentimientos no son románticos, sino un sentimiento de mejores amigas desde la infancia.-pequeñas lágrimas brotaron lentamente de sus ojos.
-Está bien. No permitas que esos sentimientos te confundan, no me gusta verte triste-dijo ofreciéndole un pañuelo para que se secara las lágrimas.
-Eres un chico muy amable, Eriol. Pero no estoy segura de lo que siento por Sakura y no me gustaría hacerte sufrir dándote falsas esperanzas.-le dijo ofreciéndole una cálida sonrisa.
-No te preocupes por eso. Para mí es suficiente con verte sonreír nuevamente-le dijo sonriéndole dulcemente.
-Perdóname. Espero que esto no se interponga en nuestra amistad-le dijo inocentemente.
-Eso no pasará-contestó Eriol.

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-¿Hablabas con ese mocoso?-preguntó Kero mientras jugaba con los videojuegos, al ver que Sakura colgaba el teléfono.
-Syaoran no es ningún mocoso-renegó la joven de ojos esmeraldas-le pregunté por qué no lo vi a la salida y me dijo que habló con Tomoyo…
-¿Con Tomoyo?-exclamó Kero-¿y acerca de qué?
-No lo sé. Dice que le preguntó acerca de su relación con Eriol-contestó la joven, confundida.
-¿Y eso que tiene de malo? Ya era hora que alguien les preguntara que se traen esos dos-comentó el pequeño guardián.
-¿De qué hablas?-preguntó confundida.
-¿Qué no te has dado cuenta?-exclamó Kero.
-¿¿Darme cuenta de qué??-exclamó aún más confundida.
-Sakura, eres una niña muy distraída- contestó el pequeño guardián, quien seguía jugando.

Sakura se quedó estupefacta ante tal respuesta. En verdad que no sabía de qué se trataba todo eso, pero no se quedó a analizarlo por mucho tiempo pues su hermano la sacó de sus pensamientos con su clásico: “monstruo, ya ven a comer”, ganándose así una fuerte patada y los reniegos de una colegiala enfadada.

Mientras tanto, en la mansión Daidouji……

-Tomoyo, hija ¿dónde habías estado? Me tenías preocupada-exclamó Sonomi, quien corrió a abrazar a su hija fuertemente.
-Disculpa, no quise preocuparte. Solamente quise ir a caminar un poco al parque pingüino-contestó la azabache.
-De acuerdo, pero sabes que no me gusta que andes sola. Podrías caerte y volverte a lastimar-dijo la preocupada madre, quien aún la abrazaba.
-Y dime, ¿qué hacía sola en el parque?-preguntó un poco intrigada.
-Solamente quise aclarar mi mente-contestó sonriente.
-De acuerdo. Sube a tu habitación, le diré a una de las sirvientas que te lleve tu comida-dijo Sonomi, a lo que recibió una sonrisa por parte de su hija.

Continuará………..​

 

Re: Perfecto para olvidar (Tomo&Eriol)

