Koisatsu Hola, primero que nada me presento, no hace mucho que regresé a CZ, y no hace poco que dejé de escribir fics (Todos a medias xD). Ésta vez traigo una historia hecha totalmente por su servidor, aunque publicada en otro foro, cambiaré ciertos rasgos que utilizé en el original como: La edad de uno de los personajes, algunos (Si no todos) nombres, situaciones, etc. Quiero, antes que nada, confirmar que la razón del cambio de éstas facciones es por que, la edad que cambiaré podría crear conflictos al pensar en pedofilia, los nombres del original son nicknames de usuarios del foro donde lo publiqué, y las situaciones, bueno, simplemente me pareció que podría mejorarlas. Ahora, no se si esté bien una historia totalmente creada por mi, aunque sé que es un pensamiento tonto de mi parte, pero a fin de cuentas las cosas se me tienen que explicar con bolitas y palitos xD Si algo va mal, por favor háganmelo saber. Ahora, según leí en el primer post debo dejar un prólogo de 100 palabra o el primer capítulo, como no tengo prólogo y me da palo escribirlo, mejor publico el primer capítulo, si está háganmelo saber y editaré el post colocando el prólogo improvisado xD En fin, he aquí el cap 1: Koisatsu Capítulo I: Encuentro Era una noche oscura, tanto como las últimas 5 que habían pasado desde de la última luna llena. Las estrellas brillaban con gran plenitud aún en la gran ciudad de San Salvador. Sobre el tejado de las casas, la cima de los edificios y la oscuridad de los callejones, una sombra recorre rápidamente la ciudad en busca de una persona. Es justo media noche, en una casa de la ciudad se encuentra dormido un jóven en una cama matrimonial pero nadie a su lado, de repente sonó su localizador con tono de emergencia, que hiso que el joven de cabello largo hasta los hombros saliera de su casa corriendo sin arreglarse, con dirección a la estación policiaca. En la estación, se encuentra un grupo de personas discutiendo algunas cosas con tono serio cuando en ese momento, la puerta doble se abrió para dar paso a un jóven de unos 21 años, cabello largo hasta los hombros, 181 cm de alto, ojos sombríos color cafe y vestido ligero. -Por fin llegas tío -Comenta uno de los hombres que se encontraban en ese sitio -Callate idiota... ¿Cuál es la emergencia? -Preguntó el joven con cierto tono molesto -De nuevo otra masacre misteriosa Jack... -Conteso el que parecía ser el jefe- Ésta vez se trata de un narcotraficante peligroso... Fué allado en un almacén cerrado en donde se encontraron restos de cocaína... -¿Sólo para eso me llaman en emergencia? -Preguntó Jack molesto- tratamos ese tipo de casos todos los días... -¡No lo entiendes! -Dijo uno de sus compañeros- ¡Estas masacres son diferentes! Después de una larga discusión entre todos los miembros del equipo, el jefe de la policía llamó a Jack a su oficina con un asunto de importancia... -¿Qué sucede jefe? -Preguntó Jack algo cansado -Fuiste asendido... -Dijo el jefe mientras veía por la ventana de su oficina -¿Es una broma? -Preguntó de nuevo con asombro- Apenas soy un novato jefe... -Lo se pero... Son órdenes de la Interpol -¿Interpol? -Si... parece que tienes un extraño don como detective... Jack Después de una conversación exhaustiva con su ex-jefe, Jack se regresó a su casa para empacar lo más importante y tomar el siguiente vuelo a Lyon, Francia, de esta forma llegar a la secretaría general de la Interpol para recibir su nueva identificación y un pase internacional. Una vez en el avión, mientras cruzaba sobre el océano, Jack miró hacia el periódico que leía un hombre anciano, en la portada ya se encontraba la noticia de la masacre del narcotraficante. Jack por alguna extraña razón se incomodó al saber que estaría investigando un caso importante con proximidad. Jack suspiró profundamente y cerró los ojos para dormir, necesitaría fuerzas para lo que vendría. Finalmente, después de varias horas de vuelo, el avión aterrizó en el aeropuerto internacional de Francia y Jack se dirijió en un taxi pagado por la Interpol hacia la secretaría general en Lyon. Una vez llegó allá, Jack se encontró en el comité, en el que sólo se encontraban el presidente y los vicepresidentes, quienes le entregarían su pase. -¿Por qué yo? -Preguntó Jack después de resivir sus cosas -Por que te hemos investigado -Respondió un vicepresidente -Eres muy inteligente y puedes resolver cualquier caso -Comentó otro funcionario -Aun así... ¿Tenían que hacerme venir hasta aqui? -Preguntó con molestia- Es decir, hay una oficina en donde vivo... o vivía... -Por que quería conocerte en persona Jack -Respondió el Presidente- Me pareces un buen joven y una promesa para la Interpol como detective privado -Ya veo... Jack no acabó de comprender la situación, pero estaba muy cansado, así que se alojó en un hotel promedio hasta resivir nuevas ordenes. ~Al día siguiente~ Jack se encontraba desayunando en un restaurante común en Lyon cuando, mientras terminaba de beber su café, sonó su localizador para encontrarse con un informante anónimo en una biblioteca cercana del lugar. Jack se levantó, pagó lo que consumió y se retiró enseguida. Se encontraron Jack y el Informante en una biblioteca, hablando sutilmente y sin llamar la atención, después de unos minutos de hablar, el informante desapareció y Jack se retiró al aeropuerto para viajar Japón a investigar un nuevo caso de masacre de un político que estaba enredado en problemas de soborno y extorción. Cuando llegó al lugar, Jack comenzó a investigar sin dejar rastros, y después de varias horas de buscar exhaustivamente, se encontró en un parque de Shinjuku, Tokyo, mientras ya anochecía y él se dirijía a un pequeño hotel para alojarse. En ese momento, mientras llegaba al centro del parque en un intento de cortar camino y mientras caían pétalos de cerezo como señal del final de la Primavera, se encontró, en una banca de madera pintada, una jóven de unos 18 años con la mirada perdida, vestida con el uniforme de una de las escuelas de Japón, aunque éste era algo extraño, tenía un aroma extraño que Jack conocía perfectamente pero le intrigaba al saber que ése aroma sobresalía de una niña tan pequeña, ese era olor a sangre. Continuará...
