Drabble Los últimos momentos de un cuadro [IB]

“Esos mensajes que aparecieron, de alguien diciéndome que se siente muy solo; que no pertenezco al mundo real; que debo volver… ¿Será que los ha enviado Ib? Ya no sé nada. Ni si quiera he podido volver a donde se supone que si pertenezco. Ahora me encuentro sentada en este rincón, bañándome en pintura azul así como en mi llanto, en completa oscuridad. No veo nada ni a nadie: ni a Ib, ni a Garry, ni a mi padre, ni a mis hermanas, ni a mis muñecas… Si alguien me ha dicho que se siente solo y que no pertenezco al mundo real ¿por qué no me ha devuelto a mi mundo? Yo también estoy sola. Estoy más sola que antes. Si al menos pudiera morir y acabar con el sufrimiento de esta soledad… Pero quien no tiene alma o un objeto para que su cuerpo se vuelva nada, no muere. Si no hay nadie que me mate no puedo morir. Incluso eso me haría feliz; sentir la compañía de una persona por unos instantes, para luego desaparecer de este mundo y acabar con esta soledad que causa dolor a muerte sin permitirme morir. Morir debe ser mejor que esto. Al morir ya no sientes, entonces la soledad ya no significa nada. Matenme: si se niegan a salvarme, matenme. No puedo decir ya mis últimos días, horas, minutos o segundos: si no tengo ni reloj ni ventana ni una vista de algo. Mis ojos solo divisan oscuridad. Mi piel solo siente mis lágrimas que caen por mis mejillas y la pintura por el techo. He perdido mi cuchillo de paleta, pero aún si lo encontrara ¿que haría con él? Si me corto las venas seguiré viva, si me corto la cabeza seguiré viva, si me saco los ojos seguiré viva, si me saco todos los órganos seguiré viva. ¿Qué estoy diciendo? Ni órganos ni sangre tengo. Yo no puedo morir y punto. Estoy destinada a sufrir esta soledad por siempre. ¿Para eso me has creado, padre? ¿Para que sufra? Tal vez así es. Tal vez yo solo merezco sufrir. Lo malo es que seguro Ib y Garry no lo merecían. Pero decir ‘lo siento’ ya no me sirve de nada tampoco. No los salvará a ellos, no me salvará a mi. Ya no puedo hacer nada con respecto a nada ni nadie. Solo me queda estar aquí, en este rincón, empapándome en lágrimas y pintura, en silencio y oscuridad total; en la soledad más dolorosa que jamás dejaré de ‘vivir’.”

—Mary.