Perfecto para olvidar​

(Tomoyo&Eriol)​

Cáp. 9 La obra y un sonrojo​

​

-¿Cuál es el nombre de esa bella mujer que descansa?-preguntó Eriol, representando al príncipe.
-Su nombre es Blancanieves. La hemos dejado en este lugar para despedirnos de ella pues ha fallecido-contestó uno de los 7 enanitos (Syaoran).
-Es una lástima. Será mejor despedirla con un beso-decía el príncipe mientras se acercaba lentamente al rostro de Meilin.
-¡Muy bien! ¡Excelente ensayo!-exclamó Chiharu interrumpiendo el momento.-será mejor que nos vayamos a descansar. Mañana será la feria cultural-agregó.
-Si-dijeron todos los presentes.
-Actuaste muy bien, Eriol-dijo Tomoyo con una sonrisa tierna.
-Muchas gracias-contestó feliz.
-Creo que Eriol hace muy bien el papel de príncipe-agregó Sakura, quien se acercaba a sus amigos.
-No es para tanto-decía modestamente, el joven de anteojos.
-Syaoran hace un buen papel de enanito-agregó la azabache.
-No entiendo por qué yo debo ser un enano-se quejaba el joven chino mientras se aproximaba a sus amigos.
-¡Sakura! ¡Tú serás la sirvienta más hermosa!-exclamó repentinamente Tomoyo-¡Te haré un traje que te hará ver como un ángel!
La joven de ojos esmeraldas miraba a su amiga con una gota estilo anime, dibujada detrás de su cabeza.
-Es verdad Tomoyo, ¿te quedarás esta noche en mi casa?-exclamó Sakura.
-Así es-contestó sonriente.
-¿Qué sucede? ¿Por qué te quedarás en su casa?-preguntó Syaoran, extrañado.
-Mi madre está de viaje y me dejó quedarme esta noche en casa de Sakura, pero prometió que iría a ver la obra mañana-contestó la azabache.
-Ya veo-musitó el joven chino.
-Syaoran, ¿y tú qué harás esta noche?-preguntó Sakura, curiosa.
-Meilin quiere que ensayemos nuestros diálogos. La ayudaré a aprendérselos- contestó el joven chino.
-Es verdad, en el ensayo de hoy noté que le costó mucho trabajo poder decir sus líneas correctamente-comentó Tomoyo.
-Estoy seguro que le irá bien-agregó Eriol con una gran sonrisa.

Se despidieron y se fueron a sus respectivos hogares. Durante esos últimos 5 días que habían transcurrido desde la confesión de Eriol, Tomoyo no le había contado nada a nadie, aunque se sentía mal por ocultarle ese secreto a su mejor amiga, pero sabía que si se lo contaba tendría que decirle de sus sentimientos hacia ella.
Cuando llegaron a la casa de Sakura, quien les abrió la puerta resultó ser Yukito.

-¡Yukito! ¿Qué haces aquí?-exclamó Sakura, sorprendida de verlo.
-Tu padre se quedará hasta tarde en el trabajo y nos pidió a Touya y a mí que las cuidáramos-contestó el joven de cabellos grises con una sonrisa de inocencia.
-¿Y dónde está mi hermano?-preguntó la joven de ojos esmeraldas, mientras buscaba a su hermano con la mirada, en vano.
-Salió a comprar algunas cosas para la cena. Seguramente no tardará en llegar-contestó amable.
-Ya veo…-murmuró Sakura con un suspiro- Mi papá siempre los deja a cargo de la casa cuando trabaja hasta tarde, pero nunca me deja sola…
-Es porque te quiere mucho y le preocupas-dijo Yukito sonriente.-Buenas noches Tomoyo-dijo viendo a la azabache.
-Buenas noches, joven Yukito-respondió inclinándose respetuosamente.
-Tu mano-exclamó al ver su mano vendada.
-No es nada, solo fue cuando…
-Lo siento-dijo adelantándose a lo que iba a decir.
-Solo fue un accidente-comentó con una dulce sonrisa.
-No deberías ser tan amable, después de todo fue su culpa que comenzáramos a pelear-dijo Kero, quien apareció repentinamente.
-¡Kero! No deberías ser tan grosero-regañó Sakura.
-Ya llegué-dijo Touya entrando a la casa.
Kero se escondió rápidamente, detrás del sofá.
-Buenas noches, hermano.
-Buenas noches, Touya-dijo Yukito.
-Buenas noches-dijo el moreno, llegando hacia donde se encontraban ellos.

Las dos chicas subieron a la habitación de Sakura. Comenzaron a hablar de muchos temas, desde el traje que confeccionaría Tomoyo para Sakura, hasta lo que harían después que terminara la obra. En verdad que habían sacado a relucir muchos temas, en consideración del poco tiempo que llevaban hablando, pero eso no evitó que Sakura tocara el tema de los últimos hechos de esa semana……

