[II Ciudad] Naarden (Zona) [FSN]

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Naarden es una ciudad digna de aparecer en los escenarios de Juego de Tronos, se encuentra ubicada en Europa en los países bajos. Su fortaleza esta rodeada de una gran muralla en forma de estrella y rodeada a su vez de un foso de agua que se congela durante el invierno.

La ciudad está dividida en 4 zonas:


-La primera flecha: La parte derecha de la imagen, ese primer cuadrante.

-La flecha central: La flecha que se encuentra en el centro.

-La tercera flecha: La que está a mano derecha.

-Centro de la ciudad: El centro donde se encuentran las casas y construcciones.

Reglas:

-Necesitas 3 post para moverte de una zona a otra.

-Recuerda que los servants sólo son visibles a los demás durante batallas.

-Nunca pueden salir de los límites de la cúpula o son incinerados automáticamente (fuera de las 4 zonas).

-Coloquen su ubicación en cada post. Para que no haya confusiones.

Recuerden qué:

-Cada día que pasa pierden 10 de vida. Por cada día que pasen sin que nadie muera todos van perdiendo 10 de vida que son mermados por la marca en su mano, se van sintiendo cada vez más cansados, débiles, hambrientos y adoloridos. (Deben colocar su barra de vida en cada post)

-Cada 3 días el GM les obligará a actuar y a acercarse.

 

Día I: Mañana.
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Poco a poco su sonrisa se fue ampliando, mientras caminaba de un lado a otro. El cabello largo, el cuerpo grácil y delgado, la misma persona que les había recibido en la Cúpula de ceremonias el primer día, aquella aparición etérea tan parecida a un ángel.

—Por unos minutos todos podrán escucharme, cuando termine, todos abrirán los ojos y se encontraran en el suelo de su nueva ubicación. Así que escuchen atentamente, no vayan a morir de frío —suspiró, sacudiéndose los copos de nieve de los brazos—. El Santo Grial ha decidido, que las últimas dos personas en llegar a la iglesia que se encuentra en el centro de la ciudad, serán obligadas a luchar, a menos que, haya algún encuentro antes y alguno de ustedes fallezca. Sólo quedan cinco, esto pronto va a terminar...

Su cuerpo se desvaneció con el viento volviéndose uno con la nieve. En ese momento, los cinco sobrevivientes abrieron los ojos, la nieve comenzaba a asentarse sobre sus cuerpos acostados en el suelo.


—Mizuki y Joey han despertado en la primera flecha. El Calabazo Gigi Blanche
—Jezebel ha despertado en la flecha central. Yáahl
—Lena y Daichi han despertado en la tercera flecha. SweetSorrow Liza White


...

Importante:​

—El hielo en el agua es completamente superficial en la primera y segunda flecha o flecha central flecha, cualquier mal paso puede hundirlos. En cada post que van a postear, deben usar un dado de 2 caras. 1 caes al agua. 2 avanzas a salvo.
—El la tercera flecha el agua no se ha congelado, pero hay un pequeño bote y un remo.
—Y por último, no creo que ninguno haya traído suéter, así que mejor se apuran en llegar al centro de la ciudad (? O a entrar en calor entre ustedes.

 

Jezebel Vólkov
Vida: 100/100
Zona: Flecha Central

A la mañana siguiente, cuando la despertó el griterío de sus primos en la cocina, deslizó la mano de nuevo bajo la almohada y la luz parpadeante en su celular le indicó que tenía un mensaje. Desbloqueó el aparato y con solo leer la respuesta Joey a su mensaje carente de palabras, le regresó la calidez al pecho.
Podía contar con él. Estaba por responder cuando escuchó la voz de su tía llamarla para desayunar, por lo que atendió el llamado y pensó en responder después.

Fue unas horas más tarde cuando, una vez más, fue arrancada de su hogar para reaparecer en otro sitio completamente diferente. Escuchó la voz de la mujer, lejana.

"Llegar al centro de la ciudad".

"Obligados a luchar".

