Mitología La princesa de la Atlántida

Aquí les traigo otra leyenda espero la disfruten.

La princesa de la Atlántida​

Muchos siglos atrás, en los tiempos en que la escritura de occidente era joven como un adolescente en plena pubertad. Se narra la leyenda de la antigua descendiente de la tribu de los bereberes provenientes de Tifilalt, un oasis en el macizo del Atlas (actual Marruecos) que refiere a la historia de una mujer de noble cuna, a quien las tribus Kel Ahaggar aluden como su madre ancestral. Esta princesa emigró desde Tifilat, atravesando el desierto sahariano a lomos de una camella blanca. Tras una larga marcha de casi mil cuatrocientos kilómetros, esta mujer llegó al oasis de Abalessa, situado en Tamaanraset, acompañada de su sirvienta Takama. Lugar en que se estableció y murió, siendo enterrada en un túmulo con beato y ritos funerarios acostumbrados para un personaje de su estirpe.

Cuantiosos son los relatos que transmite, oralmente, este pueblo llamado por los árabes los abandonados de Dios. También se les conoce por otros nombres como los Tuareg, pese a que en su lengua se hacían llamar los "nobles" o los "libres". Este pueblo es descrito por el autor francés, Duveyrier en su obra: Les Touaregs du Nord: "la bravura y agresividad de los guerreros como la consecuencia de las difíciles condiciones en las que deben sobrevivir, pero la nobleza acompaña todas sus acciones; así, desprecian las armas de fuego porque permiten el ataque emboscado, y no envenenan nunca sus armas. Son, además, una sociedad tolerante, en la que las mujeres gozan de gran libertad". Los Tuareg fueron reconocidos por ser nómadas y sus tiendas tienen un aspecto peregrino y los hombres en su mayoría están ausentes ,debido a que se dedican a realizar sus actividades como pastor, guerrero o comerciante . Además como se describe en la cita, las mujeres al tener mayor libertad dentro de la tribu, también tienen mayor autoridad en el campamento y ,por ende, un rol preponderante en la sociedad de esta tribu, ya que la mujer sabe escribir y es más instruida que el hombre, participa de los concejos y asambleas del linaje y es consultada en los asuntos de la tribu. Otro asunto que resaltaba sobre las cualidades de esta tribu es la descripción de Guevara, citando el de antiguitatibus grecorum de Luis Bosco donde cita: "todos tienen casas iguales, y todos los hombres llevaban la misma clase de ropa, y que ningún hombre era más rico que sus vecinos".

La madre ancestral de la tribu Tuareg tiene una ascendencia divina, puesto que según las costumbres locales se decía que: "Ella era una antigua princesa que escapó de un diluvio que azotó a su civilización mucho tiempo atrás". Esta mujer poseía la cualidad de crear prodigios que los imuhars atribuían a su linaje divino, además de eso destacaba por su apariencia que los Tuareg detallaban como: "Era una mujer irresistiblemente bella, alta. Su cara sin defectos, de tez luminosa, de ojos inmensos y ardientes, nariz fina. Una imagen que evoca, a la vez, belleza y autoridad". Esta mujer fue una heroína y la fundadora de este pueblo, y se dice que se mezcló con los dioses para crear una nueva raza. Estos hombres eran descritos: "hombres de gran altura, de pelo amarillo y ojos rasgados, procedentes de Orión, y que fueron los padres de su pueblo" , asimismo podía comunicarse con estos dioses a voluntad. Esta mujer y única gobernante del levantisco pueblo del desierto, princesa de los Tuareg y de la etnia bereber, respondía al nombre de Tin-Hinan.

El oasis donde la princesa vivía era descrito como un valle, casi completamente cerrado al exterior, siendo la única vía de comunicación una serie de galerías subterráneas. El clima en esta depresión es más moderado que fuera de él, gracias a la influencia del oasis y es considerado por los escasos visitantes como uno de los lugares más bellos del Sahara. Las construcciones son de los más ricos metales, incluyendo posiblemente el misterioso oricalco, identificado como un mineral de aspecto similar al bronce aunque más claro. Y el agua subterránea alimenta huertas y jardines esplendidos mientras que los picos rodean el valle pueden ser vistos durante gran parte del año cubiertos de nieve. Las huertas y granjas producen frutas sabrosas e incluso vino de una calidad aceptable. Curiosamente, el antropólogo y arqueólogo aficionado Count Byron De Prorok en su obra Dead Men Do Tell Tales, considera haberse topado con los restos de la Atlántida en los desiertos africanos, admitiendo sin ambages que en la región de Moudir halló "grandes precipicios que forman un muro de roca viva, considerada por los tuareg como la fortaleza de las amazonas, gobernadas por una reina blanca..." .Donde se hace alusión al lugar donde residía la princesa de los tuareg, que se presume que fueron las ciudades ocultas en las que se escondieron los sobrevivientes de la Atlántida. Años después el autor de The Great Sahara, James Wellard. Atribuiría al Dr. LeBlac, de la facultad de medicina de la Universidad de Algiers, la descripción de los restos mortales de la reina de la leyenda: "Se trata de una mujer de raza blanca...la conformación de su osamenta recuerda poderosamente al tipo egipcio que puede verse en los monumentos faraónicos, caracterizada por la buena estatura y esbeltez, anchura de los hombros, pelvis reducida y piernas delgadas". Haciendo alusión a los restos encontrados en la tumba de la princesa de la Atlántida.