La Infección Pokémon

Tema en 'Fanfics Abandonados Pokémon' iniciado por Dronid, 14 Julio 2013.

Estado del tema:
No se permiten más respuestas.
  1.  
    Dronid

    Dronid Iniciado

    Libra
    Miembro desde:
    14 Julio 2013
    Mensajes:
    5
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    La Infección Pokémon
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Misterio/Suspenso
    Total de capítulos:
    5
     
    Palabras:
    1557
    ¡Saludos a todos!
    Como verán soy nuevo y me presento con esta historia con la que llevo trabajando unos meses, empezó como una creepypasta pero después decidí cambiar el concepto y volverla lo que ven ahora esperando que en un futuro pueda convertirla en un cómic digital


    Les comento que pueden hacer sus preguntas sobre personajes y la historia, ya que la próxima parte tratara sobre eso especialmente

    La primera parte- Un frío comienzo

    Me encontraba descansando tranquilamente en el bosque no muy lejos de la Meseta Añil, mis pokémon dormían tranquilamente alrededor de una fogata, mientras yo observaba las estrellas sintiéndome más insignificante de lo que ya era. Charizard era el único que seguía a mi lado despierto pero me miraba con mucha seriedad, no era para menos, en parte quedé segundo por él, aunque no lo puedo culpar por que hizo un gran trabajo luchando. Pero en fin, lo que pasó, pasó.


    Comía uno tras otro, esos deliciosos Bombones con forma de Chansey, cuando Charizard se levantó y comenzó a caminar hacia el bosque con suma lentitud. No lo acompañé tal vez tenía que ir a hacer sus necesidades, digo, los pokémon también tienen ¿no? Tras unos cuantos minutos regresó volando con lo que creó una pequeña ráfaga de aire que se llevó mis bombones. Sin darme tiempo a reaccionar despertó a los demás con un rugido algo opaco.

    Todos se habían inquietado al oír a Charizard, éste dirigió unos gruñidos a sus compañeros que tras escucharlo buscaron sus pokébolas y entraron en ellas. Sabía que algo pasaba, así que recogí mis cosas tan rápido como pude y me acerqué a mi compañero, que me invitó a subir a su espalda. Apenas pude acomodarme Charizard salió disparado del claro.

    Bajo nosotros los árboles se agitaban frenéticamente y pequeñas luces surgieron entre la oscuridad del bosque.

    Observé con curiosidad esas pequeñas luces, pues de un momento a otro habían multiplicado su tamaño y parecían seguir creciendo, hasta que de repente explotaron.

    — ¡Cuidado! — le grité a Charizard; un hiperrayo surgió desde dónde estaban las luces

    Una decena de ataque más le siguieron, pero mi gigante naranja los esquivó como un as, aunque un par de ellos pasaron muy cerca de nosotros. Pronto nos alejamos de la zona y volvimos a estar a salvo, o al menos eso pensaba yo.


    En cuanto llegamos a la Meseta Añil me di cuenta de que la cosa estaba realmente mal. El complejo estaba totalmente rodeado por toscas barricadas, guardias bien armados e iluminación en cada rincón, parecía que habíamos entrado en guerra.

    Los guardias alertaron mi presencia y rápidamente dirigieron sus armas hacía mí y mi compañero antes de que aterrizáramos, pero una voz los convenció de que no éramos una amenaza.

    — ¿Qué pasó? — pregunté ante el murmullo que se había formado en mi presencia

    — Uff... qué bueno que estas aquí, todos pensaban que te había sucedido algo— Así fue como me saludó el Presidente de la Liga

    — ¿Por qué? —

    — Los pokémon están actuando raro— dijo con mucha seriedad

    — ¿Tendrán roña?—

    — Esto es serio, se están comportando de manera errática, atacan a diestra y siniestra, hasta su apariencia está cambiando; no son ellos mismos

    — ¿Todos están cambiando?—

    — No, por ahora solo los salvajes están cambiando, aunque eso no nos asegura que esto nos sea contagioso, por si acaso también capturamos a los pokémon salvajes que parecen sanos —

    — ¿Cree que sea una enfermedad?—

    — Tal vez, pero aún no lo sé, espero que los doctores o los profesores sepan algo—

    — Bueno, entonces iré a Paleta a ver a Oak...—

    — Espera, necesito que primero vayas al monte Plateado, los guardias me han avisado que hay muchos problemas con los pokémon salvajes—

    — ¿Y por qué no va el campeón?—

    — Ya lo mandamos a la Calle Victoria, además, todos sabemos lo que pasó — parecía referirse a algo de la final

    — Bueno, vámonos—


    Cuando llegué al centro pokémon estaba desértico, la enfermera había dejado una nota en la puerta diciendo que aún había algunas medicinas y comida adentro. Entré al edificio que estaba tranquilo como ninguno otro, tomé un poco de agua y me senté, después de todo no parecía haber muchos problemas. Me quedé dormido unos segundos después.

