Esta es una pequeña historia, nada muy largo ni muy elaborado, espero la disfruten y dejen un comentario si es que les ha gustado. Mi ultimo Café Tras ir a visitar a mi hermano y haciéndome el conocedor al regresar termine perdido, a lo que me refugie en un pequeño café en una esquina, tenia la esperanza de que el dueño pudiera darme indicaciones para llegar a casa, además de probar el café de ese lugar. —Buenas noches caballero ¿Qué le sirvo? — Un café con leche por favor — Hacia horas que no hablaba y mi garganta lo resentía. — De acuerdo Señor, estará listo en unos minutos — pronuncio amablemente el dueño, parecía un hombre simpático. El café era un lugar bastante acogedor y más en una noche algo fría como la que se vivía en la ciudad, por supuesto no era el único que pensaba eso, la escasa compañía con la que contaba eran posiblemente los rezagados de un mal día. Junto a la ventana 2 ancianos discutiendo sobre que café era mejor, el colombiano o el americano, y en la misma barra que yo una mujer llorando a cantaros sobre su taza, una mujer tan bien vestida en este lugar, seguramente fue plantada y no encontró un bar abierto. — Aquí tiene su café señor — Pronuncio la coqueta camarera que había permanecido oculta hasta ahora. — Gracias señorita. — Si desea algo más, no dude en decirme Mientras dejaba mi sombrero a un lado, la mesera regresaba a la cocina para comenzar a charlar con el dueño, que se veía feliz de una plática nocturna. Esta era una de esas noches perfectas para estar en compañía de una dama, quien fuese seria especial. El café que servía era sin duda excelente, por momentos pensaba que llegar ahí había sido lo mejor del día. Cuando oí la puerta abrirse gire la cabeza disimuladamente, y ahí estaba esa hermosa mujer de negro que aún me coquetea en sueños ocasionales. Se acerco a mí tambaleando sus atributos, buscando exaltarlos y llamar la atención. — Buenas noches señor, un café negro por favor — De inmediato señorita, tome asiento en donde guste. Esa bella mujer de negro se acerco a mí y sin pensarlo dos veces tomo asiento a mi lado, parecía no temer compartir un café con un extraño. El dueño del local atendió y sirvió personalmente a la dama, era un hombre viejo, pero no perdía la oportunidad de charlar con una mujer tan hermosa. — Buenas noches Richard — Escuche fríamente de la mujer. — Buenas noches señorita — Respondí secamente por el hecho de que la mujer conocía mi nombre pero yo no el suyo. Por un momento sentí miedo, tal vez ella era un viejo amorío del cual no recordaba, si ese hubieses sido el caso, tal vez, habría regresado a aquel lugar. — Este es un buen café, ¿No le parece a si? — Por supuesto señorita, el mejor que he probado. — Su actitud coqueta, en vez de atraerme me hacia sentir algo incomodo — y esta bella dama ¿Tiene nombre? — En realidad no, pero los humanos me llaman Muerte — ¿La muerte? — Definitivamente la mujer debía estar algo loca — ¿Usted es la legendaria cosechadora de almas? Por supuesto yo bromeaba, pero ella parecía ir muy enserio. — En efecto, yo soy la muerte. — ¿Por eso es que supo mi nombre apenas me vio? — Yo se muchas cosas — Y ¿Por qué la muerte nos honra con su presencia en este café? — Si el café relaja a los humanos, algún efecto deberá tener en mí. Aquella sonrisa rota, aquellas manos tan frías, esta mujer era el cinismo de la belleza y cuando decía que era la muerte, parecía incluso más hermosa. — Hasta pronto Richard — Se excuso la mujer dejando su taza vacía y unas cuantas monedas — Nos vemos en algunos años — La mujer en vez de ir a la puerta fue con la pareja de ancianos, se presento y comenzó una charla que a los pocos segundos finalizo cuando ella dio un beso en la mejilla a uno de ellos. Pocos instantes después salió tambaleando sus caderas cual colegiala presumiendo su voluptuoso cuerpo. — Que mujer tan divertida — El ultimo trago de mi café me decía que era hora de irme. Cuando me levante oí una taza romperse, uno de los ancianos había colapsado y su compañero trataba de reanimarlo, era el mismo anciano que la mujer había besado. A pesar de que el lugar era magnifico, nunca regrese por miedo que ahí, bebiera mi último café.
La historia es bastante sencilla, si bien no hubo ninguna descripción, pudimos imaginarla en aquella noche que nos hablaste. La narración sencilla, no podría decirte si hubo errores ortográficos pues no soy buena en ello, mas lo que si encuentro es errores con los guiones. Revisa como se ponen correctamente. La trama lineal realmente no sentí ningún aporte sin embargo si me gusto a su manera, aunque encuentro un poco ambiguo el personaje de la muerte. Me recuerda a la serie "American Horror Story:Asylum" donde la muerte se viste de esa manera y también da muerte besando a la persona. Y en fin, fue bueno leerlo porque nos demuestra el terror del personaje por regresar al café. :3
Qué interesante relato, mi amigo. Ciertamente el título me llamó la atención de alguna forma y me encuentro con este curioso escrito. Aunque no es inusual retratar a la Muerte como una doncella atractiva, ésta en particular me pareció curiosa, no es una muerte fría y densa como lo normal, sino una agradable y hasta jocosa en cierta medida. Muy buen detalle. Particularmente noté unos fallos en cuanto a la acentuación, en especial la carencia de tildes. Además de unos problemillas con los signos de puntuación y con los guiones. Cuestiones técnicas que se van perfeccionando, amigo. Felicidades, ha sido una lectura ligera y amena.
