One-shot de Inuyasha - Nada dura para siempre [Kagura]

Nada dura para siempre [Kagura]

Con este escrito participé en el concurso "El viento enjaulado"
Está centrado en Kagura, espero les agrade :3
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Nada dura para siempre.
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Sentada sobre la suave hierba, cerca de un acantilado y bajo el cielo nocturno completamente lleno de estrellas brillantes y de tonos áureos, una joven mujer de hebras azabaches y orbes de un color carmín yacía perdida en sus pensamientos. Con su mirada extraviada en la enorme luna llena, mientras sus ojos reflejaban la imagen de ésta. Por otro lado la brisa de la noche acariciaba sus mejillas y algunas hojas caían y eran atrapadas por el viento, éste mismo las hacía revolotear llevándoselas hacia algún lugar incierto.

“La única forma en la que conseguirás tu libertad… será cuando yo deje de existir”

Esas palabras suenan una y otra vez en su mente; sin poder hacer nada al respecto, por conseguir lo que ella siempre ha querido y anhelado, desde que ha sido creada con el don del conocimiento y la razón, se ha resignado a vivir todo lo que resta de su vida, sirviendo al ser más despreciable que ha existido, Naraku.

Una y otra vez, ha tratado de frustrar los malignos planes de aquel ser, pero siempre fracasando.

—Sin tan solo no…

Suspiró amargamente. Llevó su mano derecha a su pecho, más específicamente a la zona de su corazón, claro símbolo de su sufrimiento.

—Si tan sólo él no lo tuviera…—articuló, mientras apretaba la tela de su túnica con fuerza y, mordiéndose el labio inferior, trataba de descargar la frustración que sentía en esos momentos.

—Kagura.

Una voz tintineó en sus oídos, y la aludida volvió de su trance. Borró momentáneamente los pensamientos de injusticia que le retumbaban incansablemente por la cabeza y, nombró a la joven que la llamaba de una forma cortés pero igualmente en tinte glacial.

—Kanna—susurró la mujer de hebras azabaches, dirigiendo una mirada expectante hacia la pequeña niña vestida de un kimono blanco, quien llevaba consigo un espejo—¿Qué sucede?—preguntó poniéndose de pie y volviendo a su semblante serio.

La niña que responde al nombre de Kanna, dio media vuelta, dándole la espalda a la mujer de azabaches cabellos.

—Naraku te necesita—respondió cortante, para después comenzar a caminar a paso lento.

Kagura bajó la mirada. Observó el suelo, mientras intentaba recuperar la compostura.

—Ah…—cerró sus ojos y dejó escapar un gran suspiro. Alzó la mirada y tomó con su mano derecha un pequeño abanico, suponiendo que en su próxima misión tendría que luchar.

Aún le queda mucho por recorrer, para que llegue el día en que por fin conseguirá lo que tango desea. ¿Quién sabe? Tal vez su libertad llegue de muchas maneras…

Fin.
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Este es mi primer escrito que hice sobre InuYasha, en este caso centrado en Kagura. Agradecimiento a Fayth por el beteo. Te quiero, washitA :llorar1:

Gracias por leer (LL
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