    Un ligero temblor irrumpió mi descanso, dejándome en medio de la oscuridad, supuse que las luces del edificio se habían apagado automáticamente pues el aire acondicionado seguía funcionando. La única luz que iluminaba mi camino era la de la luna que entraba tenuemente desde la puerta de cristal.

    Cuando salí sentí el frío viento de la montaña me golpeó suavemente la cara, tomé mi teléfono y llamé al Presidente para informarle la situación, mientras oía como sonaba el timbre un infernal rugido sonó en las cercanías. Temblorosamente volteé hacía mi derecha y vi la enorme cabeza de un Onix saliendo de la Cueva Plateada, se llevó su tiempo en salir pues este Onix era realmente largo, calculé que medía por lo menos unos 13 metros.

    Saque a Sceptile por instinto más que nada, le dije que usara una Energibola que pensé iba a debilitar al Onix de un solo golpe, pero el rocoso respondió con un poderosísimo Dragoaliento que consumió el ataque de Sceptile e impactó directamente a Sceptile debilitándolo directamente.

    Me quedé frío cuando vi caer a mi pokémon. Como era posible que de un solo ataque hubiera acabado con él. Saqué a mi Feraligatr que atacó por su cuenta con una hidrobomba que le dio de lleno al gigante, pero este apenas resintió el ataque y contraatacó con un Dragoaliento que Feraligatr esquivó con facilidad para arremeter con Terremoto, haciendo que el Onix se tambalease y poder aplicarle el golpe definitivo con un Acua jet justo entre los ojos.

    Me acerqué con una pokébola en mano y se la lancé al Onix, que a pesar de estar debilitado salió de ella. Al volver a acercarme me di cuenta de que el pokémon estaba raro, su piel rocosa era un poco más pálida y además olía como a carne cruda, aún así volví a lanzar la cápsula y esta vez la criatura quedó atrapada. Pero cuando pensaba que la situación se había controlado, de la cueva emergieron quejidos guturales que erizarían el bello a cualquiera.

    Me asomé al interior de la cueva, ahí había una decena de pokémon dirigiéndose a la entrada, algunos de ellos con peor aspecto que el Onix que acababa de capturar.

    Liberé a Dragonair de su pokébola y junto a Feraligatr mantuvieron atrás al batallón de criaturas que intentaban salir de ese lugar, entre los cuáles había varios que estaban completamente sanos, con lo que aproveché para capturarlos y enviarlos hacia el PC.


    Después de un rato dejaron de salir tantos pokémon como en un principio lo habían hecho, pero justo en el momento en que me encontraba más tranquilo, un imponente trueno penetro la penumbra del bosque e impactó a Dragonair y Feraligatr, este último cayó seriamente lastimado.

    Mandé a descansar al lagarto acuático entrando Sceptile en su lugar, acompañándolo Charizard que salió por su propia cuenta.

    Fijé mi mirada en la oscuridad del bosque y observe una silueta que se acercaba toscamente al claro.

    Era el legendario Raikou, pero este no se parecía nada al que me habían dicho en las historias. Tenía el rostro totalmente desfigurado, la piel carcomida y una fría ambición por acercarse.

    Charizard lanzo una Llamarada que el eléctrico puedo esquivar y responder con un rayo que dejó paralizado al dragón.

    Hice que Sceptile usara Llueve hojas, envolviendo a Raikou en el torbellino durante unos momentos, desearía nunca haberlo hecho.

    La bestia quedó totalmente pelada, podía ver la carne viva y palpitante de Raikou. Este solo alcanzó a dar un par de pasos más antes de caer hecho garras en el suelo. Estuve a punto de vomitar en ese momento.

    Seguía en estado de shock cuando de pronto Charizard y Sceptile comenzaron a caminar por un estrecho sendero que conducía al bosque, ordene a Dragonair que derrumbará la entrada de la cueva y seguí a mis amigos a través del sendero.

    Llegué a un claro donde ellos me esperaban, lo que había en el volvió a voltearme el estómago.

