Drabble La dama de la fortuna, hoy no sonrrie (League of Legends)

Esta noche lobo estaba más contento de lo usual, se le podía escuchar en sus carcajadas en camino a nuestro próximo destino, un gran sauce cerca de na gran capital, una joven presa que mi querido lobo viene esperando hace tiempo

El joven apostado que solo cuenta con su vida para jugar una mano más de sus preciadas cartas, esta vez su fortuna cambio


-, dime, ovejita... ¿puedo divertirme con este?

-querido lobo, conoces las reglas, eso depende de el

-, pero ovejita...se ha burlado más de una ves de nosotros

-lo se querido lobo, lo se


Lobo estuvo muy impaciente hasta el momento de llegar al lugar del reposo final del afamado apostador, Twisted fate, tan arrogante y fanfarrón, ahora, con el pecho cubierto de sangre, acariciando su naipe amarillo ahora cubierto de su propia sangre


-.pensé que tardarían mas, supongo que puedo estar alagado

-venimos a reclamar tu vida porque así debe ser

-querida ovejita, ¿puedo acabarlo?

-tranquilo lo lobo su destino ya está escrito

-. La oveja y el lobo, en verdad es un honor, ahora toca elegir el dulce piquete de la oveja o las poderosas fauces del lobo, supongo que este es el fin, en verdad, hoy la dama de la fortuna no me sonríe

-ovejita, ya está hablando incoherencias, déjame hacerlo mientras pueda extraer agonía de su ser

-querido lobo, hoy su suerte se acaba, deléitate querido lobo, devora todo lo que quieras

-la dama de la fortuna, de una forma u otra, siempre está de mi lado


Cuando el lobo abrió sus fauces para reclamar su presa, el apostador uso su última carta, haciendo retroceder al lobo, y con un ágil juego de manos y un nuevo as bajo la manga uno el poder de sus cartas para salir de ese lugar con una sonrisa en su rostro y uno de sus dados cargados que dejaba tras de si como símbolo de burla para los eternos cazadores, un chiste de muy mal gusto, dando a entender que no importara que tan mal estuviera, siempre gana su apuesta


-ovejita! mi presa!

-tranquilo mi querido lobo, la cacería continua

-querida ovejita, la cacería jamás termina