La ventana abierta

La ventana abierta

Leía, como de costumbre, un libro de aquellos que Martina le había traído. Se sentaba en aquella silla aterciopelada, que era bastante cómoda, por horas hasta que la vista le comenzase a reclamar el cansancio. Para entonces, se levantaba con calma y se acercaba hacia la ventana abierta. Le gustaba ver las luces de la ciudad y de vez en cuando uno que otro auto pasar entre las calles silenciosas y lóbregas. En algunas ocasiones sacaba la cabeza por completo y se llenaba los pulmones con aquellas brisas frescas. Le hacía sentir mejor, más vivo.

Una vez más despejado, se retiraba y se dirigía a su cuarto a colocarse la ropa de dormir. Aquella noche, sin embargo, algo lo detuvo. En tanto dio un paso hacia atrás, un grito en la acera le obligó a asomarse nuevamente por la ventana. Una señora gritaba desconsolada al ver un hombre saltar por una ventana y explotar en la acera a pocos pasos de ella.

Lloraba desconsolada, temblando y gritando que lo ayudasen. Pero era demasiado tarde. Él intentó acercársele y consolarla, pero tan sólo le ignoraba. Trató de llevarla a otro lugar lejos del cuerpo que yacía boca abajo sobre el pavimento, para así darle espacio para tranquilizarse; mas no quiso escuchar y siguió gritando desesperada.

Pronto más gente comenzó a llegar a tan desagradable escena, en un principio fueron tan sólo algunos vecinos, más tarde paramédicos y uno que otro policía que buscaba testimonios de cada quien que se le cruzase. Él intentó comentar lo que había visto, pero parecía que nadie estaba realmente interesado en lo que él decía. Quiso irse a casa, pero pronto comenzó a escuchar ciertos comentarios que no le permitieron irse tranquilo. Aquel hombre en el pavimento vivía en un piso cercano al del, quizá incluso le conocía ¿Quién habrá sido realmente? De todos modos no solía relacionarse mucho con los vecinos, pero algo así siempre afectaba, lo conociese o no. Los vecinos comenzaron a subir a sus departamentos con cierto aire de satisfacción al colaborar con sus testimonios y al comprender lo que había sucedido todo tan claramente. Aquello evidentemente le había molestado un tanto, puesto que él quería irse así de tranquilo igual que todos. Le parecía de lo más injusto que no cedieran a interrogarle y explicarle cuando él había sido uno de los primeros en bajar al enterarse del incidente.

Repasó la imagen en su mente, él tomando aire, un grito de horror, una mujer gritando en medio de la vereda y el inmediatamente… junto a ella. Ahora que lo planteaba, existía cierto vacío que no lograba rellenar. Como si lo hubiese olvidado, o peor aún, como si nunca hubiese existido.

Levantó la vista y notó que desde la vereda se veía con claridad su ventana. Vio un rostro, un policía, asomándose de la misma manera que él hace un rato atrás. Bajó la vista y observó a unos hombres levantando el cuerpo.

Su cuerpo.


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Para actividad ¡Vamos a pensar!
Palabras: 493+Título.

Esta idea me obsesiona! Hasta la estructura se me hizo repetida.
Pero bueh... un clavo saca a otro clavo (?).