    El pobre Entei se arrastraba forzadamente a las raíces de un viejo árbol de la espesura, pero desafortunado perro se encontraba ya semidevorado. Podía ver algunos de sus órganos esparcidos por el suelo.

    Aun así me percaté de que el pobre aún seguía siendo “normal”, por lo que me coloqué a unos cuantos metros de él. Su mirada reflejaba el dolor que sentía y al mismo tiempo pedía piedad. Casi rompo a llorar en el momento que dejó de moverse.

    Pero mi angustia cambió de sentido rápidamente, Entei volvió a moverse, pero su mirada había cambiado y parecía haber sido poseído por alguna clase de propósito malévolo.

    Se arrastró hacia mí, pero no como antes lo había hecho, ahora parecía no sentir el dolor. Charizard se interpuso y lo mando a volar con un coletazo. Oí el crujir de su espina dorsal al golpear uno de los árboles, pero aun así siguió moviéndose y buscando acercarse a nosotros. Sceptile, con un veloz impulso le partió en dos la cabeza con hoja aguda.

    Realmente las cosas estaban poniéndose mal, la vida como la conocíamos estaba a punto de cambiar...
     
    Última edición: 4 Octubre 2014
    • Me gusta Me gusta x 1
  2.  
    Paralelo

    Paralelo Viajero dimensional

    Virgo
    Miembro desde:
    16 Agosto 2012
    Mensajes:
    259
    Pluma de
    Escritor
    No uses los spoilers para poner los capítulos, es molesto de leer y se ve demasiado pequeño. Sube uno por uno como si fueran respuestas. Además de eso, vigila un poco más tus acentos, sobre todo en el pretérito, también recuerda que el guión para introducir un diálogo no se usa al final de lo que dicen, a menos que siga una narración.
     
  3.  
    Dronid

    Dronid Iniciado

    Libra
    Miembro desde:
    14 Julio 2013
    Mensajes:
    5
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    La Infección Pokémon
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Misterio/Suspenso
    Total de capítulos:
    5
     
    Palabras:
    1734
    Segunda parte- De mal en peor

    No tarde mucho en llamar a los grandes mandatarios de la Liga, les conté lo sucedido y estaban totalmente sorprendidos.
    — Es increíble, ¿estas seguro que hay que hacer eso?—
    — Si, es demasiado peligroso dejarlos por ahí, por cierto, avísale a los Profesores de lo que paso, ustedes sabrán que hacer con las ciudades—
    — Esta bien, ya puedes regresar a tu casa— Apenas termino de decir eso corte la señal
    Me dirigí a Pueblo Paleta, los bosques estaban mas tranquilos que nunca, de pronto uno o dos Pidgeys o Spearows salían de las copas y se alejaban volando. En ciudad verde había varias personas huyendo o luchando cerca del bosque verde, parecían tener algunos problemas con los pequeños bichos que salían de ahí.
    Cuando llegue a Paleta había varios de mis pokémon rodeando la ciudad, me dio un mini infarto, pero me tranquilice al ver que seguían normal.
    — Lamento no haberte dicho, pero tuve que usar a tus pokémon para protegernos— Dijo Oak acercándose apenas baje de Salamance
    — No importa— le dije— mas me preocuparía si no los usaran, ¿ya saben algo sobre que hizo esto sobre los pokémon?
    — No, por lo menos no aun, tengo un par de pokémon infectados que estoy estudiando pero aun están demasiado agresivos para hacer algo bien—
    — Bueno, creo que me quedare aquí a descansar, estoy harto de tanto luchar—

    Pasaron algunas semanas, el paisaje en todo Kanto y parte de Johto había cambiado casi totalmente: las ciudades se habían fortificado desde los mismo cimientos, se cancelo hasta nuevo aviso la Liga y cualquier espectáculo pokémon en general, ahora el deber de los lideres y entrenadores era proteger las ciudades, estas, se unieron con las que estuvieran mas cercanas, así Celeste, Azulona, Carmín y Azafrán crearon una gran comunidad, Lavanda fue abandonada totalmente, parece que la infección había comenzado ahí, todas las entradas a la ciudad fueron bloqueadas aunque eso no evito que algunos pokémon pudieran escapar.
    Lo único que se logro descubrir de la enfermedad fue que después de terminar la fase de incubación el virus se convertía en una especie de simbiosis donde se explotaba al máximo las habilidades del pokemon y su fuerza era muchas veces veces mayor pero después de un tiempo su cuerpo se desgastaba y perdía las habilidades de su tipo.
    Sentía que las cosas estaban llegando a su clímax, en todas partes se tenían problemas con los pokemon, aun no había ni vistas de una cura, por lo menos se descubrieron un par de cosas mas. Los pokemon fantasmas, y los que estuvieran recubiertos con algo grueso en su cuerpo o fueran de un solo material como Graveler, Geodude, Beldum y sus evoluciones, los Regis, Aggron y pokémon artificiales no se contagiaban y ahora era común verlos en las calles.
    Muchas personas se habían vuelto locas y huyeron, a muchos de ellos nunca se les volvió a ver. La tensión se podía sentir en el aire, se pronosticaba que pronto la infección sobrepasaría los intentos de contenerla.