Apenas terminó de hablar, sintió el frío terrible del ambiente y al abrir los ojos, fue recibida por el cielo teñido de un suave tono azulado del que caían copos blancos. Se levantó despacio, sintiendo sus manos hundirse en la capa de nieve del suelo, la que le cubría el cuerpo cayó sobre su regazos; buscó a su alrededor con la mirada, con la esperanza de que alguno de los demás hubiese caído en el mismo lugar, pero esta vez... esta vez estaba sola, porque Mila ya no estaba.
Tragó grueso y desvió sus pensamientos a algo más, mientras se ponía de pie. Agradecía por lo menos haberse puesto unos jeans y una blusa de manga larga, aunque no era como si fuese particularmente abrigadora.
Estiró las mangas de la prenda para cubrirse las manos y exhaló en estas, calentándolas levemente con su aliento. Le dio mil vueltas a la situación y si quería llegar no quedaba más que caminar sobre ese hielo malditamente delgado.

Inhaló con fuerza, a través de las mangas de su blusa, y dio el primer paso tembloroso sobre el hielo.
La fina capa de agua congelada crujió bajo su peso, pero lo soportó, exhaló con la misma fuerza con el corazón latiéndole violentamente en el pecho.

¿Y si caía quién iba a sacarla de allí? Sabía nadar, pero en agua helada el asunto era diferente.

 

Mizuki Satō
Vida: 100/100
Zona: Primera Flecha

Aquella noche, Mizuki se fue a dormir enrollada como un tabaco dejando tirado el morral con las provisiones y la linterna, junto a la sudadera. Las primeras horas fueron bastantes calurosas aquella noche, pero ya era de mañana, la alarma del teléfono ya marcaba las 6:30 a.m. — cinco minutos mas... solo cinco — mascullaba mientras se tapaba completamente con las sabanas, cuando sin previo aviso, sintió una corriente gélida pasar sobre ella en conjunto a un frió que provenía debajo de ella.

Del impacto se despertó inmediatamente, saltando cual gato lo haría al recibir un balde de agua fría encima. Volteando a ver a su alrededor y estrujándose los ojos al mismo tiempo, ya había empezado. Nuevamente el duelo habría de ocurrir, ahora en un sitio frió como nunca antes lo había sentido. Para colmo no tenia su morral, ni su sudadera a la mano. Completamente desprotegida del viento de no ser por la ropa que se estuvo probando durante la noche que se dejó... y los zapatos puestos.

Colocaba sus manos dentro de las mangas de la camisa, mientras buscaba algún lugar a donde ir. Al respirar por su boca dejaba visible el aliento congelado que emitía debido al frió que no poseía clemencia alguna contra ella. Pero podía ver que estaba sobre hielo, hielo que no parecía muy seguro. Y Recordó la voz que escucho durante un breve instante antes de levantarse de aquella nieve

"Los últimos"
"Destinados a luchar"
"Ir al centro"​

Con algo de miedo y un poco de valentía se decidió a caminar en dirección a los edificios que estaban a sus espaldas, esa debía ser la dirección para llegar al centro. Cuando vio que no muy lejos de su ubicación estaba aquel mono que durante la vez anterior saludaba y tonteaba con alegría y diversión... antes de que comenzara la batalla entre Rider y Berserk. Si llegaba a romperse el hielo, seguramente necesitaría ayuda para salir del agua, llamar a su servant no era lo mejor. Todavía tenia dudas sobre sí estaban en buenos términos siquiera. El mon- Joey era lo mas viable como punto de apoyo, por ahora.

—Oye, ¿Te llamabas Joey, n-? — se detuvo al ver que si intentaba charlar como lo haría comúnmente a duras penas alguien escucharía debido al ruido que ejercía la nieve y el viente en aquel lugar. Tomo aliento y gritó: "TEN CUIDADO DONDE PISAS" señalando a los edificios mientras decía "ALLÍ, DEBEMOS IR ALLÍ, RAPIDO."

