One-shot [Desafíos Mágicos]look for the girl with the broken smile

Escrito para la actividad Desafíos Mágicos, basado en la canción She will be loved the Maroon 5.

Actividad: Desafíos Mágicos.
Recurso: Canción - She will be loved (Maroon 5)
Extensión: 1400 palabras (One-Shot)

look for the girl with the broken smile​

Cobra camina a paso lento por la ciudad de Magnolia. Es de noche y el frío comienza a hacerse notar, pero el mago parece ignorar este hecho. Su respiración se condensa en sus labios, y su boca forma una mueca de hastío. Allí de donde viene se encuentra la casa de Lucy Heartfilia, mujer con la que había compartido los últimos 18 meses de su vida y que extrañamente se había hecho un hueco en su despiadado corazón.

Cobra aprieta el paso, no quiere pensar en la rubia ahora, no cuando ésta se encuentra en los brazos de otro hombre. Cobra no quiere recordar la mirada de Laxus, que tan bien había entendido su situación. Y aun así…

El bastardo sabía de sus sentimientos hacia la maga celestial, pero había actuado de igual forma. Tampoco podía culparlo. Erik se encontraba en una extraña relación con la rubia. Pese a su pasado, habían conectado rápidamente, y durante aquellos 18 meses su relación se había estrechado, eran amigos, o incluso algo más que eso. En bastanres ocasiones, ambos se habían acostado juntos, y al día siguiente las cosas volvían a la normalidad. Erik volvía a cumplir su papel de mejor amigo mientras veía como Lucy, con el paso del tiempo, iniciaba relaciones sentimentales una y otra vez.

Cada vez que una acababa mal, o que simplemente terminaba, la rubia volvía a sus brazos y Cobra, como un ciego que ve la luz por primera vez, se lo permitía.

Una y otra vez.

He was always there to help her, she Always belonged to someone else​

El dragon slayer se detiene en la catedral Cardia cuando la primera gota cae contra el suelo. Había percibido la lluvia inminente hacía varios minutos, pero no le dio importancia alguna. Hasta ahora. Una luz cegadora aparece momentaneamente en el cielo, seguida de un poderoso rayo. El suelo parece sacudirse, como si el relámpago hubiera caído cerca. Cobra aprieta los puños, no queriendo pensar en las implicaciones de aquello.

Todos los dragon slayer perdían de vez en cuando el control de sus elementos. Las razones siempre estaban ligadas con sus emociones.

Con el siguiente rayo, Cobra grita, ruge. Sus ojos violetas brillan encolerizados. A su alrededor el suelo empieza a deshacerse, y un olor químivo impregna el aire a pesar de la lluvia y el viento. Esto parece traer al mago de vuelta, que contempla la situación con el ceño fruncido. Esto es a lo que estaba destinado.

Una y otra vez.

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Dos semanas después un toque en su puerta lo despierta. Es ligero, femenino y el hombre sabe perfectamente a quién pertenece. Y por qué está en su apartamento a la una de la madrugada cuando una tormenta se desata en el exterior. Sin pensárselo dos veces, Cobra le abre la puerta y Lucy entra sin pedir permiso.

Ambos saben por qué está allí.

My heart is full, and my door's always open You can come anytime you want​

Lucy huele a tormenta, a ozono, y Cobra no se toma mucho tiempo en sustituir el olor del otro dragon slayer con el suyo propio. A ella no le importa. Sólo quiere olvidar y Erik es muy bueno en eso.

La noche es fría pero entre ellos la temperatura sube rápidamente, y pronto los gemidos de Lucy harmonizan notas perfectas en los oídos de Cobra. El alma de la rubia canta una terrible canción, triste y sin esperanza, y es tarea del mago asegurarse de que al final de la noche ésta sea una canción de placer y felicidad.
De olvido.

And she will be loved ​

Por eso Cobra la besa y la toca, sus caricias quemando fuego en la piel de la rubia. Por eso Cobra la ama esa noche y las siguientes, hasta que Lucy olvide.

Y eventualmente lo hace, y las cosas vuelven a la normalidad.