    Estaba acostado en mi habitación cuando recibí una llamada de mi padre, estaba en Canela, su ciudad natal, pero un Tentacruel los estaba atacando y los pokemon de fuego que tenían no eran capaces de detenerlo. Inmediatamente subí en Charizard y nos dirigimos hacia allá.
    Al llegar note que no había nadie, me asome dentro de las casas pero estaban vacías. Fue cuando vi el volcán hasta que note a las decenas de personas que estaban en una cornisa, agitando los brazos y saltando. Yo las salude pero cuando me di vuelta fue cuando descubrí por que estaban tan agitados.
    Tras de mi se encontraba el enorme Tentacruel saliendo del agua, no parecía infectado pero estaba muy enojado, yo corrí hacia el volcán, el Tentacruel me siguió de cerca me metí en un callejón, pero este no tenia salida, trepe por el marco de la ventana y llegue al techo donde me quede acosté para que el pokemon acuático no me viera. Vi su cabeza pasar a mi lado, apenas me dio la espalda saque a Ampharos de su bola, ordene que usara trueno dándole de lleno.
    El Tentacruel salio volando hacia el agua y se sumergió, las personas que se encontraban en el volcán me vitoreaban con fervor.
    Pero de pronto volvió a salir a la superficie y nado rápidamente a la orilla, pero se detuvo y pareciera que lo fueron arrastrando hacia atrás y después se hundió en un gran chapoteo. Hubo un momento de silencio, solo me quede observando el agua de donde en segundos comenzaron a salir cientos de tentacool infectados. Regrese a Ampharos y corrí entre los techos hacia donde estaban las personas, los tentacool se movían con mucha rapidez entre las calles y subían a los techos, solo me faltaba dar un salto para llegar al volcán, tome vuelo, después dando una gran zancada alcance a llegar a una pequeña saliente pero resbale y logre sujetarme con mis manos.
    Los pokemon empezaron a subir y eso hizo que me apresurara pero la roca empezó a ceder, patee a los tentcools que se aceraban a mi, pero se estaba complicando demasiado, sentía que mi fin se estaba acercando.
    Una mano salvadora apareció frente a mi, la tome y logre subir.
    — Gracias— le dije a mi padre
    — Ni lo digas, pero ahora necesitamos que saques de nuevo a tus pokemon—
    — Claro, ¡adelante!— Ampharos, Dragonair, Sceptile y Salamance salieron de sus pokebolas y con rayos, energibolas y rocas lucharon arduamente contra los infectados, los habitantes de la isla también comenzaron a defenderse con piedras y ramas. Unos minutos después las cosas se habían tranquilizado.
    — Gracias por tu ayuda— me dijo Blaine
    — Fue un placer, necesitaba ya un poco de entrenamiento—
    — Eres mi orgullo— dijo mi padre tras de mi
    —Ten, esto les ayudara a defenderse al menos durante un rato— le dije al entregarle las pokebolas de Ampharos y Dragonair
    — ¿Ya te vas?—
    — Si, a Carmín, he oído que tienen problemas y necesito ver a...—
    — Bueno, puedes irte, creo que aquí estaremos seguros— le di un abrazo a mi papa y después salí volando en Charizard