Tomo aliento y empezó a caminar hacia el centro y ojalá aquel muchacho hubiera logrado escucharla, aunque tenia mas pinta de despistado que ella o casi.

— Por favor, por favor... no te rompas, No-te-rom-pas...

 

Contenido oculto

Amo' a ponerle ost a este sitio

Lena Sallow
Vida: 100/100
Zona: Tercera flecha [1/3 post]

Sus sentidos embotados recuperaron cierta lucidez cuando el frío y la humedad de la nieve bajo su piel comenzó a calar sus huesos. Se vio a sí misma tendida sobre la nieve, con copos acumulándose en su cabello y en su ropa, helándole la sangre. Cuando se reincorporó, aturdida y somnolienta aún, las vistas le devolvieron un paraje teñido de blanco y completamente desolado como toda respuesta. Al soltar el aire que había retenido en su pecho notó cómo se formaba una ligera capa de vaho, y comprendió al fin que se encontraba muy lejos de casa. Que el juego (si es que podía llamarlo así) había retomado su rumbo, y en aquella ocasión la existencia de adversarios no sería el único peligro a tener en cuenta; las condiciones climáticas aquella vez se volvían ciertamente adversas.

Se abrazó a sí misma, frotando sus brazos para entrar en calor, revisando sus alrededores en el proceso. Odiaba el frío, apenas había podido dormir y se encontraba especialmente irascible. Dio un paso al frente con quizás demasiada fuerza mientras mascullaba algo entre dientes, pero el sonido del hielo resquebrajándose la frenó en seco. Tenía que intentar despejar su mente y tranquilizarse, dejarse llevar por sus emociones tan solo la llevaría a hundirse tras la fina capa de hielo que la sostenía bajo sus pies. Lo supo en aquel mismo instante.

Bien, dónde coño estoy. Esa es una buena pregunta para empezar.

A su mente llegó la voz de aquella mujer que les había recibido en la cúpula. Debía llegar al centro de aquel lugar, a la iglesia que allí se encontraba, si quería evitar ser forzada a batallar. Pero mientras recapitulaba sus opciones, frunciendo el ceño con impaciencia, llegó a pensar que todo sería mucho más sencillo si se descargaba con el primero que se encontrase. Así mandaría a tomar por culo aquella estúpida norma y podría volver a casa... No, la verdad es que tampoco le apetecía volver a casa. Qué jodido era todo.

Te estás poniendo nerviosa. Deja de repiquetear el suelo, joder.

Soltó un suspiro exasperado e inició la marcha, hacia donde sea que le llevasen sus pies. Fue entonces cuando, en medio de su avance, la presencia de un pequeño bote allí donde el hielo terminaba le devolvió algo de esperanza al cuerpo. Avanzó con algo más de prisa, como un náufrago a un salvavidas, y cuando llegó a su interior reparó en un bulto extraño semi-enterrado por la nieve, no muy lejos de allí. Entrecerró los ojos, intentando averiguar de qué se trataba ahora, y no pudo evitar bufar al reconocer aquel cabello negro tan peculiar sobre la nieve. Daichi Nishimura tomándose una linda siesta.

¿Y se suponía que debía guardar la calma?

Podría haberlo dejado ahí, muriéndose de hipotermia. De hecho, ¿por qué narices no lo había hecho? Hubiese hecho más fácil conseguir su objetivo. Pero en aquel instante Lena necesitaba descargarse con algo, y no se le ocurrió nada mejor que formar una bola de nieve entre sus manos para lanzársela al bello durmiente, despertándolo así con el golpe. Tomó otra bola más entre sus manos y la suspendió en el aire, alerta ante cualquier movimiento extraño del chico.

—Tienes cinco segundos para subir al bote. No voy a cuestionar tus fetiches y tus mierdas, puedes quedarte ahí si tanto te gusta —la castaña alzó su mano, comenzando a bajar cada uno de sus dedos lentamente, ceño fruncido en su dirección—. Cinco. Cuatro. Tres. Dos...

Oh, jeez. Definitivamente el frío no le sentaba bien.

