Long-fic de Naruto - Love and truth

Prólogo.

Dime algo que necesito saber, luego toma mi aliento y nunca lo dejes ir…Si tan sólo me dejaras invadir tu espacio. Estaría dispuesta a tomar todo el placer incluso… el dolor.

—La joven chica se muerde los labios. —

Cariño, en ese momento sabrás que es algo más grande que nosotros. Si fuese algo más grande que cualquier felicidad encontrada sólo a tu lado… Dame una razón para creerlo.

Aquel hombre al tenerla tan cerca se inclina a su oído susurrante.

—Si quieres tenerme, vas a tener que amarme muy fuerte. —

Presiona un poco las caderas de su acompañante.

—Y si realmente me necesitas como dices, entonces ámame aún más fuerte. —


Conociendo sus motivos sobrenadantes y él conociéndolo todo de ella… Aun estando tan desiguales. Tratando de encontrar placer por aquel dolor.
—Las que tienden a amarme, yo tiendo a dejarlas atrás—. Pronuncia con tono seco.

Guardando silencio le mira con desasosiego.

—Si me conoces y decides quedarte… Toma este placer al igual que el dolor. —

Y es en aquel momento donde ella se muerde los labios.

Él mirándole sonríe ladino.

—Cuando te haga gemir, sabrás que es real. —

Sus pasos son seguros y calculados. Le toma de las caderas y las presiona como si no quisiese que saliera corriendo aquella mujer, se acerca y susurra cerca de ella.

—Te haré sentir como la primera vez. —

Intenta, realmente lo intenta, intenta amarle lo más fuerte que sus posibilidades le permiten… Incluso un poco más.

— ¿Qué haré si no puedo darme cuenta? —

Su mirada es más expresiva que antes.

—Inténtalo de nuevo. — Dice con tono dulce mientras con sus delgados brazos le abraza suavemente.

— ¿Y qué pasará si aun así no me puedo dar cuenta? —

La abraza con suma delicadeza esperando una respuesta que le dé gusto.

—Me iré. — Dice más segura que nunca.

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CAPITULO 1:
Okinawa, Japón. Sumiéndonos entre el mar de gente, nos podemos percatar de los afables transeúntes que pasan un tanto de tiempo divirtiéndose o simplemente tratando de distraerse en las atracciones que la ciudad brinda. Se encuentra una pareja recorriendo los pasillos del centro comercial. La mujer con un rostro hilarante de ternura se dirige a una tienda de ropa y accesorios para bebé. La chica de 23 años, largos cabellos de apariencia sedosa, cuerpo prolijo y hermosos ojos verdes, posa la vista en una pequeña cuna de color blanco que resalta tras el ventanal de la tienda.— Ser…madre... — Piensa la chica mientras recorre la delicada madera de aquella cuna-
— Sasuke. — llama a su acompañante, que se encontraba mandando mensajes por su móvil.
— Dime. — contesta con voz fría e indiferente… como siempre.

Sasuke, hombre de 25 años, atractivo a opinión de sus aventuras y romances, de cabellos azabaches, ojos negros, afilados y de finas facciones, mira a su prometida quien sonríe con dulzura, sin embargo, la cara del hombre no muestra ningún tipo de emoción.
— ¿No es linda esta cuna? — Pregunta con tono maternal la chica.
— Sí, es linda. — Contesta Sasuke gélidamente con indiferencia.
— A mi… me… gustaría llegar a ser madre algún día… ¿Sabes?

El hombre ni se inmuta.

— A ti… ¿No te gustaría llegar a ser padre algún día?
— No.
— Ya veo…— Susurra cabizbaja. Después de lo ocurrido la joven realmente ha dejado decaer cualquier clase de ánimo que trajere por convivir con Sasuke. Como “Protocolo” de una relación de compromiso el joven la lleva a comer al restaurante de mejor pinta para cubrir el tiempo que pasa con ella. Todo el tiempo que duraron comiendo ninguno de los dos habló, Sakura sufría de un nudo en el estómago por ni siquiera saber cómo tener una conversación de más de cuatro palabras con Sasuke.

Casi no toca su comida.
— Come. — Le dice el chico de mala gana sin embargo no pierde la tranquilidad y come a intervalos regulares.
—… No tengo hambre. — Responde jugando discretamente con tenedor y cuchillo en mano.
— Como quieras. — Dice tomando con modales bien definidos la cuchara y continúa comiendo a su tiempo.

Aquel lugar tan bien cuidado y de fina apariencia solo puede ponerle a Sakura por alguna extraña razón más depresiva pues todo lo que constantemente le rodea es de sumo lujo y pulcredad, cosa que no llena ni en un mínimo la coraza vacía que diariamente Sakura debe camuflajear con escepticismo y felicidad hueca e inexistente.

Al terminar de comer Sasuke lleva a Sakura a su casa, para después sin ni siquiera despedirse desaparecer a bordo de un Mazda y pisando a fondo se desvanece entre las silenciosas calles del complejo habitacional donde la joven vive. Su rostro es lamentable y estando en aquel pórtico de la mansión Haruno abre la puerta y aporreándola rompe el silencio penetrante de la casa.

Sakura corre escaleras arriba, sus padres quienes se encontraban en una cena de negocios según le habían indicado a la joven no llegarían en un buen tiempo.

Simplificando aquella habitación consideraríamos decir que es digna de una doncella sin embargo aquella doncella odia la torre que le mantiene cautiva. Acercándose a paso lento y pausado abre la puertilla del balcón e inclinándose fuera se toma de la barandilla soltando largos suspiros y llenando su cabeza de pensamientos continuos acerca de cuál habría sido su gran pecado para terminar en un momento en el que se preguntaba cómo es que su vida había llegado a ser tan vacía.

SAKURA POV.
— Sasuke… ¿Por qué eres así conmigo? Es que acaso me odias tanto o es que simplemente te da igual lo que pase conmigo… aún me parece ayer cuando aquel suceso demacró mi existencia.

Yo me encontraba arreglándome en mi habitación, ya que mis padres desde hacía unos cuantos días me habían dicho que iríamos a visitar a la familia Uchiha. Habían pasado unos cuantos meses desde que los Señores Uchiha y mis padres se reunían en ambas casas para charlar de asuntos que hasta ahora mi padre no quería que fueran de mi conocimiento… Yo la verdad es que ya presentía algo, ya que mi padre no paraba de hablar de lo inteligente y astuto que era el hijo de los Uchiha, Sasuke. Yo la verdad es que no lo conocía, pero por lo que me decía mi madre sé que es “De muy buen ver y de calculados así como bien definidos tanto conceptos de etiqueta como planes a futuro” según las palabras de mi madre, pero solo hasta ahí.Era como un juego de niños en el que esconderse del lobo feroz era poco efectivo pues al final del juego quien no es “comido” por él, es sacrificado para salvar a los demás. Sabia en el fondo que es lo que tanto tramaban, pero de inocente, o más bien tonta fui a meterme en la cabeza que no se trataba más que de negocios entre las familias… Y no estaba tan equivocada después de todo.

Realmente no quería pensar en aquello pues yo ya tenía en quien pensar…Sasori, un chico gentil, cariñoso, respetuoso y de firmes convicciones del que aún sigo enamorada.

Es entonces donde me veo obligada a salir de mi ensoñación por Sasori.
— ¡Sakura, baja debemos irnos ya! — Me grito mi madre, apresurándome desde la planta baja
Continuará…