Lluvia de sangre...

Lluvia de sangre...

Este one-shots se me ocurrió hace tiempo mientras escuchaba la canción de Lilium opening de elfen lied por lo que recomiendo que se lea con esa música de fondo. (Pero ojo! no es un song-fics) espero que os guste. Creo k es el primero original k publico aki...

--------

Estaba empezando a volverse completamente loca, pero ¿que digo? Ya estaba loca…

La poca luz que iluminaba la habitación le daba un ambiente completamente siniestro, en ella había pocas cosas, aparte de unos cuantos estantes llenos de libros antiguos y polvorientos, había una pequeña mesa redonda situada al centro de la habitación con un pequeño jarrón sobre ella, y el viento que entraba por la ventana hacía que las cortinas se moviesen de forma tétrica, pero lo que más llamaba la atención de aquella sombría habitación era la figura pálida de una chica de cabellos azabaches y ojos azules, que con las manos ensangrentadas miraba el cadáver que allí yacía frente a ella.

Efectivamente, lo había hecho, había acabado con la vida de esa persona sin importarle el daño que podía causarle a aquellos chicos o chicas que le apreciasen, pero es que, desde su punto de vista ¿Quién podría apreciar a un chico como ese? Realmente, pensaba que había hecho un favor importante a la sociedad deshaciéndose de aquella persona que lo único que hacía en su vida era meterse en la vida de los demás haciéndoles sentir como una escoria, cuando realmente la única escoria allí era él.

Se sintió feliz de ver allí tumbado con el cuchillo clavado en su pecho a aquel ser tan despreciable, pero… que irónico ¿no? ¿Como podía reclamar justicia matando a dicha persona por estropear la vida de los demás, cuando realmente ella era la que acababa de terminar con la vida de alguien? Pero eso le importaba poco, al fin había visto cumplido su misión, y ya, nunca más nadie debería volver a soportarle.

Lamió la sangre que le había salpicado la cara con la punta de la lengua y comenzó a reír histérica y feliz de lo que había hecho, le importaba poco si la policía la pillaba o de si alguien descubría el cadáver de aquel chico, lo único que importaba es que había disfrutado como nadie del momento en el que el cuchillo rasgo la carne de aquella persona, y poco a poco fue penetrando en su pecho mientras gritos de horror, dolor, y suplica se escapaban de su boca rogándole que parara, pero ya era demasiado tarde, la sangre brotando de su herida abierta justo en el centro del pecho era el único motivo que le empujaba a continuar, y deseaba más que nunca seguir escuchando aquellos desgarradores gritos.

“Ya nunca más volverás a molestar a nadie, es demasiado tarde para que te arrepientas de tus actos.”

Esas fueron las últimas palabras que le dedico al joven antes de que este cayera completamente muerto al frío suelo de la estancia.

¿Cómo había podido llegar a convertirse en eso… en lo que más odiaba? Ahora, era una asesina, daba igual el motivo por lo que lo hubiese hecho, daba igual que diera mil y unas explicaciones, o el hecho de que aquel chico se comportara mal con los demás. Ella era aun peor, él nunca quito la vida de una persona, pero ella lo acababa de hacer, acababa de matar a un chico de su misma edad -15 años- tan solo por rencor y odio.

Pero así son las cosas, no soportaba más que siempre estuviera insultando a los demás, poniéndolos por debajo de él, cuando el ser más inferior en el mundo era nada más y nada menos que él y aquel que se comportara así.

Una lágrima amarga salió de los azules ojos de aquella chica quien con el pulso por los aires calló al suelo recapacitando todo lo que acababa de hacer… Aquella horrorosa pesadilla no podía ser cierta, pero la había creado ella con sus propias manos, bueno con sus propias manos y un cuchillo claro esta.

Tras haber meditado sobre lo ocurrido se secó las lágrimas, y sin saber muy bien que hacer con el cadáver del chico o como esconder las pruebas del crimen, le cogió de los pies y empezó a arrastrarlo hacia fuera de aquella habitación encontrándose pues frente a un largo pasillo con miles de puertas a su alrededor. Así es, se encontraba en una de las habitaciones del instituto en el momento fatídico en el que acabo con ese infeliz.

Comenzó a caminar arrastrando el cadáver, el cual iba dejando una línea de sangre a su paso, hasta salir a la fría calle donde tenía lugar la tormenta más grande que sus ojos habían podido observar, pero eso le ayudaría a esconder el cadáver sin dejar rastro de sangre en la tierra húmeda que había bajo sus pies.

Estaba claro que no tenía donde esconderlo, no había traído pala ni nada con lo que deshacerse de él, por lo que, simplemente comenzó a internarse en el bosque situado al lado de su escuela y dejo el cadáver allí tirado entre aquel espeso follaje de árboles, arbustos, y todo. No tardarían mucho en encontrarle, pero mientras no saliera a la luz quien fue el culpable nada importaba.

Sacó el cuchillo aun incrustado en el cuerpo del chico para deshacerse del arma homicida, y se dirigió de nuevo al interior del instituto para intentar borrar los rastros de sangre que habían quedado en el pasillo, aunque lo más difícil de ocultar sería el enorme charco de sangre que había en la sala de estudio.

Echó mano de la fregona que había en el cuarto de limpieza, y cuando al fin acabó con su misión salió a la calle. La tormenta había parado y comenzaba a despejarse dejando ver como el sol comenzaba a asomar lentamente por el horizonte y reflejaba los primeros rallos de sol que iluminaban ese nuevo día.

Miró al cielo sin mostrar expresión alguna en su rostro.

“Por fin todo había terminado…”
-------
Espero k os halla gustado de ante mano gracias a los k se pasen por aki a leerlo por favor dejen comentarios y criticas constructivas. (Tuve un pekeño problema con las comas, k no son mi punto fuerte, y espero no haberme dejado muchas tildes)
bye! cuidense ;)