 

Jezebel Vólkov
Vida: 100/100
Zona: Flecha Central [2/3]

Volvió a inhalar con fuerza a través de las mangas de su blusa, como si no respirar al dar el siguiente paso le diera al menos cierta certeza de que el hielo bajo sus pies no iba a romperse. Avanzó, lentamente, sobre esa línea de la capa de hielo, y cuando escuchó nuevos crujidos el corazón se le detuvo en el pecho.

Tragó grueso, inhalando con fuerza de nuevo, como si contener la respiración le diese alguna certeza de que el hielo bajo sus pies no iba a ceder a su peso. Se mantuvo unos segundos en su lugar, que podrían haber parecido eternos, y reinició la marcha, avanzando esta vez por otra zona del agua congelada, alejándose del área que se había quejado ante sus pisadas.

Dios, ojalá topase con alguno de los demás pronto.

 

Para no ser tan malvada. Si caen al agua, pueden salir por ustedes mismos o con ayuda. Pero eso les anula un post que hayan avanzado para moverse de zona.

Cualquier duda, por el otro tema o mp. :* No se congelen.

 

Jezebel Vólkov
Vida: 100/100
Zona: Flecha Central [3/3]

Nuevos crujidos la hicieron detenerse de nuevo, cuando apenas le faltaban algunos pasos para poder alcanzar la otra orilla, la que la dejaría lo más cerca posible del famoso centro de la ciudad.
Joder, no podía caerse estando tan cerca, ¿cierto?

Cerró los ojos un instante, sintiendo los copos de nieve cayendo sobre su piel, que apostaba ya estaba casi tan blanca como la nieve acumulada en el suelo y reinició la marcha, despacio. La prisa era, en la mayoría de los casos, un enemigo.

Antes de darse cuenta, sus pies se hundieron en la capa de nieve de la orilla del agua congelada y soltó un pesado suspiro, mientras se abrazaba a sí misma. Lo había logrado.
Se volteó para mirar el trayecto que había recorrido, incrédula y sonrió para sí misma; regresó la vista al frente y en medio del paisaje blancuzco con el que casi se confundía, vio erigirse una iglesia. No quería ir, es cierto, pero tampoco quería verse obligada a luchar por haberse lerdeado. Comenzó a caminar hacia allí, siguiendo las calles, con paso acelerado porque lo cierto es que el frío le estaba congelando el culo.

 

Lena Sallow
Vida: 100/100
Zona: Tercera flecha [2/3]

Dos... Uno...

Lena dejó de contar, bajando lentamente la mano que había suspendido en el aire. Inclinó su cuerpo sobre la barca, apoyando sus codos en el borde de la misma, y la sintió mecerse en su dirección. Entrecerró los ojos con esfuerzo, su mirada clavada en el cuerpo que aún yacía tirado sobre el suelo, con la nieve comenzando a acumularse en su cabello y en su ropa. Permaneció así alrededor de un minuto, olvidando por un momento el frío que sentía y la ventisca que se desataba a su alrededor.

Daichi no se movía.

En un primer momento arrugó la nariz, frustrada, apretando la bola de nieve en su mano con intención de acertarla de nuevo en su rostro. Podía notar un tic nervioso en su párpado derecho, conteniendo las ganas que sentía de acercarse y patear a aquel descerebrado hasta que hiciese algo por su vida. Pero pronto dejó de verle como un saco contra el que descargar sus frustraciones y algo similar al miedo se manifestó en su expresión durante escasos segundos.

¿Y si estaba...?

Bajó de la barca con extrema precaución, colocando una pierna primero, desconfiada como un gato en la orilla del agua. Al notar que la capa de hielo resistía su peso colocó la otra y apretó los puños, comenzando a caminar en su dirección. No se atrevió a acercarse demasiado y permaneció acuclillada junto al cuerpo, estrechando los ojos. Solo bastó contemplar el ascenso y descenso de su pecho para saber que se encontraba bien, y Lena dejó escapar el aire por la nariz con molestia.

—Serás idiota.

