Mujer Policía. (DeiIno)

Mujer Policía. (DeiIno)

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[N/A]

¡Hola! XD Datos en el segundo N/A. e,e No cuestionen.

Autor: KaoriSama/Tsubaki/asdf
Título: Mujer Policía.
Pareja: Deidara x Ino. (LLLL
Género: General/Parodia. (O algo así e,e)
Clasificación: T
Tipo: One-shot.
Palabras: 1103 (Contando el título).
Advertencias: OoC, estupidez/perversión por parte de Deidara (xD), no sé qué máh. C:
Sumario: <<Pensó que al ser mujer todo estaría bien. Pero lo que él no sabía era que, cuando se trata de seducción, la mujer es la número uno>>

Dedicatoria: Kiiori Temari. ;___; Porque la idea me salió cuando hablaba con ella.

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Mujer Policía​

Sus pasos fueron cada vez más forzados a causa de la persona quien lo obligaba a avanzar de una manera muy iracunda para él. De vez en cuando expulsaba leves quejas de incomodidad, con su cólera latente, pero notable.

La cegadora y amarilla iluminación de la luciérnaga en el techo le disgustaba; mantenía los párpados incompletamente cerrados ya que provenía de las afueras del domicilio.

Vio como el cerrojo de la pieza de madera soltaba el amargo sonido metálico y a continuación la entrada se abrió totalmente; entró de manera impulsiva gracias al empujón por parte del uniformado, por lo que se quejó al ser preceptivamente sentado en la silla.

Sus orbes azul grisáceos se pasearon por el entorno no muy hospitalario, mientras su paciencia se hacía casi inexistente. Después de unos segundos cruzó sus brazos de manera machista, levantando con ligereza la mandíbula.

Maldijo un par de veces en su mentalidad aparentemente sucia; gracias a Kami-sama llegó en ese instante el personal singular que lo atendería: Sasuke Uchiha, por lo que encorvó los labios de manera elegante, dejando lucir la hilera de huesos blancos.

—¡Uchiha! ¡Cuánto tiempo! —exclamó con causticidad.

El aludido dirigió las piedras opacas hacia el parlante; iris y pupilas tan ennegrecidas que era casi utópico diferenciarlas, pero eso al primer hablante no le inmutó sin esmero; estaba acostumbrado a ver aquellas cuencas rellenas de oscuridad.

Su respuesta al inicio fue silencio. Luego de acercarse a otro policía y hablar, se ofreció a contestar con autosuficiencia.

—¿Cuántas veces has ido a prisión por la misma tontería? —cuestionó con sarcasmo, mas al interrogado le pareció hilarante aquella inquisición—. ¿Robo, otra vez?

Rió por lo bajo haciendo que su pecho temblara; su sonrisa era únicamente de personas taimadas. Luego de chasquear la lengua se dispuso a responder con la relajación como primer plato.

—Tal vez sí… Tal vez no… Quizás… —jugó con las palabras buscando sacar de quicio al menor de la familia Uchiha—, y no creas que hablaré con las típicas preguntas que siempre hacen en esta comisaría de cuarta —se jactó. Sasuke disminuyó el espacio que había entre las líneas de pelo sobre sus párpados.

Dejó escapar aire actualmente succionado por las bolsas enormes dentro de su organismo. Contrajo los labios para humedecerlos con precariedad.
Supo que seguramente ya Deidara sabía todos los trucos de los oficiales en aquel establecimiento. No le serviría de nada hacerle un cuestionario sin que él respondiese de manera correcta a propósito.

—Con que… no hablarás, ¿cierto? —cuestionó iracundo. El preguntado se encogió de hombros, elegantemente con sorna: claramente eso significaba un no—. En ese caso… —el moreno le hizo un ademán con la cabeza a uno de los guardias presentes, el cual salió de la sala.

El delincuente se sintió interesado por los planes de Uchiha, por lo que su perfil cambió de un burlón a uno un poco más serio; se acomodó en el asiento de metal frío.

—¿Qué pretendes?

—Dime algo, Deidara —ignoró la cuestión anterior—… ¿quieres agua? —esta vez inquirió él, sosteniendo en su mano áspera un recipiente cilíndrico, no muy grande lleno de fluido transparente.