    El mar estaba bastante picado, aun así pude ver grandes sombras que viajaban bajo las olas, estaba seguro que la mayoría de los pokemon en el agua estaba infectados desde hace mucho tiempo. Esa era la razón por la que ya nadie viaja por agua, solo en grandes barcos y algunas avionetas.
    Cuando llegue a Carmín encontré a varias personas con pokemon corriendo hacia la cueva de los Diglets, me dirigí ahí, encontré a varios entrenadores sacando a su pokemon para detener a los cientos de diglets que de ahí salían, pero poco a poco fueron perdiendo terreno y huyeron.
    Corrí hacia uno de los ayudantes en el gimnasio que ya conocía y le pregunte que sucedía
    — ¡Que sorpresa que llegaras!—
    — Oí que tenían problemas, y veo que son ciertos—
    — Si, los diglets se volvieron un gran problema, pues no infectan a los demás pokemon...—
    — ¿Entonces?—
    — Déjame terminar, pero estos al excavar debilitan los cimientos de las casas y hacen que se derrumben
    — Bueno, eso no es tan malo como esperaba pero los ayudare—
    Lancé a Sceptile y Feraligatr para que combatieran con los pequeños topos.
    Feraligator inmediatamente lanzo una hidrobomba pero la velocidad de los diglets y dugtrios evito que los dañara, Sceptile se lanzo al ataque con hoja aguda y rebano a varios de ellos, pero al pasar entre ellos uno hizo que se tropezara y golpeara fuertemente contra una roca. Después los diglets trataron de llevarlo al interior de la cueva pero lo regrese a su bola justo a tiempo.
    Feraligatr trato de congelarlos con un poderoso rayo de hielo, aunque algunos resultaron afectados mucho contra atacaron y dejaron a Feraligatr mal herido.
    Se me acababan las opciones, Salamance no tenia ataques para golpear a estos pequeños pokemon, y Charizard...
    ¡Char, ve!— dije lanzando mi pokebola al aire, saliendo Charizard con un majestuoso brillo.— ¡Furia dragón!—
    Un par de esferas verdes fueron disparada por Charizard dando junto a los tipo tierra y creando una pequeñas estelas de humo. Después le ordene que usara cuchillada dando zarpazos mortales entre los diglets y dugtrios, pero aun eran demasiados.
    — ¡Espera!— le grite a Charizard que uso lanzallamas por su propia cuenta— Eso no funcionara ¿no recuerdas?— a pesar de mis suplicas Charizard seguía lanzando una poderosa flama, los diglets y dugtrios seguían avanzando y Charizard daba pequeños pasos hacia atrás entre mas se acercaban, sabia que pronto se le acabaría la energía. Trate de regresarlo a su pokebola, pero el se resistió y aumento como nunca lo había visto su poder de fuego.
    Los pokemon infectados avanzaron con mayor lentitud, los mas cercanos estaban empezando a carbonizarse, algunos otros se estaban petrificando, Charizard seguía dando su mayor esfuerzo, pero no tardo mucho hasta que paro y lanzo una llamarada triunfante al cielo y luego cayo...
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  4.  
    Dronid

    Dronid Iniciado

    Libra
    Miembro desde:
    14 Julio 2013
    Mensajes:
    5
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    La Infección Pokémon
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Misterio/Suspenso
    Total de capítulos:
    5
     