Si Daichi no se despertó con el suave golpe que dejó caer sobre su cabeza, probablemente lo hiciera al sentir cómo le arrastraban por el hielo, tironeando de sus piernas. Lena apretó los dientes, desviando la mirada al verse en aquella situación tan ridícula. Miró hacia todos lados, asegurándose de estar sola. ¿Qué demonios hacía ayudando al puto enemigo en primer lugar, y más después de aquella jodida amenaza?

Con esfuerzo le sujetó de la ropa y le tiró sin demasiada delicadeza dentro de la barca, introduciendo después sus piernas. Chasqueó la lengua con disgusto y comenzó a empujar de la barca, dando un salto en su interior poco después, comenzando a remar con torpeza.

Qué tentada estaba de tirarle al agua y dejarle dormir con los peces. Pero no lo hacía.

 

Mizuki Satō
Vida: 100/100
Zona: Primera Flecha (1/3)

Un poco ya en la lejanía, logro ver como al idiota se le ocurría hacer justamente lo primero que le había advertido y no una, si no dos veces. Ahora luchando para no terminar de ahogarse.

— Vaya que si eres un mono estúpido... — funfuño durante un momento mientras volteaba a ver que ya la ciudad no estaba tan lejos y en el otro extremo contrario el muchacho luchando por salir del agujero, dio un respiro mientras intentaba cubrirse del frió con sus dos brazos y camino en dirección a Joey para ayudarle. — ¡No quedara en mi conciencia que no tenga la oportunidad de defenderse! — se dijo a si misma en voz alta.

Cuando de repente piso en un mal citio por no estar completamente atenta donde pisaba, cayendo en el agua y ahora intentando aferrarse al borde gritaba: "JOEY, MONO, ESTÚPIDO, I-I-IDIOTA, ESTO ME PASA POR QUERER AYUDARTE" mientras empezaba a temblar debido al frió.

 

Lena Sallow
Vida: 100/100
Zona: Tercera flecha [3/3] -> Primera Flecha


Avanzó a duras penas a través del agua, mascullando improperios ante la incapacidad de avanzar más de cinco metros sin acabar dando vueltas sobre su eje. Había dejado de sentir las manos, aferradas a los remos con tanta fuerza que los nudillos se volvieron blancos, y en más de una ocasión estuvo tentada a lanzarlos a tomar por culo y dejarse llegar por el movimiento del agua. Y ver a Daichi allí tumbado mientras ella se encargaba de todo solo hacía que su frustración creciese por momentos.

Eso sí, las emociones mantenían con gran eficacia su calor corporal, debía admitir. Algo bueno tenía que tener estar cabreada con el mundo, pensó para sí misma con ironía.

Podía ver la zona a la que debían acudir, cada vez más y más cerca. Y hubiese seguido su rumbo y alcanzado la iglesia de no ser porque hasta sus oídos llegaron las voces de otras personas, aparentemente en un aprieto. Escudriñó el lugar con la mirada, siguiendo el sonido hasta percatarse de que provenía del islote extraño que se alzaba al lado contrario del que venían. Al enfocar bien pudo reconocer dos figuras intentando avanzar a duras penas sobre el hielo, y sintió cierto alivio porque aquello les dejaba el camino libre hacia la iglesia.

Pero Daichi no despertaba, y dudaba ser capaz de poder cargarle hasta el lugar al que debían acudir. Tarde o temprano, ellos...

Dio una patada en el bote, cabreada, y comenzó a desviar la trayectoria del bote hacia la izquierda. Su mente era un completo caos, pero algo la motivó a dar la vuelta. Quizás sus emociones comenzaban a cegarla, quizás la voz del hombre al que había matado la torturaba aún en su cabeza sin descanso.

Pero aquello era un juego, después de todo. Y Lena estaba dispuesta a darlo todo para ganar.


***

—¡Berserker!

