Death Note [Longfic] Tu razón para vivir soy yo

La ciudad de Tokyo, un lugar pacífico y calmado donde hace tan solo un mes atrás había padecido de una de las peores amenazas del mundo…Kira, algunos lo llamaban dios, otros criminal, lo cierto es que había traído un gran impacto tanto en Japón como en el mundo pues, se había perdido una gran cantidad de vidas que iban desde asesinos y convictos hasta agentes importantes de la policía, pero, en términos de vida ninguna se había visto tan afectada como la de una joven Idol que había permanecido a su lado tanto tiempo Misa Amane. La chica luego de haber estado a su lado por tanto y al de enterarse de su muerte tomo una decisión, pendiendo del borde de una azotea permanecía mirando con atención el suelo, su amor había desaparecido, su propósito se había acabado, sus motivos para seguir se habían esfumado entonces… ¿Qué otra razón la mantendría con vida?

– Light, espero que así Misa sea capaz de verte- Dijo la joven mientras lentamente se dejaba caer, dejando que el peso de su cuerpo terminara con el trabajo, la gente desde el fondo gritaba con terror, pues vieron claramente como una chica de cabellos amarillos se arrojaba desde un quinto piso esperando acabar con su vida… pero los gritos pronto cesaron…al ver como hombre desde el tercer piso detenía la caída de la chica atrapándola con un colchón.

- Ahora estas a salvo… - Dijo aquel individuo mientras cargaba a la chica llevándosela de allí.

Un par de horas después la joven se reincorporaba, abriendo lentamente sus ojos encontrándose con lo que parecía ser una habitación de hotel, dadas las numerosas decoraciones y numerosos artículos con las siglas HH.

- ¿Dónde estoy? – Se preguntaba aquella chica… ¿acaso el infierno era así?

- En el Hotel Hibari – Dijo una voz tras de ella – Acabas de recibir tratamiento médico. Afortunadamente logré atraparte a tiempo y no fue nada serio, pero deberías descansar por ahora

La chica volteo para ver al dueño de aquella voz, llevándose una curiosa sorpresa - ¡Tú eres!

- L – Completó el joven la frase, pues en efecto…aquel detective que estaba presuntamente muerto a manos del criminal Kira se encontraba ahora frente a los ojos de la chica.

- Se supone que estás muerto – Decía con cierto miedo la chica.

- Tu también, saltaste de un quinto piso, sin embargo, ambos estamos aquí- Dijo el detective al tiempo que sacaba una barra de chocolate y poco a poco empezaba a comerla.

- Yo... – La joven no podía objetar pues el chico tenía la razón por lo que simplemente dada la frustración se volteó mientras no dejaba de pensar la ausencia de su Light-. No debiste salvar a Misa…- Hablaba con voz quebrada – ...Debiste dejar que todo terminara allí

L simplemente extendió el chocolate que tenía hasta donde estaba la chica dejándolo frente a ella.

- Come un poco- Dijo el detective.

Misa aun con lágrimas en los ojos no hizo más que tomar aquella barra de chocolate entre sus manos y darle un pequeño mordisco.

- Aun tienes algo por lo que debes vivir- Comenzó a hablar L llamando la atención de la chica, quien lo miraba con atención.

- Tu y Light cometieron muchos crímenes como el primer y segundo Kira, es tu deber asumir la culpa de los errores de Light-

- ¿Quieres decir…? - Misa aún no se creía lo que acababa de escuchar… - ¡¿Quieres decir que salvaste a Misa para que fuera a prisión?! – Estalló finalmente la chica con enojo. Este hombre frustro su única oportunidad de estar con Light, su Light solo para poder “atrapar a Kira” - ¡Quisiste atrapar a Light por tanto tiempo que!, ahora que ya no está, buscas desquitarte conmigo.

El detective sin esperar más, simplemente tomo a la chica para abrazarla con fuerza, dejándola completamente sorprendida.

- ¿Qué…que estás haciendo? – Articulaba con dificultad Misa aún sin entender.

- Nunca dije que iba a arrestarte… - Empezó L – No permitiré que hagas lo que tenías pensado. Aun cuando él ya no esté, tienes mucho por que vivir

- ¿Cómo qué? – Cortó secamente la chica – Él era mi razón de ser… Por quien di más de la mitad de mi vida, quien estuvo a mi lado tantos años, sin él…no soy nada- Las lágrimas nuevamente se hacían presentes en los ojos de la chica mientras el detective la apoyaba con su hombro aun abrazándola.

- ¿Acaso él se preocupó por ti una vez?, ¿Acaso él te demostró su afecto en alguna ocasión?, Acaso él… ¿te amó realmente?

Misa quería reclamarle, quería quejarse por lo que L decía, afirmar a todas las preguntas y soltarse de una vez de su agarre, pero, por más que su cabeza pensaba en las preguntas del detective, nunca se le vino ninguna afirmación de la misma.

<< ¿Acaso él se preocupó por ti una vez? >> Pensaba ella en la primera… por más que le doliera admitirlo y sin importar cuanto se esforzaba, no recordó ningún momento en que el joven demostrara verdadera preocupación hacia ella.

<< ¿Acaso él te demostró su afecto en alguna ocasión? >> El…nunca fue muy cariñoso con ella, por más que intentaba llamar su atención Light solo se centraba en su trabajo.

<< Acaso él…te amó realmente >> Esa última pregunta no dejaba de resonar en su mente, ella siempre creyó que si pues…la había escogido, se había quedado con ella ¿no es así?, aun cuando llego a pasar tiempo con esa mujer que conoció en la universidad, nunca paso nada entre ellos… ¿o sí?

Después de unos largos minutos de pensamiento ella solo respondió con sinceridad.

- Misa…no lo sabe, no sabe si Light la amó, pero Misa lo amaba…y es razón suficiente para morir por él-

- No puedes- Insistía nuevamente el detective.

- ¿Por qué…? Misa ya te explicó sus razones así que… ¡¿Por qué solo no me dejas hacerlo?! – Dijo finalmente enojada separándose de L.

La joven corrió hacia la puerta de la habitación, quería salir de allí, hasta que la voz de L la detuvo.

- ¿Recuerdas hace unos años atrás? – dijo deteniendo a la chica – Cuando estábamos los tres, dije que podría…enamorarme de ti, tal vez sonara como una simple broma, pero…cuando digo algo es porque estoy 95% seguro de ello- Admitió finalmente el pelinegro – ¡Tu razón para vivir soy yo! -

La joven no lo creía… aquel hombre que tanto odio Light, aquel que tantos problemas le causo a los dos, aquel extraño detective ahora estaba frente a ella declarándole su amor, aunque de manera…algo egoísta. Pese a todo lo que había ocurrido en el pasado, pese a tantos problemas que le causó, algo le decía a la joven que no se fuera.

- No te confundas - Dijo la chica al sentarse al lado del joven. – Tu lo dijiste… Misa debe hacerse responsable por los errores de Light –

El joven detective no hizo más mostrar una sincera y cálida sonrisa, sonrojando a la joven al tiempo que decía.

- Permaneceré a tu lado para asegurarme

La joven no hizo más que acercarse y devolverle el abrazo que minutos antes él le había dado, su Light ya no estaba, pero después de todo tal vez pese al dolor que sentía era tiempo de recibir aquel cariño que tanto tiempo había esperado de él, tal vez no era simple egoísmo, pero solo el tiempo confirmaría sí.

- Mi razón para vivir eres tú