-Tomoyo, dime ¿pasó algo malo?-preguntó la joven de ojos esmeraldas, un poco preocupada.
-¿A qué te refieres?-preguntó confundida.
-Verás, hace unos días Syaoran me dijo que habló con tigo acerca de tu relación con Eriol, pero no sé a qué se refería y luego Kero me dijo que ya era hora que alguien les hablara del tema…-comentó Sakura.
-Pero no ha pasado nada malo-contestó la azabache un poco sonrojada pues sabía que tendría que contarle TODO.
-Ya veo. Y dime, ¿sabes a qué se refería Kero con eso de “ya era hora que alguien les preguntara”?-preguntó con curiosidad.
Tomoyo tomó aire y decidió contestarle:-pues verás…
-¡Monstruo, vengan a comer!-gritó Touya desde abajo, interrumpiendo las palabras de la azabache.
-¡Que no soy un monstruo!-exclamó enojada mientras salía de la habitación.
La joven de cabellos azabaches, suspiró pues se sentía aliviada.
-Sakura es muy distraída. La pobre aún no se da cuenta-dijo Kero, quien apareció de la nada.
-No me asustes de esa manera-dijo Tomoyo.
-Disculpa. Y dime, ¿por qué no le cuentas a Sakura?-preguntó curioso.
-Pues yo…
-Tomoyo, ¿no vienes?-preguntó Sakura, entrando nuevamente a la habitación.
-En seguida bajo-contestó sonriente mientras se levantaba.

-----------
Al siguiente día, en las instalaciones de la secundaria de Tomoeda, los estudiantes del 9no grado se preparaban para actuar. Todos se ponían sus trajes y ensayaban una vez más, sus diálogos. Los padres de familia y otros invitados, entraban al salón teatral donde se realizaría la obra. Todos se encontraban muy felices….todos a excepción de un pequeño guardián, quien se quejaba en la cabina desde dónde se controlan las luces del escenario y el telón.

-¡No me parece justo que deba fingir ser un muñeco para que tu ayudante no me reconozca!-se quejaba Kero.
-Tranquilízate. Además, la persona que me ayudará es…
-Hola Kerberos-dijo Eriol con una sonrisa, mientras entraba en la cabina.
-Clow…-dijo Kero seriamente, viéndolo a los ojos.
-Llámame: Eriol-dijo sonriente.
El guardián no dijo nada y simplemente se dio la vuelta de brazos cruzados. Tomoyo miraba esa escena con una sonrisa en su rostro.
-¿Puedo sentarme?-preguntó el joven de anteojos, respetuosamente.
-Claro-contestó la azabache, sonriente.
Eriol se sentó y miró a Tomoyo con una sonrisa en su rostro.
-Ya es hora de comenzar-dijo la joven de cabello azabache.

Comenzó a narrar la historia, y salieron a escena Meilin y Naoko. La obra marchaba bien y ninguno se equivocaba con sus líneas, ni siquiera Meilin, a quien le había costado mucho trabajo aprendérselas. Cuando salió Sakura en escena, Tomoyo la observaba con un brillo en sus ojos que Eriol pudo notar pero no dijo nada. Después de largos minutos, era la última escena: cuando saldría el príncipe azul. La azabache y el joven de anteojos cerraron el telón para que pudiera prepararse.

-Esta es tu escena-dijo Tomoyo ofreciéndole una cálida sonrisa.
-¿Está segura que podrás sola con los controles?-preguntó galantemente.
-Yo me haré cargo de eso. Ahora ve a cambiarte-contestó Kero.

Eriol abandonó la cabina para poder ponerse su traje. Cuando se estuvo listo, caminó hacia el escenario y fue allí cuando Tomoyo y Kero abrieron el telón.
Los 7 enanitos lloraban alrededor del pedestal donde tenían el inerte cuerpo de Blancanieves, cuando de repente apareció un joven muy apuesto montado en su noble corcel. El joven se acercó lentamente hacia uno de los enanitos para preguntar qué estaba pasando. Sin darse cuenta, un leve sonrojo se apoderó de las mejillas de Tomoyo cuando vio a Eriol salir en escena. Su corazón palpitaba a gran velocidad y sus ojos brillaban embelezados. Kero la vio y supo de lo que se trataba, pero intentaba ignorarla y prestar atención a la obra.

-¿Cuál es el nombre de esta bella mujer que descansa?-preguntó el príncipe, haciendo una reverencia.
-Su nombre es Blancanieves. La hemos dejado en este lugar para despedirla, pues ha fallecido-contestó con tristeza, uno de los enanos.
-Es una lástima. Será mejor despedirla con un beso-decía acercándose al rostro de Blancanieves.

