Self-insert La guerra ha comenzado

Una música electrónica y retro sonaba en él fondo de la habitación, resonando en los oídos de aquella damisela. Un sentimiento, eléctrica y emociones desbordaban en ella.

—Tu-tu-tuc-tu-sh-sh—susurros y golpeteos se escuchaban.

Nuna intentando copiar los sonidos que escuchaba en la radio. Pero justo cuando iba a empezar a tararear empieza con los estornudos muy conocidos.

—Achiu~Achiu~

En él fondo de la habitación se escucha una risa, junto con una mueca de fastidio disimulado.

—¡¡Muffin!! No te rías, no es diverido~ —exclama mientras en sus labios se forma un pucherito.

—Ay... Jajajajajaj xD XD —se escuchan risas.

Aquel pastelito andante se reía a borbotones, tanto que se caían sus migajas al suelo. Una vez que Nuna termina de estornudar.

—¿Ya? ¿Contenta?—pregunta Nuna.

Muffins se limpia unas lágrimas, le da mucha risa las reacciones de su mejor amiga. Nuna se acerca a ella y la abraza.

—Ya, lo siento, es que eres realmente graciosa, te pareces a un gatito :3 —comenta Muffins, correspondiendo él abrazo.

Nuna sonríe un poco, a pesar de estar un poco resfriada.

—Al menos hoy no se ha limitado a abrazarme —piensa sonriente.

Pero de repente Muffins la separa.

—Oye... Tu estas resfriada, ¡iugh! —dice fingiendo asco.

Nuna hace un pucherito de indignación.

—¡Mentira! Estoy bien sana, tan sana que hoy sé que haremos, y esa será un lindo regalo para Diccnero —dice indignada pero con una sonrisa maléfica al final.

Muffins la observa estremeciéndose.

—Primero te tomas la tacita de manzanilla y luego iremos a darle cariño a ese loco —comenta.

Nuna suspira, le fastidiaba que se preocupara, pero tenía razón una tacita de manzanilla nunca era malo. Aunque si fuera por Muffins toda cura sería el té de manzanilla.

Luego de tomarse la tacita, salen en camino a un lugar en especifico.
Al caminar por Fanficslandia iban saludando a algunos orientadores y huevines, como muffins nuevos. Su meta era llegar al departamento Disortografía, dónde se hallaba cierto loco parecido a Nuna, como también una serie de personas misteriosas y encapuchadas.

Nuna sonreía ampliamente ante las ideas que tenía en mente.

—Hoy será el mejor día para Diccnero —murmuraba como una loca.

Muffins ya estaba acostumbrada a las locuras de Nuna, pero aun le picaba la curiosidad saber que haría.

—Muffin, ¿trajiste los globos?—pregunta.

Ella asiente, quita de la mochila que tenía puesta en la espalda globitos.
Nuna mira un grifo justo a un costado de la entrada, los agarra y empieza a llenarlos.

Agarra algunos globitos de colores, entre ellos empieza a colocar rockless en ella, logrando saborizar el agua y colorearlo. Entre ellos estaban los colores: Azul, verde, violeta, amarillo, magente, cyan.

Se acerca a Muffins le entrega tres a ella, y se queda con tres.

—Listo. Es hora de la guerra de agua —comenta decidida.

Muffins al ver lo que era su plan sonríe, le encantaba en parte las guerras que Nuna y encapuchado tenían. Ya que ambos creaban maneras raras de "pelearse".

Ambas tocan el timbre del departamento, se separan un poco de el, a una distancia prudente y se preparan. Se abre la puerta y de el sale un hombre encapuchado con el ceño levemente fruncido al ver a Nuna y Muffin un poco alejadas, ambas habían ocultado los globos tras sus espaldas.

—Holis holis Diccnero~ —saluda Nuna sonriendo mas de lo normal.

Ocasionando que eso alertara al encapuchado, sentía que algo había tramado pero no sabía que era. Por otro lado un amigo suyo lo empuja fuera del departamento, dejándolo fuera.

—¡Ya!—exclama él chico de atrás.

Justo cuando va a preguntar que es lo que esta pasando una serie de globos de colores le estallan violentamente alrededor de su cuerpo, mojándolo y dejándolo con aroma a chocolate. Esto de verdad no se la esperaba, sabía que había seguido la guerra pero en verdad esto no se imaginaba.

Al poco tiempo de acabarse las municiones, unas risas llenaron el ambiente. Tanto Muffins como Nuna se reían al verlo mojado, pero aun mas la que se reía era Nuna. El encapuchado la observaba sonríe y niega divertido, se acerca a ellas las abraza mojándolas.

—jajaja Muy buena broma chicas—comenta el encapuchado.

Una vez mas Nuna había conseguido realizar su travesura