El hielo se rompió bajo los pies del gigante que se materializó ante sus ojos. Sin embargo, su estatura era tal que apenas llegaba a hundirse en el agua, en aquella extraña fosa que rodeaba la ciudad. Subida sobre el hombro del coloso señaló hacia los cuerpos de Joey y Sato, imponente, y aquellas enormes manazas sacaron los cuerpos congelados del agua. Sentada sobre su hombro, observaba a sus dos adversarios más vulnerables que nunca.

Con un movimiento de cabeza, Berserker dejó a Joey a un lado de la zona de hielo resquebrajado, mucho más abundante ahora. Lena no le dirigió la mirada; señaló con la cabeza la barca que aguardaba en la orilla de la flecha, con Daichi aún en su interior.

—Date prisa en ir a la barca, antes de que cambie de idea —fue todo cuanto dijo, alejándole del lugar. El gigante, sorpresivamente, pareció obedecerla esta vez. Como si fuese capaz de percibir sus intenciones: unas que había estado esperando con ansias. Acercó a Sato aún sujetada en su mano hacia Lena, y esta alzó una de sus cejas al observar de cerca a aquella chiquilla congelada y temblorosa. Lo cierto es que le daba cierta lástima. Apretó los labios, dejando a un lado la razón—. Dame una buena razón para dejarte ir de aquí.

Berserker gruñó, impaciente, sediento de sangre, mas Lena no se movió un ápice. Brazos cruzados, una pierna sobre la otra, sus orbes felinos clavados en ella.

Y en aquella ocasión, dejándose llevar por su egoísmo y toda la rabia que cargaba consigo, el brillo en sus ojos se mostró más determinado que nunca.

Contenido oculto

I'm sorry honey, pero había que darle aún más acción a este desmadre (?)

 

Mizuki Satō
Vida: 95/100
Zona: Primera Flecha (1/3)

— Dame una buena razón para dejarte ir de aquí. — Escuchó decir a la joven que estaba sobre el hombre de aquella bestia mastodontica que llamaba Berserk.

Sato se congelaba del frío, allí encorvada esforzándose para mantenerse lo mas posible sobre la mano de aquel gigante.

— Pu-pueee-puedes ha-hacerte la ru-ruda... pe-pero en el fondo... ttt-tú también estas asustada, igual que yo... nos estas ayudando p-pese a quequ-que sabes que — por un momento su respiración se entrecorto y empezó a intentar tomar bocanadas de aire forzado — Ss-sí fueras mala per-persona, no hub-hubieras salva-salvado a Joey o a Daichi... mu-muchos menos esta-estarías ayu-ayudándome cu-cuando yo decidí aparta-apartarme de ustedes la vez anterior. — Mencionó Mizuki mientras perdía el equilibrio y estando mojada, se resbalaba de aquella mano que la sujetaba para caer nuevamente al agua.

—Ba-baka!

Contenido oculto: 7u7

Lo siento amor, esto necesita mas desmadre, no soy yo, es lo que quiere la naturaleza (?)

 

Jezebel Vólkov
Vida: 100/100
Zona: Centro de la Ciudad [1/3]

No se había alejado demasiado de la orilla del agua, en dirección a la iglesia, cuando el paisaje silencioso y desolado de la ciudad, como la vez anterior, le permitieron escuchar, a lo lejos, el ruido de algo pesado caer al agua. Agudizó el oído, tan quieta en su lugar que podía parecer una estatua de no ser por el aliento cálido que salía de su boca.

Escuchó el lejanísimo rumor de voces que no pudo ni siquiera intentar reconocer, pero de todas formas, ¿para qué? ¿Quiénes más, además de ellos, iban a estar allí?
Un gruñido grave, que se mezcló con el poquísimo sonido ambiental, haciendo que el alma le cayera a los pies.

"Berserker".

Dio un tembloroso paso hacia delante, en dirección hacia la iglesia, pensando en salvarse, siendo egoísta como pocas veces en su vida antes. No era su problema, no allí, tan cerca del punto acordado; sin embargo, recordó el mensaje de Joey, ese que al final había olvidado responder y el corazón le dio un vuelco en el pecho.

"Dai y Joey".