Un mechón de cabello dorado descendió posándose en la frente del forajido al instante en que el Uchiha colocó el vaso con mineral en la mesa. Deidara cuestionó con la mirada, enarcando una ceja.


—¿Qué pretendes? —volvió a cuestionar esta vez con intensiones de burlarse. Colocó el borde entre sus labios para poder consumir su regalo.

—Necesitarás agua, créeme —ironizó con una sonrisa de lado.

En ese instante por la puerta ingresaron dos siluetas y al parecer una era femenina, pero eso le importó poco al relajado. Aún así, cuando lograron divisarse los cuerpos, éste no lo podía creer. Supo que necesitaría más agua.

—Mamma mia… —fue tan tenue el sonido que imperceptiblemente no se notó.

¿Qué era aquello: Un ángel o un demonio? Parecía una mezcla de ambas. Aquel cuerpo… Sublime… Perfecto. Simplemente eso. Pero por otra parte aquel mirar no inspiraba cosas buenas.

Desde abajo se presenciaron aquellas piernas largas, curvilíneas y tan exageradas que no parecían naturales; la cadera ancha, la cintura estrecha; pero lo que más impactaba eran aquellos montículos enormes en el pecho femenil, de los cuales era visible la superficie.
Los largos hilos rubios estaban acomodados por encima de uno de los hombros.

Mientras la presenciaba de arriba hasta la parte inferior, sintió un calor ahí abajo. Tragó saliva con esmero, mientras sentía la sensual mirada de la muñeca enfrente a él.

La mujer colocó ambas manos alrededor de su cintura, con las piernas abiertas levemente. La falda era tan corta e indecente… que no parecía policía, pero estaba vestida como uno.

—¿Qué te parece? —cuestionó con voz grave el menor de los Uchiha. Deidara permaneció en silencio por unos escasos segundos.

—¿Y esto? —se atrevió a hablar con nervios.

—Ella es Ino. Me ayuda cuando hay rebeldes que no quieren hablar.

No se pudo imaginar lo que gozaban las personas a las que sometían a aquel “castigo”. Pero ¿qué le podía hacer una mujer? Era débil, no tenía la fuerza de un hombre… ¿Entonces?

Una sonrisa impúdica se hizo presente en su perfil al maquinar cosas sucias en su mente. Tomó un poco más de agua, colocó sus manos detrás de su nuca y esperó unos lapsos para articular.

—¡Bien! En ese caso, que empiece el castigo —dirigió una mirada sugestiva a la mujer, quien en realidad no era policía pero estaba allí para ayudar al esposo de su mejor amiga.

En ese instante, una sonrisa maliciosa hizo aparición en el rostro del policía principal, mientras salía de la sala, dejando a ambos rubios solos… dentro… acalorados.


Veinte minutos después…


Del mismo cuarto salió la anterior dama sin una sola gota de sudor. Acomodó con sus manos sus senos para luego caminar hasta donde se encontraba el hombre de cuero cabelludo negro.

—Terminé.

—¿Qué dijo? ¿Hablará? —inquirió tomando un sorbo del exquisito café con suma tranquilidad.

—Sí hablará. Pero debo admitir que me costó hacerlo rendirse… —admitió con sorna.

Luego de esos instantes, algunos policías ingresaron nuevamente a la misma sala para encontrar a un rubio atado con una soga a la silla, con una corbata tapando sus orbes y con respiración agitada.

Sasuke quitó la corbata mientras enfocaba su vista en el cuello del joven, con mordidas hoscas y labial rojo escarlata. Al hacer aquello Deidara casi muere del susto, pensado que era aquella azotadora otra vez.

—¿Entonces…? —ironizó Sasuke mirando como la respiración del de ojos azul grisáceo se normalizaba.

—Hablaré… Pero no me vuelvas a dejar con ella.

Fin​

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[N/A]

¡Ino no es puta! D: Es sólo un… ¿trabajo? –w-U OK, no. Es algo así, pero sin intimidad ni nada. x’D Las pechugas y todo es sólo para que los interrogados se sientan tranquilos; en el cielo para ir al infierno como le pasó a Dei. XDD

Y bueno, fue algo a lo random. Kiiori y yo estabamos hablando de una idea DeiIno cuando yo dije algo de cárcel y me surgió esta idea. xD

Cualquier pregunta, aquí. :3

¡Adiós! :rosa:

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