Y le empecé a morder con fuerza, tratando de alcanzar con afán su solapado cuello. La escena entonces se torno airada, llena de bramidos, clamores y golpes, no escuché mucho, porque mi instinto, había aflorado repentinamente, haciéndome una completa bestia. Para cuando maté a mi contrincante mi hocico estaba lleno de sangre. La correa entonces haló de mi cuello, caí de hocico, mientras mi cuerpo no dejaba de luchar contra el aire y una fuerza etérea que me arrastraba. Cuando la voz de Ricardo me llamó, con sutileza, le empujé reconociéndole el aroma y le lamí la cara, hipnotizado por su olor, traté de mantener la compostura. Todos pifiaron y otros aplaudían, mientras decían: “Grotesca, Grotesca, mataste a otra víctima” Me despierto, parece todo una pesadilla. Veo mi pata, tratando de encontrar el lugar donde me escocía un dolor agudo, Ricardo se acerca y me detiene. Me habla suavemente, me explica unas cosas que realmente no entiendo. Me mira con gracia, juega con mi cara, si pudiera sonreír lo haría para él, pero no puedo. Me dice “Beba”, me imita y comienza portarse gracioso. Quiero pararme y lanzarme en sus brazos, quiero morderle el pantalón hasta que se enoje y luego me abracé. Mis patas están entumecidas, el me mira desilusionado, entonces un hombre con lentes y bata larga se le acerca. Le dice cosas que nuevamente no entiendo, Ricardo esta triste y acongojado ahora. Me mira, suspira y se echa contar números. Se enfurece con el hombre de lentes, le grita y yo empiezo a ladrar, el hombre de bata larga también grita, todo se vuelve un griterío y yo estoy a punto de atacar. Ricardo me levanta y me lleva triste a otro lugar. Toma un taxi de la avenida, mira por la ventana con desilusión; él está triste y angustiado. Me acaricia la cabeza, mientras con ternura me llama “Beba, Beba, eres mi chica favorita…” Ricardo entonces saca una cosa de su mochila, un pequeño tubo con una aguja en la otra parte. Me asusto, me incomodo; le miro penosa y expectante, pero no me la coloca a mí, se la coloca a él mismo. Me sonríe profundamente, todo aquello que lo presiona y molesta desaparece. Ricardo es otro, ahora está feliz, cree que hay un futuro, tiene esperanzas, cree que puede lograr muchas cosas, se cree grandioso. Me llama por mi nombre, levanto la vista, solo para que me tape con un saquillo. Me encierra en el saquillo, me enfurezco, intentando salir de este, pero no puedo, mis patas no me responden. Me cohíbo al sentir que me sacan del auto, me falta el aire, pero con mi hocico a duras penas hago un hueco, logro avistar lo que parece ser un gran combo. Me golpean con mucha fuerza, mientras una cosa viscosa se escapa de algún lado. Me pregunto ¿Dónde está Ricardo? ¿Le hicieron algo? Su aroma a lo lejos, su respiración agitada, me hacen pensar que sí. No puedo dejar a Ricardo solo, no me quiero separar de él. Mientras un hombre en mitad de la oscuridad me sigue pegando, seguramente él está en un rincón, recriminándose por que me perdió. Ricardo no va volver, creo, tendré que ir a buscarlo, cuando todo esto termine. Y, ¿Si no termina? ¿Qué hago? ¿Cómo vuelvo? Si mis patas ya no me responden. —¿Terminaste?—Es Ricardo, viene por mí. —Sí, esta tiesa, creo que ya está muerta. —Vamos. —¿No lo vas enterrar? —¿Para qué? Que se lo coman los perros callejeros. ¿Ricardo a dónde vas? ¿No te vas a quedar conmigo? Me siento mal. Muy mal ¿No me vas curar? Quiero pelear de nuevo, para que no estés triste y hambriento. Quiero abrigarte con mi pelo, para que no tiembles con los gélidos vientos de la noche. ¿Qué hice mal? No me abandones, porque si no estás aquí, no hay necesidad de nada. ¿Qué es más largo? ¿La vida o los sueños? Yo hoy soñé que volviste, me curaste, me llevaste a casa y me dijiste tantas cosas bonitas que por fin pude entender, todo esto para que volviera a dormir y cuando despertará siguiera viviendo un sueño.
Vengo a calificarte llorando, me hiciste derramar lágrimas T_T -Originalidad (1/2): En serio, narrada desde la perspectiva del perro es bastante triste, visiones que no suelen ver los humanos. Original y desarrollado, el punto que te faltra es por no tener que ver con la canción -Coherencia (3/3): Bien narrado, no me perdí en ningún momento. -Ortografía (3/3): Bien en este aspecto, muy correcto y con las palabras adecuadas -Captación del mensaje (0/2): Es una pena eso, la verdad, pero no me dejas opción, la canción no es exactamente de esto, ¿la oíste? :/ Lo siento mucho pero en este aspecto me decepcionaste. TOTAL: 7/10
Originalidad: No me es posible reprochar en este aspecto; a pesar de que no es, por mucho, la primera historia narrada desde la perspectiva de un animal que añora a su amo, no le encuentro relación con alguna trama cliché. El hecho de intentar ligar un relato completamente apartado de una canción de amor romántico y unir cabos terminó recreando un producto sumamente original. 2/2 Coherencia: Tristemente tienes problemas de conjugación de verbos, o por lo menos, concentrarte en que la historia se está narrando en presente porque luego saltas a una narración en pasado y eso se nota para el que observa con cuidado. Es una falla que a estas alturas realmente no podemos permitirnos. Por otro lado, la narración en sí está fluida y agradable; el hecho de que sea un animal el que narre cierra la posibilidad a las descripciones detalladas que él ignoraría y esto queda plasmado de manera correcta. Una cosa que considero que falló en este relato es que le faltó carisma a Ricardo. Yo no pude sentir tristeza porque ni me identifiqué ni me encariñé con él. 2/3 Ortografía: Un acento de más al final, pero nada que deba afectar a la calificación final. 2/2 Captación del mensaje: No puedo poner un cero, realmente. Leyendo detenidamente la letra de la canción, y con algo de esfuerzo, podemos encajarla en este relato. El problema es que en sí, el mensaje de la canción originalmente conlleva el romance. Es bueno darle originalidad, pero todos sabemos de qué iba esa melodía. 1/2 Total: 8/10.