Es interesante como ya han dicho, algo curioso y hasta divertido, tienes una narracion sencilla y facil de entender, lo cual me agrada bastante, aunque pienso que por la temática, la narración debió haber sido un poco mas compleja, estuvo bien pero si hubieras trabajado un poco más en eso habría sido excelente, los pensamientos del protagonista debieron ser algo mas profundo o esa es mi opinión. Y tal ves una linea final mas dramática habría sido lo adecuado, no me malentiendas el desenlace estuvo bien, pero esa ultima oración la sentí algo floja y falta de esencia, lo mismo pasó con los diálogos. En cuanto a lo técnico tuviste algunas fallas, recuerda que en las preguntas la primera letra no se pone en mayúscula a no ser que haya un punto antes de ésta, además también te faltaron varios acentos. Sin embargo, y dejando todo esto de lado el escrito me pareció bastante bueno, y espero que sigas escribiendo por aquí en el futuro :D. Saludos.
*no leyó ningún comentario arriba* Así que no me hago responsable si repito. Desde la primera línea enganchas querido, no se si sea por el título que uno viene predispuesto, pero lo hace. Fue una lectura (a mi parecer), corta, costumbre de leer cosas largas. Pero interesante para matar momentos de ocio. Me gustó. Normalmente pido más narración y redacción que diálogos, o cosas cortas, costumbre mía de ver párrafos algo largos, sin embargo me agradó, diste en el clavo. Si bien hay errores, son de esos que no entorpecen la lectura, ni un poco. Una frase que me gustó mucho: No lo sé, lo último me gustó C: Saludos.
Me gustó mucho. En realidad pensé que al final sería una charla más profunda donde la muerte venía por él y no por uno de los ancianos, luego lo vi predecible. Me llamó bastante la atención la actitud que destinaste para la muerte en este relato. Jovial, indiscreta, y extrovertida. En el aspecto técnico fallaron varias tildes, que cuando gustes me avisas y soy más específica, sin embargo, de ahí en más fue agradable. Saludos.
No está nada mal, aunque tampoco me parece una historia muy grandiosa, principalmente porque repite el tema de la pesadilla humana de la muerte, arribando en el momento menos esperado y prácticamente enmascarada. Máscara que aquí la empleaste como una doncella de figura atractiva y personalidad cálida. Es favorable para la originalidad que representaras a la Muerte de una manera poco convencional, aunque se entiende que encaja en la historia por ser un personaje del que no se espera que ataque a nadie. Incluso, que inspire confianza para acercarse a ella y charlar de cerca. Y aunque parte del realismo mágico es tratar de ver las cosas más extravagantes con la cotidianidad de, por ejemplo, un día frío en un café, no termina de convencerme el método de tu personaje para ir matando personas por ahí. Habría demasiado que analizar y qué cosas podrían resultar incongruentes (más allá de la personalización de la muerte, quiero decir). Esto se corregiría si entendiéramos que la mujer no fue más que una visión maravillosa de nuestro personaje, de este modo no resultaría extraño que una mujer fuera por ahí besando a todos para después matarlos, y nadie se diera por enterado de ello. Buen inicio, in media res; ortografía deficiente... errores que distraen la atención y que necesitas cuidar. Te iba a decir que el título era horrible, porque no dejaba defenderse por sí mismo al texto, pero luego caigo en cuenta de que es una trampa: cualquiera pensaría, a mitad de relato, que el protagonista es quien moriría al sostener la conversación con la Muerte, aunado al título que hace referencia a un final abrupto, pero luego es precisamente este título quien contribuye a generar el sorpresivo final: un personaje secundario sirve como lección al protagonista para no volverse a acercar más a ese lugar. Ya lo dijeron allá arriba, la línea de cierre no fue la mejor que pudiste poner, el relato subió de intensidad de forma trepidante y sólo esperábamos un mazazo en el final, que no obtuvimos. Buena narración, diálogos medio forzados en ocasiones, carisma bien desarrollada de los personajes, descripción... ligeramente deficiente (hubiera amado que nos dijeras qué más había en esa noche fría y en ese ambiente acogedor), y por lo demás, no mucho que remarcar. Saludos.
Hola, ¿Cómo te va? Espero yo que te encuentres bien. Bien dejando los saludos cordiales paso a dejarte mi comentario. Tengo una palabra en específico para poder describir esta… bueno no podría llamarle una historia. Más bien sería intento de un pequeño relato. Fatal… empezando por las enormes faltas de ortografía que hay. El tema que has manejado de un momento me pareció entretenido porque la mayor parte de los escritores que se enfocan en este género siempre hace lo mismo. El chico en un café que de improviso le embiste a contracara algún suceso inexplicable o inesperado, pero eso si lleno de un misterio que puede llegar incluso a helar al mismo lector. Esos escritores, lo han logrado pero en cambio usted me ha dejado exactamente igual desde que comencé a leer su pequeño relato… totalmente vacío. El texto fue demasiado, pero en verdad demasiado forzado en lo particular no me ha gustado. Si hubieras escrito otra cosa u otra idea posiblemente me hubieras hecho alzar una ceja. Sin más por el momento me despido, debo dejar dicho o más bien escrito que en ningún momento quise ofenderte esto es constancia de mi opinión. Hasta otra ocasión.
Ares "Ironías locas" Maximus, estás castigado, hasta que busques los errores ortográficos de tu propio comentario, no podrás criticar.
