One-shot de Naruto - No es fácil [Familia Nara]

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Esta historia participa de la actividad Otro día otro Ninja organizada por Pire

No es fácil
¿Alguna vez alguien dijo que ser padres era fácil? Sí, bueno, no es así.
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05 de abril del 2007 (1:54 a.m)​

«Buuaaaaa, buuaaaaa», se escuchaba de fondo el constante llanto de Shikadai a través del monitor, interrumpiendo —nuevamente— el merecido descanso de sus progenitores.

—Shikamaru, te toca —indico con la voz ronca y reseca por el sueño una agotada Temari.

—Acabo de ir... —el aludido respondió entre continuos bostezos.

—No, esa fui yo.

—Tsk, qué problemático. —Haciendo un esfuerzo y con mucha fuerza de voluntad, tanteó el suelo en busca de sus zapatillas y caminó hasta la habitación contigua a la suya dispuesto a hacer lo posible por calmar a su pequeño hijo.

Una vez frente a la cuna, comprobó que no tuviera hambre o el pañal sucio y lo tomó delicadamente en brazos para arrullarlo como había aprendido a hacer a pesar del miedo que le causaba cargar su cuerpo pequeño y frágil al principio; luego de algunos minutos de estar meciéndole y tratar de no dormirse él mismo en lugar de al bebe, lo volvió a acostar y regreso a la cama.

05 de abril del 2007 (2:47 a.m)​

—Mm, voy —se puso de pie dispuesta a hacer el mismo procedimiento que ya era rutina todas las noches.

—¿Cuándo se supone que dormirá más de tres horas seguidas? —pregunto con la voz entrecortada el Nara.

—Se supone que alrededor de los 4 0 6 meses de nacido se consolida el comportamiento nocturno de los bebes en algunos casos —respondió con voz tenue tallándose los ojos.

—Ya tiene siete.

—Para algo tuyo que pudo haber heredado en estos momentos...—le dejo caer la indirecta deseando por primera vez en su vida que su hijo realmente durmiera tanto como lo hacia su padre.

Estuvo jugando alrededor de 10 minutos con él con un peluche del Shukaku que el pequeño adoraba y que su tio Gaara le había regalado antes de poder dormirle.
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05 de abril del 2007 (4:02 a.m)
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—Lo traeré con nosotros —le dijo el pelinegro ya completamente exhausto de ir y venir.

—Ni se te ocurra Shikamaru, después no querrá dormir solo y llorara más.

—Tsk, esta bien.
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3 doritos después (4:45)​

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Estaba conciliando el sueño cuando sintió el lado contrario del colchón hundirse bajo el peso de Temari, pero a su vez escucho el ya conocido gorjeo inquieto de Shikadai.

—¿Pero qué..? —se dio la vuelta cuidando de no hacer movimientos bruscos y observó al pequeño en medio de ellos—. ¿No que se malacostumbraria?

—¿Ahora tú también vas a llorar? No seas quejica, Shikamaru —se burló, evadiendo el tema con una sonrisa socarrona.

Sin querer o tener energías para pelear, se rindieron todos al sueño entre juguetes de bebe y un «problemática» por parte de Shikamaru.
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06 de abril del 2007 (7:25 a.m)​

—Rayos, se ven terribles —comentó Ino sin tacto alguno y asustada de sus expresiones.

—Y nos sentimos peor —respondió Shikamaru con voz cansina— En fin, ¿podrás cuidarlo? Aunque será corta Temari y yo regresaremos bien entrada la noche de la misión.

—Si, claro. No habrá problema.

—Te advierto que puede que no te deje dormir —informo con seriedad antes de partir junto a su esposa y despedirse de su hijo.
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07 de abril del 2007 (4.18 a.m)
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—Oh, ya están aquí —los recibió la ojiazul al sentirlos llegar, recién despertando.

—Hola, gracias por cuidarlo Ino. ¿Cómo se portó Shikadai en todo el día? Lo siento si no te dejo pegar ojo, suele tener mal dormir —se disculpo apenada Temari.

—¡Para nada! Se comporto como un ángel en todo el día y ha dormido de corrido toda la noche —exclamo feliz.

—¿En serio? —cuestiono el Nara sin poder creérselo, estando Temari igual de perpleja que él.

—¿Nuestro hijo? ¿Qué le hiciste? —sin poder terminar de asimilarlo, miraba a la florista como si le hubiera salido otra cabeza.

—Nada, se los juro. No exageren —les respondió divertida— Bueno, yo los dejo, nos vemos luego —se despidio la Yamanaka, regresando a su casa donde cierto artista le esperaba...

Mientras, ellos se mantuvieron inmóviles cruzando sus miradas durante unos segundos antes de ir a la cama para finalmente poder descansar durante las siguientes horas, felices de que Shikadai al fin estuviera durmiendo de corrido. Luego de haber tenido un día tan ajetreado en la misión y sin haber podido dormir debidamente la noche anterior les hacia falta.

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Otros 3 doritos después...
«Buuaaaaa, buuaaaaa»​

—¡No puede ser! —exclamaron al unisono.

¿Quién diría que años después ese pequeño bebe si le tomaría el gusto a dormir? Pero por el momento, ¿aún creen que ser padres es fácil? Pregúntaselo a ellos sí es así.
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