Recordó a Lena alejándose a pesar de que la había llamado y no quiso imaginarse en qué estado había vuelto a caer allí; sus pies se movieron solos entonces, en dirección contraria. Antes de darse cuenta había echado a correr, desesperada, con las lágrimas ardiéndole tras los ojos.
Todos iban a morir, sí, pero si no estaba allí tan siquiera para intentar postergar la muerte de alguno, ¿sería capaz de perdonarse a sí misma hasta que le llegara su turno?

A lo lejos, a través de los mechones de cabello que se interponían en su vista confundiéndose con el blanco paisaje, divisó la silueta borrosa del gigante y su corazón, latiendo desbocado en su pecho, casi le resultó doloroso. No pudo distinguir mucho más, pero eso fue suficiente.

Contenido oculto

Hola, llegué al centro pero lo abandono for the drama bitches

 

Día I. Mediodía.

La nieve comenzó a caer con más fuerza, haciendo temblar a aquellos que no han encontrado refugio.​

 

Jezebel Vólkov
Vida: 100/100
Zona: Centro de la Ciudad [2/3]

¿Por qué estaba llorando? ¿Por qué seguía corriendo a pesar de que sentía que los músculos de sus piernas estaban envueltos en llamas? ¿Por qué se había levantado cuando tropezó?

¿Por qué corría pensando en acudir para ayudar a quienes la asesinarían después?

Porque no era más que una estúpida, así de simple, que creía que aún había lo de bondad en el mundo y en los demás. Porque dentro de sí no había más que amor por los otros y genuina preocupación.
Porque no había podido rescatar a la inocente Mila.

De no ser porque sus pulmones estaban luchando por mantenerla respirando en medio de ese maldito frío, seguramente estuviste sollozando como una niña.

A través del cristal de las lágrimas, pudo empezar a distinguir por fin nuevas siluetas. Una figura oscura, varias de hecho, que le hacían frente al gigante y dos figuras más que no pudo detallar bien.

Como si fuera posible, apresuró aún más su carrera, a pesar de que su cuerpo deseaba rendirse y derrumbarse sobre la capa de nieve bajo sus pies.

Contenido oculto

¿Que si los dejaré pasar por alto el angst? No, you idiots.

 

Lena Sallow
Vida: 100/100
Zona: Primera Flecha

"Pu-pueee-puedes ha-hacerte la ru-ruda... pe-pero en el fondo... ttt-tú también estas asustada, igual que yo..."

Aquellas palabras cruzaron el pecho de Lena de lado a lado, robándole el aliento por segundos cruciales para Sato. La mano del gigante tembló, enfurecido por no poder comenzar a golpear a diestro y siniestro, y aquello hizo desequilibrar a la chica lo suficiente como para poder caer y escapar de su agarre. Cuando el brillo volvió a los ojos de Lena y el mundo volvió a enfocarse, una nueva silueta la apartó de su objetivo con brusquedad.

"¡Lena! ¡Déjala ir!"

El gigante se tambaleó ante los diferentes impactos sobre su cuerpo. La joven apretó los dientes, y sintió unas horribles ganas de llorar al discernir a Joey alejado de la barca y de Daichi, encarándola con una rabia inusual. Se suponía que le había dejado una jodida vía libre, ¿por qué cojones tenían que volverlo todo mucho más difícil de lo que ya era de por sí? ¿Cuánto tiempo más podría acallar las voces aterrorizadas en su cabeza que le imploraban porque huyese de allí?

Arañó el hombro del gigante, clavando sus uñas en este, soltando un grito salido de lo más profundo de su ser. Un grito ahogado, desesperado.

Un grito que imploraba por ayuda.

—¡¡Apártate de mi camino!! —bramó, y el gigante a su lado pareció reaccionar, dirigiendo un nuevo mazazo hacia su oponente con una furia aterradora.

El suelo crujió bajo sus pies con violencia.

Contenido oculto

Yo queriendo hacer un post decente vs yo volviendo a casa demasiado cansada pa' pensar y no queriendo retrasar esto, yas