    Palabras:
    1092
    Tercera parte- Un adiós y la luz de las esperanza

    — Madres, madres, madres— me decía a mi mismo mientras corría hacia Charizard—¿estas bien?— le pregunte a mi inseparable compañero que se levanto tambaleante y esbozó una sonrisa.
    Lo lleve al centro pokemon y me mantuve expectante en la sala de espera hasta que una llamada perturbo mi concentración.
    — ¿Si?—
    — ¿Daniel?— pregunto la encantadora voz
    — Hola Andrea, ¿que pasa?—
    — Necesitamos tu ayuda, todo Trigal esta siendo atacado por bichos, no podemos detenerlos—
    — Bien, ahorita te caigo — se interrumpió la señal y mi preocupación crecía
    La enfermera salio tranquilamente con Charizard tras de ella
    — Tu pokemon ya esta bien, había sufrido un sobre esfuerzo tremendo—
    — Gracias por todo— le dije a la enfermera y me retire a una de las PC que había. Llame a mi padre que en cuestión de segundos respondió— Hola 'pa
    — ¿Que paso?— preguntó a manera de saludo
    — Nada, todo esta controlado, ¿podrías regresare a Dragonair un rato? —
    — No hay problema, no ha habido ningún peligro hasta ahora, ahorita te lo mando...—
    Ya me encontraba en el aire sobre Salamance volando a través de Johto, cuando a lo lejos divise una nube negra sobre Trigal. “No puede ser” me dije a mi mismo, la nube era un enorme enjambre de insectos.
    Charizard, Salamance y Dragonair fueron mis elegidos para tratar de detener este desastre.
    Salamance lanzaba llamaradas que hacían explotar grandes grupos de infectados, Dragonair los paralizaba petrifican dolos y dejando que cayeran al suelo y Charizard seguía con su perpetuo lanzallamas.
    Decenas de restos llenaban las calles de Trigal pero aun había miles de bichos por eliminar, mientras mis compañeros seguían haciendo su trabajo yo buscaba alguna zona estratégica para poder atacar sin peligro sin éxito.
    Un zumbido veloz llego a mis oídos, gire mi cuello y logre ver el origen de ese sonido, un Beedrill, se acercaba velozmente con sus taladros apuntando hacia Dragonair, salte de Salamance hacia donde se dirigía el Beedrill asestándole una buena patada y partiendo lo a la mitad , pero no pude sostenerme de la cola del dragón y caí llevándome a varios insectos de encuentro.
    Lo mejor que podía hacer en esa situación fue agarrarme de varios de los bichos que nos atacaban y esperar que pudiera suavizar la caída, cerré los ojos con gran fuerza pero de pronto caí en algo blando, Pidgeot.
    — ¡Gracias!— le dije con alivio— ¿te mando el profesor cierto?— respondió asentando con la cabeza— ¡Bien, usa tornado!
    Pidgeot me llevo a la posición donde me encontraba originalmente, Charizard y Salamance comenzaron a agitar sus alas para crear un gran torbellino donde la succión atrapo a todos los infectados y los llevo al mar.
    El torbellino se alejo hacia el horizonte hasta disiparse, había terminado con algunos de ellos, pero sabia que había mas, muchos mas.
    Baje hacia la ciudad donde el publico me recibió como un héroe y Andrea vino corriendo hacia mi.
    — ¡Gracias, gracias,gracias!— dijo con alegría y me dio un beso espontaneo
    —De nada, solo quería ayudar— respondí mientras me seguía apretujando— Espera, espera, me esta vibrando— el publico que se había reunido me miro de forma extraña hasta que saque el celular y lo agite a la vista de ellos.
    — ¿Bueno?—
    —¿Daniel?—
    —Si...—
    — Te tengo noticias, tengo avances con la cura del virus aunque aun me hará falta tiempo y...— era el Oak
    — Bien, creo que estamos cerca del final—
    — Aun no, también tenemos problemas en la cueva celeste, Lance ya va para allá pero también necesitamos que llegues—
    — Nunca podre descansar, en un rato llego—
    — Estate al pendiente, adiós—
    — Si, si— dije colgando, mire a Charizard, sabia que tenia que dejarlo un tiempo— Andrea, quiero que te quedes con Charizard un rato, al menos hasta que estén seguros—
    — Pero...—
    — Char, cuídalos bien amigo— le dije para luego darle un caluroso abrazo por el cual solté una lagrima
    — Tengo que irme, el deber me llama — me tome del cuello de Dragonair y partimos hacia el mar, mi ultima imagen de la ciudad fue una gran llamarada al aire en señal de despedida, pero debía dejar atrás mis sentimientos y hacer algo antes de ir a Celeste
    Lugia se encontraba reposando en el agua de su cueva cuando llegue a las islas Remolino.
    — ¿Que quieres humano?—
    — ¿Ya debes saber de la situación que hay afuera cierto?—
    — Todos estamos enterados, estas heridas no son por diversión— comento mostrando su alas llenas de rasguños
    — ¿Que te paso?—
    — Fueron las criaturas a las que ustedes llaman Skarmorys—
    — ¿Estaban infectados?—
    — No lo se, eran cientos de ellos—
    — Ten esto de ayudara— le dije ofreciéndole unas bayas
    — No hace falta— de pronto un resplandor blanco salio de su cuerpo y en segundos se volvió a apagar pero ahora Lugia estaba sanado
    — ¡Lo sabia!, tu ayuda nos sera muy útil—
    — ¿En que?—
    — Ya lo veras— Salimos de la cueva con una nueva esperanza y un chillido aterrador por delante
    — Han vuelto— dijo Lugia con seriedad
    Varios skarmorys se dirijian a nosotros con gran velocidad, Lugia uso aerochorro pero los atacantes comenzaron a girar para anular el torbellino, este era sin duda el momento perfecto para Char... cierto...
    Solo tenia a Feraligator, lo mande a usar hidrobomba tirando a pocos de los skarmorys, sabia que todo había terminado, ya nada nos podría salvar, solo me cubrí la cabeza con los brazos y espere lo peor...
    Un ardiente brillo ilumino el pronto atardecer, una llamarada increíblemente potente irrumpió la escena, rostizando, o mejor dicho, fundiendo a los skarmorys que cayeron al agua como piedras. Nuestro salvador descendía del cielo mostrando nada mas que su silueta brillante debido al sol que caía.
    Ho-Oh había sido nuestro salvador, Lugia se elevo hasta llegar a donde el se mantenía y comenzaron, a lo que yo creo, fue una platica.
    Oí un pillido tras de mi, tome la roca mas puntiaguda que encontré y busque el origen de ese sonido, una pequeña sombra aprecio de entre las rocas... un skarmory bebe. El pequeño brillaba como el cromo y sus partes no metálicas tenias un color verde muy atractivo, lucia bastante asustado, parecía no estar infectado así que le ofrecí una baya que devoró de un mordisco, luego subió a mi cabeza y se acurrucó.
    — Shh shh ven, estarás bien conmigo— lo tranquilice y lo metí en una de mis pokebolas, luego Lugia bajo y me invito a subir a su lomo
    — Bien, vamos a la cueva—
    —¿Que? ¿ como lo sabes?—
    — Leí tus pensamientos—
    — Ahh, ¿sabes que pasa allá?—
    —No querrás saber...—
     
