Dinosaur Planet Mi primera vez cazando en familia

El calor de las abrazadoras arenas del Gobi y su implacable sol son un peligro hasta para las criaturas bien adaptadas a este. Un lagarto encuentra algo de comodidad refugiándose a la sombra de un árbol, sin darse cuenta que está siendo observado por un formidable depredador.

Oculto tras un arbusto cercano se encuentra un reptil bípedo con plumaje blanco en todo el cuerpo, una grácil figura con cola y cráneo alargados, unas delgadas extremidades terminadas en afiladas garras, de las cuales una en cada una de sus piernas tiene una macabra forma curva. Con paciencia, aunque un poco menos de lo normal, espera a que el lagarto baje más la guardia o no mire en su dirección en lo absoluto para atacar. Este hábil depredador no tomó en cuenta, sin embargo, el más novedoso factor en su vida.

Antes de lo que es debido, dos individuos pequeños de la misma especie del depredador salen de su mismo escondite y atacan al reptil en la sombra. Este ve a sus atacantes rápidamente y, al notar su pequeño tamaño, los encara poniéndose de costado, levantando alto su cola y gruñéndoles con la boca bien abierta. Una de las criaturas retrocede intimidada, la otra duda un momento pero prosigue con su ataque, logrando montarse al lomo del lagarto unos momentos clavándole las garras, pero perdiendo su equilibrio rápidamente y a continuación recibiendo un potente coletazo que lo dejó en el suelo. El lagarto volvió a su intimidante pose, pero al ver al depredador adulto salir de su escondite junto a un tercer pequeño huyó metiéndose bajo la arena entre las raíces del árbol.

El gran animal solo logró arrancarle un pedazo pequeño de la punta de la cola de su presa antes de perderla completamente. Gruñó fuerte a los dos jóvenes responsables de esto.

La primera vez de la velocirraptor Tip yendo de caza con sus crías no ha empezado bien. Por suerte para la familia de carnívoros no están en una época de escasez, esta misma mañana las crías hasta dejaron sin comer la mitad del cuerpo de un pequeño animal peludo en el nido luego de distraerse peleando y jugando.

No queda de otra, la manada tendrá que buscar otro objetivo. En su búsqueda se topan con unas crías de Protoceratops, perfectas para que las crías de Tip practiquen sus letales movimientos, de no ser porque están acompañadas de los grandes adultos más masivos que la propia Tip. En solitario o en tiempos desesperados quizás ella trataría de acercarse con sigilo para atrapar una de las crías, pero no habiendo necesidad y estando acompañada de su aún frágil y difícilmente reemplazable progenie es mejor no tomar riesgos. Tip detuvo a sus impacientes y curiosas crías antes de que pudieran alertar a la manada de robustos herbívoros acercándose demasiado, y fueron en dirección contraria.

Tras otro rato de infructífera búsqueda recorriendo gran parte del territorio frecuentado por su madre, la familia de cazadores se dirigió de regreso a su sitio, donde tienen un inesperado golpe de suerte.

Tip frenó el paso de la manada al ver a la distancia como un animal similar a su especie pero de talla menor, entre la suya y la de sus crías, y figura más grácil estaba siendo atraído a su nido por los restos dejado esa misma mañana. Carente de garras como las de estos cazadores, ese animal no representaba gran peligro para las crías de Tip. La experimentada depredadora ingenió rápidamente un plan.

Con cuidado de no alertar al objetivo, colocó a sus crías en lugares estratégicos rodeando la mitad del nido. Luego de eso, mientras el animal consumía la carne del lugar, Tip trepó sigilosamente el árbol cerca de donde este se encontraba. Asegurándose de ser fácilmente vista por sus crías, esperó el momento oportuno e hizo un amague de atacar a la criatura, lo que sus pequeños interpretaron como una señal para atacar, lanzándose hacia el objetivo.

Como era de esperarse con su falta de desarrollo y de experiencia, los pequeños fueron vistos por el animal sin llegar a acercarse lo suficiente a este para alcanzarlo y en persecución no lograron acortar la menor distancia, pero esto no era un problema. Por los lugares desde donde las crías lo atacaron, el grácil shuvuuia huyó en dirección hacia el árbol en el que se ocultaba Tip.

Al momento en que el desafortunado shuvuuia pasó cerca del árbol, la madre velocirraptor se abalanzó directo sobre él desde lo alto, haciendo que se desplomara contra el suelo, aferrándose a él fuertemente con sus curvas garras asesinas, aleteando sus muy emplumados brazos para ayudarse a equilibrarse durante este forcejeo, y tratando de matar a su presa a mordiscos.

Durante este ataque, las crías de Tip intentaron unirse saltando sobre el shuvuuia. Primeramente fueron derribados por las desesperadas patadas y coletazos de este, pero habiendo aprendido de sus errores con su encuentro con el lagarto, los tres se coordinaron para inmovilizar más eficientemente esas partes del animal.

Finalmente, el shuvuuia que batalló por su vida pereció, dando lugar al inicio a un festín para los carnívoros en el que estos, aún entre familiares, pelearon instintivamente por las mejores partes de la presa. Mientras la matriarca Tip devoraba el tórax del animal, se detuvo unos momentos viendo como sus tres crías comían tras una exitosa primer cacería.

Definitivamente les queda mucho camino por recorrer, pero en el futuro esos pequeños formarán junto a su gran madre Tip una manada tan formidable como cualquier otra de su especie en este planeta de dinosaurios.

Fanfic de "Dinosaur Planet", el primer documental de dinosaurios que recuerdo haber visto de niño, siendo el episodio de la Velociraptor el primero que recuerdo. Cabe aclarar que ese documental, como la mayoría de este tipo, está hoy día científicamente desactualizado, además de que escribí a los raptores siendo mucho más listos de lo que probablemente eran, pero ambas cosas las dejé en este relato para enfatizar en el factor nostalgia (nostálgico al menos para mí).