Cuando los labios de Eriol y Meilin estuvieron a punto de tocarse, Kero atenuó las luces al punto en que no se vieran, y cerró el telón para darle un efecto dramático. Tomoyo se sobresaltó cuando hizo eso pues no estaba en los guiones el que se apagaran las luces al momento del beso, sin embargo, se podían escuchar muchos aplausos.
Cuando la obra por fin estuvo terminada, la azabache metió al pequeño guardián en su bolso y se dirigió tras bastidores para felicitar a sus amigos por sus buenas actuaciones.

-¡Sakura, te veías bellísima como sirvienta!-exclamó Tomoyo-no importa la situación ni el personaje que te tocara, siempre te ves como un ángel.
-No es para tanto-dijo su amiga con una risa nerviosa.
-Las actuaciones de Syaoran y Eriol también fueron magníficas-agregó la azabache.
-Muchas gracias-dijo el joven de anteojos, con una sonrisa.
-Y tú no te quedas atrás, Meilin. Me sorprendió mucho que te supieras tus líneas-comentó Sakura.
-Eso es porque Syaoran y yo estuvimos practicando-contestó orgullos- pero no entiendo por qué apagaste las luces a último momento, Daidouji.-comentó intrigada.
Un leve sonrojo se apoderó nuevamente de la azabache, pero esta vez se debía a la pena y no a un sentimiento de otra clase, como el anterior.
-Pues verás…
-Hola monstruo-dijo Touya interrumpiendo lo que diría la azabache, mientras se acercaba al grupo de jóvenes colegiales.
-Hermano…-dijo Sakura entre dientes.
-Buenas tardes, Sakura.-dijo Yukito sonriente.
-Buenas tardes, Yuito-contestó con una sonrisa.- ¿Qué les parece si los invito a todos a almorzar?
-De acuerdo-contestaron todos al unísono.
-¿El mocoso también viene?-preguntó Touya, viendo a Syaoran con recelo.
-Touya, no seas así. No te preocupes, tú también puedes venir-dijo el joven de cabellos grises, con una sonrisa.
-Gracias-contestó el joven chino.

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Estaban todos comiendo. Touya le hacía malas caras a Syaoran pues éste se encontraba sentado al lado de Sakura. La conversación fue muy divertida gracias a Yukito. Después de algunos minutos, tocaron el tema de la obra.

-Tu mano sigue lastimada-comentó el joven de cabellos grises.
-No es nada.-contestó Tomoyo con una pequeña sonrisa.
-¿Cómo pudiste controla las luces del escenario y el telón por ti sola?-preguntó Yukito, un poco intrigado.
Nuevamente, la azabache se sonrojó y fue algo que todos notaron.
-Eriol me ayudó con los controles, mientras no estaba en escena-contestó finalmente, con una sonrisa.
-Ya veo.-murmuró Yukito.
-No es para tanto. El mayor trabajo lo hizo ella-dijo modestamente.

Cuando se hubo terminado el almuerzo, Sakura, Touya y Yukito se fueron a la residencia Kinomoto. Syaoran y Meilin se fueron a la mansión Li, donde los esperaba Wei. El joven de anteojos se ofreció a llevar a Tomoyo a su hogar con la excusa de que necesitaría ayuda con su bolso. Durante el camino, no hablaron hasta que la joven azabache quiso hablar.

-No debiste molestarte en ofrecerte a llevarme a casa-comentó sonriente, mientras caminaba al lado de Eriol.
-No te preocupes por eso. Me gusta serte de ayuda, además me gustaría saludar a tu madre. Es una sra. Muy amable-contestó con sus típicas sonrisas serenas.
-Muchas gracias. Estoy segura que le agradará saber lo que opinas de ella-dijo Tomoyo.
-Dime, ¿cómo sigue tu mano?-preguntó preocupado.
-No te preocupes por eso. Ya sanará…-contestó viéndolo a los ojos.
-Eso espero.

Continuará………..​