  5.  
    Dronid

    Dronid Iniciado

    Libra
    Miembro desde:
    14 Julio 2013
    Mensajes:
    5
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    La Infección Pokémon
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Misterio/Suspenso
    Total de capítulos:
    5
     
    Palabras:
    550
    Me quede dormido durante el viaje fue hasta que vi la luces en Celeste que desperté y me di cuenta de lo grave de la situación. Había decenas de entrenadores y pokémon dirigiendo ataques hacia la entrada de la cueva, la ciudad estaba alborotada, todos se encontraban en la calle y corrían como locos a helicópteros que despegaban hacia el sur, de pronto toda la gente se quedo parada al verme llegar con el par de aves legendarias.
    — Bueno, creo si tenían problemas—
    — Te esperábamos desde hace buen rato— dijo una voz tras de mi
    — Me quería hacer del rogar— le dije a Lance
    —Bueno, necesitamos que nos ayudes a controlar a esto, siguen saliendo demasiados infectados y al parecer ya tenemos to...
    — Una pregunta— interrumpí a Lance
    — Si
    — ¿Por que simplemente no derrumban la entrada?— El silencio se hizo general en la zona
    — Bueno...
    — Siempre tengo que hacer todo, Tyranitar usa tumba rocas— dando un gran puñetazo a la pared de roca hizo que el arco de la entrada se derrumbara deteniendo a los pokémon en su interior— Tan fácil que era
    — Supongo que eso los detendrá un tiempo
    — Yo digo que para siempre, ya están mas debilitados y su organismo se muere, creo que no tardaran mucho en morir
    — Bueno, creo que hay cosas que deberías saber— comentó y luego se sentó en una gran piedra— La infección ya se traslado hasta Hoenn y parte de Sinnoh
    — Era de esperarse
    — Si, pero también se han cancelado los viajes por mar y tierra es por eso que Rojo no ha llegado aun de su viaje en Teselia así que nosotros tenemos que tomar su lugar defendiendo las regiones.
    — ¿Te refieres al alto mando?
    — Si, el alto mando, Aldo y tu
    — ¿Yo por que?, no gane nada
    — Si, pero fuiste el campeón de Johto, Hoenn y arrasaste en Sinnoh en su momento
    — Pero fue diferente...
    — No empezaste por Kanto por que sabias que seria el mayor reto y aun así pudiste haber ganado cómodamente
    — Ni tanto
    — Tu Charizard pudo haber ganado con cualquier ataque pero su conciencia le dictó otra cosa
    — Lo se, pero aun se siente feo
    — Si, pero deja de preocuparte, la próxima vez lo conseguirás
    — Si es que hay una próxima vez
    — Cierto, tal vez aquí las cosas mejoren pero en Hoenn las cosas están en su clímax, en Sinnoh esta esparciéndoce y en Teselia no se como estén olas cosas
    — ¿Y las demás regiones? Ahí si viven junto a sus pokemon, están libres
    — Seria catastrófico...— Una luz se proyecto entre las rocas, me gire justo para ver la explosión que estallo a nuestras espaldas y no supe de mi durante unos momentos...
    Abrí los ojos, todo estaba borroso y oscuro, estaba en el rió. Salí a la superficie a tomar una bocanada de aire.
    Pedazos de piedra caían del cielo oscuro, vi a Lance tirado en el suelo y no divise a Lugia ni a Ho-Oh.
    Nade torpemente hasta la orilla donde me aferre al pasto y la gente seguía huyendo del lugar despavorida, me encegueció una luz que apareció de pronto de la cueva, era una silueta oscura rodeada de un aura morado que se movía lentamente entre el pasto que se incendiaba, mi vista comenzó a nublarse y de pronto todo se volvió oscuridad...
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  6.  
    Dronid

    Dronid Iniciado

    Libra
    Miembro desde:
    14 Julio 2013
    Mensajes:
    5
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    La Infección Pokémon
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Misterio/Suspenso
    Total de capítulos:
    5
     
    Palabras:
    808
    ¡Especial!