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Los meses pasan y Lucy no vuelve a sus brazos, pero tampoco acude a los de nadie más. La rubia, usualmente vivaz y energética, parece decaída, cansada. En sus ojos hay un destello de inquietud y, lo que más asusta a Cobra, de culpa cuando ella lo mira. El hombre no sabe cómo reaccionar ante esto, pero no se aparta. Cobra permanece a su lado contra viento y marea, sin importárle cuantas veces tenga que verla marchar. Él sabe que Lucy siempre va a volver.

Una y otra vez.

It's not always rainbows and butterflies
It's compromise that moves us along​

Por eso, cuando una noche ese leve toque en su puerta suena, Cobra vuelve a abrirle le puerta, sin preguntas, sin cuestionamiento alguno. Él sabe que aunque Lucy lleve varios meses sin salir con nadie, los recuerdos todavía la persiguen. Especialmente de noche. La rubia, por primera vez en años, rechaza sus brazos, sus caricias, sus labios. Erik siente que el mundo se hace más pequeño y su sangre se hiela en sus venas. Oscuridad se anega en la periferia de su mirada, y sus manos tiemblan. Lo peor que podía haber imaginado está pasando. Lucy lo observa con lágrimas en los ojos y una terrible, terrible sonrisa en los labios. Su alma es un compendio de sonidos sin sentido, una miríada de gritos y notas que chocan entre sí. Un sentimiento de culpa proveniente de la mujer inmoviliza a Cobra. ¿Qué está sucediendo?

Lucy llora y se disculpa. Su alma pide penitencia a gritos ahogados. Erik no lo entiende. ¿Qué debe perdonarle? La mujer se enfurece y lo abofetea, pero parece incluso más enfadada consigo misma. Sus palabras son crípticas, llenas de un sentimiento que el mago no puede descifrar.

Entonces

Cobra sale de su apartamento y no mira atrás. La lluvia lo empapa en instantes, pero al hombre no le importa. Es la primera vez que deja a Lucy atrás, sola, sin apoyo.

Erik no lo entiende.

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A los pocos días la rubia toma una misión con su equipo, y durante varias semanas Cobra tiene tiempo para pensar e intentar entenderla. El hombre no quiere permitirse sentir esperanza por algo que seguramente nunca llegará. Por eso todas sus conclusiones lo alejan más y más de las palabras originales de Lucy. Es mejor así, se dice.

(Es lo peor que le ha pasado en la vida)

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Know all of the things that make you who you are. I know that goodbye means nothing at all​

De nuevo, Cobra camina a paso lento por Magnolia. Es de noche pero la temperatura es abrasadora, y las calles están abarrotadas, la muchedumbre presionando contra él y forzándolo a detenerse, una vez mas, en la Catedral Cardia. Las reformas ya han terminado, aunque ya hace mucho que se perdió el interés colectivo. Por eso mismo el hombre decide entrar, y allí donde mira todo es silencio y espacios vacios.

Cobra se sienta en una de las primeras filas y cierra los ojos. Tal vez en unas horas la gente se marcharía y podría caminar por Magnolia en paz.

El mago se sume en un sueño profundo, poco característico de alguien como él, pero últimamente está tan cansado. Últimamente se despierta de sus sueños tantas veces.

Una y otra vez.

Unos pasos ligeros lo sacan violentamente de su sueño. Cobra no se gira, no abre los ojos. Sabe quién se acerca por su espalda. Unos brazos finos pero fuertes rodean su cuello, y el hombre permite el contacto. Lucy huele a magia, a estrellas, huele como un astro debería oler. Una ligera vibración recorre su cuerpo, como si sus venas estuvieran cargadas de poder. A Cobra no le sorprende que la maga hubiera entrenado hasta tan tarde. Tan típico. Tan usual.

Con una sonrisa, lleva una de sus manos a las de la rubia y las estrecha con delicadeza. Lucy apoya su barbilla contra su cabeza y de sus labios sale una exquisita melodía.

Cobra no lo entendía.

Hasta ahora.

Lucy siempre acababa volviendo. Lucy siempre lo elegía.

Una y otra vez.