    Dedicado a todos los fans de la historia:
    El protagonista de la historia se llama Daniel (por si no se habían dado cuenta) nació en Pueblo Paleta a pesar de que su padre es de Isla Canela y su madre de Carmín, su padre al igual que la mayoría de los habitantes de la isla es entrenador de pokémon de tipo fuego y mano derecha del bien conocido Blaine. Su madre murió cuando Daniel era muy pequeño por lo que el no la conoció muy bien.
    Cuando apenas tenia cinco años su padre le regalo un Charmander con el que poco a poco comenzó una amistad que aun prevalece. Poco antes de cumplir los once, Daniel inició su travesía a lo largo de Johto logrando reunir todas las medallas en un par de meses, después de ésto ganó apretadamente el campeonato a un experimentado entrenador en la liga convirtiéndose en el más joven ganador de ésta. Durante su recorrido en esta región Daniel conoció a la que se convertiría en su mejor amiga y meses mas tarde su novia: Andrea
    Meses después viajo a Hoenn con la misma mentalidad y solo bastó un tetramestre para repetir su hazaña. Durante este viaje conoció a Aldo, otro joven entrenador que ya había intentado suerte en la liga pero que no pudo pasar la primera ronda, durante un tiempo Daniel y el viajaron juntos pero después de un tiempo Aldo se fue distanciando y cambió por completo hasta separarse
    Ya con 12 años y con una madurez mayor recorrió la región Sinnoh arrasando con todos los líderes y entrenadores que halló a su paso y volviendo solo un mes después de irse. Aquí todos sus pokémon explotaron su potencial al máximo y muchos de ellos evolucionaron en sus ultimas fases
    Ya habían pasado dos años desde que Daniel trajo el trofeo de Sinnoh y aun no se animaba a enfrentar el reto en su propia región, su padre se dio cuenta de eso y lo animó a que siguiera su camino a lo que Daniel terminó accediendo finalmente.
    Esta vez tardó seis meses en regresar a casa con todas las medallas de la región pero en la liga le fue fácil avanzar hasta la final pero para su sorpresa su último rival fue Aldo, aquel a quien había apoyado sin recibir nada a cambio volvió a estar frente a el, esta vez lucía mas seguro de si mismo y sus pokémon habían cambiado también, su Sneasel y su Beldum ya habían evolucionado en los poderosos Weavile y Metagross ademas de haber conseguido un Arcanine, un Steelix, un Gyrados y un peligroso Togekiss.
    Al salir de los túneles y toparse en la plataforma frente a un estadio lleno que los miraba con gran expectación sabían que la batalla de sus vidas estaba por comenzar...

    Preguntas:
    ¿Cada cuando subes nuevos capítulos?
    R= Normalmente es cada mes o cada tres semanas, así que no me creas si te digo una fecha exacta:P

    ¿Por qué tardas tanto en hacerlo?
    R= A veces tengo cosas que hacer y también estoy trabajando en una novela no relacionada pero le dedicare el mayor
    tiempo posible solo por ustedes

    ¿Por qué una infección así?
    R= Siempre me pregunte que pasaría si una infección así azotara a el mundo de los pokémon y aunado a que tengo mucha imaginación no se me ocurrió mejor idea

    ¿Quien ganó la liga entonces?
    R= Un joven llamado Aldo que también llevaba tiempo entrenando pero fue su primera liga

    ¿De dónde salió Ho-Oh?
    R= Estaba escondido en algún lugar de Johto y salio a buscar a Lugia al igual que el protagonista

    ¿De dónde sacas tanta imaginación hermano?
    R= No lo se, siempre he sido así:B

    ¿Si lo harás cómic?
    R= Si tengo el apoyo adecuado de la gente y voluntarios ténganlo por seguro

    ¿Ahora que pasara?
    R= Tendrás que seguir la historia para saberlo :P
     
Estado del tema:
No se permiten más respuestas.

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso